Especial 4

En agradecimiento por solo el hecho de que hayan leído mi historia hasta el final, les traigo este especial ( dije que no volvería pero siento que se lo merecen ) porque realmente estoy agradecida por lo mucho que ha crecido esta historia y es gracias a todxs los que me leyeron.

Lxs amo.

- Ann.

[⚘]

Sofía Montes

- ¿Me extrañaron? - pregunte apenas entre a la habitación. Lila deja sus cosas y viene corriendo a abrazarme, yo acepto emocionada su abrazo.

Lucas viene después de ella y se une al tierno abrazo. Escucho a Ryder entrar con los pequeños y ahora una linda bebé en sus brazos.

- Estaba tan nerviosa - me dice agarrándose el pecho:- Veo que salió todo bien.

- Sí, ella nació sana y fuerte, pero dolió muchísimo... Sigo sin entender porque tener bebés de sexo femenino es tan doloroso.

- Pienso que traer cosas hermosas al mundo debe costar... Es mi pequeña princesa - murmura Ryder mientras acaricia la cabeza de su hija.

- Nuestra.

- Cierto, es nuestra pero prefiere mis brazos - me guiña un ojo y sé que solo busca molestarme.

- Y encima de que yo paso el dolor... Ella lo prefiere a él.

Me quejó y Lila se ríe, Lucas me invita a sentarme y no lo dudo ni un segundo, estaba agotada y casi sin energías.

- Santiago, Dylan y Adam... Les pido paz, vayan a jugar con sus primos e intenten no quemar nada, por favor - les pido a mis tres hijos.

Observo como Dylan y Adam hacen caso, pero Santiago solo se sienta en una esquina luego de haber agarrado uno de los cuentos y se queda leyendo, mientras sonríe por algo que leyó.

Es un niño aún... Pero es tan inteligente que pensar que un día encontrará a su mate y se alejara de mí, simplemente me aterra.

- ¿No quieres jugar con tus primos? - pregunta Lila confundida. Ella no los ve mucho, así que no sabe que el menor de mis hijos varones es amante de los cuentos infantiles.

- No tía... Esto es más interesante.

Murmura en respuesta mi hijo.

- Se junta mucho con Jackson y se le pego la manía de leer, supongo... - le cuento y Lila asiente comprendiendo.

Ryder me da a la bebé luego de que comenzara a llorar por hambre.

- ¿Y que se cuentan? ¿Cómo esta la manada?

- Estamos bien, no hay problemas por ahora, creo que ningún reino entro en conflicto.

- ¿Los del norte?

- Damon y Malia tienen todo bajo control.

Lila asiente y sé que se sigue sintiendo culpable desde el incidente de Malia, no es la única, creo que aveces yo voy demasiado lejos con todo.

- No hablemos de los problemas del reino por hoy, por favor. Estoy agotada... Y eso es peligroso para mí.

- ¿Por qué? - pregunta Lucas que aparece trayendo tazas de café para cada uno.

- Una hechicera no puede estar agotada... Es sinónimo de que no tenemos energía y nosotras hacemos magia con eso, nuestro cuerpo es energía. No tenerlo es peligroso.

- Tu parte mala puede volver, por más dormida que se encuentre, existe esa posibilidad... Aunque es muy poco probable - le cuenta Lila y él asiente.

- Además, no quieres ver a una hechicera agotada, es horrible - dice Ryder y yo le golpeo el hombro en juego.

- No exageres, no fui tan mala... - murmuró.

- Me dijiste que duerma afuera de la habitación porque mi respiración te ponía nerviosa. Amor créeme que no exagero - me dice me da un pequeño beso.

- Perdón, yo... Aveces no logro controlarlo.

Apenada bajo la cabeza y él acaricia mi espalda. Dulce, mi bebé, esta concentrada tomando leche y veo como poco a poco sus ojos se van cerrando.

- Creo que tenemos a una guerrera caída. 

Ryder asintió y la llevo a dormir. Me quede a solas con Lila y Lucas, que no dudaron en preguntarme cuando sería ese momento.

- No lo sé. Casi no tengo una imagen clara de lo que vi en esa visión, solo pude escuchar gritos cargados de... tristeza y enojo.

Me acaricio el brazo al recordarlo.

- ¿No hay ninguna pista?

- No, no que recuerde... Pero espero que no sea pronto, escuchar eso me puso la piel de gallina, no saben lo sufrido que se escuchan esos gritos.

- ¿Por qué no se los has dicho a Ryder?

- Lila, no lo sé, tal vez no sea nada... Solo fueron sonidos, pueden significar cualquier cosa y ya me ha pasado, las visiones no siempre son lo que parecen.

- Ok, debes ir a descansar, mañana vamos a ir a la playa todos juntos... Y necesitas subir tu nivel de energía - me recomienda. Yo asiento mientras agarro la taza de café y bebo un gran sorbo.

- ¡Mamá, quítamela de encima! - grita Santiago de la nada. Dejo de beber y le presto atención, la hija de Lila, Esperanza, estaba prácticamente encima de él y por lo que veo, sus intenciones era besar a mi hijo.

- ¡Esperanza! - grita Lucas mientras va a alejarla de mi pequeño que se ve asqueado.

- Él me dijo que una princesa besa a un príncipe.

Murmura la pequeña con la cabeza baja.

- No eres una princesa.

Le dice mi hijo levantandose del suelo y sacudiendo sus pantalones.

- ¡Sí lo soy!

- No lo eres, no eres mi princesa, la única que me dará besos es mi mate.

Le deja en claro y se va indignado.

- ¿Qué carajos...? - Lila esta en blanco.

Esperanza llora y no sé donde meterme, ¿Fue malo enseñarle eso?

- ¿Por qué esta llorando la niña? - pregunta Ryder confundido.

- Tu hijo la acaba de rechazar... De una manera muy directa y fría.

Le cuento en voz baja.

- Mejor vayamos todos a descansar.

Sugiere Lucas y se lleva a la niña. Todos sin decir nada nos vamos a nuestras habitaciones, en el camino busco a mis y los encuentro juntos, los mayores están molestando a Santiago, hasta que me ven y se detienen.

- Déjenlo en paz.

Ordeno y ellos asienten:- Dicen que soy un tonto por rechazar los besos de esa tonta.

- No debes tratarla así. Es nuestra prima y es bonita, no te cuesta darle un beso, le gustas desde siempre hermano - le dice Dylan.

- ¿Y solo porque es bonita debo dejar que me bese? Eres igual de tonto que ella - le dice Santiago y antes de que vuelvan a pelear les vuelvo a detener.

- Escuchen niños, acá nadie besa a nadie y si Santiago no quiere recibir besos, no lo hará. Su prima debe aceptar que su Santiago no es su mate y ya, así que se van a la cama los tres en silencio, no quiero peleas por esta tontería.

- Si mami.

Dicen los tres y se van a acostar. Suspiro y algo de sus habitaciones, voy a la mía, una vez dentro me deshago de mis prendas y me coloco el pijama.

- ¿Cómo esta el pequeño?

Pregunta Ryder que se encuentra leyendo algo en la cama.

- Mmh... Mantiene su postura, no dejará que nadie lo bese si no es su mate, es extraño. Siente un gran apego cuando aún no la conoció.

- Puede que se hayan cruzado una vez y su vinculo este debilitado, pero este.

- ¿Crees que sea eso?

- Es eso o de lo contrario, su conexión con esa persona es tan fuerte que no es necesario que se conozcan para que la o lo quiera y desee solo afecto de esa persona.

- No quiero pensar en eso... Tengo sueño.

Me acuesto a su lado y dejo que su cuerpo me brinde calor.

- Descansa, hoy trajiste a una bebé al mundo, debes estar muy agotada.

- Me duelen los huesos.

- Y aún así te has mantenido de pie.

- Una reina siempre debe mantenerse de pie, no importa que tan débil este... Si esta de pie, aún hay esperanza.

- Exacto, ahora a dormir.

Sonrío y me dejo llevar, poco a poco voy cerrando los ojos, hasta sentirme liviana.

Hasta que escucho esos gritos... Igual que todas las noches.

[⚘]




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