XXXVII . Miedos
5 de Agosto 1943
Desde el día en que se reconciliaron no habían tenido intimidad, no porque no quisieran, es que no sabían cómo volver a empezar.
—¿Y ya está todo planeado para el día de la creación?—Preguntó Olivia metiendo una rodaja de plátano a su boca.
—Está resultando todo hermoso, habrá espectáculo, de todo un poco.—Dijo emocionado para terminar de servirle arroz y sentarse con ella delante.
—¿Necesitas que te ayude en algo?
—No, por lo pronto no Jats'uts, pero si quieres puedes venir hoy para que veas todos los preparativos ¿Vas a ir a dar clases?
—Si, tengo que ir y ayudar a Yamil, los niños van increíble, ya están leyendo sus primeros párrafos en español.—Emocionada.
Después de todo estaba amando lo que hacía y le emocionaba el hecho de que funcionaba, estaban aprendiendo y era entonces un claro ejemplo de que algo estaba haciendo bien.
—Me alegra, el español les va a servir de mucho si es que se quieren ir al centro del país ¿Has ido alguna vez?
Platicaban mientras comian, felices, ella había empezado de nuevo con la cajeta pero al menos ya estaba comiendo otras cosas.
—Si una vez, algo de negocios, era hermoso, tenía fotos del viaje, incluso me presentaron al presidente Manuel Ávila Camacho, pero como siempre no recuerdo mucho.
—¿Cómo siempre?
—Por alguna razón siempre he tenido problemas de memoria, hay veces que no recuerdo lo que pasó en un día completo.
—¿Has ido con un doctor o algo? Puedes ir aquí, tal vez te puedan ayudar.
—Nunca he ido, pero no creo que sea necesario, ya es raro que me pase.—Le dio una sonrisa tratando de que le creyera.
Siempre había sido algo que la frustraba pero ya no sucedía y eso era claro desde que llegó.
Siguieron desayunando puré de papas con frijoles, pechuga de pollo y una salsa roja que le picaba demasiado, jamás se había acostumbrado al picante.
Se prepararon, ella tomó su bolsa donde echa a su inseparable libreta y Namor le hizo una trenza con su largo cabello.
—¿Quieres que te vaya a dejar y traer?—Trenzando su cabello.
—Si, me gustaría, Zacil te extraña mucho.—Calló un momento pensando en su pregunta—¿K'ukulk'an?
Él la volteo liberando dos mechones de su trenza para sonreírle y preguntar en un; ¿Mmm? ;Tierno que a ella hizo sonreír.
—¿Te gustaría tener hijos?—Él sonrió para besarle la frente.
—Deseo tanto eso, solo puedo imaginar la miel de tus ojos en una hija mía.—Rio nerviosa acercándose a sus labios.
Se dieron un beso corto, él teniendo las manos en sus caderas y sus dedos descansando en el inicio de su culo.
—¿Crees que sería buena mamá?—Cerca de otro beso.
—Estoy seguro que elegí a la mujer perfecta para la mamá de mis hijos.—Una sonrisa viendo su miel.
—Creo que yo al papá.—Rieron juntos—.Pero, me da miedo, todo.
Aún no se lo decía, pero necesitaba escucharlo, necesitaba que le dijera que quería ese hijo, que le asegurará que todo saldría bien, necesitaba que le quitará esos miedos.
—No tienes porque, yo estaré ahí para cuidarte.—La tomó de las manos mientras se veían a los ojos—.Consentirte, besarte, mimarte durante todo el proceso, yo me levantaré durante la madrugada a velar el sueño de nuestra niña mientras tú duermes en mi cama.—Lo dudo un poco pero al verla nerviosa y tierna ante sus palabras, como lo ponía—.Desnuda.
—¿Quieres una niña?
—Igualita a ti.—Beso su nariz.
—¿Te imaginas lo fea que me voy a poner durante el embarazo?
Las inseguridades ante su cuerpo siempre habían existido y pensar en que si de por sí su cuerpo a veces no le agradaba ahora este daría un cambio enorme, la asustaba.
—Me llenaré de estrías, mis senos crecerán horrible, tendré una barriga enorme, no te gustaré más.—Namor rio negando.
—Besare cada estría de tu cuerpo, jugaré con tus senos cada que tú me lo permitas y te haré el amor mientras llevas a mi hijo en tu vientre.—Olivia le sonrió formándose un rubor en sus mejillas.
—Quiero darte muchos hijos.—Soltaron una risita.
—¿Recuerdas que te amo?—Se besaron, el beso tomó más profundidad.
Namor apretaba los dedos en su cadera para así tener la intención de subir la prenda y ella pasaba los dedos por sus orejas puntiagudas.
Se estaba obligando a no perder el control y no guiar su mano a la zona que ansiaba volver a tener, se estaba obligando a no decirle en gemidos que necesitaba de ella, estaba necesitado de todo lo que disfrutaba con ella y por alguna razón con ninguna otra mujer ya que nunca había obtenido tal placer con solo gemidos.
Pero no sabía como volver a iniciar sin sentir que la pondría incómoda.
"—¿Qué? Embarazarme, ya lo sé todo ya no hace falta que me expliques."
No quería que pensara que quería de nuevo su cuerpo para burlarse de ella, así que dejaría que ella tomara la iniciativa o hasta que fuese la boda.
Solo quería que lo dejara besarla más.
"Odio su labia"
"Patética"
"¿Sientes donde están sus dedos? Es lo único que quiere"
—Hay que irnos Namor.—Se separó del beso recuperando el aire.
Lo dejó algo despierto, con ganas de más besos y de su cuerpo.
Aún no olvidaba los lunares de su piel, la sensación de sus manos sobre la piel de su culo así resiguiendo sus estrías, el diferente color de la piel de su entrepierna y el bonito color de su pezón.
Olivia salió de casa y él también después de centrarse en la realidad y quitar su imagen desnuda.
Salieron con velocidad hacia la isla, se sentía bien que de nuevo estuvieran juntos, acompañándos, iban tomados de la mano con una sonrisa.
—Después de mostrarte los preparativos, me gustaría llevarte a un lugar.—Reduciendo la velocidad.
—¿Adónde, K'ukulk'an?
—Es, una sorpresa.—Asintieron para seguir su camino.
Al llegar a la playa Namor la cargó en su espalda mientras salían de las intensas olas, platicaban mientras iba en su espalda viendo ya a unos metros la orilla.
—¿A qué hora pasarás por mi?—Tenia los brazos enredados en su cuello.
Cabía perfectamente en su espalda ancha, morena y musculosa, le encantaba él y lo imponente que era, que aunque no era tan alto ante ella, era cierto que su cuerpo la hacía sentir pequeña, protegida.
—No sé, tengo un par de cosas que hacer hoy.
La bajó para ir tomados de la mano entrando a la aldea.
—Sobre, no más secretos.—Se miraron mientras caminaban con agua goteando—.Tienes, tuviste ¿Algo con Ujo'?
Era un tanto incómodo preguntarle, no sólo por lo que se supone paso si no también por sus celos que ocultaba y aunque desconfiaba un poco de seguir dejándola venir a la isla confiaba plenamente en ella, pero no en él.
—Tal vez no me creas, pero no recuerdo mucho de lo que pasó con él, aunque es cierto que él me a coqueteado.—Lo decía sin mucho interés porque Ujo' no era nadie junto a su Dios.
Namor iba a contestar con sus celos naciendo más y más pero no pudo cuando la vio mirar hacia al frente y soltarse de su mano corriendo hacia un pequeño alumno que iba directo a ella en un abrazo.
Se daba cuenta de lo mucho que tenían que platicar, de los muchos lazos de amistad que había hecho ahí.
Lástima que ella todavía no sabía que entrado el otoño dejarían de ir.
Iba caminando hacia ellos cuando Ujo' llegó del otro lado con ella poniendo una mano en su cintura mientras cargaba al pequeño que había comenzado a llorar en sus brazos.
Al menos ahora podía reclamar.
Se acercó a ellos.
—Hola Ujo'.—Saludo a lado de Olivia para él al instante quitar su mano.
—Mi Rey.—Saludo Talokan le dio a Namor.
—Ya mi niño, vamos con mamá.—Dijo Olivia al niño que aún cargaba para Namor seguirla con una mano en su cintura.
—Te viste muy territorial.—Rio un poco y Namor le sonrió.
—¿Qué te parece si lo mató?
—No.—Rieron juntos.
Llegaron a la casa de la mujer, después de tocar la puerta varias veces la mujer abrió tratando de ocultar un puñetazo en el ojo.
—Jach jaaj ba'ax in yile' Juan=¿Es cierto lo que me cuenta Juan?—Preguntó a la mujer con el niño aún en brazos.
Namor no comprendía nada, no escuchó lo dicho por el niño, pero con el puñetazo su mente trató de imaginar.
—Táan a ma'alob waye' mina'an tuméen k'a' loxikaba'ex teech=Estás segura aquí, no tiene porque volver a golpearte.—Le puso la mano por el mentón a la mujer tratando de hacer pasar el llanto.
La mujer asintió apenada para ver a K'ukulk'an acercarse a ella que tomó sus manos apartandolas del golpe.
—Máax biin in chan ch'úupalo'=¿Quién fue mi niña?—La mujer miro los ojos profundos chocolate del Rey que solo destilaban compresión.
—Bin in taatae'=Fue mi papá.—Susurró el niño en el hombro de Olivia.
—Tu'ux yaan leti'. Yaan u pitik u merecido ko'olelo'=¿Dónde está él? Tendrá su merecido mujer.—Sentenció Namor para que la mujer se soltara a llorar y lo abrazará.
—J-bin ma' k ojel tu'ux yaan=Se fue, no sabemos dónde está.—Contestó la mujer a ambos aún con el rostro descansando en el pecho de K'ukulk'an.
Olivia se acercó al abrazo que le daba K'ukulk'an para así darle más apoyo.
En ese lugar si bien Namor tenía cierta autoridad no la suficiente como para matar o castigar a ese hombre que lastimó a la imagen de Ixchel, pero buscaría la forma de que si la recibiera, hablaría con el Jefe de la aldea.
La mujer aún estaba muy apenada recibiendo caricias en su cabello de Olivia y K'ukulk'an tratando de dejar atrás su pena, pero era razón de burla para cualquier mujer y es que aunque debería ser para el violento era para la violentada "Seguro hizo algo mal, el marido solo la está educando" Sería lo que todos dirían de ella.
—Wa ku suut, Teene' ti' jump'éelili' kuchil-yaan in kíinsa'al=Si regresa, yo misma lo mataré.—Dijo Olivia para sonreírle a Mamor mientras aún persistía el abrazo—Ma' táan u máan ko'olelo', ba'ale' lelo' xan yaantal yo'osal u ta, u ma' k'a' k'aam...=No volverá a pasar mujer, pero eso también depende de ti, de no volverlo a aceptar.
—Nib óolal in ko'olelo'=Gracias mi reina.—La mujer separando la cara del pecho de K'ukulk'an.
Ella se separó de ahí con el niño en brazos más calmado para salir de la casa y dejar a K'ukulk'an y a la mujer solos.
—Táak a jump'éel ch'ujuk,mmm?=¿Quieres un dulce ¿Mmm?—Dijo tierna para darle un beso en la mejilla—Ko'oten paal Ko'ox xook=Ven hijo vamos a las clases.
A K'ukulk'an le regreso a su mente la plática de la mañana, mirando la escena con ternura, imaginando que un día sería la mamá de sus hijos, la vería hacerles mimos, amamantar a un hijo suyo, la vería embarazada durante el invierno, porque planeaba tener un hijo ya, el único impedimento sería que ella no quisiera.
Hablo otro momento con la mujer aconsejandola para después salir detrás de Olivia que platicaba en susurros con el pequeño.
—Tengo que irme.—Guiandola otra vez de la cintura al ver a Ujo' en la escuela.
—Si, no te preocupes, ve y después vienes.—Intentando ver los escalones de la escuela.
Ujo' se dirigía a ella para ayudarla pero Namor le ganó y tomó al niño en brazos y subir con él, lo dejó en su butaca aún con su carita triste.
—Kin taal xáantale' in paal=Al rato vengo mi niño.—Dijo K'ukulk'an ante él—Táak a láak'intik k xáantale' jump'éel xíimbal tumen le k'áak'náabo'=¿Quieres acompañarnos al rato a un paseo por el mar?
Al niño se le iluminó el rostro con una sonrisa para mirar al Rey enfrente y la Reina al lado de él con una mano en su hombro, dijo "si" con la cabeza.
—Ma'alob chan, k ilikbaj mixtan u ts'o'okole'=Bien pequeño nos vemos después.—Le dejo un beso en la frente y se levantó hacia su mujer.
—¿Ya te vas?—Apartandose del niño.
—Te urge que me vaya ¿Ya quieres estar sola con Ujo'?—Ella rio divertida para él tomar sus caderas—.Nos vemos al rato.—Beso sus labios con paciencia queriendo que los viera.
Al final se fue dejando solos a los amigos y Yamil aproximándose con su hija en brazos después de ver aquel tierno beso.
—¿De que me perdí?—Entrando sorprendida y Ujo' escribiendo en el escritorio incómodo.
—De nada importante.
Los niños comenzaron a llegar para darle inicio a la clase y Ujo' no le coqueteo más, en un principio estaba seguro que tenían problemas pero al verlos amarse enfrente de él, dejaría de intentar.
Las amigas estaban platicando de lo que había pasado, con risas y emoción y Ujo' tratando de escuchar su plática mientras jugaba con niñas a juegos de manos, estaba contenta Yamil por verla más tranquila, por saber que tendría un papá el niño que ambos esperaban, por verla tan emocionada y enamorada.
—¿Y cuando le dirás?—Poniéndole atención ante su susurro.
—Necesitare tu ayuda, quiero que sea algo lindo para los dos.—Tenia una sonrisa de oreja a oreja no logrando controlar.
—Y así será, verás que se pondrá muy feliz.
Después de un rato los niños se fueron, ya habían terminado las clases y ya se habían cansado de jugar, el sol estaba comenzando a anunciar las cinco de la tarde y Olivia era acompañada por el pequeño que ansiaba el paseo.
K'ukulk'an llegó calmado con Zacil en brazos que jugaba con la tela de su zarape que cubría su musculatura, vio a Olivia sentada con el pequeño ya esperándolo con una sonrisa.
—¿Nos vamos mi amor?—Levantándose para también cargar al pequeño.
—Me gusta que me llames así.—Rieron un poco—.Si, vamos a la playa, mi amor.
Al llegar había una balsa de madera en la que podrían llevar a los pequeños los sentaron en ella para que la pareja comenzará a empujarla y entrar al agua.
—Iremos a mostrarles el espectáculo de ballenas y después vamos a comer.—Le explicó mientras empujaban la lancha y ella asintiera.
El agua del mar estaba tranquila, apenas moviéndose con brusquedad y así permitiéndoles guiar la balsa. Era obra del Dios de los mares. Navegaron un par de minutos para ya estar lejos de la costa, Namor había ordenado que salieran lejos de Talokan.
Y aunque todavía no empezaba el espectáculo quisieron entretener a los niños.
K'ukulk'an con su poder sobre el agua, levantó la balsa en el aire apenas unos metros para así no asustarlos, los niños rieron en un grito y la pareja sonreía.
—Muestrales tus alas.—Lo alentó Olivia.
Bajo la balsa al agua haciendo que el agua salpicara con ruido, él se metió a esta para tomar a los niños con sus brazos y levantarlos en el aire.
Olivia vió como se elevó en el aire, los niños reían en sus brazos mientras volaban en el cielo azul con nubes.
Estaba jugando con el anillo en su dedo pensando en lo buen padre que sería y esposo también, estaba segura de que con él, el cuento de su vida no se repetiría y tendría una familia feliz, justo como ahora la veía, le gustaría tener dos hijos, aunque en los deseos de K'ukulk'an estaba un poco más grande el número.
Namor dejó caer al mayor para Olivia atraparlo riendo con el pequeño que ya no tenía esa cara triste de hace unas horas y a Zacil la lanzó al aire que atrapó al instante oyendo su risa, bajó con ella en brazos para entrar al mar con Olivia, ambos cargando a los niños.
Miro la sonrisa de su mujer con felicidad, él también sabiendo que serían una hermosa familia con cinco pequeños nadando de aquí allá en un paseo como el de ahora.
Mientras su madre reía al verlo jugar con sus hijos.
Tenía tantas ilusiones y deseos con ella, como con ninguna otra, tampoco podía dejar de sonreír.
Olivia se metió al agua en busca de algo que mostrarles a los niños, al entrar encontró caracolas, dos con tamaños diferentes, al subir se las mostró a los niños que las tuvieron entre sus manos, le quitó está Juan pegándola a su oído, seguido Zacil también.
—Je'el u páajtal a wu'uyik le k'áak'náabo'=¿Puedes escuchar el mar?—Para Juan hacer cara de asombró.
Entonces de repente Namor hizo que el agua marina a Olivia y el pequeño Juan fueran cargados por el agua que los subió unos cuantos metros, Zacil señaló e hizo lo mismo con ellos para así comenzar el espectáculo.
Guardaron silencio un momento para oír ese canto hermoso y siniestro a la vez, los niños al estar en lo alto señalaron el agua viendo que había algo debajo.
Entonces dos ballenas salieron del agua al mismo tiempo haciendo que el agua les salpicara y rieran.
Olivia sintió como su corazón se le aceleró al ver ese monstruo divino, viendo como quedaron afuera un momento para ver cómo expulsaron agua por ese orificio en su anatomía y como sobre esas dos bestias salía una más saltando sobre ellas.
Olivia y los niños se sorprendieron, rieron y aplaudieron ante lo visto.
Las ballenas regresan al agua para está vez pasar debajo de ellos, podían jurar que sintieron las vibraciones de su movimiento.
Entonces a lo lejos se ven sus colas, pero estás eran unas "Ballenas" más pequeñas llamadas manatíes, movían sus colas de un lado a otro sincronizadas, presumiendo su hermosa cola.
—Jayp'éel ko'olelo' kaaye'=¡Unas mujer pez!—Señaló Juan a los manatíes.
Pero después de un momento mover sus colas, saltaron de reversa permitiéndoles ver qué eran un manatíes, rieron y aplaudieron ante esa acrobacia.
Después salieron unos delfines, pero cabalgados por Talokanis que se tomaban de las manos con los pies sobre el lomo de estos.
Olivia parecía también una niña pequeña ante el espectáculo que cada vez se maravillaba más.
Amaba vivir ahí, era su verdadero hogar, porque jamás había sido tan feliz en un lugar que en el mar y junto al amor de su vida.
Vio entonces a los Talokanis dar una voltereta sobre los delfines cayendo al agua y salieron de ella como caminando, porque había una cuerda en el delfín que les permitía aprovechar su velocidad.
Terminó el espectáculo con los niños ya muy mojados para K'ukulk'an tomarse la libertad de tirarlos al mar, Olivia atrapó a Juan y Namor a Zacil que salieron riendo y tosiendo un poco.
Después de eso fueron hacía la isla devolviendolos a sus mamás y regresaban tomados de la manos, sintiendo la tierra fértil debajo de sus pies, viendo el cielo decorado de aves y colores.
—Quiero una empanada.—Pidió con el hambre ya en ella.
—Puedo ordenar unas para la cena ¿Con café o atole? ¿Qué se te antoja?
—Creo que las dos cosas ¿Sabes que también sería lindo? Ver una película en la TV mientras cenamos y estamos en la cama.—Rio.
—¿TV?
—Si, es un avance tecnológico de la superficie, dónde se ven imágenes en movimiento y sonido, dónde tal vez pasa una serie, película o programa, mi serie favorita era El Show de Dick Van Dyke, era divertida.
—¿Y cómo funcionan las TV?—Despertó su curiosidad al mencionarle lo que aquel aparato hacia.
—El ojo humano es maravilloso.—Inicio para ver a Namor asentir curioso mientras caminaban de la mano—.Este usa la "Persistencia de retina" en pocas palabras, el ojo renueva la imagen cada 1p décimas de segundo, así que una sucesión de más de 10 imágenes por segundo da la ilusión de movimiento continuo.
Más de 100 millones de células sensibles a la luz tiene el ojo, llamadas conos y bastones, toda esta información de imagen equivale a un píxel.
Eso es la TV un montón de píxeles que solo se ven acercándose a la pantalla.
—Entonces, no es una imagen en movimiento.
—Es un decir ya que el ojo humano a una distancia puede ver todo cómo uno, supongamos que vemos dos medusas con luz, pero a lo lejos ¿Cuántas ves?
—¿Una?
—Así es, una, eso es lo que se ve en la pantalla una sola imagen, son demasiados píxeles en una sola pantalla que cambian diez veces por segundo para darnos una imagen. Otro ejemplo, el cielo estrellado, a veces no son estrellas lo que vemos, sino galaxias enteras, pero que al llegar aquí, después de recorrer una gran distancia, solo vemos un lucero pequeño.—Namor la escuchaba con atención viendo como se expresaba con interés gesticulando con las manos—.Regresando a la TV ¿Cómo se ilumina cada pixel? Fósforo, entonces se usa una emisión de electrones que excitan el fósforo, los televisores son grandes, gordos, pesados porque en su interior se encuentra un acelerador de partículas, un tubo de rayos catódicos, es uno de vacío donde se excita un filamento para que genere electrones que viajan desde el fondo de la TV hasta la pantalla dónde un imán sintonizable desvía un electrón para que impacté en un píxel determinado, una colisión de partículas con un rápido barrido de este imán el as impacta cada pixel en la pantalla generando imagen, es un gran negocio la venta de televisores, aunque claro solo lo pueden tener las personas con dinero porque es muy caro, ingenieros rusos y estadounidense crearon esa maravilla.
—¿Cómo es que sabes tanto de ese aparato?
—Lo vendíamos, tal vez aún lo comercialicen en mi ausencia, nuestro negoció iba de lo mejor y tratábamos de que estuviera en constante cambió, una locura dijo Howard.—No se dio cuenta que mencionó su nombre ni mucho menos el gesto de desagrado que hizo—.Que un día la TV a color sería real, recuerdo que cada que podíamos nos reunimos con otros ingenieros para tratar pero jamás lo logramos, tal vez alguien más lo logre.
—Tal vez un mexicano.—Le dijo con una sonrisa de lado.
—Cualquiera tiene la oportunidad, sería una locura ver eso en pantalla.—Rio.
—Y ¿Quién era Howard?—Preguntó por su gesto.
—El hombre que me dejó aquí.—Su mirada de tristeza fue imposible de ocultar por su traición—.Pero creo que en realidad debería de agradecerle.—Le sonrió a K'ukulk'an de lado mientras aún avanzaban—.Él es dueño de la "Empresa del futuro" Industries Stark era mi principal socio, imagino que ahora él se quedó con todo lo que era mío.—Dijo triste—.Lo peor de todo es que...
Comenzó a llorar de la nada, después de hablar con entusiasmo, con una gran sonrisa de sus logros ahora se quebró de repente.
—No no Oli, no llores.—La enredó con sus brazos para abrazarla teniendo su cabeza en su cuello mientras lloraba en bajito.
—Yo aporté a muchos de sus descubrimientos y avances y...—Suspiro profundo en su llanto-.Nunca se me dio crédito, solo soy una mujer millonaria más, llamada tonta por tener dinero gracias a una herencia y no por mi mérito.—Le explicó llorando, abrazándose también a él.
"Siempre fuiste una tonta, obvio no te iban a dar crédito"
"Eras su coño, obvio no te iba dar reconocimiento para que después te dijeran el "Coño inteligente" no espera, los demás ingenieros si lo decían a tus espaldas"
"Deja de llorar ¡Se está burlando de ti!"
"¡¿Cómo te van a dar reconocimiento?! Si ni siquiera tienes la carrera en ingeniería"
—Supongo que ese era mi destino en la sociedad como mujer...quedar con talentos sin reconocer, ser borrada de los libros de historia, que él con todo se quedará, incluso son mis billetes...
—¿Cómo? Dijiste que tú mamá se quedaría con todo ¿No hay ninguno más en la herencia, aparte de ella?—Olivia no contestó, bajó la vista triste—.O no lo merece.
—No no lo merece.—Negó un par de veces en un hilo de voz volviendo a llorar.
—¿Quieres contarme?—Olivia asintió mientras aún lloraba para que él de la mano la guiará a la playa y se sentaran en la arena.
La de ojos miel recargó su cabeza en el hombro fuerte de Namor mientras se tomaban de las manos y veían como poco a poco el sol comenzaba a irse, disfrutarían de ese atardecer juntos aún cuando hablarán de cosas tristes.
—Ella también me hizo mucho daño K'ukulk'an.—Se limpió rápido una lágrima de muchas que empezaban a salir de sus ojos miel—.Recuerdo que de más niña era su consentida, era su hija menor y siempre me mimaba, todo era rosa pero de un momento a otro fue el más crudo infierno, todo se vino abajo cuando se enteró que mi papá me había tocado.
Se soltó a llorar haciendo su postura encorvada sintiendo como se movía con cada suspiro de llanto, estaba temblando y trato de ocultar su rostro pero él la tomó con fuerza de la cintura para sentarla en sus piernas y tenerla abrazada, darle cariño y que no llorara sola, ella trato de controlar su llanto para seguir hablando, necesitaba hablarlo, era su futuro esposo, le tenía mucha confianza, era su lugar seguro y sabía que le ayudaría a sacar ese coraje que permanecía.
—Me echó la culpa de eso, me regaño, me llamó puta y la primera vez que sucedió eso, me hizo lavar mi ropa interior manchada de sangre, es que.—Pauso llorando en sus brazos tratando de quitar sus sollozos para hablar—.Me dolió mucho.
Namor se rompió ante sus palabras, suspiro fuerte reteniendo lágrimas y la abrazó más fuerte a su pecho mientras la oía llorar sin parar.
Ahora ya no lloraba sola, él lloraba con ella, porque por más que él intentará sanarla, no podría, lo único que podía era escucharla y eso le enojaba, porque no podía hacer nada más por ella.
Deseaba haber estado ahí con ella para salvarla, para cuidarla, para apapacharla, pero ahora le habían entregado a la mujer de su vida en miles de cachitos.
—Aquí estás bien Jats'uts=Bonita.—Le beso la frente repetidas veces mientras sus ojos producían más lágrimas.
—Ella escuchaba mis llantos, mis gemidos de dolor y nunca dijo nada, me echó la culpa, de todo, de haberle quitado a su esposo, ella me daba medicamentos para no embarazarme y.—Gimió con fuerza mientras la abrazaba, sintiendo culpa, asco, dolor ante los recuerdos—.Ella me obligó a abortar cuando no funcionó.
K'ukulk'an la dejó llorar en sus brazos queriendo que dejará en él todo ese dolor y odio para cargar con ellos, quería tener su dolor y librarla de él.
—Me regañaba y golpeaba todos los días, era violencia constante por parte de mi hermano y mamá.—Le decía con su voz fallando—.Por eso no se lo merece.—Engrosó su voz así intentando calmarse—.Había olvidado ese pequeño detalle, yo firme un documento donde decía las condiciones para ella quedarse con todo, yo, antes de mi muerte tenía que firmar un último papel así cediéndole todo, sin esa firma mía ella no tiene ningún derecho a propiedades, negocios y dinero, eran mis gritos de esperanza por arreglar mi relación con ella pero fue algo que jamás sucedió.—Lágrimas siguen corriendo por sus mejillas pero de una forma más cálida—Así que lo más seguro es que todo lo mío ahora sea de Industries Stark o de mi tío, pero...
—Ya no está...—Completo por ella para llorar todavía un poco—.Perdoname por siempre hablarte de mi mamá.
—Amo escucharte—Paso el dorso de su mano para secar las lágrimas—.Escuchar historias sobre ella es muy lindo.—Puso su tierna mano en la mejilla del Dios para sonreírle—.No dejes de hacerlo por mí.—Se sorbió la nariz.
—Estoy muy orgulloso de la mujer que eres mi amor.—Besando su nariz—.Y estoy seguro que un día tus logros los reconocerán y aquí también lo serán, si tú quieres abrirte en el mundo de la tecnología en Talokan yo haré que eso sea posible.—Olivia se separó del abrazo para él besar los lugares donde vivían las lágrimas y así causarle una sonrisa.
—¿En serio?—Él asintió para besar su frente.
—Si Jats'uts, estoy seguro que eres muy inteligente y podrías darnos más avances aquí.
—¡Si! ¡Claro! Lo intentaré.—Dijo feliz secando sus lágrimas.
—¿Quieres irte ya?—Preguntó sentándola entre sus piernas.
—No, quiero ver irse el sol.—Para voltear su cabeza en busca de un beso.
Se dieron un tierno beso, dónde sus manos estaban juntas y sus cuerpo también mientras la salada brisa del mar les saludaba y el sol se despedía.
—Aquí siempre te cuidare.—La oyó respirar más calmada viendo como sus ojos estaban hinchados por las lágrimas.
Era suya, su mujer, su reina, su amiga, su niña, la cuidaría como nadie más lo haría, está vez cumpliendo lo dicho, guardarla en una caja de vibranium dónde nada la dañara.
—Te haré muy muy feliz, lo prometo.—Olivia rio feliz mientras jugaban con sus manos.
—Ya soy muy muy feliz mi K'ukulk'an.
El sol se fue así dejando la noche sobre ellos, apenas esa estrella se fue ellos se levantaron para entrar al mar tranquilo en sus olas, nadaron con velocidad a su hogar después de haberla pasado bien con aquellos niños risueños.
Comenzaron a comer tacos de verdura, las tortillas estaban recién hechas, calientes y suaves.
Después de que terminaran, Namor tuvo que irse un rato antes de ir a su paseo nocturno y Olivia se quedó un rato en casa.
Quería llevar de comer a la isla que tanto la había ayudado no solo en hacer nuevos lazos también en hacerla sentir útil así que quería darles felicidad un día después del día de la creación así que se quedó a hacer la lista de encargo para después ir a visitar a su amiga.
Estaba tarareando una canción, la canción que le había prometido a K'ukulk'an cantaría para él, aún no lo hacía pero cada vez la letra llegaba más a sus pensamientos y es que solía cantarla para Julieta, su pequeña hermana.
La forma de no llorar era no mencionar su nombre, ella lo escogió o al menos algo así.
—"Yo daré mi vida entera
Por sacarte de las penumbras.....y nos colamos con la brisa"
Tarareo feliz mientras escribía, su mente solo podía pensar en el día que tuviera la letra completa para poder cantarla para él, para una de las personas más importantes de su vida, junto con Julieta, su hermana.
Se apresuró a escribir ya que tal vez él podría ganarle y no terminaría de escribir pero su mente le hizo inevitable no pensar en lo que iba a suceder en la mañana, en lo coqueto que se había comportado, en la pirámide, ese día, lo necesitaba.
Chupó sus labios para así recordar las noches donde se unían, de cómo él le hablaba al oído mientras la penetraba sin que nada les preocupara más que ese huracán terminará y ese orgasmo llegará.
Dirigió una mano a su intimidad mientras mantenía los ojos cerrados, imaginando su toque en su entrepierna, los besos en el cuello.
Comenzó a dar movimientos circulares en su intimidad por encima de sus bragas incluso la tela causando cosquilleo, se quejaba en silencio sentada en la silla con el papel enfrente de ella y una mano trabajando.
Paso a su clítoris aún encima de la tela dando pequeños pellizcos así disfrutando de la tela, echaba para atrás la cabeza recordando los gemidos de él en su oído, los azotes que le daba.
Metió las manos dentro de sus bragas así con una frotando su clítoris con paciencia y con la otra repartiendo toda su lubricación, con solo pensar en él de esa forma la tenía goteando ¿Patética? Eso podría decir Ana que no disfruto como ella de todas esas noches, tratos, palabras y caricias del Dios K'ukulk'an que podía llevarla al Xibalba cuántas veces se lo propusiera.
Tenía la cadera un poco más adelante así dándose acceso a su intimidad en la que metió ya un dedo que presionaba su punto g alternadamente mientras aún frotaba su clítoris.
Estaba gimiendo ante los recuerdos de él obedeciendo sus órdenes mientras la miraba pidiéndole su cuerpo.
Imaginando cómo estaba de nuevo entre sus piernas o penetrándola mientras la besaba, estaba cerca con solo pensarlo.
Alternaba sus movimientos de dedos así retrasando su liberación, jugaba con sus dedos golpeandolos en sus paredes, rozandolos en ellas imaginando que es el miembro de K'ukulk'an llevándola al final de su placer.
Sus dedos estaban empapados de ella que llevo a su boca pensando que en realidad tenía otra cosa en su boca, recordando así como su mano descansaba en su abdomen sintiendolo tensarse y oyendolo gemir.
Tenía la cabeza echada para atrás con la boca abierta en una gran a, el cabello en la cara,con el ceño fruncido dejando escapar gemidos tímidos, ya había dejado de temer qué Namor entrara y la encontrará en esas condiciones, tal vez así al borde de su orgasmo le pedía lo que deseaba.
Unos movimientos más de sus dedos en su punto g y clítoris para correrse soltando un gemido urgido imaginando que Namor era el que aún se movía dentro de ella haciendo más delicioso su orgasmo, pero en realidad eran sus dedos entrando y saliendo con velocidad ante lo resbaladizo de su intimidad.
Después de un momento de respirar ante su orgasmo, saco sus dedos y tomó una gran bocanada de aire tratando de recuperarse, de que su corazón dejara de moverse con esas ganas, su reciente orgasmo había sido bello, pero nada como los que K'ukulk'an la hacía llegar.
Se preparó para ir con Yatzil tal vez aún le daba tiempo.
Llegó a la casa de ella y entró de golpe encontrándola en su cama tejiendo.
—Holaa.—Saludó cerrando la puerta detrás de ella.
—Llegó la enamorada.—Saludó de beso viéndola sentarse delante de ella en la cama.
—¿Cómo estás?
—Mal, creo que dejaré la tropa, mi esposo me dice que tengo que tomarme un descanso y disfrutar mi embarazo.—Con notable tristeza dejando su tejido en piernas.
—¿Y que quieres tu?
—Creo que todavía puedo, me voy a tomar mi tiempo pero cuando definitivamente ya no pueda.
—Entonces que sea así, no tienes por qué detenerte, estás embarazada no enferma. Aparte estoy segura que tu hijo se sentirá orgulloso de saber que él vivió en tus batallas mientras estaba en tu vientre y cuando lo tengas seguir con tu vida de guerrera.
—No quiero solo quedarme en casa a cuidarlo.
—No tiene que ser así, lo llevarás contigo a las batallas y le enseñaras todo lo que sabes, será el mejor guerrero que Talokan podría tener, claro, sin superarte.—Le dio una gran sonrisa.
—General Attuma.—Dijo orgullosa.
—Suena bien.—Sonrieron—.Oye necesito que me enseñes a tejer.
—Claro ¿Qué quieres hacer?—Volvió a tomar su tejido con la intención de seguir.
—Una chambrita.—Dijo con una sonrisa de oreja a oreja soltando una risita tonta.
—¿Para quién?—Subió la vista a su amiga viendo su gran sonrisa—¿Tú?
Olivia asintió repetidas veces para que Yatzil riera y gritara de emoción, se levantó y abrazó con fuerza mientras sonreían y comenzaban a llorar de felicidad.
—¡No puede ser! ¡Vas a ser mamá! ¡Le vas a dar un hijo a K'ukulk'an!—Rio burlona dando un beso en la frente de su amiga—¿Él ya lo sabe?
—No aún no, tengo miedo.—Para borrar su sonrisa anterior.
—Te entiendo, no se que consejo es el mejor, pero sepas que estaré aquí para ti.
—Planeo decirle en unos días, creo, que tiene derecho a saberlo.—Su amiga asintió delante de ella mientras se tomaban de las manos—.Se lo diré en la isla de la superficie, quiero que sea algo bonito para los dos.
—Si, merecen los dos un tiempo a solas en el que no se tengan que preocupar por el trabajo que desempeñan ¿Quieres que te ayude en algo?
—Solo en hacer la chambrita, Yamil me ayudará.
𓆉 . 𓆉 . 𓆉 . 𓆉 . 𓆉
Era una locura ese mar, al menos para el gobernante que aún estaba muy estresado ante los peligros que aumentaban.
—Le chéem Amal ka'atéen le asab in máako'=Los barcos cada vez son más mi señor.—Dijo uno de sus hombres mientras iban nadando en las rutas que indican seguían los barcos.
—Yaan k crear ba'al utia'al ma' u asab vistos...=Tenemos que crear algo para no ser más vistos.
Si Mactzil creía que él estaba bajando la guardia, si creía que no sabía los peligros estaba muy equivocada, lo sabía y bien, pero los recuerdos de su progenitora que habría sido feliz si ayudará a la gente de la superficie y el ciego amor a Olivia que haría lo que fuera por mantenerla con él y a salvo lo habían obligado a todas sus acciones.
—Biin arma in máako' jump'éel túumben modo ba'ate'el=¿Algún arma mi señor? ¿O un nuevo modo de ataque?
—Le ka'atúul, k'a'abet yaantal preparados utia'al Je'el ba'alake'=Ambas, tenemos que estar preparados para cualquier cosa, sus visitas me están preocupando..
—Ma' xaan ka' jach chéen coincidencia ts'o'ok u ma' tuláakal siguen le ti' jump'éelili' kuchil-bejil=Tal vez solo es coincidencia ya que no todos siguen una misma ruta.
—Ma' ba'ale' tuláakal yúuchul naats' Talokan hubaue Je'e bix u páajtale' u vistos, taak in wich 24 leti' 7 ti' Talokan, ti' le rutas peetlu'umo'=No, pero todos pasan muy cerca de Talokan y hay que prevenirnos de ser vistos, quiero vigilancia las 24/7 en las afueras de Talokan, en las rutas que siguen y en la isla de aquí.—Ordenó nadando lento por el mar, acompañado por ese soldado.
—Wa in yuume'=Sí mi señor.
—Xan k'a'abéet jump'éel túumben arma, chéen ch'a'abil u biilankiltej ma' tu'uxake' k'a'abéet u jóok'ol le k'áak'náabo'=También necesito un prototipo de arma fácil de usar, que no sea necesario salir del mar.
—Wa in yuume'=Sí mi señor.—Contestaron de nuevo los soldados que lo acompañaban.
Yatzil tenía razón, ambos necesitaban de un tiempo para los dos solos para así olvidarse de sus problemas, no solo de pareja también con el pueblo.
—Teene' in biin Be'elajke' yéetel le "u yojel u láaj" in k'áatik le utsilo', anuncian Amal tropa u ts'áik u kak=Yo iré hoy con la "Sabe lo todo" a pedir aquel favor, anuncian a cada tropa de ponerse en posiciones.—Decia con su siempre actitud guerrera.
Era increíble como cambiaba con ella, porque para hablar con sus guerreros usaba un tono grave, ceño fruncido, sin sonrisa, mandando como él Dios que era, pero con ella, era lo más meloso que se podía ser.
Los soldados asintieron, hicieron el saludo Talokan para él asentir y se retiraron.
K'ukulk'an empezó a nadar lento, directo a el centro de la ciudad hacia el laboratorio, estaba preocupado, cansado, estresado, no soportaba más ni un problema y esa pregunta, ese deseo enfermo, ese miedo volvía a él una vez más ¿Era acaso tiempo de preparar a su pueblo para cualquier ataque? Pero está vez, de ellos, a los otros ¿Acaso era tiempo de mirar ese futuro?
Ahora había que preocuparse por el futuro con ella, por el futuro de su nación y las nuevas generaciones, tal como la que esperaba Yatzil.
Ya no podía dejar que sus locas emociones e impulsos lo llevarán al peligro, solo que fueran para un bien a Talokan.
El tiempo en la isla cada vez era menor, con la entrada de otoño ellos se irían para así cuidar más a Talokan de todos los ya recientes problemas y estaba pensando seriamente en abandonar también la isla que tanto les había dado alimento.
Llegó al laboratorio donde todos lo saludaban y sabiendo a quien buscaba lo guiaron hasta con Mactzil que se encontraba en su oficina escribiendo.
Al verlo llegar no evito sonreír y al mismo tiempo querer correrlo.
—¿Qué quiere K'ukulk'an?
-Tal vez ya has escuchado la constante circulación de barcos.
—¿Piensas que no estoy enterada de todo? Se más de lo que crees.—Dejó de escribir para verlo a los ojos.
—¿Es una amenaza?—Mactzil rio un poco y negó divertida.
—¿Qué con eso?—Se levantó yendo a cerrar la puerta del lugar para estar cerca de él y solos.
Él ni siquiera se sentó, no quería estar cerca de ella ni mucho menos ir con ella, pero tenía y aunque trato de no estar cerca ahora la tenía enfrente.
—Armas, es eso, necesitamos nuevas, pero que sean más discretas, dónde nuestra mano no se vea tan envuelta.—Pidió con seriedad.
—¿Tienes una idea?—Preguntó cruzada de brazos frente a él en el escritorio.
—No, pero si algo se me ocurre vendré contigo o te mando el prototipo, por lo pronto quiero que tú empieces a hacerlo.—La mujer asintió con una sonrisa mirando el piso—¿Por qué sonríes? ¿Te estás burlando de mí?
—Ohh no es que había olvidado lo, autoritario que eres, hace mucho que no me hablabas así.—Subió la vista a él aún con su sonrisa.
—¿Me ayudarás?—Harto de su actitud para verla asentir.
—Namor.—Él no contesto espero a que hablara—.Volviste con ella, cierto...
El Rey asintió para que así de su ojo negro nacieran lágrimas y se acercara a él buscando su tacto, palabras o tal vez un abrazo.
—No la amas.—Negó acercándose a él, tomando sus manos—¿Recuerdas cuándo...
—¿Cuándo te hice daño? Si, lo recuerdo, me arrepiento, me arrepiento de lo que le hice a ella...
—Te perdono.—Tomó su rostro con ambas manos—Te amo.
Yatzil estaba rota, delante de él, mostrando que podía dejar de ser fuerte por él.
Siempre había sido perfecta, en todo, incluso cuando eran pareja y que ahora la cambiara por alguien como ella, que ahora no fuera lo suficiente para él, era su castigo.
—Yo a ti ya no.—Tomó sus muñecas así apartandolas de él.
—¿¡Qué tiene la otra que no tenga yo!? ¡¿Qué fue lo que te enamoró?!
—Tú eres la otra Mactzil, me voy a casar con ella, con la mujer que amo, lo siento.—La vio llorar enfrente de él, se dio un momento para mirar su sufrimiento y saber que así como con ella con muchas otras—.Nuestra relación desde ahora no es nada más que profesional y te pido también que la comiences a respetar, es la Reina ahora...
—Pero.—Enojada, llorando.
—No hay peros, porque si me entero que la dañas, quedas desplazada de tu cargo, es tu Reina ahora, me parece que vendrá seguido por aquí así que quiero que la trates como tal y le facilites todo lo que necesite, si ella habla tu obedeces.—Comenzaba a irse aún dejándola llorar pero volteo antes de abrir la puerta—Y quiero resultados a la brevedad.
Llegó a la casa de Yatzil después de ver cómo toda la gente ya iba a sus casas a descansar saludando a su Rey e incluso invitándolo a pasar, cuando entró las vio platicando emocionadas y con risas.
—¿De que me perdí?—Entró a la casa de su prima cerrando la puerta.
—Hermosas cosas primo.—Rio mirando cómplice a Olivia.
—¿Nos vamos?—Preguntó a la de ojos miel que asintió feliz.
Salieron de aquella casa con las penumbras ya presente en el mar, nadaban calmados ya no tenía miedo, él estaba con ella, estaban tomándose de las manos y nadaban hacia el territorio dónde estaba la roca donde solían platicar.
La luna estaba en su avance a ser llena, apenas iba a la mitad pero aún así era luminosa, era perfecta cuando la veían juntos.
—Existe una leyenda sobre la luna con una canción.
—Vas a cantarme?—Ella sonrió asintiendo.
Ahora él era como un niño pequeño, estaba con la cabeza en sus piernas viendo su rostro, mirando este en lugar de la luna, para él ella era aún más hermosa.
Enredo los dedos en su sedoso cabello y comenzó a cantar corrompiendo el eterno silenció en ese eterno mar solitario.
Su voz la forzaba a no desafinar, era más aguda cuando cantaba.
Él podría escuchar su voz antes de morir y estaría eternamente agradecido con Ixchel.
"Tonto el que no entienda
Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía
Al llegar el día
Desposar un calé
Tendrás a tu hombre piel morena
Desde el cielo habló la luna llena
Pero a cambio quiero
El hijo primero
Que le engendres a él
Que quien su hijo inmola
Para no estar sola
Poco le iba a querer
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Qué pretendes hacer
Con un niño de piel, ah, ah
Hijo de la luna
De padre canela nació un niño
Blanco como el lomo de un armiño
Con los ojos grises
En vez de aceituna
Niño albino de luna
Maldita su estampa
Este hijo es de un payo
Y yo no me lo callo
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, ah, ah
Hijo de la luna
Gitano al creerse deshonrado
Se fue a su mujer cuchillo en mano
¿De quién es el hijo?
Me has engañado fijo
Y de muerte la hirió
Luego se hizo al monte
Con el niño en brazos
Y allí le abandonó
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Qué pretendes hacer
Con un niño de piel, ah, ah
Hijo de la luna
Y las noches que haya luna llena
Será porque el niño esté de buenas
Y si el niño llora
Menguará la luna
Para hacerle una cuna
Y si el niño llora
Menguará la luna
Para hacerle una cuna."
Un momento callados como queriendo dejar el eco inexistente de su voz, guardando ese momento de paz y amor entre ellos, Olivia jugaba con sus cabellos mientras se sonreían a la luz de la luna.
—Una trágica historia de amor y deseos, por tener un amor y por tener un hijo.—Le dijo después de escucharla cantar.
—¿Y si nos pasa lo mismo?—Dijo triste bajando el rostro a él.
Sabía del peligro de los abortos, no solo en el momento si no también para el futuro, como no lograr embarazarse o perder al hijo que ya esperaba.
Siempre se trató en lugares clandestinos dónde una vez vió la muerte cerca.
—¿Por qué lo dices?—Se levantó de sus piernas tomando su rostro con ambas manos.
—Tuve muchísimos abortos y si...—Jalo aire por su ansiedad ante él hijo que esperaba y que deseaba—.Lo pierdo...
—No, no, yo te cuidaré, seguiremos cada etapa de tu embarazo, todo estará bien.—La vio llorar en sus manos—.Pero si no quieres hijos, está bien.—Le sonrió.
Era lo que más deseaba, un hijo,.con ella pero si tenía que negar su sueño para verla feliz siempre así sería.
Ella era su todo en ese momento.
—No no, si quiero.—Sonrió mostrándole sus dientes.
Beso su sonrisa y se levantó tomando su mano.
—Ahora que nos vamos a casar, me gustaría llevarte con mi mamá, a su lugar de descanso, pero primero.
La luna los acompañaría en esa tranquila noche de Yucatán, la luna no estaba en el más alto punto por aún ser una joven noche.
Ella gritó al sentirse levantada sobre el aire, Namor la tomaba de la cintura con fuerza para así llevarla sintiendo que volaba, veía lo dormido del mar, su tenue movimiento.
De repente Namor se metió al agua haciendo la práctica de una gaviota, entró un momento para salir después ya mojados de nueva cuenta.
El cielo estaba para ellos libre de aves, K'ukulk'an subió lo más alto que pudo para ambos sentir los fuertes vientos pero también la evidente altura, ella no paraba de sonreír por la adrenalina que incluso sus mejillas dolían.
Pasaron cerca de una nube por la cual ella pasó una mano pareciendo que no tocaba nada pero se veía como se abría ante su mano.
K'ukulk'an volaba con ella como una rápida serpiente en el cielo, mientras miraban todo, rieron, sonrieron ante el espectáculo en el aire y la luna, está iluminaba todo el mar en movimiento, era un paisaje hermoso que ambos miraron un momento en el que se detuvo Namor para verlo juntos.
—Es,muy bonita.—Embelesada sintiendo que podía tocar la luna.
—No más que tú.—La tenía tomada con los dos brazos de la cintura así que le dio un beso en el hombro.
Era hermoso el mar desde el ángulo en qué se viera aunque ciertamente también daba terror ¿Quién iba a pensar que había una sociedad poderosa debajo del mar? Fuera de los ojos del mundo, que prosperaba con cada década y que incluso ahora, era más fuerte que los de arriba.
Vio como Namor dejó de jugar en el aire para fijar una dirección mientras sentían como el aire impacta en sus rostros pero no como una simple caricia.
Vio a lo lejos como llegaban a la orilla de esa costa de Yucatán donde aún estaban vivas las raíces Mayas, la que había visitado con Ujo'.
Ese lugar Namor si lo consideraba peligroso y prefería mantenerse escondido por eso visitaban ese lugar de noche para no ser vistos y juzgados por su extraña anatomía, sobre todo la de K'ukulk'an o su salida de las aguas marinas.
Bajaron a tierra, sintiendo la arena blanda sobre sus pies, Olivia paseo los ojos por el lugar viendo a su derecha una gran pirámide que miraba hacia el mar, era hermosa, delante de ella solo había más vegetación así escondiendolos de la vista de la superficie, se perdió tanto en el escenario que no vio en qué momento Namor ya estaba sentado sobre la arena mirando esta, comprendiendo que ese era el lugar; tomó asiento junto a él para tomar su mano.
—Aquí está ella,lejos de mi.—Con la voz cortada.
Olivia jamás estuvo acostumbrada a ver hombres llorar, expresarse, pero ver a Namor hacerlo, la hacía querer consolarlo como un niño, abrazarlo y decirle que todo estaría bien, hacer el papel que hace él con ella, proteger.
—Murió con el corazón roto, añorando la vida en tierra.—Estaba llorando moviéndose con cada jadeo de llanto.
Ella tomó su rostro con ambas manos para tratar de calmarlo, para que la viera a solos ojos, lo llevó a su pecho y él se abrazó a ella como un niño pequeño, respirando su aroma y sentir su calor para poco a poco comenzar a calmarse.
—Ella ya está en paz, viendo que su gente y tú están bien.—Consoló.
—Fue arrebatada su felicidad.—Lágrimas sin permiso aún nacían pero más de odió.
—Shhh.—Le pidió jugando con mechones de su cabello buscando calmarlo.
La extrañaba y era algo que Olivia notaba, pero su llanto, su coraje, su odio,.iban más allá de extrañar a su progenitora, iban de la mano con su incesante odio ante la superficie que le quitó todo a su madre y ahora, también a Olivia.
Y su miedo hacia ella que aunque lo negara existía.
Se calmó para verla, iluminada por la luz de la luna.
—Tú extrañas tu vida de antes.—Dijo con dolor.
—No.—Dulce le dijo para abrazarlo una vez más a su pecho—.Porque tú no estás ahí, mi familia,.mi amor, amigos y tranquilidad, están aquí, contigo, no sería vida si no estás ahí.
—¿Jamás te vas a ir?—Jadeando aún del llanto.
—Nunca, estoy aquí, contigo,.para proteger a nuestro pueblo.—Él sonrió ante eso.
No la decepcionó, porque aún abajo de todo ese carácter fuerte, armaduras, gemas, poder,.vivía un hombre solo, que buscaba un amor, una familia, alguien que lo entendiera, un hombre que amaba, lloraba, se enojaba y que quería vivir.
Lo amaba con locura como jamás pensó hacerlo y así tuviera la idea más enferma de quemar al mundo, ella lo apoyaría sin mirar atrás.
—¿Crees que le habría agradado?—Aún abrazándolo en la arena, con calma abrazandolos.
—Te habría amado, estaría feliz de saber que me voy a casar.—Subió el rostro para robarle un beso tierno.
Estuvieron ahí otro momento en el que él miraba aquel lugar recordando bien el escenario de siglos atrás.
—Cuando ella murió, yo me quedé sin amor, ese viejo hombre de fe me lo dijo, no tenía amor por nadie, ni nada, tú llegaste a cambiar eso, mi pueblo lo hizo.
—Ella está orgullosa de ti Namor, has hecho todo para mantenerla así, ella te ama donde quiera que esté...y yo te amó, hasta el tiempo en que esté aquí.
"El Show de Dick Van Dyke" es de la década de los 60s, sólo es un guiño a Wanda Vision y "El Hijo De La Luna" es de la década de los 80s del grupo "Mecano" inspirada en una leyenda gitana así dejando en claro qué hablábamos de otra línea temporal/universo.
Quería darte el aviso de que en mi perfil ya puedes encontrar el primer capítulo de mi historia con Tenoch por si quieres leer una la podrás encontrar, el domingo actualización de esa historia.
Gracias por todo el apoyo <3
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