Aprobado
-¿Del suavecito y doble hoja verdad? -dijo Minho tomando los rollos de papel higiénico del estante Que tenía enfrente.
-Toma lo que sea, pero apúrate -conteste.
-Mi amor, ese hermoso trasero merece un cuidado extremo. -agregó con una sonrisa divertida.
La gente que estaba a nuestro al rededor nos volteo a ver de inmediato con sorpresa. Mi cara tomó un color rojo exagerado, me encogí dentro de mi sudadera, le quite el papel higiénico de las manos, lo puse de inmediato en la carretilla y me apresuré a caminar hacia otro pasillo mientras este me seguía con una sonrisa burlona.
-Deja de decir cosas así, de por sí la gente ya nos ve raro con estas sudaderas de pareja. -conteste viendo como nuestros conjuntos mostraban la mitad de un corazón y juntos lo completaban.
-Vamos amorcito, es parte del entrenamiento. Además, te ves realmente tierno-me abrazo de espaldas, puso sus brazos sobre mi cintura y me besó la mejilla. No me opuse a este sentimiento cálido.
Desde el primer beso, ahora se me hace más fácil aceptar muestras de cariño de Minho. Me abraza, acaricia y mima cada vez que puede. Su tacto es tan acogedor que ya no me niego a él. El entrenamiento definitivamente esté funcionando.
Pero hay momentos cuando lo hace en publico, como justo ahora que lo hace en el súper mercado, que siento pena por él. No es justo que por qué trabaje conmigo la gente también le haga caras feas, por qué según es "moralmente indebido".Él quiso venir luego de que ambos llegamos del trabajo.
-Eres una cosita hermosa -dijo besándome una vez más, mientras me soltaba y se estiraba a tomar una caja de mezcla para hotcakes.- ¿Me cocinarías unos mañana? -preguntó sonriente. Como decirle no a esa sonrisa.
-Claro... -conteste avanzando, buscando entre los lácteos la leche de soya.
Estaba a punto de tomarla cuando choque con otra mano.
-Oh, disculpe señ... -dije a la otra persona, pero me fue imposible terminar la frase ante el horror que estaba experimentando en esos momentos.
-Dios... -contestó la otra persona y Río.- ¿Como los viejos tiempos? -agregó divertido.
-Bummie, no te apartes de mi lado así, te perder... ¿Estas bien? -preguntó Minho al verme pálido desde lejos -¡Mi amor! -gritó y salió corriendo a abrazarme cuando vio que unas lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos.
-¿Mi amor? Conmovedor, sudadera de parejas -dijo irónico- ¿Por que jamás las usamos Bummie? -preguntó la otra persona.
-Y tu... ¿Eres? -dijo Minho abrazándome, mientras miraba al otro chico molesto.
-Yo soy...
-Woohyun -complete y el mencionado rió. Separándome de Min, pude ver cómo este apretaba sus puños, así que lo puse detrás de mi- Fue un gusto... nos vemos después. -Tomé la mano de Minho y lo saque rápidamente de ahí, llevando la carretilla con mi otra mano. No iba a permitir que me viera así. Aún no estoy listo.
-¡Desgraciado! -gritó Min mientras se intentaba soltar de mi agarre, pero no lo dejé. Otra vez éramos El Centro de atención.
-Minho cálmate -susurre, mientras la cajera nos observaba divertida y pasó nuestros productos por el scanner. Voltee a ver hacia dónde estaba Woohyun hace unos segundos y este me sonrío, así que regrese mi mirada a mis manos.
-Querido... ¿Estas bien? -dijo acariciando mi mejilla.
La cajera estaba súper sonrojada y tosió para llamar nuestra atención.
-Serían 349 con 80 centavos. -sonrío tiernamente.
-¿Aceptan tarjetas? -preguntó Minho. Ella asintió y él se la entregó.
-Yo podía pagar por eso -dije apenado y el me beso ¡Frente a la cajera!
-Pero yo quise hacerlo -dijo cuando se separó de mi.
-Aquí están sus compras -dijo ella entregando las bolsas y la tarjeta a Minho- disculpen si esto les molesta... pero se ven realmente tiernos juntos. Ambos tienen mucha suerte.
-Gracias -sonreí falsamente y salimos. Minho le agradeció también y tomó mi mano para ir al estacionamiento.
Claro que oír eso me hace muy feliz... pero como dije antes, esto es solo un juego de roles, no podemos dejar qué esto se tome en serio.
Nos dirigimos al auto de Min, este puso las compras en la parte trasera del carro y yo me senté del lado del copiloto. Cuando se subió y encendió el auto, no arranco.
-¿Sucede algo? -pregunté.
-Tu... ¿Estas bien? -dijo agachando la mirada.
-Supongo que si... es la primera vez que lo veo desde que terminamos.
-Pero no lloraste, es un gran paso -dijo tratando de sonreír, pero no lo logró y puso el auto en marcha. Todo fue silencio durante el resto del camino- Lamento si te avergoncé ahí dentro, yo simplemente quería golpear a ese sujeto -dijo sin despegar los ojos del camino.
-¿Que dices? No, tú estuviste perfecto -dije besando su mejilla.
Se petrificó ante esto. -¿Que? -dije ofendido. Olvide que el tipo no es gay ¡Joder! - ¡Perdón! -agregue de inmediato.
-¡Deja de disculparte! -gritó estacionando el auto a unos metros de nuestra casa.
-Pero...
-Es la primera vez que tú me besas a mi y no yo a ti -me veía con ternura -¡Felicidades! Mes 1 aprobado -agregó besándome en los labios con desesperación.
Primero me asuste por su acción, pero ya aprendí a dejarme llevar por las sensaciones que este me provoca.
Se separó de mi. -Gracias -sonreí y él también.
-Ahora entremos a casa... fue un día muy cansado.
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Tendría que ir a trabajar hoy, pero como es el día del periodista nos dieron el día libre a todos. Todos ya habíamos enviado lo que se publicaría al día siguiente, así que no hubo problemas. Minho se fue temprano a trabajar así que estoy totalmente solo.
No acostumbro a no hacer nada, siempre estoy tratando de no quedarme quieto. Ya limpie la casa tres veces y aún son las nueve de la mañana. Suspiré. Solo me faltaba la habitación de Minho... no quería ser entrometido, pero tengo que limpiar o no me quedaré satisfecho.
Entre a su habitación y empecé a levantar la ropa que tenía tirada y la puse en el canasto de ropa sucia. Hice su cama y doble su ropa limpia. Estaba metiendo una camisa en su ropero cuando un bulto llamo mi atención, era una cajita azul que estaba amarrada con un lazo. La curiosidad me mato y la abrí.
Había un libro dentro y muchos recortes del periódico, viéndolos detenidamente me di cuenta que todos eran la columna que yo escribo en el diario. Las tenía todas. Todas las que he escrito desde que empecé a escribir ahí.
Una sonrisa atravesó mi rostro. En verdad a sido sincero conmigo. Levante los recortes y abajo tenía una foto con otro chico. Un pelinegro con mirada penetrante, ambos se veían muy felices.
Cerré la cajita y decidí ir a visitar a Minho a su trabajo. Tomé una ducha rápida y salí a tomar el autobús.
El edifico del museo era magnífico, no dude en entrar y me topé con el guardia de seguridad en la puerta.
-Disculpe Joven, pero el museo abre hasta las 10. Solo se le permite El Paso al personal autorizado -dijo él amablemente.
-Pero... yo vine a ver a Minho...
-¡Vamos Siwon! Deja entrar al pequeño es una persona especial para Min -dijo un chico acercándose a nosotros el cuál reconocí como el chico de la foto de Minho, sentí seguridad de inmediato.
-Onew ¿Esta usted seguro? -preguntó el guardia.
-¿Puedo saber tu nombre pequeño? -preguntó "Onew"
-Kibum -conteste seguro. El guardia se sorprendió ante esto.
-¡¿Kibum?! Hemos escuchado tanto de usted... pase adelante -dijo alegre.
-Te lo dije -agregó Onew- ven pequeño, te llevaré junto Min.
Lo seguí y pude ver a muchas personas dentro, unos limpiaban las pinturas, estatuas y otros barrían y ponían sus cosas en su lugar. De inmediato los altavoces del lugar sonaron y pude escuchar la voz de Minho dando los buenos días.
-Pon atención a esto -dijo Onew deteniéndose ante una oficina.
-Bueno, ahora que ya los salude, pasemos a lo más importante -dijo Minho en el altavoz y los empleados empezaban a sonreír- Bien, el de hoy está muy bonito -aclaró su garganta...
"¿Cuantas veces te has detenido a ver las estrellas? ¿Cuantas veces a ver las flores y cuantas veces a acariciar algún perro de la calle? A puesto que tu respuesta será un número muy bajo... pero ahora dime ¿Cuantas veces has pensado en tus problemas hoy? ¿Cuantas veces pensando en lo miserable que eres en este preciso momento? Te apuesto que es una cantidad infinita.
Mi vida es un vago ejemplo de esto. Cuando los problemas se acumulan y te pierdes de lo bonito de la vida. Mi mejor amigo desapareció de mi lado y la única persona a mi lado está jugando..."
La voz de Minho se detuvo un momento y todos voltearon a ver a los altavoces confundidos.
-Disculpen -dijo de nuevo. Y me sonroje. Cuando escribí eso, olvide que él me leía y ahora estoy aquí... a unos minutos de verlo a la cara.- Prosigan en sus labores. Trabajemos un día más juntos, ánimos. -y luego ya no se escucho nada.
Pude oír cómo una de las empleadas que pasaba por nuestro lado le susurraba a otra- Ese escritor afecta mucho al jefe... pero es lo único que lo mantiene cuerdo -dijo sonriendo.
Onew sonrío a mi lado y toco la puerta de La Oficina que teníamos en frente.
Vi como Minho abría sin ganas, pero al verme sus ojos se expandieron y se tiro a abrazarme.
-Creo que iré... a otro lado -dijo Onew alejándose.
-Bienvenido pequeño. -dijo Minho dejándome entrar a una lujosa Oficina.
Blah Blah
Volví xD espero que disfruten este capítulo.
Ya me voy estorbo aquí xD nos vemos en la próxima actualización.
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