22. "Qué es lo que tenemos realmente"
Los alientos de Greg y Erik se mezclaban y sus pulsos iban a mil. Ninguno de los dos pensó que acabarían de esa manera con todo lo que revelaron sobre cada uno. Se aceptaban mutuamente independientemente de lo que hubiera ocurrido en un pasado y aquello era lo más sano de su relación.
"Ni se te ocurra decírselo, Erik" no dejaba de recordar el moreno pero de lo que no se acordaba era de lo que Asier quiso decir con aquello. Erik estaba perdiendo la memoria a ritmo exponencial desde que dejaron de ayudarle las pastillas. A este ritmo se iría a olvidar de cómo articular palabra en unos meses. Cuando se cayó desde la ventana al entrar en la residencia del entrenador de Greg tampoco fue por un error; a Erik le habían empezado a fallar ciertos músculos y realizaban movimientos involuntarios. Como ese movimiento que cortó el beso con Greg haciéndole caer. Por suerte Greg pudo reaccionar a tiempo para agarrarlo.
- Erik, tu pierna... - se volvió a asustar -. Perdón, se me ha olvidado, no valgo ni para esto, lo siento mucho.
Lo sentó de vuelta sobre la taza cogiendo ágilmente la caja de primeros auxilios y empezó a rebuscar con impaciencia.
- Ha sido culpa mía, perdóname tú - se disculpó Erik ruborizado aun pensando en el beso -. Fui un idiota por haber entrado por la ventana.
Greg no evitó mirar a Erik al responderle a pesar de estar aun más sonrojado que el moreno.
- ¿Dónde te duele?
Parecía como si todo el color que había cobrado Greg fuera por exceso de calor en el cuerpo, como cuando uno caía por fiebre o algo peor. Se veía muy adorable a ojos de Erik.
- Hasta el muslo apenas siento la pierna... - respondió sin apartar la mirada del rubio.
Greg empezó a tratársela como era debido y se formó un extraño silencio entre los dos. Durante un par de minutos permanecieron callados hasta que decidieron romper el hielo a la vez pronunciando sus nombres. Cuando se dieron cuenta, se rieron de lo estúpido que había sonado eso. Al menos consiguieron eliminar de cierto modo la tensión previa.
- Oye, Greg - habló entonces Erik -, tendré que irme ahora para no causarte problemas. ¿Tendrás algún rato libre hoy?
Greg bufó pensativo mientras recordaba sus horarios y huecos tenía realmente pocos.
- Me temo que hoy no puede ser...
- Greg, por favor, aunque tenga que ser por la noche, o en la cena, lo que sea - suplicó con desesperación en su tono de voz.
Greg lo pensó un poco más y algo le prendió el corazón cuando encontró una salida.
- En la cena no se inspecciona la asistencia y hoy no tengo turno nocturno - levantó el dedo índice con cierto brillo en los ojos -. Podría salir a esa hora.
Erik se permitió sonreír aliviado; no era el único que ansiaba no terminar ahí su encuentro y reconciliación.
- Gracias.
Habían pasado más de un mes sin apenas contacto y Greg echaba mucho de menos las disparatadas ideas de Erik.
Terminó de vendarle la pierna y le bajó el pantalón cubriéndola. Antes de pensar en levantarse, pasó con delicadeza las manos por la zona adolorida. Erik estuvo quieto observando sus movimientos en todo momento. Cuando Greg alzó la mirada y lo vio de esa manera se puso algo nervioso pero sin apartar las manos de la pierna.
- ¿Cómo puedes pensar siquiera que no eres amable? - preguntó Erik con los ojos entrecerrados y esa sonrisa acogedora.
- Solo es cortesía - dijo a modo de defensa sin cambiar de posición.
Erik se inclinó un poco hacia él para mirarlo más de cerca.
- No hay muchos que dispongan de eso tampoco.
Greg le cubrió el rostro con una mano avergonzado y se levantó del suelo.
- Te voy a acompañar a una salida de emergencia para que no tengas que cruzarte con nadie.
Dicho eso le ayudó a levantarse y le hizo rodear su cuello con un brazo para tener un punto de apoyo. Salieron de los baños con cautela y tras unos pasillos llegaron a la salida. Greg desactivó la alarma que sonaría al abrir la puerta y le dejó vía libre a Erik.
- Ten mucho cuidado de camino a casa - le dijo preocupado porque pudiera caerse y algo culpable por no poder acompañarlo.
Erik se sentía tan afortunado por haber recuperado al maravilloso chico que le robaba noches de sueño que el dolor era lo que menos le importunaba. Antes de separarse de él, Erik le plantó un dulce beso en la mejilla. Greg no pudo impedir que el sonrojo volviera a apoderarse ligeramente de sus mejillas y le sonrió.
- ¿Nos vemos en el puerto a las 22h? - determinó la hora a la que podría escabullirse con mayor facilidad.
- Hecho, pero no te prometo que vuelvas pronto.
Los guiños de Erik y sus besos eran la debilidad de Greg. Podían completamente con él. Solo se limitó a bajar la mirada mientras tomaba el pomo de la puerta para cerrarla.
- Hasta luego entonces.
- Hasta esta noche, Greg.
La puerta se cerró. El corazón de Greg aceleraba su pulso cada segundo y ya no era posible calcular su velocidad. Se llevó una mano al pecho mientras miraba la pared que los separaba en ese momento y fue ampliando su sonrisa.
Erik miraba a los lados para que no hubiera nadie cerca y buscó el coche de Asier rápidamente. Al entrar dentro y bloquear las puertas dejó escapar un largo suspiro y sonrió llevándose una mano al pecho también.
*****
Greg había vuelto a su cuarto para esperar al siguiente entrenamiento. Debía de estar preparado porque en cualquier momento podría haber entrado el entrenador informándole del enfrentamiento, mas Greg no estaba como para pensar en ello. Volvía a estar en las nubes. Se sentó sobre la cama de abajo de la litera con el móvil entre las manos y releyendo de nuevo esos mensajes de Erik que le alteraban los sentidos vitales. ¿Estaba haciendo bien permitiéndole acercarse tanto?
De repente la puerta de la habitación fue abierta pero quien lo hizo no fue ni más ni menos que Neon. El chico moreno de cabellera larga pareció aliviarse al ver a Greg en la cama.
- Menos mal que estás aquí - dijo acercándose a él tras haber cerrado la puerta -. Pensé que te habrías dado a la fuga con tu chico.
Greg abrió mucho los ojos al oír eso.
- ¿Q-qué?
Neon cogió la botella de agua que había sobre el escritorio y tomó unos tragos. Se limpió los labios con la manga y prosiguió.
- El chico con el que estabas en el baño...¿era ese del que me hablaste? El que te tenía pilladísimo y todo eso.
- No estoy pillado por él - se sonrojó intentando no alzar la voz pero desviando la mirada -. No hay forma de que me enamore de alguien así...
Neon meneó la cabeza manteniendo la calma con una leve sonrisa y se dirigió a sentarse junto a Greg estrechándole la botella de agua.
- Por cierto, ¿él está bien? Te vi llevarle el botiquín a toda prisa.
Greg continuó con la mirada baja cuando aceptó la botella y se llevó unos tragos a la boca.
- No estoy seguro pero cruzo dedos para que su pierna no esté rota. Con suerte solo fue un tirón junto a un golpe fuerte.
Neon observó a su decaído compañero quien había vuelto a recobrar aquella palidez propia de su piel y se lo pensó dos veces antes de ponerle una mano sobre el hombro.
- Eh, seguro que no ha sido para tanto... - procuró tranquilizar al rubio -. ¿Tal vez puedas darle una muleta mientras se recupera?
- Sí, supongo... No sé ni porqué le ayudo, la verdad.
Greg era muy raro. Que si le gustaba, que si no... Neon se llevó una mano a la cara.
- Porque eres muy empátic-...
- Después de todo lo que me ha hecho - interrumpió a Neon -. Tenía que haberle dicho que no cuando me vino a ver. Me habría quitado un peso de encima si se hubiera rendido entonces.
- Pero no lo hiciste porque...
- ¡Lo besé! - miró a la nada tomándose del pelo -. ¿Por qué lo besé? Me provocó y...y...no sabía qué hacer.
- ¡¿Lo besaste?! - Neon fingió sorpresa. Dado que al ver cuatro pies bajo la puerta del baño le hizo imaginar mucho más que un beso, lo que Greg le estaba contando no era nada del otro mundo -. Qué fuerte, Greg. ¿Qué hizo él?
Como si le hubiera pillado la pregunta por sorpresa, Greg miró a su compañero.
- No hizo nada... Se burló de mí porque reacciono muy... - se tomó unos segundos pensando en lo que había dicho -. Se burló de mí.
- Ahora yo tampoco entiendo por qué sigues con él.
Greg se quedó mirando a Neon pero luego volvió a desviar la cabeza.
- Luego me besó él y...le correspondí. Jamás había besado a alguien de esa forma - se llevó la palma de la mano a su mejilla con una leve sonrisa. Luego volvió en sí y agitó la cabeza -. No, esto no está bien, soy muy débil cuando hace esas cosas y acabo cediendo a cualquier proposición que me haga. ¿Pero qué hay de malo en eso? Él...solo se ha estado acostando con otras personas mientras salíamos juntos.
- ¿Así que te engañaba?
- ¿Así es como se le llama a acostarse con otros mientras le gustas a tu amigo?
Neon arqueó una ceja e hizo ademán de incomprensión.
- Si no sois pareja, ¿qué más te da? Ahora está por ti. Te ha besado. ¿Seguro que no pasó nada más en el baño?
- Bueno... - Greg lo meditó un momento -, le curé la pierna. ¿A qué te refieres?
Neon suspiró con pesadez.
- ¿Por qué eres así?
Greg no entendía a qué se refería.
- Dos personas no se encierran en un baño para darse un insignificante beso - explicó Neon recalcando la palabra "beso" -. Vamos, Greg, ¿qué sois, críos?
- Solo pretendía ocultar su infiltración.
- No ha sido un éxito pero casi me vale como excusa - frunció los labios encogiéndose de hombros.
Greg puso morritos apoyando su rostro sobre ambas manos mientras miraba hacia cualquier lado de la habitación.
- Me gusta pensar en Erik - confesó en un hilo de voz -. Es extraño pero cuando estoy con él me siento muy bien a pesar de querer enfadarme por lo que hace. Esta noche hemos quedado y no sé cómo voy a actuar cuando nos veamos.
Neon ladeó una expresión comprensiva y se dejó apoyar sobre los codos echándose hacia atrás en el colchón.
- Siempre puedes optar por ver cómo actúa él.
Greg bajó la cabeza de inmediato.
- Ese es el problema - murmuró -. Él actúa como el hombre perfecto de las películas antiguas. Solo le falta el traje elegante y el sombrero...
- Wow, tu vida parece un cuento - se rió levemente.
Sí, eso parecía. Ojalá todo fuera como en las películas. Greg había visto muchísimas junto a Erik ya que compartían ese amor por las generaciones pasadas y a los dos les encantaban las personalidades de los personajes. Tal vez se hubiera ido moldeando con los años por aquellas influencias pero en general él había sido así desde que se conocieron.
Greg estaba muy nervioso por la quedada. ¿Cita? Llamarla así habría sonado demasiado fantástico. ¿Hasta qué punto le gustaba Erik a Greg? ¿Tal vez hasta motivarlo en batalla? Era algo muy contrario a lo que solía ocurrir en estas situaciones pero Greg estaba emocionado más que distraído esta vez. El enfrentamiento comenzó ni más ni menos que en el mismo cuarto cuando el entrenador vestido de negro y con el rostro cubierto irrumpió en el cuarto. No era Neon contra el que Greg tenía que luchar sino que tenía que hacerlo junto a él; de esa forma se vieron forzados a buscarse habilidades que se complementaran para aprovechar al máximo su potencial.
Fue duro. El entrenador dominaba varios estilos de combate también pero lo que era aun mejor, conocía las debilidades de sus contrincantes y era ahí donde atacaba. Ni siquiera ellos dos juntos pudieron ganar contra él pero quedaron bien cerca de la victoria. Neon se encontraba inmovilizando al entrenador mientras Greg le apretaba los tobillos de forma que no pudiera mover los pies.
- Os lleváis una D hoy - dijo desde el suelo -. Os recuerdo que el objetivo era desenmascararme.
Con un ágil movimiento logró redirigir la fuerza empleada por Neon para sacarlo de encima y solo quedaba Greg a sus pies con quien no pudo hacer lo mismo. Greg, ya en alerta, dispuso de tan solo unas milésimas para planear un contraataque rápido y eficaz desde su posición. Las opciones eran tan limitadas que acabó decantándose por la primera que se le ocurrió cuando su entrenador pasó a la acción. Dio una voltereta hacia el lado esquivando su ataque y ocupó una posición que dejaba al hombre entre Greg y Neon. No sabían qué hacer a continuación; no había una clara forma de quitarle la máscara. Ni siquiera sabían cómo estaba enganchada.
Greg miró a los lados. En la habitación apenas había algo que pudiera serle útil. Volvió a mirar a Neon y el chico le hizo una señal; parecía tener alguna idea. Tomó rápidamente una cuerda lanzándosela a Greg. Greg se dispuso a realizar un ataque de distracción cuando Neon aprovechó para realizar lo mismo como si se tratara de un espejo desviando la atención del entrenador hacia él esta vez. Greg redirigió el ataque y pasó a deslizarse próximo a sus piernas sosteniendo la cuerda en todo momento hasta encontrar el momento ideal para enganchar uno de sus tobillos y hacerle perder el equilibrio. Neon intentó golpearlo varias veces sin éxito por los métodos de defensa que el otro usaba pero que, al perder estabilidad, disminuyó dejando expuestos algunos puntos débiles. El entrenador era un profesional y supo ocultarlos de manera que el ataque resultara fallido. De manera inmediata Greg y Neon pasaron al plan B y usaron la confianza que el otro obtuvo tras varias victorias seguidas para volver a efectuar el mismo movimiento pero con ligeras modificaciones. El hombre no logró centrar su total atención en ellos y acabó luchando explícitamente con Neon lo que permitió que Greg sacara un arma y, con un corte muy preciso y con muchas posibilidades de haber resultado mortal, cortó la tela de la nuca de forma vertical.
El entrenador se detuvo, Neon también. Por unos momentos Greg permaneció quieto en la misma posición con el arma en alto. La máscara cayó al suelo.
- Felicidades, chicos - dijo el hombre sin levantar mucho la voz -. Lo habéis conseguido.
Greg no había sentido la necesidad de desenfundar armas reales hasta que comenzó el entrenamiento intensivo en la residencia. Esta vez le resultó imprescindible habiendo comprobado que no siempre se podía conseguir una fácil victoria a base de artes marciales.
Después del método que usaron para desenmascarar al entrenador, este decidió enseñarles cual era la manera óptima de haber acabado con él en el menor tiempo posible. A continuación los chicos dispusieron de un par de horas más relajadas entrenando en solitario en el gimnasio.
Y se acercaba la hora de la cena. Greg se había vuelto a duchar y se arregló el cabello, se puso ropa cómoda que lo hacía aun más atractivo, y aun sabiendo que estaba a punto de cenar fue a cepillarse los dientes. Estaba tremendamente nervioso aunque no lo llegase a mostrar en emociones. No quería hacer nada que apartara a Erik de él, ni darle motivos para buscar a otra gente. Greg quería mostrarse suficiente para él pero sin llegar a dejar el orgullo de lado. Tampoco pretendía lanzarse a sus pies después de lo que le había hecho pasar.
Miraba el reloj; quedaba media hora aun. No tardaba mucho más de 15 minutos en llegar así que decidió salir tras revisar los últimos mensajes. Se llevó una ligera decepción al no haber recibido nada desde hacía una hora y no pudo evitar plantearse el hecho de que Erik no llegara a aparecer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top