Capítulo 6

Capítulo 6 - Parte 1

Sofía

- ¿Por qué esta todo apagado? - pregunté en modo de queja, odiaba la oscuridad...

- ¿Será porqué los estudiantes deberían estar durmiendo? - preguntó irónica Lila.

Ihan sólo río.

- Cómo sea... ¿Ya llegamos? Vamos dando varias vueltas ya - le dije a Ihan.

- Bueno, ¡Sería más fácil si no estuviera oscuro! - exclama él.

Me tense al sentir una respiración en mi cuello.

- Chicos, tal vez fue mi imaginación... Pero alguien respiro en mi cuello - murmure mientras me acercaba a Ihan y lo tomaba del brazo.

- No hay nadie - dijo mientras apuntaba con su linterna todo el pasillo oscuro.

- ¡Te juro que alguien respiro en mi cuello! - repito y me aferre más a su brazo.

- Sofía, deja de temblar. Pareces un perro chihuahua - me dijo Lila.

Le iba a responder, pero su gritó me asustó.

- ¿Ahora qué? - le preguntó Ihan a Lila.

- Alguien me rasguño - exclamó Lila mirando su brazo, en este había cinco rasguños. Quería correr lejos de aquí, estaba a nada de gritar por ayuda, pero para mi sorpresa Lila estaba de lo más tranquila y sólo intentaba cubrir la herida.

- ¡Se los dije! ¡Mejor vámonos! - digo mientras sacudo a Ihan.

Pero este no respondió, solo se quedó mirando al frente.

- ¿Qué ves...? - pregunté volteando a ver en la misma dirección.

Me quede muda al ver un par de ojos amarillos enormes en la oscuridad.

Lila al vernos quietos, también volteó. Se quedó callada y luego soltó lo siguente:

- ¿Qué es eso? - pregunto Lila en un susurro.

- No lo sé, pero no hagan movimientos bruscos... No queremos que piense que somos una amenaza - recomendo Ihan.

¿Qué...?

Lila fue retrocediendo lentamente hasta quedar al lado de Ihan.

- ¡Hey! - volteamos al escuchar una voz - ¿Qué hacen ahí? Entren a la fiesta - nos gritó.

Los tres nos miramos y luego volvimos la vista al chico que tenía en sus manos una botella de alcohol.

Asentimos y caminamos hasta el tipo. Nos condujo hasta una puerta media camuflada y antes de entrar voltee por última vez.

Pero ya no había nada.

Sólo oscuridad.

(...)

- ¡Esto esta de locos! - exclamó Lila mientras levanta su botella de alcohol.

Ihan gritó festejando.

- Chicos, será mejor que dejen de beber - les pido, yo estaría igual que ellos pero desde lo que paso en el pasillo no pude.

Ambos me miraron mal.

- ¡No seas aburrida! Ven y bebe con nosotros - me dijo Lila ofreciéndome su botella. Mi vista se clavó en su brazo herido, no había ningún rasguño ni nada que demostrará que lo que vimos es real.

Yo negué sin poder creerlo. ¿Dónde estaba el rasguño provocado por esa cosa del pasillo?

Lila pareció darse cuenta de mi vista clavada en su brazo ya que lo quitó de mi vista rápidamente.

Decidí pensar que todo fue obra de mi imaginación. Actúe normal.

- No, chicos. ¿Mejor bailemos, sí? - dije y les agarre la mano a ambos, lo lleve al centro de la pista y en seguida se pusieron a bailar.

Lila estaba bailando con un tipo al que no logré verlo bien y Ihan con una chica rubia de tetas grandes. Y yo, pues bailaba sola o acompañada de vez en cuando.

Sentí que me observaban, sin embargo lo ignore. Un chico se me acercó y me agarro de mis caderas, no lo aleje ya que en ese momento me daba igual.

Al fin y al cabo era una fiesta. Le quite la botella a Lila y me bebí un largo trago. Ella me felicitó y yo me reí.

Y así fue la noche, alcohol, baile, risas y unos cuantos golpes a los que se intentaban sobrepasar conmigo. Sí estaba borracha, pero no tanto.

- ¿A dónde vas? - me preguntó Lila.

Me voltee y le respondí:- A tomar aire... Los veo luego - le digo y salí del lugar, que al final me di cuenta que era un depósito.

Después de bajar como cien escalones, llegue a la plata baja. Salí al jardín del internado, que me había mostrado la chica al comienzo, creo que se llamaba Karla, pero bueno la cosa es que me lo había mostrado el día de mi recorrido.

Ya era de día, no sabía la hora... Pero supuse que eran cerca de las seis o siete de la mañana.

Ya en el jardín, camine por el lugar. Habían varias flores y rosas, también divisé una fuente, así que me dirigí a ella.

Mientras caminaba hasta dicha fuente, escuche ruidos provenientes de unos árboles grandes, así que me detuve y enfoque mi vista en los árboles buscando al responsable que causaba el ruido.

Di un grito al ver a Ryder salir de esos árboles. Se veía exhausto y a nada de caer rendido en un sueño profundo.

Estaba sucio, cómo si hubiera estado corriendo en cuatro patas por todo el jardín.

¿Qué le había pasado?

- ¿Estás bien? - le pregunté acercándome a él, me puse de rodillas y lo observe mejor.

Al darse cuenta volteó la mirada y con esfuerzo se levantó, me levante rápidamente.

- Estoy bien... ¿Qué haces aquí?  - preguntó mirandome de arriba a abajo. Sus ojos se tornaron negros, pero los cerró y negó con la cabeza. Al abrirlos volvieron a ser azules, pero un azul claro. 

- Salí a tomar aire... ¿Qué hacías tú? - pregunte.

- Eso es cosa mía... - murmuró y luego me miró:- Buscaba a alguien.

Me dice y comenzó a caminar lejos de mí.

Corrí hasta su lado, ni idea porqué... Pero una parte de mi quería estar con él, asegurarme de que esta bien.

Ya sé, es tonto. Supongo que son los efectos del alcohol.

- Iré contigo.

Él no contesto, sólo siguió caminado. Se detuvo de golpe y se agarro de mi por acto reflejo.

- ¿Qué te pasa? - pregunté preocupada.

Alzó su mirada, esta reflejaba dolor. Y eso me afecto de alguna manera.

- Connor... Maldita seas - murmuró en voz baja y se agarro un lado de su abdomen:- Llama a Luca.

Pidió y lo agarré antes de que cayera al suelo, pero al final termine cayendo con él.

¡Putos tacones!

Lo acomode mejor en el suelo y busque algo en sus bolsillos, lo único que encontré fue su celular.

Para mi suerte no tenía contraseña, así que fui a contactos y llame a un tal Luca.

- ¿Ryder? ¿Dónde demonios estás? Dime que lo encontraste - pidió el chico con tono preocupado.

Me aclare la garganta y hablé:- No soy Ryder, díganos que él ahora está durmiendo. Soy Sofía - le aclaró.

Escuche cómo se atragantó.

- Vaya que no pierde el tiempo... - escuche que dijo por lo bajo - ¿Sofía Montés, no? - me preguntó.

¿Cómo sabe mi nombre?

- Esa misma. ¿Podrías venir?, tú amigo esta realmente mal, parece que se lastimó... Me preocupa - susurre lo último.

- Bien, voy para allá - aviso y colgó.

¿Cómo sabría dónde estoy? 

Mire a Ryder, se veía realmente mal. Pase mi mano por su mejilla y la acaricie, una lágrima se paseo por mi mejilla... Me dolía el cuerpo, era como si él compatiera su dolor conmigo.

¿Qué me está pasando?

- Maldita sea, no sé porqué lloró - me digo y otra lágrima se deslizó por mi mejilla.

Sí, definitivamente es el alcohol. Yo no tendría que llorar, sin embargo lo hacía.

Estaba llorando por él.  

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· Nota de Autora:

Hola, he visto todos sus comentarios y en serio me encantaron, muchas gracias a las que comentaron, todas me sacaron una sonrisa.

En fin, espero que les este gustando la novela y sigan comentando y dando sus votos, eso realmente me motiva mucho a seguir.

Comenten y voten

[ Editado ]

Besos y abrazos.

- RadianteUnicornio.

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