Capítulo 60
Desde que desperté, mis padres no han dejado de estar junto a mí como si fuera un niño.
-Mamá, estoy bien, de verdad -Sé que es inútil decir eso. Pero la entiendo.
Como Caly se quedó a vivir en casa con ellos, mamá y papá se están turnando para venir a verme y estar con ella.
-Oye, mamá... -Ella me mira con mucha atención. No sé cómo preguntar esto -El día... El día que le dije a papá sobre James... ¿Cómo se lo tomó?
Ella parece intentar recordar ese momento y guarda silencio varios minutos.
-Bueno, si te soy sincera... Estaba un poco molesto.
-Eso pensé...
-Pero creo que solo no supo cómo tomárselo.
-¿Y tú qué piensas sobre eso?
-¿Sobre qué?
-Sobre James, sobre que soy... ya sabes. -Ella toma mi mano.
-Mi amor lindo. Tu padre y yo no tenemos porqué influir en lo que quieres. Si a ti te gusta ese chico, está bien. Además, si te quiere tanto como tú a él, ¿por qué tendríamos que interferir?
-Mamá... James es un vampiro -Ella me mira en silencio -¿No te dijo eso?
-Bueno, creo que Ulmer omitió eso...
-Ya veo.
No estoy seguro de porqué; pero de pronto siento la necesidad de cubrirme el rostro.
-Sabía que tarde o temprano me metería en problemas por esto. Pero aun así quise seguir adelante. -Se me escapa un sollozo -Quise ser egoísta una vez en mi vida porque era realmente feliz con él...
Mi madre está a punto de decir algo cuando la puerta se abre de repente, dejándonos ver a Claus, quien se encuentra acompañado por el alfa.
Carajo...
Luego de pedirle a mi madre que nos deje a solas, el alfa comienza a hablar.
-No seré yo quien te acuse de nada. Quiero que tú me digas lo que ha pasado durante tu estadía en Londres.
-Está bien. -Tomo aire y solo comienzo a hablar -Trabajé en un zoológico como encargado del área de los lobos porque era el único que podía acercarme a ellos, viví en diferentes lugares incluyendo la calle... Me hice de un mejor amigo humano que sabe lo que soy -La mirada del alfa comienza a intimidarme -En los último dos meses viví en un departamento con un... con un vampiro, con el cual formé un lazo sentimental que...
-Ya he oído suficiente -Claus y yo vemos al alfa. Se ve muy disgustado -Claus, te quiero en mi despacho en una hora. Por lo pronto, cumple con lo que te pidieron.
-Sí, señor.
En cuanto el alfa se marcha, Claus se muestra algo pensativo antes de solo acercarse a mí.
Algo llega a mi mente.
-Me disparaste un tranquilizante...
-Un daño colateral.
-Me disparaste un tranquilizante.
-Estás vivo y es lo que importa, ¿no? -Frunso el ceño y guardo silencio. -Como sea, toma.
-¿Para qué? -Pregunto mirando el teléfono en mi mano.
-Le dije que lo llamaría para tenerlo al tanto de tu estado y se me olvidó. Debe estar muy preocupado.
No pierdo más tiempo y marco el número.
Está sonando.
-¡¿Tienes idea de cuánto tiempo llevo esperando una maldita llamada tuya para saber de Iki?! -Está realmente furioso -¡Dijiste que me llamarías seguido y ya van once días que no sé absolutamente nada...!
-James -Guarda completo silencio -Estoy bien, yo...
-Iki... -Puedo oír su respiración un tanto errática -Yo... no sabía nada de ti desde que...
-Tranquilo... Me alegra poder oírte -James comienza a reír y yo hago lo mismo mientras seco mis lágrimas.
-No sabes lo preocupado que estuve estos días. El idiota de Claus dijo me mantendría al tanto de todo y... ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes después de lo que pasó?
-Bueno... Estoy bien. Desperté hace unos cuatro días y aun sigo en el hospital en observación. Tengo una férula en la pierna que probablemente me quiten en la tarde... -No puedo seguir hablando si él continúa llorando -James...
-Perdón, es solo que no supe nada de ti en días y me sorprendió mucho que llamaras...
Claus comienza a hacer ademanes para que termine la llamada.
-Oye... creo que mi tiempo de llamada se acabó...
-Entiendo -Suena decepcionado.
-Te llamaré en cuanto pueda, lo prometo.
-Sé que no lo olvidarás como ese idiota.
-Oí eso -Dice Claus.
-Cállate.
-Cállate.
Ambos guardamos silencio un momento.
-Esperaré tu llamado.
-Te amo.
-Y yo a ti.
Luego de terminar la llamada, le entrego el teléfono a Claus y él lo guarda en su bolsillo.
-Gracias.
-Ni lo menciones. Ahora tengo que ir a ver lo que me dice el alfa por tu culpa.
-¿Por qué mi culpa?
-Solo diré, que debiste leer el informe que firmaste. Nos vemos más tarde.
El resto del día siguió completamente aburrido, mi madre no quiso seguir con la conversación, y dijo que es muy probable que me vaya a casa en la tarde.
Dicho y hecho, me quitaron la férula y volví a casa caminando junto a mamá y Finn.
-Ya llegamos -Anuncia Finn.
Realmente creí que mi padre me recibiría de una forma más seca por todo lo que pasó. Que su actitud solo había sido en el hospital.
-Hola, papá...
No puedo evitar sorprenderme al ver que me recibe con un fuerte abrazo.
-Qué bueno que estás bien. -Correspondo el abrazo y él me aprieta un poco más.
-Gracias, papá.
-Anda, ponte cómodo que esta es tu casa.
-Claro.
Al entrar, Caly me recibe de la misma forma antes de entregarme a Ulrik para que lo tome un rato.
Había olvidado lo que es estar en familia. Hacía tiempo que no estábamos todos junto.
Es grato ver que Caly abraza a papá como si fuera una niña y que él la levanta demostrando que aun tiene fuerza.
Se ve bastante bien, mucho mejor que como cuando viajé a Londres.
Estoy feliz de verlos a todos; pero ahora siento que ver a mi familia no es suficiente. Tengo un vacío que no me permite disfrutar de este momento.
-¿Estás bien? -La voz de mi padre rompe mi concentración mirando hacia la nada. Ya está por caer la noche y realmente no he hecho mucho. Solo mirar por la ventana de mi habitación.
-Sí, solo estaba...
-Debe ser extraño dormir y despertar en otro lugar.
-Sí, lo es...
-Iki -Volteo a verlo -¿Qué pasó allá?
-John...
-No me refiero a John. Me refiero a lo otro. A ese chico, el vampiro.
-Bueno... No tengo mucho que decir sobre eso. Solo pasó.
-Entiendo.
-Lamento causarte problemas por eso.
-No me causaste problemas, Iki. No estaba molesto porque me causaras problemas. Estaba molesto porque te causaste problemas por un... impulso...
-No solo es un impulso, papá. Yo...
-No me importa que quieras estar con otro hombre. Pero, ¿un vampiro?
-¿Eso es lo único que importa?
-Él no puede venir aquí por obvias razones, Iki. ¿Y tú? Es posible que no te dejen volver a salir de Bergen.
Es verdad...
-Será mejor que descanses. Mañana podremos seguir hablando. Buenas noches.
-Descansa...
Al salir mi padre, continúo en silencio, mirando por la ventana el oscuro paisaje mientras pienso en varias cosas a la vez.
-De verdad te extraño...
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