Capítulo 18: Todo lo que fui

Noviembre llegó una vez más, pero esta vez, yo había entendido que Maeve no era la persona correcta para mí. Quizá nunca lo fue.

Miré mi calendario nuevamente, donde el 16 estaba tachado en grande con el recordatorio del cumpleaños de Addie.

¿Por qué lo había anotado? ¿Por qué no pude simplemente olvidarlo y ya?

Porque no quería hacerlo, no quería olvidar, pero a estas alturas, me pesa.

Por todo lo que pasó y por lo que no pasó también.

¿Con qué cara le escribo "feliz cumpleaños"? Dando pie a romper ese contacto cero que desde un principio ella no cumplió.

¿Por qué siento que esto ya lo viví antes al pie de la letra con Maeve?

La diferencia esta vez es que Addie siempre tuvo intención de seguir manteniéndome en su vida, Maeve no.

Y ahí me di cuenta de la gran diferencia, en cómo las acciones gritan lo que el corazón verdaderamente siente.

Aunque las únicas palabras que salgan de su boca sea un "no quiero estar contigo."

Con todos los meses que pasaron luego de ver a Maeve por última vez y acabar todo con Addison, mi vida dio un giro tan diferente a como iba en ese momento.

Mi terapeuta también empezó a ver un cambio en mí, y nunca me sentí más feliz de escuchar ese "me impresiona lo mucho que cambiaste estos cuatro meses, has madurado mucho, estoy orgullosa de ti" viniendo de alguien que me vio llorar muchas veces durante cada sesión.

Y siempre por el mismo tema.

Mi problema con la comida había mejorado muchísimo, pese a que recaí muchas veces ese mes de julio al tener que poner distancia con Addie. Las relaciones se volvieron un tema serio a tratar en mi vida, porque me di cuenta que Maeve nunca fue el problema, ni ella, ni Addie, ni mi familia, ni el hecho de que sea abiertamente bisexual.

El problema siempre fui yo, mi miedo a formalizar, mi necesidad de decir "sabía que me ibas a abandonar" y autosabotearme hasta que finalmente esa persona me haga a un lado validando mi punto.

Una noche antes del cumpleaños de Addie, estuve todo el día sintiendo esa leve ansiedad que no había sentido en muchísimo tiempo, pensando en si era lo correcto escribirle lo que siento, algo lindo, felicitarla, comprarle un regalo o simplemente escribirle un simple y vacío "feliz cumpleaños", lo pensé tantas veces que mis pensamientos solo se trataban sobre ella.

Mientras que Maeve nunca pensó en mí durante ese día que aunque diga mil veces que lo odio, sin duda es especial para mí, Addie hizo el esfuerzo de hablar conmigo ese día luego de aquel mensaje de "feliz cumpleaños", intentó hacer como si nada hubiese pasado, intentó mantener la misma conexión y realmente se sintió como si nunca se hubiese perdido.

Ahí me di cuenta de lo que realmente siente por mí, le importo, no quiere perder mi amistad y eso cambió mucho mi perspectiva sobre ella.

Aunque mis amigas me dijeran que no le hable, que no retome contacto, que eso entre nosotras nunca se debió dar o que no era la chica para mí.

No lo sentí así.

No es la chica indicada para mí, no es ni será la relación indicada para mí, ¿pero su amistad? Ella fue mi pilar este año, fue una persona que me ayudó muchísimo en mi proceso, en ningún momento me quitó mi brillo, al contrario, me lo devolvió.

Y eso es lo que la hace diferente, eso es lo que me hace entender que sus intenciones conmigo siempre fueron buenas.

Eso me hace entender que no todas las personas que te dicen "te quiero", lo hacen realmente, pero la persona más fría del mundo, por dentro puede sentir mucho cariño y admiración hacia ti.

Esa es Addie, una chica que llegó a mi vida de repente, para enseñarme que si se puede volver a sonreír con el corazón roto, que sí se puede seguir adelante sin ese alguien que una vez creíste que estaría contigo toda la vida.

Mis sentimientos por Maeve fueron desapareciendo poco a poco, pero nunca la olvidé del todo, solo que sí pude llegar a algo más importante: seguir adelante sin ella.

Porque me rompió tanto sin siquiera darse cuenta, me creó inseguridades que no sabía que podía llegar a tener e incluso intensificó otras que jamás pensé que tenía.

Estaba herida, y las personas heridas, hieren.

Así como hice después de ella, hasta que poco a poco, con muchos años de terapia, fui aprendiendo a sanar esa herida que de vez en cuando, sigue doliendo.

Sin importar que ya esté más que cicatrizada, siempre quedará allí para recordarme todo lo que fui.

"Quiero comprarle un detalle" pero ya no nos hablamos, ¿es correcto eso? ¿vale la pena?

No lo hice, aunque ya tuviera en mente lo que le quería regalar, eso que ella un día me dijo que le gustaba, pero no me atreví a comprarlo.

Solo dile feliz cumpleaños y ya, nada de detalles.

Me recordé a mí misma múltiples veces.

Así que tampoco le escribí todas las cosas que había pensado, decidí guardarme para mí todo lo bonito que veo en ella.

Esa noche me quedé despierta, no podía dormir pensando en si escribirle o no hacerlo, mis amigas me habían dicho que no y mi terapeuta igual, así que no lo consulté con nadie. Solo éramos mi cabeza y yo, mi torbellino de pensamientos y mi ansiedad presentándome cada escenario en todo lo malo que podría pasar.

Sentí un deja vu tan grande como en 2022 durante el cumpleaños de Maeve, con la misma ansiedad de ¿lo hago o no lo hago?

El miedo que tuve al enviar el mensaje con toda aquella disculpa, los sueños que tuve esa noche atormentándome con un escenario en el que Maeve me respondía de la peor manera y en cómo al despertar y ver la notificación de su respuesta, despertaba toda mi ansiedad a niveles extremos.

¿Quiero volver a pasar por eso?

Pero es que no tiene porqué ser igual, Addison no es Maeve.

Nunca lo fue, nunca lo será.

¿Por qué sigo comparando?

No tiene porqué salir mal otra vez, no tengo porqué sentirme así de nuevo.

Así que justo cuando el reloj marcó las 12, le escribí el tan pensado "feliz cumpleaños, pásala lindo"

Mi plan era simple, le escribo, me acuesto a dormir sin expectativas, si al día siguiente no responde seguro ni me acordaré, así que no tiene porqué haber ansiedad y si me responde, ahí quedará todo.

No hay razones para sentirme mal.

Su respuesta llegó ahí mismo, justo cuando estuve a punto de ir a la cama.


No lo puedo creer, te acordaste... Gracias por eso. 


Sonreí por inercia.


Pues te presté atención.


Le respondí.

Y ahí, justo en ese momento, inició una conversación que me hizo sonreír de nuevo, al inicio cuando vi su respuesta, sentí aquel susto dentro de mi pecho, pero luego, a medida que seguíamos hablando, todo rastro de ansiedad desapareció, me sentí a gusto con ella.

Y nada parecía haber cambiado, la conexión seguía intacta, sin importar que hayan pasado cuatro meses desde la última vez que hablamos.


Y fuiste demasiado puntual. Extraño nuestras llamadas, ¿sabías?


¿Qué le digo? ¿Yo también? ¿Yo también, pero no puedo verte de nuevo porque estoy casi recuperada y no quiero sentir ansiedad de nuevo? ¿Yo también, pero ya no es lo mismo porque no quiero sentir nada por ti más allá de una amistad y engancharme al punto en que ya no pueda verte con otros ojos?

Desde que hablábamos me atraía y desde que se lo dejé en claro, nunca la vi como una amiga, la vi con intención de formar algo más que una amistad.

Pero me acobardé, no estuve dispuesta a pasar por lo mismo dos veces y ahora no siento esa seguridad que me transmitía al inicio porque no quiero enamorarme.

Y he ahí el problema, que el amor lo relaciono con el peligro.

Cuando no estoy enamorada, todo está bien, yo estoy bien, no existen mis problemas con la comida, me enfoco en mi trabajo, soy otra persona completamente nueva.

Pero justo cuando empiezo a sentir algo por alguien más, todo se descontrola.

Y no quiero eso de nuevo.


Solo di que me extrañas y ya.


Decidí responder en su lugar, amigable, sin intenciones de confundirme a mí misma, con humor y como si nada hubiese pasado.

De ahí en adelante siguió buscando conversación, preguntándome qué hacía despierta a esta hora y todo fluyó tan rápido, como si nunca nos hubiésemos dejado de hablar.

Me sentí cómoda, tranquila.

Una sensación que nunca sentí con Maeve, ni siquiera cuando todo estaba bien entre nosotras.

Al siguiente día siguió aquella conversación y entonces dijo algo que me hizo sentir especial.

"Mi parte favorita de este año creo que fue cuando hablaba contigo, de verdad, gracias por estar ahí"

Así que sí, uno nunca llega a conocer del todo a las personas, porque siempre vi con ojos de amor a alguien que a pesar de que sigo manteniendo el pensamiento de que si me quiso, con el tiempo me di cuenta de que no quiero regresar a lo que una vez me hizo tanto daño.

Mientras que aquella segunda persona que vino a reparar lo que alguien más rompió, siempre la vi como una amenaza, como si en cualquier momento tuviera intenciones de romper mi corazón y dejarme con más problemas de los que ya tenía en ese momento.

Pero Addison fue la lección más grande de que la persona más fría y "sin sentimientos", es la más cariñosa con el corazón más lindo e intenciones tan puras hacia alguien más.

No todos querrán hacerte daño, a pesar de que una persona quisiera verte bien, pero no mejor que ella, hay otras que si te animan a brillar sin importar cuanto destaques.

Ojo, eso no es en todos los casos, hay personas que si son frías por fuera y tienen toda la intención de hacerte mierda por dentro.

Pero esa chica que me encontré en en abril de 2022, durante el primer examen de redacción, era la misma que iba a cambiar mi vida y hacerme ver las cosas de manera diferente, pero el problema estuvo en que mientras esa chica desapareció dos años sin dejar rastro alguno, yo me estuve enfocando en alguien más durante esa clase.

Alguien que nunca fue para mí y yo no supe aceptarlo.

Bueno, ya estamos a un capítulo de acabar la historia y honestamente, estoy muy satisfecha con toda la historia de Brie.

Este capítulo, a pesar de que no estaba planeado y simplemente surgió de la noche a la mañana, se ha convertido en uno de mis favoritos. 

Espero con ansias que ya lean el final de esta historia, realmente me ha encantado escribirla y muero de ganas por saber qué opinan sobre cada personaje.

Hasta ahora Addie se ha convertido en una de mis favoritas, a pesar de que el libro hable sobre Brie y Maeve.

¿Qué dicen ustedes?

Besos,

Paola Velásquez

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top