Capítulo 61

La llamada de Iki me tomó por sorpresa. No creí que fuera él.

No pude evitar emocionarme por oírlo. Necesitaba esto.

Debo decir que me arregló bastante el día.

—¿A dónde vas vestido así? —Pregunta Robbie al verme salir.

—Siempre me visto así. —Le enseño un correo y sonrío —Rechacé el trabajo en el hospital y ahora iré a una entrevista en el museo del crimen.

—Genial.

—Creo que por hoy solo será recorrer el lugar y conocer al personal. Durante la tarde tendremos que hablar sobre el departamento.

—Está bien. Nos vemos. Si ves mi foto la quitas, ¿eh? —Ambos reímos.

Realmente no me interesa el cargo en el hospital. Además, queda demasiado lejos.

Preferí buscar algo que implicara enseñarle a alguien más. Trabajar en otra universidad podría llamar un poco la atención.

Me gusta enseñarle a la gente cosas que ignora. Podría decirse que fue mera casualidad ver que había una vacante en ese lugar.

—Hola, James Moore, vengo por lo del empleo como guía histórico.

Ya perdí la cuenta de cuántas veces he estado en una entrevista de trabajo. Siempre es lo mismo.

Las mismas preguntas, la misma actitud...

Con el tiempo descubrí la clave para ser contratado de inmediato.

—Comienzas mañana —Estrecho la mano con la del hombre que supongo es el administrador.

Siempre ser más seguro que el entrevistador. O como Robbie y yo solemos decir, "sin miedo al éxito".

Ya quiero decirle a Iki.

Espero pueda llamarme pronto.

El resto de la tarde me la paso recorriendo las calles en busca de un nuevo lugar para vivir.

El dinero no me importa en lo absoluto. Tengo tanto dinero guardado que podría vivir el resto de mi vida sin trabajar. Pero eso no sería divertido.

Quizás busque algo un poco mas grande y con buena vista...

***

Al caer la noche, Robbie llega del trabajo en completo silencio como siempre. Me da gusto que haya cambiado de actitud y tenga un trabajo estable.

—Adivina quién renunció a su empleo.

Espera, ¿qué?

—Espera ¿qué? —Digo algo desconcertado. —¿Cómo que renunciaste?

—Es broma. De hecho, el que renunció a su empleo fuiste tú. No tengo razones para renunciar. Al menos no hasta el próximo año.

—¿En serio?

—Si voy a actuar como un mortal común y corriente, supongo que podría entrar a un instituto o algo así.

—No suena mal.

—Bueno, querías hablar sobre este lugar ¿no?

—Sí, ¿qué te parece si nos mudamos?

—¿A dónde?

—Tengo un lugar en mente. Podríamos ir a verlo mañana.

—Sí sabes que no viviré contigo por siempre, ¿verdad?

—Lo sé, pero oficial y legalmente eres un menor de edad y tendrás que vivir conmigo por un par de años.

—Siendo así...

—Este lugar podríamos ponerlo en alquiler, ya que es mío y aun se le puede sacar provecho.

—Suena bien.

Se arma un leve silencio hasta que Robbie vuelve a hablar.

—¿Hablaste con Beck?

—Solo un momento. Me llamará en cuanto pueda.

—Ya veo.

—Bueno, será mejor que vayamos a dormir. Mañana te enseñaré el lugar que vi.

—Claro, buenas noches.

Terminé sediéndole mi habitación a Robbie, y la que era de Iki me la quedé yo.

Desde que se fue, lo único que hago es fingir que lo tengo enfrente mientras pienso en todos los buenos momentos que pasamos juntos.

—Deja de hablar así, James. Deja de hablar como si no fuera a volver.

Quisiera poder creerlo.

Miro mi teléfono luego de un rato y me doy cuenta de que son pasadas las dos am.

—A ver si ahora...

Marco el número.

Está sonando.

"Lo sentimos, pero el número que ha marcado se encuentra fuera de servicio..."

—Como si eso fuera a cambiar de la nada.

Dejo el teléfono a un lado y me acomodo para dormirme de una vez.

A la mañana siguiente, me levanto temprano para mi primer día de trabajo. Pero justo antes de entrar, mi teléfono suena.

—¿Hola? —Mi corazón se acelera.

¿Cómo estás?

Bien ahora que te oigo. —Lo escucho reír. Amo ese sonido. —¿Tú cómo estás?

Estoy bien. Ayer volví a mi casa y... Bueno, es algo extraño después de tanto tiempo.

—Mírale el lado bueno. Estás con tu familia.

Sí, pero...

—¿Pero?

Ya no es lo mismo, ¿sabes?

—¿Qué cambió?

Que faltas tú.

Aquello me deja sin palabras y no puedo dejar de sonreír como un idiota.

Te extraño mucho —Continúa diciendo.

—También te extraño, Iki.

Ambos continuamos hablando unos cuantos minutos hasta que Claus le dice que su tiempo acabó.

Ya tengo que colgar. Hablamos mañana.

—Esperaré tu llamado.

Te amo.

—También te amo. Adiós.

Me pregunto si tendremos que depender de ese sujeto para que Iki y yo podamos hablar un cuarto de hora al día.

Solo me basta con oír su voz para que mi día parta de la mejor manera.

—Bueno... ¿Ustedes son el grupo uno? Tengan todos un muy buenos días, mi nombre es James Moore y seré su guía durante el recorrido por el museo del crimen de Londres. Comencemos.

Sí, creo que este trabajo es bueno para mí. Y quizás me mantenga ocupado buena parte del día.

Al terminar mi turno, Robbie está esperándome fuera del museo para ir a ver el apartamento.

—Está bastante cerca de tu trabajo. Y es... ¿no te parece un poco grande?

—Es posible.

Noto algo de indecisión en su mirada.

—¿Qué ocurre?

—Estaba pensando que... Bueno, el apartamento actual está más cerca del zoológico que este. Pensaba que quizás yo podía quedarme en ese y tú te mudas a este que está más cerca del tuyo.

—¿Quieres vivir solo?

—No creas que no ha sido divertido vivir contigo... Pero no tú ni yo estabamos acostumbrados a compartir el lugar. Además, si Beck llega a regresar, supongo que querrás un poco de privacidad para tener sexo desenfrenado en cada rincón del sitio.

—Claro que no —Río avergonzado por lo que acaba de decir.

En el fondo lo entiendo. Robbie es igual que yo cuando de espacio se trata. Antes de llegar al departamento, él vivía solo en donde se le diera la regalada gana.

Yo también estaba a gusto viviendo solo; pero todo cambió cuando llegó Iki. Me gustaba ese calor hogareño que había cuando regrasaba del trabajo. Con él, la soledad dejó de gustarme y solo quería su compañía.

Espero que estos dos meses pasen rápido para que se lleve a cabo la reunión de bestias.

No estoy seguro de cómo funciona internamente eso; pero supongo que Jorah me informará en su momento.

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