-Es un gusto verte aquí -Menciono Gabriel viéndome de arriba abajo -Te miras hermosa 

-Gracias- le dije nerviosa 

Demonios en que momento que puso tan nerviosa, le sonreí y fui en busca de mi jefe. 

la noche transcurrió normal, eran casi las 12:00 am y yo andaba un poco mareada ya que me había tomado unas copas, iba camino al baño cuando tope con una chica muy ebria y que tiro su vino en mi vestido 

-Hay disculpa -Se quedo seria y comenzó a reír de lo borracha que estaba

Le sonreí con desagrado mientras iba con uno de los meseros a preguntar donde estaba el sanitario, estaba apunto de decirme cuando...

-No te preocupes, yo atiendo a la señorita -Dijo Gabriel llegando un lado de mi 

El mesero se fue y lo mire, mi miro de igual forma y me sonrió 

-Ven, vamos a que alguien del servicio limpie eso -Tomo mi brazo de forma delicada y un escalofrió recorrió mi cuerpo

Entramos a su casa y de verdad parecía que todo estaba hecho con oro, todo brillada y era hermoso, claro que iba mirando para todos lados, el solo sonreía. Empezamos a subir las escaleras y todo se volvía mas oscuro, entramos a lo que aparecía su habitación y me dio una camiseta larga que era suya.

-Ten póntela y dame el vestido para llevarlo a que lo limpien - me señalo el baño

lo mire dudosa y acepte 

Entre al baño y no dejaba de sorprenderme su casa , me quite el vestido, me puse su ropa y olían a él, no se que me esta pasando pero me gusta.

Al salir le di el vestido y él salió, me senté en su cama y visualizaba cada espacio 

-Listo, en una hora lo traen -cerro la puerta y yo solo asentí

-Te miras hermosa -Se sentó a un lado de mi

-Si ya lo habías mencionado -Reí 

Empezamos a platicar de todo un poco, al final de cuenta no es tan odioso como pensé, pasaron como 40 min y nos seguíamos riendo.

-¿Tienes novio? - Soltó de repente 

-No, termine con él -Contesté seria

-Lo siento mucho -Menciono serio también 

Se acerco mas a mi y tomo mi mano, no entendía nada pero estaba segura que quería que pasara, lo mire y me di cuenta que esta mas guapo en persona, su perfume me envolvió y sabia que si pasaba algo ya no había vuelta atrás 

-Me gustas mucho Natalia, desde la primera vez que te vi me gustaste y me muero por besarte -Se acerco mas a mis labios tanto que ya podía sentir su aliento, ya no quería para ni alejarme 

Por instinto lo bese y sus labios sabían tan delicioso, era el beso perfecto, nuestras bocas bailaban al mismo ritmo, como si estuvieran esperando mucho tiempo para por fin besarse, el beso era largo y cada vez mas intenso, si no parábamos era claro lo que iba a pasar, no soy de las que se acuestan con un hombre la primera vez que hablan con él pero esta vez no quería dejar de besarlo y si tenia que pasar otra cosa, me iba a sacrificar.