21. "Billetes del Monopoli"

Greg aprovechaba al máximo las clases particulares que le eran impartidas y había sentido la mejora en sus habilidades en muy poco tiempo. Había aprendido a usar armas de distinto tipo y algunas estrategias a la hora de luchar incluyendo puntos débiles y engaños.
Tras la práctica teórica diaria Greg fue a los baños para darse una ducha rápida. Se deshizo de su ropa y se colocó bajo el chorro.

- Nos va a tocar enfrentarnos ahora luego, ¿lo sabes? - preguntó uno de sus compañeros quien se había metido en la ducha contigua y comenzaba a enjabonarse.

Greg había alzado el rostro con los ojos cerrados permitiendo que las gotas de agua se chocaran contra su piel. Luego se frotó la cara y se echó el cabello hacia atrás.

- ¿Tú y yo? - preguntó aún con los ojos cerrados.

El otro chico asintió estrechándole el jabón a Greg.

- Sí, oí que quería probar nuestro nivel en el turno de tarde haciéndonos pelear. ¿Crees que estás preparado?

Greg se echó un poco de jabón en la palma de la mano.

- Si no lo estuviera es como si no hubiera hecho nada estos días - sonrió abriendo los ojos.

- Pero bien que has trabajado. Espero que me ganes.

Greg bajó la cabeza sin borrar la sonrisa.

- Tú también te has esforzado mucho y llevas más tiempo que yo. Seguro que lo harás genial.

El chico le golpeó el hombro justo antes de apagar su ducha.

- Como sigas tan amable me van a dar diabetes.

Greg se apresuró en limpiarse y salió tras su compañero habiéndose envuelto la cintura con una toalla.

- Oye, Neon - lo llamó trasladando sus cosas para quedar más próximo a él.

- Dime, Greg - Neon se empezó a echar desodorante en spray por todo el cuerpo.

- ¿Cuánto llevas exactamente en todo esto? - se interesó sacando una camiseta limpia de su mochila.

Neon lo meditó unos segundos poniendo morritos y mirando a la nada con el desodorante sobre su mano derecha.

- Pues...yo diría que un par de meses. No mucho más que tú, la verdad.

- Parece que llevaras muchísimo más - Greg arqueó las cejas -. No me lo esperaba.

- ¿Pero qué dices? - se rió Neon cogiendo algunas prendas también -. Dije en serio que esperaba que me ganases. Eres el favorito del entrenador por algo.

Aquellas palabras hicieron ruborizar a Greg. Pero no tanto como cuando su compañero cambió de tema.

- Y así por intimar, ¿tienes novia? - preguntó -. ¿Te gusta alguien? Es algo que llevo queriendo preguntarte desde hace tiempo porque a veces te noto distraído y...

Inmediatamente Greg solo pudo hacerse la imagen de una sola persona. No podría haber cobrado más color del que ya adornaba su rostro.

- Wowow conozco esa mirada - Neon forzó a Greg a mirarle -. ¿Tienes novia entonces? ¿Cómo es? ¿Hay fotos?

Greg intentó evitarlo al máximo pero llegó un punto en el que la insistencia de Neon dejó claro que no tenía límite.

- ¿Crees que es amor...que no pueda dejar de pensar en una persona y en lo feliz que me ha hecho durante años?

- Sí - respondió Neon sin pensárselo dos veces -. ¡Estás enamorado! ¿Tienes fotos entonces?

- ¿Debería tener fotos de alguien que solo ha estado jugando conmigo igual que ha hecho con quién sabe cuántos más?

- ¿Tienes pruebas de ello? Igual te estás emparanoiando.

- Pero es que encima ahora se ha vuelto insoportable - Greg ignoró a su compañero esquivándolo mientras caminaba sin rumbo mirando hacia el suelo -. No deja de escribirme e incluso se coló en mi casa.

- Ha cambiado entonces. ¿Es...malo que te corresponda? - Neon se cruzó de brazos.

- ¡No! Digo, sí lo es. Bueno, no lo sé. ¿Qué crees que debería hacer? Si lo acepto me volverá a hacer daño pero si dejo las cosas como están no va a parar de molestarme y no sé cuándo se cansará.

- Si no lo aceptas vas a explotar.

- Pero me duele estar con él... - Greg bajó el tono de voz.

Por unos segundos Neon parecía estar pensando en una solución cuando se dio cuenta de algo.

- Espera, ¿él?

Greg miró a su compañero con cara de incredulidad.

- Eso he dicho, ¿por qué? ¿Es algo malo?

Antes de que pudiera dar ninguna respuesta, Neon lo meditó con los ojos como platos pero acabó desviando la mirada.

- No, es solo que jamás imaginé que alguien como tú pudiera ser...gay.

- ¿Alguien como yo?

- Ya sabes... Guapo, talentoso, amable...

- No soy nada de eso - lo interrumpió con un tono bastante serio sorprendiendo a Neon.

- No seas tan humilde...

Greg no quiso continuar la conversación y se limitó a terminar de recoger sus pertenencias.

- Oye, Greg, creo que deberías hablar con ese chico de lo que te molesta.

- ¿Vamos a comer? - cambió de tema volviendo a su usual sonrisa.

En ese momento Neon pudo ver claramente cómo Greg no había hecho otra cosa que intentar tapar sus verdaderos sentimientos. Además descubrió ciertos temas delicados para él. El chico necesitaba su ayuda pero encontrar un momento apropiado para hablar de eso no era tarea fácil. Y tampoco era asunto suyo.

Greg permitió que Neon lo adelantara a la hora de ir a la cantina y mientras tanto sacó su móvil viendo otros innumerables mensajes de Erik. Todos eran iguales.

---------------------

Chat privado

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣 : Pequitas

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣 : Ey

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣 : Te traje flores al piso pero como no estabas las dejé decorando el pasillo

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣 : Te llevaré otro ramo la próxima vez que nos veamos

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Quiero verte Greg

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Llámalo obsesión si quieres pero no dejo de pensar en ti

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Estoy pensando en adoptar una mascota pero necesitaría tu opinión

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Aunque en realidad yo sería un padre horrible para la criatura

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: No puedo ni cuidarme bien a mí mismo y paso semanas alimentándome a base de pasta vacía

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Qué tal en la residencia de tu entrenador? Te presionan mucho?

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Comes bien?

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Escríbeme cuando puedas por favor

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Ah y vuelvo a recordarte que quiero verte

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Corrijo: Necesito verte

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Echo de menos tus rizos

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Y tus pecas

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Y tu sonrisa

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Y me valdría que me insultaras con tal de que me hablaras

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Sé que soy horrible pero quiero arreglarlo

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: He cambiado mucho en el tiempo que te conozco y aunque tú no lo veas es cierto

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Te necesito

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Escríbeme cuando no estés ocupado

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Te echo de menos

--------------------------

Pues lo que Greg decía; lo mismo de siempre.

Esas cosas que siempre decía, tan ridículas pero a su vez tan...románticas. Greg no podía evitar leer los mensajes de Erik cada vez que nadie lo miraba. Los releía de nuevo cuando no tenía ninguno reciente y los volvía a leer. Era de esperar que Neon lo viera constantemente distraído si lo que rondaba en su cabeza las 24h del día era aquel chico que le sacaba seis años de edad pero que parecía más niño que Greg con su insistencia. Cosa que no llegaba a entender del todo ya que Erik tenía a mucha gente a su alrededor; jamás se quedaría solo.

Pero no era lo mismo estar solo que sentirlo.

--------------------------

Tú: Llevas días escribiéndome sin obtener respuesta. ¿No te cansas?

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Jamás lo haré

Tú: ¿Por qué eres así? ¿Por qué sigues haciendo esto?

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Greg ya te he dicho que te echo de menos

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Esos días que pasábamos juntos

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: No me digas que has decidido olvidarlo

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Y todo por qué??

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Por favor, escucharé todo lo que quieras decirme y te diré todo lo que quieras oír

🌸🙊🐻ERIK💕✨🐣: Solo dime cuándo puedo verte

------------------------

Visto.

Greg apagó la pantalla del móvil y continuó caminando tras Neon de camino a la cantina. No sabía ni por qué razón se había molestado en responderle.

"Será mejor que no nos veamos más, Erik" pensó casi arrepintiéndose después de haberle mandado su ubicación. Era cuestión de tiempo que Erik apareciera en la residencia del entrenador de Greg.

En cuanto recibió la ubicación como mensaje Erik no entendió qué quiso decir con eso. ¿Tenía que ir ya? Como Greg se desconectó del chat acto seguido Erik no logró obtener ninguna respuesta a sus preguntas. Se decantó por vestirse y avanzar hacia la puerta.

- Enseguida vuelvo, Asier - informó en voz alta haciendo que el pelirrojo se asomara.

- No la líes mucho, ¿eh?

Se acercó a Erik chocándole el puño contra el hombro. Erik se llevó una mano a la zona golpeada y bajó la mirada.

- Voy a contárselo todo y así me habré quitado un peso de encima.

- La forma en la que la puedes liar es otra - advirtió -. Ten cuidado.

- Ya lo sé. Voy a evitar decirle eso.

- Mucha suerte, tío - le entregó las llaves de su coche.

Erik sonrió en agradecimiento y salió del piso.

Greg no sabía para cuándo podría esperar la llegada de Erik pero dedujo que no le quedaba nada teniendo en cuenta la hora a la que leyó el mensaje y suponiendo que no estaba ocupado cuando lo hizo. Miró el móvil de nuevo sin apreciar un gran avance en el tiempo. La espera era eterna.

Greg se dirigió a los lavabos para limpiarse las manos después de haber comido y al abrir el grifo salió un chorro de agua helada. Subió un poco su temperatura, se enjuagó la boca y, posteriormente el rostro. Alzó la mirada mirándose al espejo. Estaba agotado pero no era algo que se pudiera reflejar en un cristal. Estaba enamorado y eso tampoco se podía ver con solo mirarle a la cara.

De repente Greg oyó una ventana cerrarse de golpe y algo caer al suelo. Giró inmediatamente para ver qué era lo que había sucedido a sus espaldas. No había nada fuera de lo normal pero seguía habiendo ruido que provenía de alguno de los baños individuales.

- ¿Hay alguien ahí? - preguntó preocupado por si se había herido -. ¿Aló?

Nadie respondía así que se aproximó unos pasos hacia donde parecía que era el origen del movimiento. Extendió una mano y lentamente la fue acercando al pomo para abrir la puerta.

El ruido se convirtió en silencio en cuestión de segundos y Greg se detuvo antes de tocar nada. La puerta se abrió desde dentro y se asomó un chico con la cabeza agachada y agarrándose una pierna.

- Creo que no estoy bien - alzó la mirada mostrando su rostro al rubio aunque el otro ya se hubiera dado cuenta de quién era.

- ¿Por qué...no has usado la entrada principal? - se quedó paralizado al verlo sin saber qué expresión poner siquiera.

Erik no avanzó ni un paso del marco de la puerta aún sujetándose el muslo algo encorvado.

- Mejor prevenir que curar; podrías haber estado en peligro y querías que viniera por eso - sonrió levemente pero entonces Greg apretó los puños y frunció el ceño haciendo que Erik borrara la sonrisa de golpe -. Perdón. Tenías que haber especificado.

Iba a decirle algo para regañarle y de verdad que se moría de ganas por seguir usando un tono serio con Erik a modo de defensa respecto a lo que realmente sentía, pero en cuanto desvió la mirada hacia su herida pierna no pudo contenerse.

- ¿Te has hecho mucho daño? - preguntó relajando los puños y la expresión.

Erik se sorprendió por aquel cambio de humor y se miró la pierna.

- Eh...sí, bueno, estoy entrenado para esto - fingió una risa -. Pero si vas a curarme no me voy a negar.

- Lo haré, pero déjame ver - hizo un ademán con las manos para invitarle a mostrarle la herida.

Erik estaba comenzando a ver a ese Greg que tanto le gustaba con aquellas últimas dos intervenciones. Hizo lo que el chico pidió y se subió el pantalón hasta la rodilla.

- ¿Está muy mal?

Greg se había agachado tomando en el aire la pierna del otro chico y provocándole algunos quejidos de dolor.

- Podrás vivir con esto pero necesita primeros auxilios - miró a Erik a los ojos desde abajo -. ¿Solo te has herido una?

Los atractivos ojos de Greg rodeados de adorables pecas que se esparcían por el rostro e incluso bajando por todo el torso del joven eran una debilidad muy seria para Erik.

- Sí... - murmuró.

Greg dejó de mirarlo habiéndose ruborizado ligeramente por la situación y se levantó del suelo sin volver a cruzar mirada con Erik.

- Siéntate donde sea; ahora te traigo el botiquín.

Erik miró hacia atrás donde previamente había destrozado la tapa del retrete con la caída y se llevó una mano a la nuca mientras cerraba sutilmente la puerta a sus espaldas.

- Está bien - sonrió ocultando el estropicio aunque el rubio no lo estuviera mirando.

Erik entró cojeando en el baño contiguo y se sentó con cuidado sobre la taza cerrada. Se quedó unos segundos mirando al frente hasta que soltó en voz baja.

- Wow...

¿Qué había sido de ese carácter furioso de Greg hacia su persona? Se le seguía notando cierta molestia pero Erik no recordaba que le quedara tan bien aquella variedad de expresiones. Sentía como si estuviera descubriendo nuevos lados suyos, aunque hubiera preferido haberlo hecho mucho antes...
En realidad, no sabía nada de Greg. Había muchas cosas que aun tenía planeadas para hacer con el chico y el tiempo se agotaba tan deprisa que no se dio ni cuenta de lo poco que le quedaba hasta que llegó el momento. Erik sacó un papel arrugado que tenía en el bolsillo del pantalón y lo desdobló encontrándose frente a una lista. La releyó una vez por encima y guardó rápidamente la hoja en su bolsillo de vuelta justo cuando oyó unos pasos acercarse ágilmente. Greg entró en la cabina donde Erik se encontraba y cerró la puerta detrás de sí. Le cubrió la boca a Erik con una mano y le indicó que no hablara.

Más pasos. Alguien más entró en el baño. Erik no apartaba los ojos de los de Greg quien mantenía a su vez la mirada en el moreno.

- Greg, ¿estás aquí? Te he visto entrar - habló una voz masculina que no le resultaba nada familiar a Erik.

El chico comenzó a mirar en cada baño individual empujando suavemente las puertas abiertas. Greg respondió al ver que iba a ser encontrado tarde o temprano:

- ¿Necesitas algo, Neon?

El de cabellos largos sonrió al haber oído su voz y se acercó a la cabina de donde provenía apoyando una mano sobre la puerta.

- Nada, te vi muy apresurado y no quise molestar pero era por si querías practicar antes de la prueba.

Erik seguía mirando a Greg y pasó a tomar con delicadeza la mano que le tapaba la boca, Greg intentó indicarle que lo soltara pero Erik la cogió con su otra mano también.

"Suelta" susurró molesto.

Neon logró oírlo y arqueó una ceja. Sospechando de que no estuviera solo se inclinó un poco, lo suficiente como para visualizar cuatro pies bajo la puerta. Inmediatamente relacionó esas imágenes con lo que antes le había dicho de que fuera gay y se apartó unos pasos.

- Perdón, no sabía que estuvieras con alguien, nos vemos en la prueba entonces.

Greg abrió los ojos de par en par dándose la vuelta hacia la puerta. ¿Había malinterpretado que estuviera con otro? Seguro que lo hizo.

"Maldición" pensó Greg forzando a Erik para soltarlo pero el moreno volvió a cogerlo de la mano.

- No me voy a ir hasta hablar contigo - dijo con total seriedad.

Entonces Greg recordó que tenía el botiquín bajo el otro brazo y que había vuelto a Erik por su pierna.

- Bien, que sea rápido - aceptó a regañadientes esperando que Erik lo soltara mientras sostenía el botiquín en alto.

"Rápido" era la palabra que Erik menos deseaba oír. Tomó la caja liberando a Greg y permitiendo que éste la abriera para sacar lo necesario.

- Verás, no tengo hijos, ni pareja, ni nadie de importancia similar en mi vida - comenzó pisando fuerte -. Mi padre fue asesinado por inmensas deudas en apuestas y mi madre murió hace unos años por una grave enfermedad -. Greg prestó mucha atención a sus palabras sin dejar de mirar hacia la caja del botiquín -. Tuve varias relaciones con mujeres hace mucho tiempo pero mira - dejó la caja sobre el suelo un momento para levantarse la camiseta hasta la clavícula y dejándose ver el tatuaje de una fecha que cruzaba su pecho en semicírculo -: aquí terminó todo.

Greg llevaba una expresión en blanco sobre el rostro durante todo ese tiempo y más aun cuando levantó la mirada para ver aquel tatuaje.

"08/2006"

- Dejé embarazada a una mujer y este mes murieron dos personas. Nunca más volví a acostarme con una desde ese entonces. No te imaginas el miedo que tuve de que algo como aquello pudiera volver a ocurrir. Yo...no mato a inocentes.

Greg se mordió el labio desviando la mirada. Se agarró el codo con una mano y mantuvo el silencio para no interrumpir a Erik.

- Cuando conocí a Asier y decidimos trabajar juntos por una sociedad más justa coincidimos en que los hombres somos basura por lo general. Nos tomamos la justicia por nuestra mano y fuimos reuniendo talentos para ser imparables. Cuando descubrí que Asier era gay no fue ni más ni menos que el día en que nos acostamos por primera vez. Se convirtió en un hábito para satisfacer necesidades que ninguno de los dos podíamos satisfacer con mujeres y acabamos haciendo lo mismo con hombres de bares pedófilos donde explotaban a jóvenes como Hugo, solo que la diferencia era que con ellos íbamos con intenciones de hacer daño. Como todo el grupo estuvo de acuerdo con buscar basura en bares sobre todo, tuvimos que acostumbrarnos a los que vendían prostitutas pero yo jamás le di permiso a ninguna de ellas a llegar más allá de los besos por mi miedo. Perseguíamos criminales sobre los que nos informábamos por contactos, los entregábamos, a algunos incluso los tuvimos que dejar sin aliento por haber realizado crímenes irreparables. Tengo las manos manchadas por sangre de decenas de personas y dos de ellas cuyas muertes jamás me perdonaré. Pero cuando te conocí a través de Hugo...te juro que haberte recogido aquel día en el coche de Asier fue lo mejor que hice en mi vida. Eres esa persona que rompió todos mis esquemas y estereotipos sobre los hombres. Me hiciste recordar los años de mi vida en los que mi familia era la que los niños dibujaban con una pradera, el cielo azul y un sol deslumbrante. Eres el paisaje perfecto de todos mis retratos. Eres ese lugar donde puedo sentirme yo mismo y hacer lo que sea sin ser juzgado.

- Erik para - interrumpió Greg sin dirigirle la mirada -. No soy nada de eso.

Erik no prosiguió por aquella inesperada respuesta. Greg estaba aun a menos de un metro de distancia de él pero se negaba a cruzar miradas. Erik no sabría decir si los sentimientos de Greg estaban claros o no.

- Hasta hace unos minutos sabíamos lo mismo el uno del otro pero te equivocas en la imagen que tienes de mí; no soy amable, ni carismático, ni mucho menos perfecto.

Erik abrió la boca para contradecirlo pero Greg siguió hablando sin dejarle ningún margen.

- También...he perdido a mis padres y tuve que cambiar desde ese entonces. Ellos querían que yo fuera el mejor en cualquier aspecto. Yo tenía que saber de todo y gustarle a la gente. Querían que fuera perfecto tal y como tú me ves, pero Erik, no me gusta la música actual, no me interesan los coches modernos, tampoco los videojuegos ni el fútbol. ¿Por qué tengo que ser lo que los demás quieren que sea? ¿Por qué tenía que seguir fingiendo que todo lo que me ocultabas no me importaba? ¿Por qué tenía que sonreír y animarte cuando estabas mal si me ahogaba por dentro por poder ayudarte y ser útil de alguna forma? ¿No entiendes nada, verdad? ¿Eres tú el que se sentía libre cuando estábamos juntos? - enfrentó la perdida mirada de Erik -. Porque era todo lo contrario para mí. Me hacía mucho daño que alguien que aprecio fuera feliz al lado de una personalidad que ni siquiera me pertenece.

Erik, con los labios entornados y las manos unidas entre sus rodillas, observaba a Greg hablar desde una posición sentada. ¿Le estaba revelando sus verdaderos sentimientos? ¿Eso era lo que daba vueltas en su cabeza cuando le mostraba las sonrisas más sinceras que nunca antes había visto?

- No has podido haberlo fingido todo - dijo en respuesta.

- Claro que sí. Es lo que he estado haciendo - contestó sin embargo.

Erik entrecerró los ojos como si estuviera intentando ver a través de él.

- No, definitivamente eres el mismo.

Greg, por su parte, volvió a insistir en que él tenía razón a pesar de las contradicciones de Erik.

- ¿Y qué me dices de nuestro primer beso? - usó Erik de argumento defensivo cruzándose de brazos -. Eso fue real.

- Tampoco - soltó Greg de golpe sin pensarlo mucho. Y no pensó mucho cuando se inclinó hacia Erik juntando sus labios en un prolongado contacto simple apartándose acto seguido -. ¿Ves? No ha pasado nada.

Erik se había esperado una demostración así desde que mencionó el beso y de hecho lo hizo con intenciones de provocarle a demostrarlo, pero no recordaba que la sensación de un contacto como aquel pudiera ser tan agradable. Ladeó una sonrisa mirando tiernamente al pecoso. Greg, al ver aquella expresión pareció asustarse.

- No, no hagas eso.

- ¿El qué? - preguntó sin borrar la sonrisa.

Su cuerpo se tensó y era como si estuviera aguantando las ganas de salir corriendo. En cambio, lo que Greg hizo fue llevarse una mano a la boca y darle la espalda a Erik. Se cubrió el rostro con ambas manos y bajó la cabeza.

- Entonces... - habló Erik con un ligero tono de ironía mientras se echaba un poco hacia atrás apoyándose sobre sus brazos -, dices que no ha pasado nada.

Greg meneó la cabeza.

- ¿Estás bien? - se interesó con preocupación unos segundos después al ver que el rubio seguía de espaldas.

El chico empezó a darse lentamente la vuelta descubriendo su rostro. Se podía apreciar el tic que tenía en el ojo izquierdo y una sonrisa forzada.

- ¿Por qué...preguntas?

Erik veía claramente que el beso le había provocado sentimientos muy extraños.

- Greg... - murmuró alzando un brazo para tocarlo.

Hizo el esfuerzo de levantarse a pesar del fuerte dolor en la pierna y cojeó quedando de pie con la única diferencia de altura de menos de 15 centímetros. Greg se encorvó ligeramente y la diferencia aumentó.

- Siéntate, Erik, te duele - dijo casi en un susurro relajando su expresión -. Tengo que tratarte las heridas.

Erik lo seguía mirando intentando encontrar sus ojos.

- Greg, mírame - pidió habiéndolo rodeado con un brazo y alzando el segundo para tomarle del mentón -. Siempre has sido el mismo. Y me gustas más con cada dato nuevo que descubro sobre ti.

Greg seguía esforzándose por evitar su mirada.

- No, no estás diciendo la verdad.

Estaba completamente rojo pero Erik pretendió no sonreír todo lo que le habría gustado para que no se tomara sus palabras a la ligera.

- Voy totalmente en serio.

Greg abrió los ojos y levantó la cabeza lentamente.

"Erik, prométeme..."

Las luces del baño se apagaron automáticamente por inactividad. Definitivamente estaban solos.

"...que no le dirás..."

La situación los invitaba a acercarse aun más. Erik le rozó la mejilla con la nariz y Greg se dejó llevar cerrando los ojos y subiendo las manos por la vasta espalda de Erik.

"...eso que va a destrozarle el alma".

Erik alcanzó sus labios. No fue un contacto simple como el de los tres besos que se dieron sino que comenzó a mover los labios lentamente y, por inercia, Greg hizo lo mismo aferrándose con fuerza a la camiseta del moreno.


"No lo haré, Asier. Lo prometo".






Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top