Capítulo 23

Sofía

Odio la oscuridad, le tengo un poco de miedo.

Cuando tenía catorce años, en las noches cuando era hora de dormir, al momento en que apagaba la luz, siempre veía formas en la oscuridad. No eran formas definidas, sino más como una sombra... Las cuales me asustaban, sin embargo nunca dejaba de verlas. No sabía si eran reales o no, para mí era una ilusión de mi vista y solo eso, era la razón más lógica. Pero como dije, nada quita el hecho de que pudieron ser fantasmas o algo así... Después de todo, yo creo en todo lo "fantástico o irreal".

- Están tardando demasiado... - opino Lila con evidente preocupación en su voz.

Deje de vagar por mi mente y le preste atención a la situación. Bien, estábamos jugando - en mi caso, leyendo - y se fue la luz de la nada.

Tal vez el hotel no pago la luz... ¡Hay no se nada, odio la oscuridad, joder!

- Deberíamos ir a buscarlos - opiné.

Prefiero eso a quedarme aquí a oscuras. Aunque afuera debe estar igual.

- Pienso igual... Ven, vamos - dijo y me tomo de la mano.

Ambas salimos de la habitación, los pasillos estaban oscuros y solo se escuchaban las quejas de algunos huéspedes.

¿Tengo poderes, por que no usarlos?

- No, te pueden ver... Y ahí sí estaremos en problemas. Las cámaras de seguridad siguen  funcionando gracias a energia de emergencia. Pero no entiendo porque las luces no encienden -  me detuvo Lila.

Frunci el ceño. Ella me había leído los pensamientos, me había olvidado que ella podía hacer lo mismo.

- Pero usarlos haría todo mucho más fácil - digo en voz baja y camine por el pasillo.

Al final de este, entre la oscuridad, resaltaron dos ojos rojos.

Dios, que no sea un vampiro...

- Es Santiago, pero no entiendo por qué actúa de esa forma. El sabe que estamos rodeados de humanos y cámaras que aunque no haya luz funcionan igual, será idiota - soltó Lila.

La ignore, no podía dejar de ver esos hermosos ojos rojos que me generaban una sensación rara y aunque también me dieran algo de miedo, me daba mucho más curiosidad.

Yo había visto esos ojos... En algún momento lo hice. Pero no recuerdo donde y se me hace muy extraño. Aquellos ojos me ponían nostálgica por algún motivo que desconocía.

De a poco me fui acercando y el rostro de Santiago se me hizo más notable entre la oscuridad. Cuando estuve enfrente de él, ambos nos miramos fijamente a los ojos.

Él alzó su mano y acarició mi mejilla, lo hizo de una manera tan suave como si temiera romperme. Y eso realmente me pareció tierno.

Sus ojos de apoco se fueron volviendo a su color 'normal', dejando ver unos hermosos ojos celestes.

Se separo de mi al momento en que se dio cuenta que me tocaba. Me miro frunciendo el ceño y con una cara de confundido se fue corriendo por los pasillos.

Eso fue raro...

- ¿Qué demonios sucedió? - pregunto confundida. Lila observaba la dirección que se había ido Santiago.

Yo solo negué. No podía hablar, estaba como en un mini-shock por lo ocurrido.

Lo único que hice fue acariciar el lugar en donde había estado la mano de Santiago.

¿Qué es esto?

(...)

Santiago. No he dejado de pensar en él, en la forma en la que me acarició... En aquel sentimiento extraño que sentí al ver sus ojos.

Por otra parte, Ryder me ha estado evitando. Supongo que vio lo que pasó ese día que se fue la luz o ni idea. Pero siempre estoy al tanto de él, Lucas siempre me cuenta lo mal que está. En resumen, me dijo que cuando una pareja se separa mucho de la otra, el que se aleja la pasa mal ya que su cuerpo pide la cercanía del otro.

Osea que el cuerpo de Ryder me quiere cerca, pero a la vez no. Y le entiendo, esa escena que lo pudo malinterpretar.

Pero yo estoy segura que no siento nada por Santiago... ¿Verdad? Al menos nada romántico.

- Es idiota, sabe que te necesita. Pero se niega a aceptarlo... Sí sigue así puede enfermar gravemente - bufo James.

- Te necesita, Sofía - me dijo Lucas.

- El no quiere verme y respetaré su decisión - digo mirando al suelo.

O bueno, lo intentaré...

- No seas idiota, te he visto sufriendo y llorando todas las mañanas. Sofia, tú también lo necesitas - me dijo Lila.

La mire, ella estaba cansada de esta situación...

- No puedo hacer nada, iré a verlo cuando él me lo pida - digo decidida y me levanto del asiento.

A pasos rápidos salí de la cafetería. Al salir, me tope con Santiago que al verme se fue en dirección opuesta.

- ¡Espera! - grité, sin embargo no me hizo caso.

Corrí hasta llegar a él y lo tome del brazo.

- ¿Qué quieres? - pregunto frío.

¿Y ahora qué? Dios, no pensaba hablar con el. Actúe por impulso.

- Quiero hablar contigo - solté intentando sonar segura.

- No tengo nada de que hablar contigo, Sofía - me dice y se zafó de mi agarre en su brazo.

Antes de que pudiera irse, congele sus pies. Creo que debería practicar otras cosas que sólo congelar...

Maldición.

- Dije que teníamos que hablar y hablaremos - digo firme.

- Habla rápido - pide y se cruza de brazos.

Asentí.

- ¿Que te sucedió ese día que se fue la luz? - pregunte con un toque de nerviosismo.

- Eso es cosa mía, no te incumbe - me dijo brusco.

- Claro que es cosa mía - me detuve al ver una flecha pasar a centímetros de mi cabeza.

En cuestión de segundos me encontraba acorralada entre los casilleros y el cuerpo de Santiago.

- Vinieron a buscar a Ryder, saben que está debilitado... - susurro Santiago más para si mismo que para mi.

Dios, estaba tan cerca de él.

Su mirada, la cual estaba en mis ojos, se posó en mis labios por unos segundos. Luego negó y se separó un poco de mí.

- ¿Ya se fueron? - pregunte asomando mi cabeza por encima de su hombro.

Fue en vano, no logre ver nada.

- No, siguen aquí. Pero están en el segundo piso, lo están buscando a él, así que no te preocupes - me dijo y se separó por completo de mi.

- ¿Dónde está Ryder? - le pregunto con una evidente preocupación.

El me mira serio.

- En la torre. Debe estar durmiendo, es difícil estar lejos de ti - soltó, pareció darse cuenta de sus palabras y se aclaró la garganta -. Digo, el es tu mate y les hace mal estar separados.

Sonreí internamente.

- Entiendo. Creo que tendré que ir a verlo... - digo y antes de que diera un paso, el me detuvo.

- Iré contigo, por seguridad -  no espero mi respuesta y solo se adelantó.


₪₪₪₪

· Nota de Autora:

¡Yeah, apuesto que no se imaginaban eso!

¿SantiagoSofía?

¿Creen que pueda pasar algo entre ellos?

¿Qué piensan de Santiago? Algo esconde, digo yo.

Ya lo veremos, no se olviden de
Comentar y votar.

Besos y abrazos.
- RadianteUnicornio.

( Editado )


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