segunda parte
— ¡Que bueno que ganamos!— agregaste frente a tu Pokémon inicial y tu mejor amigo, Servine.
De reojo habías observado los helicópteros que se encontraban frente a el gimnasio Pokémon, para después escuchar como es que Servine exclamó bastante alegre para después sonreír y alzarse sobre ti.
— Skyla (Gerania) era una contrincante formidable ¿verdad Servine?— pronunciaste para después abrazar a tu Pokémon, quien no dudó en corresponder—. Que suerte que ambos lograran derrotarla.
— Los entrenadores sólo obligan a sus Pokémon a combatir y les hacen daño sólo para demostrar que son los mejores ¿Acaso soy el único que se preocupa?
Te estremeciste totalmente, no sabías de dónde había aparecido pero te había sorprendido por completo. Rápidamente tu mirada de color café se había encontrado con sus ojos, y tu sonrisa se había apagado.
— ¿Qué haces aquí N?— le preguntaste colocando tu cuerpo frente a tu Pokémon.
— Solo déjame hablar con tu equipo Pokémon— pidió observando a Servine con cierto interés.
— ¿Qué te deje hablar con mi equipo Pokémon?— repetiste un poco confundida al respecto— ¿Cómo se supone que lo vas a hacer?
— Me he criado entre Pokémon desde el día en que nací. Disfrutó más hablando con ellos que con las personas— parpadeaste algo confundida por la situación e inclusive algo ofendida por el comentario—. Y es que al menos sabes que un Pokémon nunca te va a mentir.
Este se acercó hacia tu Pokémon Servine, ensanchó una pequeña sonrisa. No sabias que era lo que iba a hacer después pero, no podías dejar de admitir que también estabas algo intrigada por lo que podría ocurrir. Habías hablado con Servine desde hacia mucho tiempo atrás, él escuchaba cada palabra que tu pronunciaba y estabas segura de que él te entendía.
— Hola Servine— saludó el mayor hacia el Pokémon tipo planta—. Bien, ¿Qué puedes contarme acerca de (T/N)?— cuestionó con cierta curiosidad.
El Pokémon lo observó de manera estupefacta, quizás por el hecho de que este aún no se sentía en confianza con N. Servine podría ser un tipo duro y podría decirse que te diste cuenta de que tu Pokémon haría lo que fuera por que tú nunca salieras herida, en ningún lugar.
— No te preocupes, solo quiero conocerla. Se que tú no me mentirías— lo observaste de forma ilusa, tu nunca has mentido.
La mirada que el Pokemon te había dado expresaba cierta burla, debido a que hace algunos días habías tenido una plática con el, acerca de arreglar tus sentimientos. Esperabas que el no dijera nada al respecto, ya que ese sería un tema íntimo.
— Entiendo— formuló este luego de observar a tú Pokémon—. Así que (T/N) se mudó al pueblo Nuvema hace tiempo y vive con su madre. Y ahora se ha embarcado en una misión por ser mejor cada día, además de completar la PokéDex— resumió a lo que el Pokémon asintió demasiado alegre.
— ¿C-cómo lo sabes?— observaste a ambos con gran confusión— ¿En serio puedes hablar con los Pokémon?
— Yo nunca miento— aseguró justo después de darle una mirada a Servine—. Por algún extraño motivo Servine cree en tí. Ojalá todos los humanos y Pokémon fueran tan amigos como ustedes— admitió acariciando la cabeza del Pokémon—. Así no sería necesario liberarlos de las garras de los desarmados y todos podríamos convivir en armonía.
Este se alejo un poco de ambos, causando confusión.
— Ghetsis esta buscando unas piedras muy especiales para el equipo Plasma. Se les conoce como orbe claro y orbe oscuro— explicó él de melena verdosa, cosa que al principio no entendiste ya que estaba fuera del contexto—. Mi sueño es modelar un mundo donde ya no haya luchas, deberé hacerlo por la fuerza y habrá sin duda quien se oponga— te observó de reojo—. Serán los malvados entrenadores quienes sufrirán al ver que sus Pokémon ya no quieren saber nada de ellos. Si, los Pokémon merecen ser algo mejor que ser las marionetas de las personas.
— ¿Solo vas a pensar en los entrenadores malos?
— También me entristece imaginar que tengan que separarse humanos y Pokémon, tan unidos como ustedes. — los observó a ambos con algo de tristeza.
— No tienes porque hacer esto N— murmuraste con cierta frustración—. Existen otros métodos para que ese mundo se vuelva realidad.
— No puedes parar algo que ya está comenzando— admitió el mayor quién se dio media vuelta dispuesto a salir de allí.
— N...— murmuraste observando como es que se retiraba del lugar.
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Solo quería protegerte de
toda la maldad, quería que
no cometieras terribles
actos que más tarde
te acecharían.
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Estabas demasiado feliz debido a que solo ahora ya te faltaba una medalla de gimnasio, habías derrotando a Brycen (Junko) el líder del gimnasio de la ciudad Icirrus (Teja). Aunque después de salir se aquel gimnasio te habías encontrado con la sorpresa de que Bianca y Cheren se encontraban allí también.
— Oye (T/N) estaba comentandólo con Bianca, desde que emprendimos este viaje en pueblo Nuvema me siento diferente— admitió de forma un poco sería y pacífica a la vez—. Intento reflexionar sobre lo que quiero y lo que debo hacer, trato de buscar en mi interior y no encuentro respuestas.
— Ay, como te pones Cheren ¡(T/N)! ¿Sabes qué? Voy a ir al club de fans de Pokémon ¡Haber si descubro lo que puedo hacer y lo que quiero hacer!— exclamó la rubia demasiado decidida.
— Me alegro por ti Bianca, me alegra saber que por fin estas dando un gran paso— colocaste una mano sobre su hombro—. Cheren, todos cambiamos y nos hemos hecho más fuertes, todos somos totalmente diferentes a como empezamos— le sonreiste, también colocando una mano sobre este.
— ¿Quién está allí?— el líder del gimnasio Brycen había llegado demasiado rápido y preocupado a la vez.
— ¿Cómo que quién?— cuestionó Bianca desconcertada—. Yo soy Bianca y él es Cheren— presentó la rubia sin entender.
— Se que están allí, muestrense de una vez— ignoró Brycen, quien siguió con su semblante totalmente molesto.
De la nada habían aparecido las mismas chicas que te habían acechado en la cueva Electrorroca, las mismas jóvenes ninjas que te habían guiado un par de veces.
— No esperaba menos del líder de gimnasio de ciudad Icirrus— admitió una de ellas.
— Nuestra intención era solo transmitirselo a (T/N), pero bueno. Ghetsis te envía un mensajes, dirígete a la torre Dracoespiral (Duodraco) allí te estará esperando el gran N. — expusó una de ellas.
— ¿La torre Dracoespiral? ¿Pero que significa todo esto? ¡Contesten!— después de que Brycen pronunciará aquello, el trío de chicas se había ido del lugar—. Iré ahora mismo a la torre Dracoespiral, no se que este sucediendo allá pero debe de ser grave.
— Yo también voy— pronunció Cheren, al momento de acompañar a Brycen.
— Me vas a tener que explicar (T/N), ¿quiene es N y porque quiere que vayas a la torre Dracoespiral?— exclamó sin entender la rubia.
— No lo sé— Bianca te tomó de los hombros.
— No tengas miedo, nosotros te acompañaremos— anunció la menor.
— Te lo explicó, luego ¿esta bien?— Bianca asintió.
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Te encontrabas frente al culpable de que toda la torre Dracoespiral se moviera abruptamente, algo dentro de ti te decía que tú tenías el poder para que N cambiará pero, de igual manera no sabías como hacerlo. No sabias que hacer en ese momento y estabas demasiado estresada, debido a que todo esto te enlazaba a ti también.
Llegaste al final de la torre gracias a tus Pokémon y al coraje que sentías en ese momento, no querías que nadie saliera herido por lo que estaba sucediendo, no quería que a nadie le fuera arrebatado a su pobre Pokémon. Aunque lo único que debías de admirar era la gran resistencia del equipo Plasma, quiénes habían luchado hasta el final por seguir los ideales de su líder N.
Un rostro impresionado, unos orbes totalmente sorprendidos, un pequeño pánico se apoderó tu cuerpo, todo esto se mezcló con el sentimiento de desesperación. Zekrom el Pokémon legendario quien hacia frente a tí, un Pokémon que nunca pensaste que encontrarías en esta vida, al parecer este había despertado de su largo sueño.
— ¿Que te parece (T/N)?— cuestionó N, quien te observó de manera descarada—. Tienes ante tí, el héroe que va a guiar un nuevo mundo. ¡Y luchando junto a él! La poderosa silueta de un Pokémon. Ahora Zekrom y yo nos dirigiremos a la Liga Pokémon y venceremos al campeón, y con ello podremos fin a los combates que tanto daño causan a los Pokémon. Un mundo únicamente para ellos, será por fin una realidad— el Pokémon legendario, Zekrom había abandonado el lugar—. Para poder detenernos tú también deberás demostrar cualidades heroicas. Sí, ganate el respeto de Reshiram, el antagonista de Zekrom— murmuró con cierta calma—. Y enfrentarte a nosotros ¡tu intenta detenernos! Y bien ¿que piensas hacer?
— ¡Esto es una completa locura! Acabas de despertar a un Pokémon legendario, a alguien poderoso y sumando a todo esto tu ¿quieres que también despierte a Reshiram?— exclamaste con una gran mezcla de emociones, no sabias si era por el miedo o simplemente porque ya habías tenido suficiente.
— Según el futuro que yo proveo, tú destino es hallar a Reshiram, así que si. ¡Tú equipo Pokémon cree en tí! Si quieres proteger los lazos entre humanos y Pokémon, busca a Reshiram. Estoy seguro de que te esta esperando en estado latente en el orbes claro— este se acercó hacia tí, observando cada parte de tí, para nuevamente besar tú mejilla un poco cerca de tus labios estabas totalmente asombrada que no le prestaste mucha atención a lo que acaba de hacer—. Quisiera haberte conocido en otras circunstancias— sonrió de medio lado para que Zekrom se lo llevará del lugar.
──────────────
Cheren, Brycen y tú, habían salido de la torre Dracoespiral, debido a que ahora debían de generar una nueva estrategia para derrotar a N, no sabían que debían de hacer pero debían de pensar en algo.
— ¡No lo puedo creer!— exclamó Cedric Juniper (Carrasco Encina) padre de la profesora Juniper—. Invocar al Pokémon legendario, en nuestros días.
— El líder del equipo Plasma, N, invocó a un Pokémon legendario. ¡Y encima luego te manda a buscar al otro y se larga volando!— grito eufórico Cheren con cierta molestia, algo que no pasó desapercibido fue aquel ataque de ira.
— ¿Entonces existe otro Pokémon legendario?— cuestionó Bianca algo impresionada.
— Así es— pronunció una voz familiar, la cual lograste reconocer, se trataba de Alder (Mirto), el actual campeón de la región de Unova —. Por favor saltemonos los saludos. Según la leyenda Zekrom desató sus rayos y con la ayuda de otro Pokémon redujo a cenizas la antigua Unova en un instante. N lo sabe, y ¿aún así quiere invocar a ambos?
— ¿Como?— cuestionó Bianca algo confusa—. ¿En serio quiere invocar a los Pokémon tan poderosos?
— No es por seguirle la corriente a N, pero esto que dice de invocar a el otro Pokémon, no sería mala idea buscar al orbes claro. ¡Si N consigue invocar a ambos estaremos perdidos!— explicó el campeón de Unova— ¡iremos al castillo ancestral! ¡(T/N), chicos, en marcha!.
Brycen en compañía de Cedric se quedaron en el lugar a investigar la Torre Dracoespiral, mientras que Alder y Cheren se adelantaron hacia el castillo Ancestral.
— Ahora que estamos solas, ¿Que sucede (T/N)?— te cuestionó Bianca mientras te observaba de forma preocupada.
— ¿A que te refieres?— le cuestionaste sin entender.
— Has estado callada, más de lo usual. Se que algo te molesta— te siguió analizando—. ¿Es por N, acaso?— tu mirada se centró en la rubia cuando escuchaste aquel nombre, el simplemente escuchar su nombre tu cuerpo reaccionaba de una forma que nunca habías conocido— si es por él.
— ¡No! No es por él.
— Quizás Cheren no se haya dado cuenta, pero yo sí— Bel sonrió, pero su mirada mantenia un semblante amargo— ¿que sucede con N?
— Nada.
— (T/N)— te tomó del hombro—. Se por tú mirada que se trata de él, bueno, ambas sabemos que él ha hecho cosas malas y por lo tanto deberemos de detenerlo.
— Pero son solo sus ideales, su sueño— murmuraste, no sabias lo que estabas diciendo simplemente sentías miedo ansiedad.
Las simples palabras acerca de detener a N, te colocaban en un estado que no te reconocía a ti misma.
— Mi pequeña amiga se ha enamorado de lo prohibido— al instante un ardor se apoderó de tus mejillas pero, no le dabas importancia—. No te preocupes, tú podrás llevarlo por el buen camino, tienes ese don.
— Lo de Vulpix fue hace años.
— Pero lograste que dejará de molestar a los demás Pokémon y haces lo mismo con Cheren, haces que él deje de molestarme— Bianca río—. Cuando esto se termine quiero hablar contigo de algo importante.
— Aquí estaré.
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Podía sentir muchas
preocupaciones sobre ti,
sabias que distraerme
estaba mal, y más si
aquella persona era
mi enemigo.
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— Toma esto— Leonora (Aloe) había extendido un orbe en tu dirección.
— Esperen un momento— el campeón de Unova las había detenido—. (T/N) si te llevas el orbe claro, ten presente que si a mi me ocurriera algo tendrás que luchar contra N.
— Lo tengo presente— respondiste cosa que colocó que Alder (Mirto) asistiera.
— Pienso que este orbe claro puede ayudarnos en casos de apuros, al luchar con un futuro para los Pokémon y para nosostros— explicó la líder del gimnasio de ciudad Nacrene (Esmalte)—. Por favor cuidalo como si tu vida dependiera de ello.
— ¿Que hay que hacer para despertar al Pokémon legendario exactamente?— cuestionó de repente Cédric.
— No había pensando en ello— respondiste a la pregunta del mayor.
— ¡Ya se!— exclamó Leonora— podremos preguntárselo a ellos.
— (T/N) tenemos que ir a Ciudad Opelucid (Caolín). En esa ciudad el líder del gimnasio utilizar Pokémon tipo Dragón, estoy seguro de que el entiende que podemos hacer— pronunció Alder.
— Entendido— respondes.
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