capítulo 39: Bienvenida al mundo
~Capítulo 39~
|Bienvenida al mundo - parte 1|
Malia
Abrí los ojos con pesadez, sentía mi cuerpo pesado y sin fuerza, pero la necesidad de abrir los ojos y ver a mi pequeña me gano: Hermosa. No podía definirla en otra palabra, ella en serio era una princesa, todos mis sentidos se concentraron en esa pequeña que lloraba en manos de la enfermera y luego se la entregaba a Damon... Ella dejo de llorar al instante, pero aun así se quejaba, hasta que ambas conectamos miradas.
Y que decirles, mi mundo entero se detuvo en ese momento. Todo lo malo se desvaneció al ver esos impresionantes ojos rosas.
- Creo que hubo una rara e imposible mezcla aquí... - comento el médico. El tenía razón, era algo fuera de lo común y eso me dio un alivio increíble, ella seria diferente: Fantástica.
(...)
Habían pasado unas semanas desde que nació Helena Romanov, la princesa de mamá y papá... Y bueno, también de toda Europa.
- Acaban de llegar los regalos de Damien y Celeste, junto con una nota: 'Hola, amigos. Soy Celeste, saben que Damien no es fan de las cartas, pero en fin... Les quería dar mis felicidades, se que serán unos padres increibles para la pequeña Helena. Pronto nos veremos, así que vayan preparando la cena. Besos y muchos abrazos a los tres. - Celeste y Damien ( quien esta feliz de conocerla ).' - me lee Damon, sonrío a la vez que le doy de leche a la bebe.
- Los extraño, deberían venir en Navidad, se acerca y quiero pasarla con ellos. Apuesto que a Lena le gustaría pasar tiempo con Celeste, ella suele llevarse bien con los niños.
- Los invitare. También vienen Sofía y Ryder, sabes que de eso no te salvas - me dice y yo gruño.
- Pensándolo bien... Creo que Helena y yo no estamos para fiestas de navidad. Cancela todo - digo fingiendo estar mal.
El pone los ojos en blanco y deja el paquete encima de la mesa central, se acerca a mi y acaricia la cabeza de Helena, ella se separa de mi y sonríe mostrando la leche que tiene en su boquita.
- Es hermosa, y es nuestra... - murmura y yo sonrío. La imagen de los tres juntos me hace muy feliz.
- Por ahora, cuando crezca buscara a su mate y no me sorprendería nada que sea igual de posesivo que su papá - le molesto y el me gruñe.
- No la dejare que tenga novio hasta que cumpla al menos cien años - me dice y parece decirlo muy en serio.
- Damon, yo tengo menos de cien años... ¿Tu cuantos tienes? Ahora que lo pienso nunca lo pregunte.
- Tampoco quería que lo hicieras... Tengo casi doscientos años, ciento noventa y nueve - me dice y parece querer ver dentro de mi.
- Eres un pedófilo, Damon - le digo seria y el me mira mal.
- No me hagas enojar.
- ¿O que, lobito? - le provoco, sonrió cuando sus ojos se vuelven rojos.
- Malia... No te he tocado desde hace dos meses, ¿Puedes no aumentar mis ganas? - me pide sufrido. Me río y me levanto para dejar a la pequeña en su cuna, la cubro con la manta una vez que sus ojitos se cierran.
- Ahora sí, lobito. ¿No te morias de ganas de tocarme? - le pregunto una vez estoy cerca de él. Sus ojos brillan con tanta intensidad que no puedo contenerme: Me lanzo a sus labios en, como siempre, busca de mucho más que un beso.
- ¿Hemos vuelto, Bella?
- Nunca me fui, lobito. Ahora vamos a la cama... No perdamos tiempo - le digo logrando que se ría.
- Mi insaciable, Bella - se burla y me arrastra hasta la habitación más cercana.
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· N/A:
Hola ;)
Se acerca el final, de hecho es el próximo capítulo, el capítulo 40... La despedida. Lloro por dentro.
Pero bueno, aun no acaba esta trilogía y una vez acabe este segundo libro, comenzaré con el tercer y último libro de esta hermosa trilogía: Simplemente Suya. ¿De quien trata? La historia de Celeste y Damien.
Los dejo, los amo.
Besos y abrazos.
- RadianteUnicornio.
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