Mantén la calma, pase lo que pase.

Ella tenía mi carta en sus manos, lo peor de todo es que no había llegado a introducirla en el maldito sobre rojo que le habría dado más.....misterio?

Miru, con una ceja arriba, intentó averiguar de quien era 'la maldita nota'. Se me hizo un nudo en la garganta...iba a morir, iba a suicidarme, iba a...suicimatarme!

Yo sólo quería que la leyera y se daría cuenta que era toda mía. Al ver que no tuvo caso seguir preguntando por su propietario, desdobló la cartita para comenzar a leerla y hacer las muecas más raras que jamás había visto.

Al terminarla, la dobló, la besó y comenzó a saltar en el lugar emocionada. Un cosquilleo comenzó a revolverme el estómago.

Lo que dice la gente o las historias de amor acerca de las mariposas que revolotean cuando estás muy enamorado y eso, bueno, les aviso, es FALSO.

Más bien es como si fuera una pelea interna entre ir al baño a vomitar (que a mí se me daba muy bien) y unas ganas terribles que te dan de ir corriendo hacia esa persona, abrazarla y que sus labios se junten en un cálido beso, pero de igual manera tener que abstenerse. Lo de las mariposas, quién se lo cree? Ni que a la noche mientras dormimos, entraran esos hermosos insectos y se escondieran en nuestro estómago! Puf, qué ridículo!

Hormigas podrían ser, cuando era niño me la pasaba comiendo hormigas. Sí, lo sé, era raro...Pero ahora soy un genial poeta y nadie puede negarlo, ni la profe Kath.

Bueno, da igual, la cosa es que al verla con tanta emoción me hizo ilusionarme más de lo que ya estaba, así que empecé a saltar como ella lo había hecho hacía unos segundos. NO SE LOS RECOMIENDO. Todos se me quedaron viendo para luego estallar en carcajadas, todos menos Miru, claro, que me dedicó una sonrisa y un guiño.