23. Una boda sorpresa
Celeste Altair
- ¿Cómo dices que dijiste?
Malia deja de mirar su serie favorita y me da atención después de largos minutos.
- Lo que escuchaste.
Ella sonríe sin comprender.
- ¿Quieres transmitirle parte de tu magia a Helena? Celeste, sé que la quieres demasiado, pero es tu poder... ¿Por qué tomaste esa decisión?
- Quiero protegerla del loco de mi hermano - le digo y comienzo a explicarlo -. Y luego de pensarlo mucho, llegue a la conclusión de que darle parte de mi poder, sería como tener una carta bajo la manga en caso de que ella corra peligro y requieran de magia.
Malia seguía sorprendida con mi repentina idea. Ella suspira y se levanta de la cama, agarra mis manos y las aprieta de manera gentil.
- ¿Estás segura...? No quiero que te afecte de alguna forma.
- No lo hará.
- Entonces, tienes mi aprobación. Pero no quiero que ella lo sepa por ahora, tener parte de tus poderes no es un juego y ella lo tomara de ese modo si se entera de esto en los próximos años. Quiero que sea adulta o lo suficientemente madura para aprender a usarlos.
- Estoy de acuerdo. Entonces... ¿Lo hacemos?
- ¿Ahora?
Asiento.
- Bien, confío en ti.
Me da espacio y yo me acerco a la cuna de Helena, ella se encuentra jugando con los juguetes que cuelgan encima de su cabeza. Me mira y sonríe, sus ojos son de un rosa muy suave, totalmente hermosos.
- Me siento como un hada madrina.
- A mi me vino a la mente Maléfica.
Miro de reojo como Malia sonríe y yo niego sonriendo. Me concentro en Helena, su piel ni muy blanca ni muy bronceada, era una mezcla casi perfecta de ambos padres.
Alce mi mano y la coloque encima de su rostro, ella la agarro y se la quiso llevar a la boca, aunque no la deje. Eso hizo que usará su fuerza bruta y apretara con fuerza mis dedos.
- Que tierna... - murmura Malia.
Claro, como a ella no le duele.
Apoye mi mano en su pecho, cerré mis ojos y comencé a transmitirle, al abrir mis ojos pude ver la conexión.
Mi fuerza, te la comparto.
Mi capacidad de ver la bondad y el odio de la gente, te la comparto.
Mi habilidad de ser invisible, te la comparto.
Mis poderes... Te comparto todo Helena.
Una vez que termine, me sentí agotada, pero me sentía feliz. Era tener un peso menos encima, ella ahora estaría protegida, siempre lo estaría.
- Ella esta brillando. Supongo que así lo hago yo también... - digo al verla.
- Para mi esta igual, aveces quisiera poder verla como tu lo haces, de eso modo saber si hago un buen trabajo siendo madre.
- Lo eres, te lo aseguró.
- Lo sé, pero aveces dudo de ello, cuando llora mucho y no sé lo que quiere o como actuar.
Agarre su mano y la acerque a la cuna, sin que ella se diera cuenta, le transmití parte de mis poderes.
- Lo sentirás, tranquila.
La veo sonreír mirando a su hija.
- Eso espero... Pero cambiando de tema, escuche por Damon que tú y Damien ya estaban planeando su boda, felicidades.
- ¿Mi qué?
La mire confundida.
- Pero-
Ella se ve perdida y luego sonríe:- Nada nada, debí escuchar mal, ignóralo.
- Malia, habla ya.
- Es que... En realidad, no sé nada, yo lo escuche por accidente. Lo juro - dice para luego contarme:- Supongo que por tu cara de sorpresa, que no estabas enterada de nada, por ende Damien no dijo nada y todo era una sorpresa para ti y yo acabo de arruinar.
- ¿Damien esta planeando una boda?
- Su boda.
- ¿Nuestra?
- Suya.
¿Por qué no me lo dijo...?
- Estuviste muy ocupada planeando varias cosas. Supongo que quiso encargarse él solo de esto.
- ¿Eso crees?
- Sí.
Alguien toca la puerta y Malia le permite pasar, un hombre mayor y bien vestido, entra y le entrega una carta.
- A mi nadie me escribe y menos por carta.
Dice ante la extraña forma de comunicación. El hombre se retira y Malia abre la carta:- Mierda.
- ¿Mierda malo o mierda buena?
- ¡Buena! Mira esto - me muestra el contenido y yo quedo atónita ante lo que decía.
Estás invitado a la boda.
Y abajo nuestros nombres en letra dorada. Era una linda invitación.
- Es en tres días.
Lee Malia y me mira:- ¿Crees que me lo diga hoy?
- No lo sé.
- Debo irme. Necesito que me lo diga y de ese modo emocionarme por completo. Te hablo luego.
- Esta bien, descuida.
- Ok, te amo, adiós.
Me despido y rápidamente me voy, pero logro escuchar su 'Te amo más" lo que me causa ternura, al fin lo dice sin vergüenza.
Malia ya no tiene miedo de ser abierta respecto a lo que siente.
Me pone feliz.
(...)
Decidí entrar como persona normal a mi casa, por la puerta y no directamente teletransportarme a mi habitación.
Al entrar, fui con cuidado, no sabía porque pero estaba en alerta. Pero aquello duro poco al ver a Damien salir en bata de la cocina, llevaba en sus manos una taza de café y lo iba revolviendo con una pequeña cuchara.
Al olerme o lo que sea que el haga para sentirme, mira en mi dirección. Pude sentir sus nervios y sorpresa, pero lo disimulaba tan bien que no parecía.
Yo estaba tan metida en mis cosas que nunca me tome el tiempo en analizar su comportamiento sospechoso.
- ¿No me darás mi beso? No te vi en casi todo el día, te extrañé.
Me dice sonriendo y yo, me muerdo el labio ante sus tiernas palabras, realmente no sabía porque a muchas mujeres les llamaba la atención los hombres fríos.
A mi me gustaban totalmente opuestos.
- Yo... Estuve todo el día con Malia.
Le digo y comienzo a acercarme, al tenerme cerca deja su taza en la superficie mas cercana y me agarra del mentón, para seguidamente darme un corto beso.
Acaricia mis mejillas con ambos pulgares y de pronto deja un beso en la punta de mi nariz. Ahora sí puedo confirmar que estoy cien por cien roja.
- ¿Cómo estuvo tu día?
- Hermoso ahora que te veo.
- Diría lo mismo pero seguro ya lo sabes. Te preparé café, supuse que querrías un poco ya que tienes mucho trabajo últimamente, debes estar agotada.
- Nunca estaré agotada para ti, quiero que sepas eso, ¿Entendiste?
- Ve a descansar, yo ahora subo en un rato, debo hacer algo.
Me dice para luego agarrar la taza y dármela, me sonríe antes de irse. Bebo del café y subo las escalares hasta nuestra habitación.
Abro lo puerta y por poco dejo caer la taza al suelo, encima de la enorme cama se encontraba una caja hermosamente decorada, me acerque cerrando la puerta atrás mío.
Termine el café y deje la taza encima de la mesa de noche.
Abro la caja despacio y adentro esta el vestido, dejo la tapa a un lado y agarro la parte de arriba para sacarlo, los detalles son lo que me dejaban sorprendida al ver lo limpio que se veían las costuras.
- Espero que no te haya molestado que yo elija el vestido... Puedes cambiarlo si no te gusta.
Volteo al escuchar la voz de Damien. Tiene una caja entre sus brazos y siento la timidez en su comportamiento. Me parece adorable.
- No me molesta... El vestido es hermoso.
- Lo compre pensando en ti. Se que te gusta el encaje y las cosas brillantes, te gusta cubrir tu cuerpo pero no tanto, te gusta el color blanco y-
- Y me gustas tú.
Le digo dejando el vestido y casi corriendo hacia él para darle un abrazo. El dejo caer la caja al ver que me acercaba rápido, apenas hicimos contacto, nuestra luz se hizo mas blanca que nunca.
Ambos iluminabamos la habitación, pero solo yo era capaz de verlo, pero no la única en sentirlo.
- Te amo.
Susurra contra mi cuello.
- Te amo.
Le digo con los ojos cerrados, aveces sentía que podía sentir mucho mas las cosas cuando mantenía los ojos cerrados.
Todo lo mío es tuyo, Damien.
- ¿Si te digo que nuestra boda es en tres días... Que dirías?
Me río.
- Dos cosas... Que eres tonto por ocultármelo y que aceptó.
- ¿Aceptas?
- Ya dije que sí.
Él me aleja para mirarme a los ojos:- Ya lo sabías.
- ¿Qué?
- Malia tenía que abrir su bocota.
Su berrinche me parece adorable.
- No es para tanto.
- Le voy a declarar la guerra por esto.
- ¡Damien! - me quejo riendo y le abrazo para que no se vaya.
- ¿Sabes lo difícil que fue ocultar esto?
- No, pero hiciste un buen trabajo. Ahora te pondré atención... Ahora vamos a la cama y deja de pensar en declarar una guerra.
- Lo pensaré.
Lo arrastro a la cama y nos ponemos a hablar un rato largo, yo acostada sobre su pecho fui capaz de sentir el rápido palpitar de su corazón al contarme como planeo todo.
Su emoción me era contagiosa.
Yo que era capaz de sentir todas sus emociones, me dejaba sorprendida por lo fuerte que eran y que todos sus pensamientos y emociones fueran dirigidas a mi.
Yo era su mundo.
Y él era el mío.
[🧚♀️]
Nota de Autora:
;)
¿Cómo se encuentran?
No sé cuanto hayan esperado por esto pero espero que no mucho. Realmente odio no poder escribir aveces por falta de ideas, porque al no escribir, no recibo sus lindos comentarios animandome.
Ignorando el hecho de que muy pocas personas votan por mis historias, la mayoría solo lee y no comenta, ni vota.
Un ejemplo: En el último capitulo subido de esta historia, tiene 630 vistas y solo 74 votos, creo que tenía 7 comentarios.
Con esto me refiero a que la gran mayoría son lectores fantasmas o personas que reeleen los capítulos.
Cuestión, esto muchas veces me lleva a pensar que realmente no les gusta lo que escribo y por eso no apoyan tanto.
Así que por favor, dime en que puedo mejorar y lo intentaré. Intenten que no sea el tiempo que me tardo en actualizar porque eso ya no depende tanto de querer sino de que no tengo ideas o no me siento inspirada.
No inspiración=no capítulo.
En fin, cuídense mucho y sean felices.
Lxs amo🧚♀️
- Ann o RadianteUnicornio.
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