Cuando Kaoru abrió los ojos, comprendió que lo que había ocurrido era real.

Adam lo había golpeado, sin pesar, con su tabla. Dejándolo inconsciente, disfrutando con dañarlo y usando una frías y filosas palabras para hacerle sentir el peso de los años. No importo todo lo habían vivido en el pasado, las risas, esas caricias en el cabello, esas miradas furtivas, ese jugueteo y sin duda aquellas noches.
Todo se quedaba como un sueño lejano, enterrado por los años.

Sus ojos se cristalizaron, su garganta apretaba y aunque todo su cuerpo dolía, el mayor dolor era comprender que jamás volverían a ser como antes, que el trio de aquellos años había desaparecido, que aquella sensación de seguridad ya no existía.

Y a pesar de tener tanto dolor, no se permitió llorar, no lo haría; no le daría ese triunfo a ese hombre. Aunque su lado omega quisiera llorar, formar un nido para sentirse protegido y quizás alguien que le acariciara el cabello para sentirse aliviado.
Quizás esa idea hizo que observara la habitación en la cual se encontraba, notando como a sus pies se encontraba la chaqueta del Gorila y su querida Carla cargándose.

—Veo que despertaste.—Giro su cabeza, para notar como el doctor de su familia entraba a la habitación, con un informe entre sus manos.

—¿Cuándo puedo irme?

—Sakurayashiki-san...¿Cuándo aprenderá que debe cuidarse mejor?. No debe ejercer deportes que puedan dañarlo de gravedad, y mucho menos que puedan afectar a sus capacidades cerebrales o físicas a gran escala.

—No quiero un sermon en estos momentos.

Aquel doctor suspiro agotado, conocía al joven desde hace años y aunque tenia que encargarse de mantenerlo en perfecto estado, siempre lograba volver con alguna herida física o una herida mental. Para todo el mundo el era fuerte, elegante e independiente; pero en la realidad era ansioso, mal hablado y siempre buscaba cariño de sus personas importantes.

—Debo revisar unos exámenes mas y avisar a tu abuelo. Lo mejor sera que descanses esta noche aquí y mañana con ayuda de unos doctores llevarte a tu casa.—Miro al joven y antes de que este le reclamara continuo.— Lo mejor seria que dejaras de trabajar hasta curarte por completo y que no vayas a donde sea que fuiste esta noche, vuelvo enseguida.

Kaoru espero que el doctor de familia se fuera, para colocarse de pie y tomar a Carla y la chaqueta. Y aunque sus piernas temblaban, no espero ni un segundo para escaparse de la clínica. Necesitaba sentirse acompañado, no regañado, que alguien estuviera a su lado en esos momentos en que la soledad y el dolor le envolvía. Asi que fue a aquel restaurant que era su refugio de días agotadores como ese.

Al llegar al recinto se comporto como siempre, como si lo que hubiera pasado no doliera tanto, pero sabia que los ojos de Kojiro no eran ciegos, podían ver a través de el y aunque no lo expresara, se lo agradecería. Sentir el cándido aroma del matcha combinado con los troncos de bambú bajo el sol, era tan relajante que le hizo dormir; sin percatarse de la suave mirada del peliverde.

Cuando Kojiro lo vio dormir no pudo evitar observarlo con detenimiento, apreciando esos cabellos rosas, esa piel blanca, esas pestañas largas y esos labios color durazno. Acerco un poco su rostro a el, olfateando el aroma a cerezos con toques leves de tinta; sonriendo al notar como este aroma iba mezclándose en su restaurant, como si el omega intentara marcar todo como suyo.—Nunca te dejaré solo.— Comento al aire mientras acariciaba esos cabellos suaves, siendo mas gentil cuando rozo la parte trasera del cuello, en donde las vendas tapaban aquella cicatriz que tanto odiaba.

Aún asi, beso con delicadeza esa zona, sintiéndose cómo el cuerpo contrario se movía suavemente.Provocando una sonrisa y otro beso en aquella zona. Y cuando aquellos labios querian volver a chocar con esa blanca piel por tercera vez un celular le interrumpio; era el de Cherry.

En la pantalla, una foto de una bella niña sonriendo, mientras usaba un lindo yukata rosa y una coleta de lado.
Sonrió al verla y acepto la videollamada, sin dudar.

—¿Que haces despierta a esta ahora, florecita?—

La niña en la pantalla abrió con fuerza sus dorados ojos, que brillaban con aquel tono de sueño. Sus cabellos desordenados, demostrando que se habia movido sobre la almohadas.—Tio...Kojiro—Soltó una risa nerviosa con vergüenza, jugueteando con su cabello.—Es que sentí que algo le paso a papá...y me desperté. ¿Papá esta bien?.

Kojiro sonrio enternecido por la comunicación entre omega y su cachorro, sintiendo una punzada al ver esos cabellos azules contrarrestar con su blanca piel, y aun asi, sentía un alivio al verla sana y saber que ella no dudaría en hablarle.

—Tranquila, yo cuidare de él.— Le guiño un ojo, provocando una risa soñolienta.

—Siempre lo haces...por eso te quiero mucho.—Levanto su mano, cerrándola y dejando que solo su meñique se elevara.—Cuídalo hasta que regrese.

Y haciendo el mismo gesto que ella, Koijiro firmo una promesa de meñique a la distancia.—¿Algo mas florecitas?

—Si...dile que lo amo mucho y que lo extraño...también se amable con carla, ella cuida de papi por mi también.

El peliverde suspiro, riéndose mentalmente al saber que ambos eran unos fanáticos de esa IA.—Tranquila, lo hare...pero ahora debes descansar, mañana hablas con tu padre.—Sonrio al verla bostezar y acomodarse en la cama. Aquel simple gesto le hizo recordar las facciones de Kaoru en la primaria, delicado, bello, pero con una mirada penetrante.

Cuando la menor colgo, volvió a mirar a Kaoru; tomándolo en brazos con mucha delicadeza. Se lo llevaría a su propia casa para facilitar su trabajo de cuidarlo, después de todo habia una cama especialmente para el, junto a la ventana mas grande de su departamento con vista al parque.
Lo llevaría su casa cuando mañana, ahora quería cuidarlo y mimarlo un poco mas, aunque al pensar en ello se le escapo un grato sueño.

—Nuestra pequeña quiere volver a verte.—

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——Recuerdos——
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Interrumpir sus estudios en Italia, nunca fue su idea, pero al saber por sus viejos amigos que Kaoru estaba en el hospital lo hizo sin dudar. Tomando el primer avión a Japón que encontró y mensajeando a su amigo desesperadamente.

Habia intentado comunicarse con los padres de este, pero no le respondieron mas que un "No es de tu incumbencia". Y aunque intento nuevamente con el abuelo de su mejor amigo, este solo le pidió que fuese cuidadoso si deseaba verlo.

Aquello le preocupo, pero jamás paso por su mente con lo que se encontraría.

Su mejor amigo estaba marchitado, mientras miraba a la nada.

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Primer capitulo de mi fic de SK8, es que quería hacerlo hace mucho, pero no me habia atrevido...
Seguiré escribiendo las historias de Bnha, pero recuerden que son capítulos mas largos, este sera de capítulos mas cortitos, pero mantendrá el afán de preguntas.

¿Quieren saber del pasado directamente o de a poco?

Aquí coloquen sus teorías de géneros uwu

PD: perdonen faltas ortográficas.