capítulo 3: No soy de nadie

~Capítulo 3~
|No soy de nadie|


Malia

Lo mire con burla. ¿Suya? Já, ya quisiera. Yo no era de nadie y eso estaba claro.

-¿Hablas en serio? Por que si es así, lo siento, pero yo no estoy en busca de una relación. Además de que te conozco hace dos minutos... Literal - le digo pasando mi mano por mi cabello.

-Estoy seguro de que escuchaste sobre que los hombres lobo buscan a su alma gemela, a aquella persona que será su compañera por toda la eternidad. Bueno, tal parece que tu eres la de mi hermano - dice incomodo Daren. Si había escuchado sobre eso, pero nunca lo creí cierto ya que no me gustaba la idea de atarse a una persona.

Yo era libre y el tener un alma gemela significaría que tendría que estar todo el tiempo con Damon. Eso no pasaría, ni siquiera me caía bien por el amor de Dios.

-¿Y cómo sabe que soy yo? - está vez miro a Damon, parece estar molesto con el tema -. No me conoces en nada, ¿Cómo podrías ser tu mi alma gemela? ¡Ni siquiera soy una mujer lobo! O como se diga - digo histérica. Me estaba poniendo de los nervios esta charla.

-Eres mitad y al parecer eso basta. Creeme yo tampoco estoy contento de que mi alma gemela sea una híbrida - escupe Damon. Ignore el dolor que me causó escuchar eso salir de sus labios.

-¡Bien, entonces dejémoslo aquí y ya! Ninguno de los dos queremos esto, así que olvidemos toda esta mierda y ya, todos contentos- digo y hasta ahora no me había dado cuenta de que había subido la voz.

-¿Crees que no lo considere? Pero para mi mala suerte estoy atado a ti, como tu de mi. Si nos alejamos podría matarnos a los dos y disculpa por esto pero yo amo mi vida y próximamente tomaré el puesto de mi padre. No puedo dejar a toda mi manada a su suerte. Así que lo siento, pero quieras o no, no podrás alejarte de mi. A partir de ahora viviras aquí, conmigo y no hay otra opción - y así sin más sale del comedor hecho furia.

¡Yo debería estar así! Sin embargo me quedo callada intentando procesar todo esto.

-Lo siento, sino te hubiera traído no estarías pasando esto, pero como ya escuchaste. No puedes evitarlo, ya estás atada a el y no te queda de otra - luce bastante arrepentido, me causa curiosidad ya que debería estar feliz por su hermano pero en cambio está mal por mi.

-Claro que sí, talvez no pueda evitar estar atada a el. Pero aún puedo escapar y como se que la distancia nos mataría, talvez me esconda por aquí cerca. Y si la opción Á no funciona, la opción B sería hacerle la vida imposible - sonrió inocente. La sola idea de estar encerrada me hace sacar un lado que aveces no quisiera tener.

-Te ayudaría, pero va en contra del juramento familiar. Lo siento pero estás sola, lo único que puedo hacer es no decir nada pero sólo eso - me da una última sonrisa y sale del comedor.

♡♡♡

La sirvienta de la casa me mostró mi habitación. No me sorprendió nada que me llevará directo a la habitación de Damon, supuse que el se lo ordenó.

Molly, así se había presentado la sirvienta. Era un poco más grande que yo, rondaba los veintisiete años y era una chica amable. Me ayudó a encontrar ropa con que dormir y luego se fue dejandome sola en la cueva del lobo.

Lo mire de reojo estaba mirando su notebook y parecía concentrado en lo que hacía. Entre en el baño y me cambié de ropa, la pijama que me había traído Molly no me cubría lo suficiente. Era un vestido que me llegaba hasta los muslos, de seda Rosa y para mi sorpresa me encontré sonriendo contra el espejo.
Esta pijama me hacía recordar cuando yo era pequeña y dormía con algo parecido, sólo que me llegaba hasta los pies y no hasta los muslos.

Quite la sonrisa de mi rostro y sin más remedio salí del cuarto de baño. Damon dejo de ver la pantalla de su notebook y me miro, sus ojos se oscurecieron por unos segundos para luego volver a su color normal.

-¿Esperas una invitación para que vengas a dormir? No muerdo, bueno sí, pero contigo haré una excepción - me sonríe. Vaya, hace unos momentos estaba furioso y ahora me sonríe.

¿Bipolar? Sin duda.

-La casa es grande, ¿En serio tenías que mandarme a dormir contigo? - me cruzo de brazos. Nunca había dormido con un hombre... A quien engañó, claro que lo había hecho pero yo estaba de acuerdo.

-Tienes que acostumbrarte a estar conmigo. En fin, he estado investigandote y resulta que te inscribiste en el Instituto que yo, lo cual es mejor ya que me ahorras trabajo de cambiarte - dice así de normal. ¿En serio me había investigado?

-Si bueno, es el único que hay en el pueblo no tenía muchas opciones. Pero quitando eso, ¿Porque estás investigandome? Podrías preguntarme - le digo y me siento en el orilla de la cama.

-No creo que quieras responder todas mis preguntas y si lo haces, estoy seguro de que no serias sincera. Así que me ahorro todo eso, de está manera es más simple - me dice mientras deja de lado la computadora -. Ahora pequeña, a dormir.

-¿Me hablas a mi o a tu amiguito? - le pregunto burlona, me mira mal haciendo que sonría con ganas. Es típico de los hombres, si insultas su hombría ellos se sienten mal, es como si estuvieras hiriendo su orgullo. Al igual que con las chicas, si un chico les dice que es plana obviamente se va a sentir mal.

-No tentes a tu suerte, ahora duerme - me ordena y gruño.

-Tu no me mandas, si yo quiero duermo y si no pues no lo hago. Que te quede claro una cosa, yo no soy como otras chicas que estoy segura que son manipuladas por ti. Nunca tendrás el poder de manipularme - digo sería y me acuesto alejada de el.

-Al menos tenemos algo en común. Odiamos ser manipulados- es lo último que le oigo decir antes de quedarme dormida.

♡♡♡

Malia..

Malia...

¡Malia!

Reaccionó rápido y al abrir los ojos veo a Adam en el suelo mientras acaricia su mejilla roja. Mi mano está en el aire en forma de puño y armo el compecabezas.

Mi mano hecha puño, Adam en el suelo tocándose la mejilla roja...

-¡Oh por dios, lo siento Adam! - exclamó y me bajo de la cama -¿Te di muy fuerte? - le pregunto.

-Para ser sincero, sí. Vaya para ser chica tienes fuerza - se levanta del suelo y yo con el.

-Lo siento, digamos que no me gusta que me levanten así. ¿Y porque me despertaste? - miro la cama y es ahí cuando lo recuerdo. Damon no está, su lado de la cama está desordenado pero no hay rastros de el.

-Damon me mandó a hacerlo, es tarde para tu primer día- me dice sonriendo y ahogó un grito. Me había olvidado que hoy comenzaba con mis clases.

-¡Cierto! - digo y busco que ponerme. En ese momento también caigo en que prácticamente estoy en una pijama que no me cubre nada. Me sonrojo y me siento en la cama -Eh, ¿Podrías llamar a Molly? .

Adam ríe y asiente dejandome sola en la habitación. Al poco rato llega Molly y me ayuda a conseguir ropa para mi primer día.

- Tuve que entrar a tu departamento, lo siento. Pero tuve que-.

-Lo sé, no te preocupes. Me ahorraste en ir por mi maleta... ¿Qué pasará con mis demás cosas? - pregunto mientras me decido que ponerme.

-No lo sé, señorita. A mi no me comentan nada, sólo me ordenan- me dice y se acerca a mi -. Hace calor, le recomendaría que usará algo fresco, un vestido o unos shorts.

-Gracias y no me digas 'señorita', dime Malia- le pido, ella asiente.

♡♡♡

Salí de la habitación lista, me había decidió por unos shorts y una remera corta, no era lo suficientemente corto para ser un top pero si mostraba un poquito de piel.

Al llegar al comedor veo a todos sentados desayunando en completo silencio. Oliver, Daren, Dante, Adam y Damon me miraban de arriba a abajo.

-Te diría un cumplido, pero no quiero perder un dedo - me dice Adam. Me sonrojo y veo que Damon esta serio.

-Ni pienses que saldrás así - es lo único que sale de su irritable boca.

-¿Porque? No me volveré a cambiar y fin del tema, si te jode o no ya no es problema mío- digo poniéndome de mal humor. Me siento en la mesa y agarro el cerial para mezclarlo con el yogurt de vainilla.

-Ahora cada cosa que haces se convierte en mi problema- gruñe Damon. Aprieto la cuchara y lo ignoro -.¡Deja de ser tan inmadura! - exclama cuando nota que no le presto atención.

-¿Yo inmadura? Ah por favor, no me conoces ni un poco así que no se te ocurra llamarme inmadura. Y si tanto no me soportas entonces déjame irme - le miro mal y sin paciencia.

-¿Y porque no intentas escapar? - me pregunta. Sonrió de lado.

-Porque no soy estúpida, se muy bien que me encontrarías y las cosas serían mucho peor. Y ahora si me permites déjame desayunar tranquila - digo por último y todo vuelve a ser silencio.

-Como guste la reina - se burla y aprieto la cuchara.

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Nota de autora: ¡Buen día/tarde/noche! Á la hora que estés leyendo esto. Quería saber si les esta gustando la historia y si su respuesta es un Si, pues coméntalo ☺ te estare leyendo xd

Besos y abrazos.
-Radianteunicornio⚘🦄

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