Entregarle la tarjeta y que algo no salga como lo planeado.

Me alisé el uniforme, acomodé mis lentes que estaban algo caídos y sostuve la cartita en la mano, para darme un poco más de confianza. Caminé hacia su casillero, allí la iba a depositar.

La leí unas...cinco veces antes de dejarla dentro de un sobre rojo que tenía guardado en uno de los bolsillos de la camiseta. Besé la tarjeta esperanzado en que ésta vez funcione, una en un millón es mejor que nada.

Justo cuando la tarjeta estaba siendo depositada en el casillero de Miru, una voz reconocida que gritaba mi nombre desde el comedor. Me alegraba oírlo, aunque me dí tal susto cuando salto para caer con sus manos en mis hombros que no contuve el grito de niña que pegué.

-Hey, ni que fuera tan feo!

-Nick! Ya te...Te echaba de menos.-bajé la cabeza al recordar el por qué no habíamos intercambiado ni un "hola" estos días.

-No vine para que te pongas con tus cursilerías...quería disculparme, fui un necio.

-Sí, un necio, un tarado, un gruñón, un za...

-Bueno bueno, entendí - dijo riéndose y haciendo un ademán con la mano- para compensártelo, te ayudaré con la chica. -dijo levantado ambas cejas y golpeándome con el codo.

-Emm...agradezco tus disculpas, pero debo informarte - me acomodé el suéter con algo de egocentrismo- que con Miru va todo de diez.

Abrió los ojos y sonrió.

-No lo creo! Una "m" te dio bolilla al fin!

-A...a Qué te refieres con "una m"?

-Ya sabes- hizo una mueca de estar explicando esto por décima vez.-Siempre te enamoras de las chicas que tienen nombre con "m".

-Eso no es cier...- recordé que la primer chica de la que me había enamorado se llamaba Maia, y la segunda María Laura, y la otra Mercedes, y...ay no! Su amigo tenía razón! Tenía una obsesión con las "m"!!!

-Bueno, si lo és, tienes razón Nick...

-Siempre la tengo.- bromeó.

-Si, claro, claro. Ahora déjame hacer mi trabajo, que necesito poner esto...-busqué mi carta,en mis manos no estaba, en los bolsillos tampoco. Me estaba desesperando.

La tarjetita estaba en...En...

Estaba en las manos de Miru! Me quería pegar cuatro tiros en la frente, había dejado mi carta en el casillero y mi amada la estaba leyendo! No podía estar más nervioso.