Paso 16

Deprimirse y...que tu única companía sea tu madre y el chocolate.

Cuando no sepas ya dónde meterte, cuando todo el mundo te tire para atrás, sólo hay una cosa que puedes hacer. Ir y hablar con tu madre, puede ser el mejor libro de experiencias que hayas tenido jamás. Todas las cosas que le pasaron, lo que te relata ella es algo que no cuenta ningún libro. Bueno, paro con las cursilerías y me pongo 'serio'.

Lo peor que te puede pasar cuando estás deprimido es que tu madre venga a molestar diciendo que tiene 'sorpresas maravillosas' y lo que te dé son las llaves del auto...pero sólo para buscar las películas que están dentro de él.

Gracias mamá! Me ilusionaste como todas las mujeres de este mundo lo hicieron, gracias!

No puedo mentir, las películas estuvieron bien, pero vamos, quién no quiere un auto sea cual sea la razón?! La mujer esa que dice ser mi madre me obligó a comer chocolate, me resistí una vez, pero a la segunda ya me lo estaba deborando como si no hubiera comidonada hacía dos días...lo que era cierto.

También me presionó y amenazó con un bate de beisbol, que su único uso en la casa es para que mi madre se divierta pegándole a la gente (sí, es infantil),  a que le contara mi historia, aunque era obvio que ya la sabía. Lo hice tal como me pidió. Pasé por alto una que otra cosa (hidratación, ejem) y cuando terminé hubo un silencio muy incómodo. Me miró con su carita de perrito triste, su cabello negro estaba recogido en una cola baja aunque algunos "mechones rebeldes" se enrulaban y hacían que pareciera una loca, una loca buena.

Se acercó para abrazarme... pude prever mi futuro. Para siempre de la mano con mi madre, yendo al mercado, al centro para hacer unas compras, leyendo libros y tejiendo suéters que jamás usaríamos, pero todo sea por pasar rato juntos. Me aterró la idea, por lo que rapidamente la solté y vi cómo una lágrimita recorría su mejilla, no niego que a mi no se me haya escapado alguna.

Me miró con una cara rara, torció la cabeza y dijo...

-Estás llorando?- estaba a punto de echarse a reir como un niño de preescolar al ver unos dibujos animados.

-No, sólo es que le tengo alergia a tu pulóver...sí, eso.- dije buscándo la primer excusa que se me venía a la mente, ya sabía lo que estaba por suceder...

-Ajá claro, es que estás llorando!Mi hijo de quince años está llorando por una chica!- y se fue gritando por toda la casa riéndose de mí.

No mentí cuando dije que era muy infantil, que yo me parara y fuera detrás de ella devolviéndole el insulto no tiene nada que ver, soy muy maduro.

Ella era la única que lograba sacarme una sonrisa en esos tristes momentos, aunque después me quede doliendo la cabeza por el bataso que me pegó.

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