Damon

Se podría decir que todo es perfecto desde que Malia y mi pequeña hija, Helena, vivimos juntos. Eramos una familia muy feliz...

- ¡Papá, quiero ir! - grita molesta. Al menos era feliz hasta que crecio...

- Claro que no, eres muy pequeña para salir - contesto de la forma más pacifica que puedo. Pero la verdad es que lleva más de una hora insistiendo con salir y mi paciencia se esta yendo un poquito a la mierda.

- ¡Ya tuvimos esta discusión el otro día! Mamá al menos me hubiera dejado - gruñe y se cruza de brazos.

- Pues tu mamá no esta aquí... Lena, no vas a oir otra respuesta que no sea un no - le digo, comienzo a firmar peticiones que piden mis empresas. Ser Alpha de una manada y encima ser dueño de una empresa es bastante complicado... Hasta ahí era manejable, pero ahora ser padre lo ha vuelto más difícil.

Y más si salio con el carácter de su madre... Nunca acepta un no como respuesta.

- Si me dejas ir te diré donde esta mamá ahora - suelta y yo dejo de leer el documento que tengo en mano.

- Ya se donde esta... Fue a visitar a Celeste - le digo con una seguridad que esta empezando a deshacerse.

- ¿Seguro, papi? Por que me dijo que iría a visitar a un amigo - dice con una sonrisa inocente.

Me levanto de mi silla y me acerco a Lena, ella sonríe aun más sabiendo que estoy comenzando a dudar.

- ¿Que amigo? - pregunto serio.

- No diré nada hasta que me des permiso para ir, papá.

- Bien, puedes ir. Ahora dime - le pido y ella niega con su dedo.

- Como si no te conociera. Cuando este en la fiesta te diré donde esta mamá - sonríe y sale de mi oficina.

¿Desde cuando dejas que tu propia hija te manipule, Damon? ¡Eres su padre y su Alpha!

- Me van a salir canas antes de tiempo por ella... - murmuró y pienso en como haré para que me suelte lo que sabe.

(...)

- Ya me voy, papi. Luego te mando un mensaje con todo lo que se sobre mamá - dice bajando las escaleras. Su vestimenta me hace querer negarme a dejarla salir... Pero necesito saber donde esta su madre.

- Me lo dirás ahora... O no irás - le digo cruzandome de brazos. Ella bufa enojada y lo piensa unos minutos.

- Entonces no diré nada. Ya sabes como es esto papá... Tu me ayudas y yo te ayudo - me recuerda.

Eso le había dicho yo hace dos años...

- Bien, lo quiero en diez minutos o iré por ti - le advierto. Ella asiente y sale corriendo de la casa.

A la espera de su mensaje mi mente esta en un conflicto entre pensar que soy estúpido por haberla dejado ir o porque siento que me ha engañado.

- Alpha, vine lo más rápido que pude - exclama mi beta entrando a mi oficina. Asiento y le invito a sentarse frente a mi.

- ¿La seguiste?

- No fue muy difícil... Pero no fue a una fiesta - dice y puedo ver que esta nervioso.

- ¿Y a donde fue? - pregunto confundido.

- Al aeropuerto... Según investigue, se fue en un vuelo con destino a París, Francia - me informa y yo estoy que me muero por dentro.

¿Como...? Ella aún es pequeña para viajar.

Sin decir nada ingreso a través de mi computadora a ver mis gastos. En una de mis tarjetas figura la compra de dos boletos de avión...

- No se fue sola... Se fue con Malia - gruño y me levanto rápidamente para ir a alistarme -. Compra un vuelo para el mismo destino que mi hija y esposa. Para hoy, por favor.

- Si, Alpha.

(...)

No se me dificulta encontrar a Malia una vez baje del avión. Su rastro era más intenso que los demas y gracias a eso pude ver que se estaba quedando en una de las mansiones que compre hace un año.

- Señor, no menciono que vendría - dijo el guardia de la entrada.

- Es mi casa, no tengo que hacerlo - digo cortante. El sujeto se queda callado y me abre el portón -. ¿Donde esta mi mujer y mi hija? - le pregunto.

- Vi a su esposa... Pero después llego una amiga de la señora y nadie más - dijo con rapidez.

Si... El es humano, entiendo que no sepa que la chica esa era mi hija. Malia y yo parecemos de veinte siete y mi niña parece de dieciocho.

- Bien. - ingreso a mi casa y sigo su rastro. Me quedo quieto al sentir más de un aroma y es cuando reconozco uno de ellos: El aroma de Damien.

¿Que hace el aquí?

- ¡Bienvenido! - gritan varias voces cuando entro de golpe a la casa. Mierda... No me esperaba esto.

- Si que te tardaste, lobito - me dice Malia que sonríe con burla.

- ¿Querías saber quien era el amigo que mamá estaba visitando, papi? - me pregunta burlona Lena -. Te lo presento a  Damien, Alpha de todas la manadas de Latinoamérica.

- Hola, Damon... Yo les dije que no te gustaría la idea, pero Malia es una mujer insistente - me dice Celeste. Sonrio ante la calma que me invade cuando sonríe... Cosas de hadas.

- No entiendo.

- Eso no es nada nuevo, cariño - contesta Malia y la miro mal.

- Papi, se acercaba tu cumpleaños... Mamá y yo queríamos hacerte algo especial. Se nos ocurrió pasar una vacaciones en familia y con amigos - explica mi hija al ver que su madre no quiere hacer nada más que molestarme.

- Es por eso que todos nosotros pasaremos una larga semana en las playas del mar caribe. Sabemos lo mucho que les gusta el calor a los hombres lobo y a las hadas.

- Se olvidaron que tu esposa es mitad vampiro anti-sol - se ríe Malia.

- ¿Es en serio? - pregunto sin creerlo aún.

- No papá, estamos haciendo una broma - me dice haciendo una mueca rara.

- Ya decía... Demasiado bueno para ser verdad - murmuró.

- ¡Papá era sarcasmo! Claro que es cierto - dice al escucharme.

- Lo sé, puede que ante tus ojos este viejo... Pero se como hablan los chicos de ahora - contesto gruñón.

- Ajá.

(...)

Estar en la arena, frente a las tranquilas aguas celestes del caribe era fabuloso... Hace unos meses que no pasaba por aquí. Volver se siente muy bien.

- ¡Estas muy pequeña para tomar, Helena! - le reclamo cuando veo que trae en su mano una copa de alguna bebida alcohólica.

- Papá... Me estas haciendo pasar vergüenza. Y no soy una niña, tomar una copa no me hace daño y no lo va a hacer nunca, soy híbrida - se queja y se toma de golpe el líquido. Me sonríe y se va de nuevo a la barra.

- Si sigues mirandola así... Vendra la seguridad para llevarte a prisión, pareces un viejo pedófilo - me dice Malia.

- Tengo veintisiete años.

- Y tu hija parece de dieciocho... Dejala disfrutar y disfruta también tu.

- Es de día para poder disfrutar de lo que quiero en realidad - le respondo con una sonrisa.

- Pervertido - suelta tapándose sus pechos.

- ¡Por favor! Los he visto muchas veces ya - le recuerdo con una sonrisa.

- ¡Papá no quería saber eso! - me grita Helena horrorizada. Malia se ríe como loca a mi lado y me da un golpe fuerte en la cabeza.

- Idiota, tu hija estaba atrás. Me iré a nadar... ¿Me acompañas, lobito? - me pregunta ofreciéndome su mano.

- Como siempre - acepto su mano y nos vamos directo a la playa.

Puede que sean dos mujeres locas... Pero son mis mujeres locas y las amo con locura.

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· Nota de Autora: ¡Solo queda un extra más! ¿De que quieren que trate?

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Besos y abrazos.
- RadianteUnicornio.