Capítulo 2
"Crack"
Por decima vez en ese día un pobre lápiz había cumplido con su deber, terminando por estar roto en dos y dejando que el grafito de este se esparciera por la barra mientras se manchaba un poco mas la hoja en blanco de aquel cuaderno, mientras el solo se tomaba de los cabellos trastornado por no poder hacer el condenado dibujo que tenia que entregar al día siguiente.
— Tranquilo Todoroki, no se porque te lo piensas tanto, solo entrega un dibujo cualquiera y ya — Uno de sus compañeros de trabajo, Ojirou Mashirao, le palmeo el hombro a manera de apoyarlo.
— Este será un borrador para un proyecto mas grande, si no se me ocurre nada bueno seguramente mi viejo me saldrá con sus estupideces de siempre — Refuto algo enfadado mientras tomaba un lápiz nuevo y volvía a ponerlo sobre la hoja en blanco esperando a que la señora inspiración por fin se dignara a aparecer.
— Si que la tienen difícil los estudiantes de arte, pero pensé que no habías tenido problemas hasta ahora — El rubio le miro algo preocupado ya que normalmente su compañero de trabajo era casi "perfecto" en todo lo que hacia, desde su trabajo hasta sus estudios por lo que le era casi incomprensible verlo de esa manera.
— No los tenia, pero Ashido tuvo que entrometerse y ahora tengo demasiadas cosas en la cabeza — Contesto aun en su tono de molestia mientras empezaba unos trazos en el cuaderno, unos ligeros y poco seguros que seguramente serian borrados después.
— ¿Me estas culpando? Hombre si solo te hice un favor — Respingo la susodicha que venia saliendo la cocina, mientras sonreía de oreja a oreja como una niña traviesa, lo cual obligo al de ojos negros sacar un suspiro pesado, ahora comprendía, cada vez que su compañera de cabellos rosas se inmiscuía en lo que no le importaba, terminaba sacando al bicolor de su zona de confort.
— ¿Ahora que hiciste Mina? —
— ¡Solo le di un empujoncito! Ayer vino un chico bastante lindo que le llamo la atención a Todoroki y hasta le dio una rebanada de pastel gratis, yo solo le coloque una notita al chico con una dedicatoria de Todoroki — Respondió con un ligero puchero mientras se sentaba indignada en una silla plegable, ese día en la cafetería no había gente por lo que podían hacer todo ese teatro sin que se vieran en problemas.
— ¿Un chico que te llamo la atención? — Ojiro se veía sorprendido ante ello, ya que era extraño el hecho.
— Solo pensé que había tenido un mal día — Respondió cortante mientras seguía en lo suyo.
— Ah pero hasta le hablaste, y tu normalmente ignoras hasta a los clientes — Le refuto Mina de manera triunfante, ya que era cierto, su compañero físicamente era muy atractivo y tendía a llamar la atención por lo que normalmente ignoraba educadamente a todo aquel que le hablara que no fuera por el trabajo, y antes de que Ashido pudiera contestar recibió un leve golpe en la cabeza, dando paso a otro de los meseros.
— Deja de meterte en problemas ajenos — Le recrimino el recién llegado, un joven pelinegro bastante amable pero que notoriamente estaba molesto ante lo entrometida que algunas veces llegaba a ser la peli rosa.
— ¡Pero Tokoyami! Te juro que fue un clic instantáneo, yo lo vi, incluso le recomendó venir de nuevo — Reprocho la infantil mujer mientras se sobaba la cabeza algo indignada, causando que nuevamente, todas las miradas cayeran sobre el bicolor.
— Si, bien, me llamo la atención, pero no tenias que ponerle aquella nota en el volante, me vera cara de acosador — Todoroki normalmente no tendía a hablar mucho, y menos con sus compañeros de trabajo, pero esta vez tenia que dejar en claro las cosas.
— Ya Todoroki, conoces a Mina, me encargare de que se disculpe con el cliente cuando venga y explicarle todo — Ojirou era simplemente esa clase de persona que tendía a ser justa y equivalente por mera naturaleza, por lo que cuando le vio su sonrisa tranquila mientras tenia una de sus manos en su hombro solo suspiro, y asintió dando por terminado el tema mientras volvía a lo suyo, mirando la hoja en blanco y con su lápiz en mano, decidido a terminar su tarea, empezó nuevamente con los trazos esperando que estos tomaran una buena forma.
— ¡Pero fue un clic te lo juro! — Volvió a gritar mina ahora desde la cocina.
Crack.
Genial, ahora tenia que comprar una nueva caja de lápices.
***
Pese a que tuvo un mal día, como era la costumbre, su sonrisa era un poco mas deslumbrante y alegre de lo normal, y eso hasta sus amigos lo notaron por lo que ya les había contado a esos dos el gran día que tuvo el día anterior, por ello es que ahora, saliendo de la escuela los tres caminaban a la estación con el fin de ir a aquella cafetería pues el chico de ojos verdes la había mencionado muy emocionado.
Uraraka Ochako y Tenya Iida eran sus mejores amigos desde que había entrado a la escuela media, por lo que no les ocultaba cosas, y eso incluida la nota de aquel mesero por el cual la castaña se había visto mas que intrigada mientras al de lentes solo le parecía sospechoso y le menciono tener cuidado de los acosadores.
Estornudo en medio de la explicación de Iida de que podía hacer legalmente en caso de acoso, ya que el día anterior debido a la mojada si se había enfermado, además de que esa mañana de nuevo se le había hecho tarde, y salió corriendo de casa sin nada para abrigarse mas que una bufanda corriente, la cual termino cumpliendo con su deber de proteger a su dueño de un gato furioso, nadie dijo que las bufandas solo servían para proteger del frio.
Durante el trayecto hablaron de varias cosas, entre ellas el como Uraraka se la había pasado en su día de enferma y el como el hermano de Iida, quien había tenido un accidente hace un par de semanas ya estaba recuperándose y tenían muchas esperanzas en que mejorara por completo, en el tren los tres tuvieron que irse en vagones diferentes debido nuevamente a la congestión de este, al bajar, tardaron unos 20 minutos para encontrarse debido a toda la gente, pero el resto fue mas tranquilo, solo uno que otro tropezón y golpes con postes que salían de solo dios sabe, ya que la mala suerte le acompañaba aun no comprendía del todo por que ellos le tenían tanta paciencia y estima.
— ¡Oigan niñatos! —
Justo cuando pensó que la probabilidad de mala suerte del día era del 60% ahora veía que no, realmente tenia muy mala suerte y de paso esta se la pegaba a sus amigos ya que frente a ellos, 3 sujetos con mala pinta les sonreían con sorna mientras se les acercaban.
— Estas calles no son para críos, pero solo por ser nuevos lo dejaremos pasar, ah pero por ser buenas personas nos merecemos su gratificación ¿no? Así que solo saquen todo lo que traigan de valor y pueden irse — Les dijo uno de ellos extendiendo la mano, como era lo normal, el y Ochako abrían sus mochilas, el suspirando porque de hecho le pasaba bastante seguido por lo que ya no cargaba la gran cosa, la chica maldiciendo por lo bajo con cara de pocos amigos y el de lentes refunfuñando sobre todas las acciones legales que tomaría.
— ¡Hey Bastardos! — Escucharon todos detrás de los tipos, y el menor de todos solo pudo sonreír agradecido.
—¿Que quieres niñato? —
— No soy un niñato, me llamo Bakugo, que se les grabe bastardos hijos de puta — Dijo para después pasar a darle su merecido a los tipejos, mientras ellos tres solo se mantenían al margen, para el trio, el chico explosivo siempre era un "amigo/enemigo" del que se podían confiar.
A Izuku siempre le pareció que su amigo era un héroe, desde niños, Katsuki Bakugo siempre había sido su único amigo del vecindario, aun que también siempre es el que lo había molestado y humillado antes, las cosas habían mejorado un poco.
Cuando entro a la escuela media, el rubio ceniza era su bulling personal, y si que había sufrido pero tras un accidente donde Izuku quedo con los dos brazos fracturados, el chico había empezado a ser mas su amigo, claro, adoraba molestarlo, pero eran amigos, cuando se le necesitaba aparecía, era un mal hablado y de los que cree que el mundo esta bajo sus pies a veces, pero en el fondo sabia que era un buen amigo, pues pese a que lo molestaba a el y a sus amigos, tampoco dejaba que otros los molestaran.
Pero también era de temer después de que los defendía.
— Haber estúpidos, ¿Qué creen que hacen aquí? No soy su puta niñera para cuidarlos todo el día — Dijo molesto en cuanto termino con lo suyo acercándose peligrosamente a ellos.
— A nosotros... pues íbamos a una cafetería aquí cerca Kacchan, yo... fui ayer pero no me di cuenta de que este no era el camino — Trato de excusase mientras el de ojos carmín le tomaba del cuello de la camisa molesto y dispuesto a golpearlo en cualquier momento.
— Sabia que eras un Nerd de mierda pero no pensé que además eras un idiota despistado, la única cafetería de aquí esta a dos calles ¿Es que estas ciego, estúpido o volverás a culpar a tu inútil mala suerte? — Le dijo molesto, su mirada era fría y molesta clavada firme en las esmeraldas de el mas pequeño.
— Ya déjalo en paz Bakugo, un error cualquiera lo comete —
— Cállate cara de galleta —
— No seas grosero con una dama —
— Ve a darle tus estúpidas lecciones de modales a otro cuatro ojos- Refuto molesto para después soltar al peli verde y mirarlos con su típica expresión de enfado — Hagan lo que quieran no siempre estaré para salvarles su trasero de estúpidos —
— Ven con nosotros Kacchan, como agradecimiento — Como siempre solía pasar, Midoriya le sonrio de forma amable invitándolo a unírseles, el solo bufo molesto y empezó a caminar a la cafetería por delante, no era fan de lo dulce como Midoriya, el era fan de lo picante, pero aun que no lo confesara abiertamente agradecía el gesto y en cierta medida, no podía decirle que no a aquel niño al que trato tan mal y que cuando se arrepintió este le perdono todo fácilmente, era molesto, muy molesto pero también era su único amigo, debido a que su carácter no cualquiera se lo soportaba.
— Eso es un si — Dijo Uraraka con una sonrisa mientras retomaban el paso tras el rubio, incluso ellos dos, pese a que no conocían tan profundamente al rubio como Izuku, habían llegado a comprender un poco su personalidad grosera y explosiva por lo que sus comentarios y aptitudes ya no les molestaba, quizás hasta lo consideraban su amigo.
No tardaron en llegar a aquella bonita cafetería donde la castaña quedo enamorada de la vista que ofrecía aquel extraño vidrio, mientras peleaba con Iida pues este explicaba todo de manera racional mientras ella quería pensar que tenia un toque mágico para ello, a regañadientes, el rubio se sentó con ellos en una de las mesas pegada a la ventana mientras revisaban la carta.
— ¿Que van a ordenar? — Una alegre chica peli rosa llena de energía les atendió con una sonrisa traviesa, uno por uno fue dando su pedido hasta que todos estaban listos, la chica sonrio, anoto todo y alzo la mirada observándolos uno por uno hasta llegar a uno en especial en el que clavo su vista.
— ¿Necesitas algo con el Nerd de mierda? — Pregunto molesto Bakugo por como le miraba, pero la chica no se inmuto ante tan grosera pregunta y solo agrando su sonrisa.
— ¡El Chico Bonito vino Todoroki! — Grito sin miramientos la chica quien parecía saltaba de emoción, causando un gran sonrojo en el peli verde mientas de fondo de escuchaba algo de vidrio rompiéndose en la cocina, mientras la chica solo reía alegre y se alejaba a por los pedidos.
— ¿Todoroki no es el mesero que te dio la nota? — Pregunto curiosa la chica mirando a un sonrojado peli verde que asentía con una sonrisa nerviosa mientras miraba a otro lado, lo cual no paso desapercibido por ninguno, causando que la chica riera divertida, el de lentes sonriera un poco y el rubio bufara molesto por no entender que pasaba.
Cuando Izuku alzo la mirada, lo primero que sus ojos notaron fue la mirada Heterocromatica que se acercaba con rapidez, aquel mesero, con su porte elegante caminaba a hacia ellos con sus respectivos pedidos, tan serio y calmado como el día anterior.
Esta vez, el peli verde se permitió observarlo un poco mas, ahora no solo sus rasgos mas notorios, noto el hecho de que su uniforme estaba pulcro y planchado, el pantalón negro, la camisa blanca y el mandil café le quedaba bastante, le daba la apariencia de un mesero muy elegante, este se acerco a donde ellos sin dar a notar sus nervios, pues el comentario de su compañera lo había puesto incomodo.
— Sus pedidos — Dijo cortante sintiendo la mirada de todos ellos analizándolo, la chica bastante curiosa y asombrada, el de cabellos negros con una expresión de desconcierto, el rubio queriendo matarlo con la mirada y la dulce mirada del chico del día anterior algo sonrojado, con esta ultima sintió una pequeña opresión en el pecho y tubo que cerrar los ojos por un momento para relajarse — Disculpen el comportamiento de mi compañera — Dijo sin pensar, queriendo decir algo pero sin saber que, fue lo único que se le ocurrió, pero al no recibir respuesta solo atino a dar la media vuelta.
Cuando este se alejo, la primera en reaccionar fue la chica con un notable brillo en los ojos.
— ¡Es súper guapo Deku! Con un mesero como el no hace falta la nota para animarme el día — Grito emocionada causando que a Izuku casi se le pasar el café por otro lado y varios clientes les miraran sorprendidos por el grito.
— Uraraka-san — Susurro apenado el pobrecito de ojos verdes pensando en lo vergonzoso que era el hecho.
— No entiendo ni mierdas que esta pasando aquí — dijo molesto el rubio sintiéndose excluido de la extraña conversación, la castaña solo sonrio mas.
— No digas nada, solo ve y pide que de nuevo vengan a por el pedido de Deku —Dijo esta maliciosa mirando al susodicho.
— Pero no eh ni probado mi café Uraraka-san — Refuto este algo extrañado por lo que decía su amiga teniendo un mal presentimiento, y mas al ver como la castaña sonreía mientras sacaba su botella de agua de la mochila, echaba el agua al florero que estaba en la mesa y allí vaciaba el café.
— Ahora no tienes café, entonces ve Bakugo —
— ¿Tengo cara de tu estúpido esclavo cara de galleta? — Refunfuño el otro con una venita saltándole en la frente, primero no entendía ni papas de lo que estaba pasando y ahora lo agarraban de recadero.
— Solo ve y ya —
— Jodete — Respondió el otro de mala cara cruzándose de brazos, mientras la chica solo se masajeaba la cien algo fastidiada por lo pesado que era tratar con el.
— Ve y te debo una comida extra picante —
Sin decir nada mas el chico rubio se paro de su asiento algo mosqueado por rendirse tan fácil ante esa sola frase, pero en fin, solo era pedirle al estirado rubio que estaba en la barra que mandara al estúpido mitad y mitad de nuevo a la mesa.
— Oye... — Intento decir cuando llego pero sin previo aviso algo choco contra el de forma abrupta.
— Ah, discúlpame — Una deslumbrante sonrisa fue lo primero que vio, una incluso mas grande que la del nerd, el tipo era por pocos centímetros (2 en realidad de manera oficial) mas bajo que el, de sonrisa de tiburón y un extraño cabello rojo que terminaba en puntas.
— Fíjate antes de molestarme cabello de mierda — Dijo sin preámbulos de manera molesta ignorando la cara de asombro del tipo, poco le importaba si lo consideraban molesto o desagradable.
— Perdón, perdón, para la próxima me asegurare de golpearte mas fuerte — Le sonrio alegre mientras volvía su mirada al chico de la barra — ¿Qué onda Mashirao? Ya vine por mi pedido — Dijo de manera normal como si no le afectara la mirada de asesino serial que le dirigía el rubio ceniza.
— ¿Que dijiste bastardo? —
— ¿Eh? A que la próxima vez te golpeare mas fuerte, así veré de nuevo esa expresión de enfado tuya, te ves muy masculino, me gusta — Respondió el otro sin darle importancia mientras recibía el café con una sonrisa — Bueno espero nos veamos pronto — Le sonrio de nuevo mientras se alejaba, dejando a un enfadado Bakugo.
— No quiero ver de nuevo tu estúpida cara cabello de mierda — Mascullo con varias venitas saltándole en la frente, el peli rojo le sonrio por última vez antes de irse mientras reía divertido.
— ¿Necesita algo? — Pregunto Ojiro tratando de ignorar la escena que habían montado dos de los clientes, llamando la atención del rubio que lo vio enojado.
— La loca cara de galleta quiere que mandes al bastardo mitad y mitad — Respondió a la ligera aun cegado por el enojo que el insoportable pelirrojo había causado en el.
— ¿Perdón? —
— Ah, que mandes al mesero a la mesa — Dijo de nuevo pero esta vez de manera mas civilizada mientras metía sus manos en sus bolsillos y caminaba enfadado a la mesa donde ya lo esperaban sus "amigos" quienes por estar en otra cosa no habían presenciado la escena del rubio.
Al cabo de unos momentos, de nueva cuenta Todoroki fue a la mesa un poco sorprendido por saber que ya no tenia café, tomo su nueva orden y se fue sin decir nada.
— ¿Que hiciste Uraraka-san? — Pregunto tímido Izuku mientras observaba la cara algo malvada de su amiga, quien sonreía satisfecha y como si hubiera cometido una buena obra.
Dentro de la cocina Todoroki recibía el nuevo café, pero antes de tomarlo, metió su libreta y pluma en los bolsillos de su delantal y fue cuando sintió una hoja que no recordaba que estuviera allí y al sacarla solo sonrio algo divertido y tomo el café.
— Su pedido — Dijo llegando a la mesa con una pequeña sonrisa dirigida al peli verde que se quedo perdido ante esa nueva expresión del guapo mesero, mientras le dejaba su café y una rebanada de pastel imposible, los 4 miraron la rebanada curiosos porque de nueva cuenta, Izuku solo había pedido la bebida — De la casa, esta vez fuiste tu el que me animo el día — Dijo dándoles la espalda mientras se retiraba de nuevo, los hombres miraron a la chica que sonreía como una niña a la que le habían comprado lo que quería.
***
La tarde se fue rápido, y el local estaba por cerrar, los clientes tenían rato de que se habían ido, incluyendo al curioso grupito de estudiantes que después de aquella escena se habían ido sin decir nada dejando el dinero en la mesa; ahora solo estaban ellos 4, cerrando el local mientras reinaba el silencio, uno que fue roto por la persona que menos esperaban.
— Ashido-san —
— ¿Si Todoroki-san? — Pregunto nerviosa, temiendo que su compañero bicolor le regañase por el comportamiento infantil que había tenido durante la tarde cuando grito aquello y luego lo obligo a atender esa mesa, en ese momento, rezo a dios salvarse de esta, y eso que ella no era religiosa.
— Gracias — Termino de decir el mientras se quitaba el delantal café y doblándolo de manera fina.
— ¿Que? — Pregunto la peli rosa incrédula ante ello, mientras los otros dos hombres también le miraban confundidos ya que el no tendía a ser así.
— Gracias, debido a ti ya se que dibujare para el proyecto — Afirmo mientras se iba a los cambiadores para ya poder irse, en el vestidor, guardo su ropa de manera correcta y se coloco su ropa casual mientras tomaba el papelito que había guardado durante todo ese tiempo en el bolsillo de su delantal, e involuntariamente, volvió a sonreír.
"Gracias por alegrarme el día,
Volveré pronto para verte.
Midoriya Izuku"
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