XXXV . Lo que es principio no es final

3 de Agosto 1943
La boda sería mañana así que hoy tenía que quedar todo listo, iría a dar clase y después sin quedarse ni a platicar iría a terminar el pastel.
Lo primero que hizo fue ir a la casa de la embarazada a ver cómo se encontraba y estaba más calmada.
Le abrieron la puerta y estaba en su hamaca, sentada en ella balanceándose.
—Bix anikech=¿Cómo estás?—Dijo apenas entrando.
—Ts'o'ok ma'alob in ko'olelo', in wa'alike' chéen bin jump'éel yaajil xma' ka'=Ya mejor mi señora, creo que solo fue un dolor sin importancia.—Apenada dijo, con una mano en su barriga.
—Ma'alob, ma'alob a sajakil, jach a yáax champaalo', wilik tumen leti'e', ba'ax úuch jo'oljeak uts, leti' u páajtalil ku teech wíinkilil ku beetik utia'al u súutukil, meyaj le dolore utia'al u practicar a respiraciones yéetel empujes, le comadrona waye' a je'el wáantik, ma' teen k'a'abeto'ob=Bien, está bien tu miedo, es tu primer bebé, ves por él, lo que paso ayer es bueno, es la forma en que tú cuerpo se prepara para el momento, usa esos dolores para practicar tus respiraciones y empujes, la comadrona de aquí te puede ayudar, yo no soy necesaria...—Con voz tranquila le indico.
—In tu jura=¿Me lo jura?—Preocupada.
Ellos solos podían escuchar las historias de Talokan, lo perfecto que era, no solo de su belleza submarina también de sus avances tecnológicos y científicos, creían que ellos podrían ayudar más en todo.
Pero no era necesario, ambas comadronas hacían lo mismo en cada parto pero en diferentes anatomías.
—Teech ka juro, yaan in bin xook' Ba'ale' bey ma' in bin paso ka'a wéetel, ma' a preocupes yéetel relajar teech u lelo' ti' afecta le chan paalo'=Te lo juro, tengo que ir a dar clases pero antes de irme paso de nuevo contigo, no te preocupes y tranquila que eso le afecta al bebé.—Al ver sonreír a la mujer salió de ahí.
Se pusieron a dar clases, habían comenzado a también platicar sobre la historia, en la que a cualquiera molestaría.
Mientras Olivia hablaba en español, Yamil la traducia al Maya así contándole a los niños lo que había pasado hace ya casi cuatro siglos.
—En el año 1521 el día 13 de Agosto la poderosa ciudad de Tenochtitlán, con alrededor 70 mil habitantes, se rinde ante el conquistador Hernan Cortés.
Lucho acompañado por un ejército de 150 mil hombres, hundieron a esta ciudad en su propio lago de Texcoco, pero este era de sangre, dando así fin a uno de los imperios más temibles de la historia.
Una ciudad temible y poderosa en toda mesoamerica.
Pero esta sangrienta lucha, solo fue el principio de muchas más, era solo el principio de la conquista de todo el territorio del ahora México, fueron casi 60 años de lucha tras lucha, mentira tras mentira.
México, no se dejó someter tan fácil, lucharon ante ellos así complicando su cometido, todos ustedes son hijos de poderosos guerreros, de Dioses, siempre lo fueron, pero se les olvidó.
Tal vez la única razón de que lograrán su cometido pronto, fueron las enfermedades que trajeron con ellos y la lucha entre los mismos indígenas.
Pero incluso la caída de este gran ciudad, fue un plan perfecto, Tenochtitlan también fue atacada por soldados indígenas aliados.
Este imperio era cruél, violentó, causando bastantes guerras en busca de más poder y territorio, pero muchas culturas no podían con ellos y solo esperaban una oportunidad para atacar, los gachupines lo fueron, entre estos aliados, estaban los Tlaxcaltecas, valientes guerreros que aún después de muchos ataques de está ciudad, seguían siendo independientes.
La llegada de los que decían traer la civilización; que era evidente que aquí ya existía; causó que la verdadera raza Mexica desapareciera gracias a las mezclas, ahora es posible que tú y todo Méxicano de este tiempo sea algo español, adoptaron su cultura, idioma, costumbres y sangre.
Pero aún llevas en tu sangre, ojos, piel y si, creencias, de las hermosas culturas mesoamericanas, en este caso los Mayas.
La realidad es que los "Gachupines" no conquistaron a America, América conquistó para los españoles, para después sin previo aviso ser doblegados ante los pies de esos blancos.
Ellos siempre dijeron ser padres de América, por llenarlos de conocimientos, el México prehispánico siempre fue rico en cada aspecto, jamás los necesitaron.
Los mayas diseñaron los calendarios más exactos de la historia de la humanidad.
Los mexicas construyeron sobre un lago un imperio, el más grande que cualquier ciudad de ese tiempo.
Astrónomos, ingenieros, matemáticos, filósofos, fueron creados en cada una de las ciudades importantes de mesoamerica, pero ellos se encargaron de quemarlo todo, así dejándoles un pasado sin desarrollo cuando es lo contrario.
Mientras hablaba había ocasiones en las que los niños hacían preguntas, interesados en el tema, poniendo atención y totalmente callados.
Después de esa clase comunicaron que seguían las matemáticas y aúnque los niños se quejaron obedecieron cada petición de las profesoras, practicando así cada sistema de número que ella conocían, los Mayas y arábigos.
Mientras ellos hacían esas actividades las maestras platicaban comiendo lo que una familia les había ofrecido, fruta picada con chile en polvo.
—Tengo que enseñarte a tejer.—Dijo Yamil viendo el mar a lo lejos.
—¿Para qué?—Algo enchilada también por la fruta que se le probaba el jugo de limón.
—Para que empieces a hacerle las chambritas a tu hijo.—Entusiasta.
—No creo lograrlo...
—Es fácil, mi abuela me enseñó y ahora me toca a mí mostrarte cómo.
—Soy de manos torpes.—Rio un poco.
Así estuvieron atendiendo las clases durante otro rato, el sol estaba vivo marcando ya las tres de la tarde y después de casi obligarla, se quedó a comer en una casa, ahí nunca faltaba quién le invitará un plato de comida, todos estaban agradecidos con ellas.
Salió junto con Yamil que también la habían invitado a comer, empezaban a quererla y respetarla más al fin y al cabo les daba clases a sus hijos.
Fueron con la comadrona de la aldea, que al instante les abrió la puerta liberando el olor del café.
—Máan in x-ko'olelo'=Pase mi señora.—Dándoles paso.
Si bien iba a llevarla con la mujer preocupada, también quería hablar con ella, para comenzar a cuidarse y cuidar al hijo de Namor que ya esperaba.
—Ti' te'ex je'el in yáantiko'ob=¿En que les puedo ayudar?—Dándole un vaso de café a Olivia pero este rápidamente se lo quitará Yamil.
—Ma' u béeytal u yuk'ik uk'aj chuuk waj=No puede tomar café.—Comenzando ella a beber.
La comadrona rápidamente lo supo, gritó, rio, brincó de emoción y es que le iba a tocar asesorar el embarazo del heredero de Talokan, el hijo de K'ukulk'an y para ella era todo un honor.
—Táan a ti' le ch'ujuk páa'tajo'=¿Estás en la dulce espera?—Se puso de rodillas tomando las manos de la muchacha y asintió feliz—¡Es un milagro!
—Ba'ale' ma' ti' u ya'al máak láayli'=Pero no le puede decir a nadie aún.—Le aviso conectando con sus ojos, acabando con su sonrisa.
—Tuméen. Kukulkan ma' u yoojel=¿Por qué? ¿K'ukulk'an lo sabe?
—Ma', ts'o'ok kaxtik u páajtalil u ya'al ti', chéen ba'ale' yaan u wáantik yáantik in embarazo=No, ya encontraré la forma de decirle, pero me tiene que ayudar en guiar mi embarazo.—La mujer asintió feliz.
—Bajux yaantech. Ts'o'ok a contado le. k'iino'obo'=¿Cuanto tienes de embarazo? ¿Has contado los días?—Preguntó maravillada, poniendo las manos en el aún vientre plano de Olivia.
—Ma' u xaan ka' jump'éel winali'=No sé,tal vez un mes...
—Túun wa hubque u planear tuláakal yéetel janal asab tuméen a jach ts'oya'an=Entonces si hay que empezar a planear todo y comer más porque estás muy flaca.—Le tomó la cara contenta—Wa ma' le paalo' ma' yaan u yaantal tu'ux Mach=Si no ese niño no va a tener carne de dónde agarrar.—Sonreía la mujer mientras explicaba todo.
Al final salieron de ahí para ir con la embarazada que se le dejó con la comadrona para calmarla y supiera que ella también podía atenderla sin ningún problema.
Apenas saliendo de la casa de esa mujer llegó Ujo' con ellas.
—Olivia te necesitan en Talokan...
—¿Qué? ¿Pero para que?—Se espanto por todo lo que ya había pasado.
—Necesitan de tu ayuda...—Ella suspiró aliviada para despedirse de Yamil.
Fue caminando con Ujo' para regresar al mar viendo a lo lejos su hogar marino, sus pies tocaron la arena estando cerca de entrar, si hubiera sido por ella habría corrido de regreso pero él se ofreció a llevarla.
La luz del sol cada vez más débil y el viento era fuerte moviendo así su ropa y cabello suelto, estaba comenzando a tener un dulce frío.
Iban callados, pero cómodos, Ujo' entonces se acercó a ella tomando su mano a la luz de ese sol de tarde, con ese aire dulce, la tarde le pareció propensa para decirle, pero ella automáticamente la quitó.
—Olivia, lo que pasó esa noche...—Volvio a tomar ambas manos.
—No fue nada, sigo siendo sirviente de Kꞌuꞌukꞌul Kaan, le pertenezco y lo amo, lo que pasó esa noche olvídalo...y más te vale que el no se entere...—Quito una vez más sus manos para tomar un mechón de su cabello, nerviosa mirándolo.
—Déjalo.—Le tomó la mano—.Vayámonos de aquí, a otro estado del país, algún lugar lejos de aquí...
Por más que ella quitará su mano, él la quería de nuevo y le daba miedo que hablara en serio, que de verdad la amara, porque eso le confirmaba más que seguía pensando en ese Dios, moreno, alto, dulce, con todo ese montón de cosas que la mantenían atada a él.
Que le dejaba claro que tenía un amor sincero por él y que no podía quitar aúnque quisiera.
Su cabello se movía con libertad incluso ocultando en momentos su rostro.
—Estoy esperando un hijo suyo Ujo' y le sirvo a él cuando me necesite.
—¿Voy a vivir amándote?—Preguntó tomando ambas manos de Olivia otra vez, conectando con sus ojos miel.
—Voy a vivir amándolo.—Las apartó.
Se fue de él para regresar al mar salado que por alguna razón se veía brusco, a veces creía que el mismo mar tenía sentimientos.
Aunque se quisiera negar lo amaba, Namor se había vuelto todo para ella siendo ya el padre de su hijo, del que por primera vez sintió un amor real.
El también era su sol en Talokan.
Ella llegó a la isla corriendo para cruzar todos los cultivos y no ver a absolutamente nadie.
Camino apenas un poco para con la mirada buscar algún alma pero no había nadie ni siquiera la mezcla lista.
Volteo para ver a Namor salir de entre las milpas altas y verdes, al instante deseo correr y esconderse.
—¿Dónde están todos?—Estando separados por unos metros con los nervios ya en ella.
—No importa eso ahora.
Él comenzó a caminar hacia ella con cautela como si se acercara a un gato que en cualquier momento correría.
Veía como estaba nerviosa sintiendo que aún causaba cosas en ella, teniendo así una esperanza de que lo aceptará, lo perdonará.
Paso unos minutos ensayando ¿Cómo lo diría?¿Llegaría y la besaría? ¿Empezaría por la propuesta? Parecía un tonto, adolescente, ensayando para pedirle ser novios, pero después de tanto ensayar lo haría como de su corazón saliera.
—¿Qué quieres?—Antes de que llegara le preguntó, aún moviendo la cabeza nerviosa.
Él seguía causando cosas en ella que deseaba no sentir, unos nervios al tan solo ver su mirada puesta en ella, verlo dirigirse le hacía flaquear cualquier pensamiento sobre él pasado para dejarse caer.
Tomó sus manos, pero en esta ocasión ella no las quitó, está vez entrelazó sus dedos con los de él, se miraron apenas unos segundos estando cerca de la cocina.
Él depositó su frente en la de ella como queriendo juntar sus pensamientos.
—Te amo...—Salió del corazón, soltando un suspiro—.Perdóname...
—¿Crees que es fácil?—Comenzando a llorar con un puchero.
—No digo que sea fácil, pero te necesito, para amarnos, te sueño todas las noches desde que no estás conmigo.... déjame esforzarme en tu perdón, recuperar tu amor, confianza, tu cuerpo, déjame mostrarte todo, pero no me alejes más de ti...—Estaba rogando, tomando sus manos con fuerza.
Ella se separó para mirárse un momento, Namor vio sus ojos brillantes por las lágrimas, podía notar esos granos de café en sus ojos miel, lo embelesaba su existencia, su más simple acto.
Ella miró sus pestañas sobre sus ojos, largas como los años sin él, sus ojos chocolate más dulces que la misma miel, su cuerpo grande que deseaba que la envolviera en un eterno abrazo.
Olivia regresó a él ocultándose en su pecho para llorar ahí mientras la abrazaba, sintiendo la tela del zarape en el que se secaban sus lágrimas, en el que podía olerlo.
—Te di todo de mi...
—Daré todo por ti, viviría por ti, extraño todo de ti...tu piel, tus abrazos, tus miradas y palabras, tus manos que me ayudaron, tus besos, tu cuerpo mi vida...—Deposito un beso en su frente.
—Pero lo que pasó.—Él se separó del abrazo para tomar su rostro en manos.
—Lo que es principio no es final.
Me enamoré y ese es mi final.
No digo que sea fácil que me perdones, pero déjame estar contigo, déjame explicarte lo que pasó, déjame explicarte este amor...
—Me engañaste con Mactzil, me traicionaste.—Lloraba en sus manos aún sintiendo esa inseguridad, soltando las palabras entre su llanto y aunque trataba de controlarse, no podía.
Amor, protección, deseo, sanación,todo eso sentía con él, sentía que con él todo podía olvidar para ser de él y de nadie más, dónde las personas de su pasado jamás la afectaron, le gustaba él, su presencia y no quería dejar de sentir eso que solo sintió con él.
—No fue así, jamás amé a alguien así, desde que estuve contigo no pude pensar en nadie más.—Hizo una pausa pasando su mirada por todo su rostro mojado en lágrimas—.Te pertenezco, te amo más que nada...
—¿Entonces por qué me hiciste infeliz?
Kꞌuꞌukꞌul Kaan calló su llanto con un beso tierno, uno rápido, ese que deseo todo el tiempo que estuvieron sin amarse, aúnque fue pequeño, disfruto del tacto de sus labios, de las lágrimas sobre ellos, del amor con el que aún ella lo besaba, se separaron para verse un segundo a los ojos y está vez darse un beso con más profundidad en el que ambos se decían todo, ella siguió el beso había extrañado sentir su barba posada en su piel, su nariz contra su pómulo, sus labios que la llevaban a un lugar de tranquilidad.
Olivia subió sus manos a los brazos de Namor para sostenerse de él por sus nervios y él se separó soltando su rostro para verla de nuevo llorar, haciéndose chiquita, un llanto más fuerte que lo hacía sentir tan culpable.
Lo amaba, lo quería a su lado cada mañana, quería verlo como el papá de su hijo y eso la lastimaba, había caído.
Sentía que podía perdonarlo porque sentía que la amaba.
Él se deslizó por su cuerpo para llorar en su abdomen mientras abrazaba su cintura, ella tenía las manos en sus hombros como sosteniéndose de ese dolor.
Miro al cielo con nubes como buscando una respuesta del universo.
—Toda una vida me estaría contigo, Olivia.
No me importa en qué forma
Ni dónde, ni cómo
Pero junto a ti.
Eres en mi vida
Ansiedad, angustia
Desesperación.—Dijo lento ante ella recordando la noche en que le canto.
—No Namor, no por favor.—Llorando como doliendo cada letra de esa canción; enredó los dedos en su cabello café mientras él lloraba a sus pies.
—Olivia.
—¿Qué?—En un suspiro en lágrimas, bajando la mirada a sus ojos chocolate con un puchero.
—Quiero que seas mía, mi mujer, mi reina...—Se separó de esa posición para poder ver bien su figura delante de él.
Saco la caja del anillo, abrió está para Olivia ver la argolla de matrimonio, se puso a llorar enfrente de él, tapando su rostro con ambas manos, mientras una sonrisa en ambos ya estaba.
—¿Me harías el honor de ser mi esposa?
Olivia se tiró también al piso para abrazarlo chocando sus rodillas a la tierra. Namor enterró la nariz en su cabello café sintiéndose bien, en su lugar seguro, ese olor que lo era todo; enredó su brazo en la cintura de ella manteniéndola ahí con él mientras que con la otra mano sostenía el anillo.
—¿Si quieres?—También llorando.
—Si, si, si quiero.—Se separó para que ella por su cuenta besarlo.
Un beso lento lleno de dulzura aún en el suelo de tierra fértil, la tenía abrazada y ella teniendo las manos en su cuello sosteniéndose de no caer por sus rodillas ya no en el suelo.
Se separaron para él tomar su mano y colocar el anillo mientras se veían a los ojos.
—Futura reina de Talokan
Se dieron un beso rápido para volver a abrazarse, él se levantó aún abrazándola teniéndola de puntitas mientras aún lloraban y reían por su felicidad.
—Te amo en todos los universos.
-Y la amo en cada universo donde la conocío, se enamoró de ella, logrando ser feliz, pero...
No en todos los universos, fueron felices...
No en todos hubo un final feliz...
Ni para el mundo, ni para el amor que ambos se tenían...
Estarían una eternidad enamorados, dos personas de diferentes mundos, religión, pensamientos se habían enamorado con el propósito de ser felices después de su tormenta.
Con un futuro en su mente.
Tuve tiempo de escribir<3
Y no pude resistir a subirlo ahora jiji.
Espero lo amen,tanto como yo,al fin se aman otra vez! AHUEVOOOO.
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