capítulo 13: El es mi novio

~Capítulo 13~
|El es mi novio|

Malia

¿Quien lo diría? Después de todo el problema en el hospital y demás, pude hacerme amiga de Santiago y aunque al principio era distante y frío cuando se trataba de hablar, ahora todo eso había desaparecido... Bueno, la verdad seguía siendo frío y distante, pero ya no traía ese desinterés en la voz cuando hablaba conmigo.

Y definitivamente, ya no desconfiaba de mi y al fin pude contarme su problema con aquella chica misteriosa del café. La primera vez que le pregunte me ignoro, la segunda vez me puso una excusa y a la tercera, por fin me lo dijo.

Tal parece que esa chica le atrae, de todas las formas posibles y según el, ella sentía o mismo pero no quería aceptarlo por todos los rumores sobre su persona. Así que se conformaba con molestarla y justo el día que fui a la cafetería fue su primer beso con ella, por esa razón el estaba tan sonriente y ella toda roja.

Pero cambiando de tema, mi relación con Damon estaba en un término agridulce. Y no tengo porque mentir, la verdad es mi culpa que estemos así, fui yo quien le mintió y luego escapó a robar sangre a un hospital. Donde un sexy vampiro me ayudó a escapar y luego me acompañó a casa... Palabras de el, no mías, aunque le explique las cosas el no quería escuchar y yo termine por dejarlo así, no iba a rogarle por que me escuchara.

Claro que no...

Aunque mi plan de venganza, había funcionado al fin y al cabo, la verdad no me sentía como pensé que me iba a sentir. Fue una perdida de tiempo, pero al menos pude hacer un amigo.

- Hola, híbrida - la voz de Santi me hace voltearme y sonreír por instinto, le doy un beso en la mejilla como saludo y me volteo para terminar de sacar un par de libros.

- No me digas así, al menos no cuando estamos rodeados de humanos - le digo y cierro el casillero.

- Lo siento, error mío. ¿Y como estas con Damon? Se rumorea que están peleados y que es porque un vampiro sexy te beso apasionadamente bajo la lluvia después de robar un hospital - me río y el hace lo mismo.

- ¿En serio se dice eso? Ay dios, nada que ver, si puede que estemos en una situación complicada y acepto que es por mi culpa, pero no es para tanto. Simplemente el no quiso escuchar mi versión de la historia y decidió escuchar a los demás, así que deje de intentar explicarle y lo mande a la mierda - le cuento mientras caminamos a nuestro club. Para sorpresa de ambos, los dos nos habíamos inscrito en el club de natación y decidimos ir juntos todos las clases, gracias a eso también se han esparcido rumores acerca de nosotros dos. Los cuales la mayoría son falsos.

- ¿Quieres un consejo para que vuelvan? - me pregunta con una ceja alzada.

Me encogí de hombros y asiento:- Bien, solo debes hacer una cosa, nada de otro mundo... - me dice y se acerca a mi oído, como si fuese a contarme un secreto -. Acuestate con el, a los hombres lobo eso los vuelve locos - se separa entre risas y yo lo miro sería.

- ¡Idiota! - exclamó y le pegó en el hombro, el ríe aún más -. Ni loca voy a hacer eso, además dudo que quiera verme... estuvo durmiendo en la habitación de invitados, así de exagerado es el - le cuento y una ola de tristeza me pasa... Lo extraño, pero no seré yo quien de el paso.

- ¡Vamos, bonita, no te pongas así! Sabes que al fin y al cabo terminará besandote contra la pared, los de su raza son así, son impulsivos y te apuesto que esta usando todo de su autocontrol para no venir a pedirte perdón. Solo debes ser paciente y esperar a que se le acabe, o por lo contrario ir tu y hablar sobre el tema - me aconseja, escucho cada palabra que dice y se que tiene razón, pero mi orgullo no me dejaba ir hasta el.

- No puedo, mi maldito orgullo no me deja ir hasta el y hablar. Así que esperare un poco más... Aunque algo me dice que no será mucho, se que se esta volviendo loco con los rumores que se crea entre nosotros y los odia, sus celos están por los aires y prácticamente se esta muriendo por hacerme de su propiedad frente a todos y en especial frente a ti - le digo y continuó caminando.

- ¿Frente a mi? Vaya, no me sorprende, soy atractivo y hasta tu lo sabes. Pero vamos, eres su mate, no puedes sentir amor por alguien mas que no sea el... Aunque tampoco lo culpo, le tocó una muy atractiva mate, pero de todos modos, ¿El no tiene mucha autestima, verdad? - me pregunta con tono burlón. Niego con una sonrisa.

- Claro que si la tiene, es muy presumido de hecho, pero conmigo es diferente... Su seguridad se evapora y parece estar al tanto sobre cada chico con quien hablo, pero aun si, yo lo amo - digo lo ultimo en un suspiro. No se si estaba en modo depresivo, pero lo extrañaba a morir.

- Le importas, es así, tiene miedo de perderte... Creo que deberías entender eso, un hombre lobo es inseguro cuando se trata del amor de su mate. Al igual con un vampiro, con la única diferencia que mi raza no lo demuestra tanto - me dice y yo asiento repasando cada una de sus palabras. Como dije al inicio, el ya no es tan frío como al comienzo y eso me agrada, sus consejos son los mejores.

- ¿Y como funcionan los celos en mi caso? - le pregunto con aire de burla, quería dejar el tema de lado, pero sin ser obvia.

- Eres un caso especial, puedes reaccionar de cualquier forma... al igual que los humanos, tus celos tienen un límite y siempre los sientes cuando tienes razones de por medio para estarlo. Aunque cuando tienes razones para estar celosa, tus celos prácticamente te dominan - me dice con una sonrisa.

- ¿Estas diciendo que me volveré loca cuando vea que Damon hace algo... sospechoso o lo vea metiéndome los cuernos? - le pregunto sin creerlo.

- En pocas palabras, así es - asiente seguro y yo hago una mueca. Ambos entramos al club que daba a los vestuarios -. Bueno, me cambio y nos encontramos en la piscina - me dice y entra al vestuario de hombres.

Yo me meto a mío y apoyo mi maletín deportivo sobre una de las bancas, sacó el nadador azul oscuro y la gorra, también tomó los lentes y las sandalias. Una vez con todo en manos, me meto a la ducha y me doy una remojada, luego me desnudo y me pongo lo que traje.

Salgo de las duchas y guardo mi ropa que luego me tendré que poner, sacó mi toalla y guardo mi maletín en mi espacio que tenia mi nombre en el.
Salgo de los vestidores para ir directo a la piscina, una vez ahí me acerco a Santi que se encuentra apoyado contra la pared esperándome, mientras me acerco veo a un par de chicas hacerle ojitos y reírse entra ellas, parecen molestarse cuando el las ignora y me sonríe cuando me ve acercarme.

- Ya era hora, la clase comienza en cinco minutos y no quiero soportar más a esas de allí. No dejan de mirarme, es incómodo... - se queja de las chicas y me toma del brazo para acercarme a la piscina junto a los otros miembros del equipo.

- Santi, te miran todo el tiempo, ¿Cómo es que esta ahora te das cuenta? - le pregunto con una sonrisa que hace que se moleste.

- Después de todo soy hombre, las chicas estaban en poca ropa y mis ojos viajan hasta ellas sin poder evitarlo. Pero eso no cambia el hecho de que sus miradas son molestas, por cierto... eso te queda bien - me dice con un guiño de ojo. Me sonrojo y intento cubrirme con la toalla.

- No es para tanto y la verdad me queda mal... Las miradas que me lanzan esas chicas me lo dicen de sobra - le digo y me pongo derecha cuando la profesora se acerca a nosotros con aire de molestia, nada raro en ella.

- ¿Qué dices? Esas te miran así porque a ellas les queda feo y a ti no, más bien todo lo contrario. Y créeme que no soy el único que piensa eso, si prestas atención, todos los chicos te están mirando de rato en rato y también podrás notar que me miran mal, es la envidia cariño - me dice y sonrió ante sus palabras. Hago lo que dice y presto atención a los chicos, no me tardo mucho en ver que tiene razón.

- Bien, tal vez tengas razón - le digo y el me sonríe de lado.

- ¡Bien chicos los quiero a todos dentro del agua en menos de un segundo! ¡Vamos, vamos, vamos! - los gritos de la profesora me hacen volver a la realidad y dejo rápidamente la toalla en una silla, para luego meterme al agua -. Quiero que naden de punta a punta, el último en terminar se encargará de limpiar los vestuarios a la salida, les deseo suerte y que esto comience - dice y todos nos ponemos en posición, cada año guardando distancia el uno del otro, cuando escuchamos el silbato nos metimos bajo el agua y comenzamos a nadar.

Iba en primer lugar, al menos a los dos segundos de comenzar, ya que luego Santiago me paso nadando como un jodido tiburón.

Bien, si el usa su fuerza vampira, ¿Porque yo no usar las mías?

Y de esa forma, logre superar a Santiago en menos de tres segundos. Intento pasarme, pero al no poder se rindió y me sonrió bajo el agua, le saque el dedo del medio y el casi se pone a toser bajo el agua.

- ¡Ganadora, la señorita Malia! - grita la entrenadora una vez que me ve salir, me sigue Santiago que me felicita y luego llega el resto. El último en llegar fue una de las chicas, llamada Darla si mal no recuerdo -. Darla, cariño que creo que hoy te tocará limpiar a ti - le dice y veo como ella maldice pero no dice nada más.

- Lo hiciste bien, Malia - me dice John y yo le agradezco -. Vamos chicos, hay que celebrar que llego primera - les dice al resto y ellos automáticamente se unen para levantarme en brazos y hacerme casi volar en el aire, se me escapan algunas risas por lo ridículo de la escena, solo fue una pequeña competencia y bueno, gane porque hice trampa.

- ¡No la toquen! - me tenso cuando el exclamó-gruñido de Damon llega a mis oídos. Los chicos se quedan quietos y miran en dirección a la puerta de ingreso.

- ¿Y quien te crees que eres? - le pregunta uno de ellos, obviamente haciéndose el valiente y el macho frente a Damon. Parece ser nuevo aquí, ya que los otros me bajan al suelo y comienzan a decirle que guarde silencio sino quiere morir, exagerados pero en parte lo que dicen es verdad.

- ¿Quien es ese, Malia? - me pregunta Santiago, aunque creo que lo sospecha, le digo de todos modos acercándome a su oído.

- El es mi novio, y si no lo saco de aquí los matará a todos esos que me tocaron - le murmuró. Antes de que el pueda responderme, soy levantada del suelo y cuando veo por encima de mi hombro logró saber que se trata de Damon -. ¿¡Damon, que haces!? - le pregunto molesta mientras le golpeó la espalda.

- Sacarte de aquí, y tenemos mucho de que hablar - me gruñe y yo le hago lo mismo. Veo a Santiago sonreír burlón y despedirse con la mano de mi, hago lo mismo con una mueca de tristeza para darle más dramatismo al asunto.

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Nota de autora: ¡Holaaa! ¿Cómo están, pequeños? Bueno, para comenzar, quiero decirles que los amo y por eso les estoy dando doble actualización :)

Por otro lado lamento lo corto y tal vez aburrido del capitulo, es que después de este "descanso" por así decirlo, se viene lo bueno y saldrán a la luz unos cuantos secretos. ¿De quien? Pues eso ya lo verán pronto, solo les pido paciencia que todo llegará a su tiempo y aunque crean que algunos capítulos son solo para escribir algo y subirlo nada mas, la verdad no es así, cada capítulo esta escrito por una razón que irán descubriendo más adelante.

En fin, besos y abrazos.

- RadianteUnicornio💜

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