Capítulo 45

Consolar a Rita es realmente una de las cosas mas difícil que me ha tocado hacer en la vida. Y sí que he vivido mucho.

Decidí regresar y dejarla dormir en su casa. Aunque le pedí que me llamara por cualquier cosa que necesitara. Y claro, le pedí que guardara el secreto y que no cambiara de actitud conmigo.

Me gusta su forma de ser; pero solo podremos ser amigos a lo largo de su vida.

—En verdad espero que aparezca alguien que la ame —Murmuro antes de abrir la puerta.

Espero que Iki me diga la verdad sobre cómo se siente.

—¿Seguirá dor...mido?

¡¿Qué mierda significa esto?!

¡Este lugar esta hecho un basurero! ¡y para más, Robbie e Iki están dormidos entre el montón de botellas como un par de borrachos!

Los miro por unos minutos en completo silencio. Es lindo ver que Robbie no lo jode y que Iki no está nervioso o asustado.

Pero por otro lado...

—Tienen dos malditos segundos para ponerse a limpiar este basurero... —No parecen haberme oído. Existe la posibilidad de que hayan caído dormidos hace poco —¡Despierten!

Ambos dan un leve salto y alzan la mirada hacia mí. Se ven terrible.

—¡¿Qué se supone que es todo esto?! —Señalo la basura a su alrededor —¡Parecen un par de alcohólicos!

—¿Quieres callarte? —Dice Robbie con fastidio —Limpiaremos luego. Cuando podamos mantenernos en pie por dos minutos consecutivos.

Iki no hace más que solo guardar silencio y mirar hacia otra parte mientras aplasta sus orejas como un cachorro regañado.

—¡¿Qué esperan?!

—¡Ya cierra la boca! —Reclama Robbie —Nos levantaremos a limpiar luego. Además... ¿Qué haces?

Ambos vemos a Iki transformarse, ponerse de pie para ir por una bolsa de basura y colocar hasta la última de las botellas vacías dentro.

—Ya está limpio. Por favor ya no grites, ¿quieres?

Iki vuelve a transformarse en lobo y camina relativamente en línea derecha hasta su habitación.

Luego de que cierra la puerta con un poco de fuerza, fijo la mirada en Robbie.

—¿Qué me ves?

—No te hagas. ¿Qué pasó mientras no estuve?

—Nada.

—El departamento hecho un basurero, Iki ebrio y completamente irritable. ¿Cómo dices que no pasó nada? Estaban durmiendo en el piso, Robbie.

—Solo le ofrecí un trago a Beck, ¿sí? El sujeto se veía decaído por lo que pasó.

—¿Te dijo algo sobre eso?

—¿Porqué no vas y le preguntas?

—No lo sé...

—¿Te da miedo?

—Claro que no...

—Entonces entra. Por mi parte, me voy a seguir durmiendo. Nos vemos mañana.

—Oye, ¿qué te...? —Me ignora completamente y cierra la puerta —Genial.

Pensé en quedarme en el sofá; pero por alguna razón, estoy recostado en la otra mitad de la cama mientras Iki duerme dándome la espalda.

Será mejor que me tome el somnífero de una vez.

Estoy por caer dormido cuando veo que Iki se voltea aun dormido y quedamos frente a frente.

No puedo evitar sonreír y apartar cuidadosamente el cabello de su rostro. Pero apenas rozo su mejilla, su mano queda sobre la mía y la sujeta con débil fuerza. Creí que la aportaría; pero en lugar de eso, entrelaza sus dedos con los míos y sigue durmiendo.

Recuerdo lo de esta mañana.

—Sí, yo también te quiero —Vuelvo a sonreír —Duerme bien.

¡Que maldito dolor de cabeza!

Definitivamente no debí beber tanto. De hecho, no debí beber, porque mañana debo trabajar. Y Robbie también.

Tengo mucha sed...

Apenas termino de despertar, noto que tengo mis dedos entrelazados con los de James, quien está completamente dormido.

Quiero levantarme, pero no quiero soltar su mano ni desacomodarlo.

—Demonios quiero ir al baño —Murmuro.

—Entonces levántate... —Dice James con voz perezosa.

—Creí que dormías —Él bosteza.

—Me tomé la mitad de una pastilla, así que no tengo el sueño pesado. —No dejo de mirarlo en silencio —Ya ve al baño o terminarás orinándote.

—No me tardo.

Realmente me veo mal. Ni siquiera con Joe había bebido tanto.

En fin, luego de orinar y beber agua en cantidades industriales, vuelvo a la cama, pero antes de poder acomodarme, mi teléfono anuncia un nuevo mensaje.

—¿Qué hace aquí? —Musito sin dejar de ver la pantalla.

—¿Qué pasa? —Pregunta James.

Carajo.

—Tengo que salir.

—¿Ahora? —Intenta enderezarse —Son las tres de la mañana.

—La gracia de este sujeto es ser inoportuno y algo molesto.

—¿Quién es?

—Luego te cuento, si no llego en media hora, será malo para mí. —Me acerco a él y le doy un par de besos —Duérmete. Nos vemos en la mañana.

—Ten cuidado. —Su preocupación me hace sonreír. Vuelvo a mirar el mensaje y resoplo antes de ponerme en marcha.

Claus: Estoy en Londres. El alfa me envió para ver que todo esté bien contigo. Nos vemos en el Park Square en 30 minutos y no te atrases o ya verás lo que te hago.

Sus mensajes son siempre una invitación y una amenaza a la vez. Bueno, más bien una amenaza.

Claus es la mano derecha del alfa y la comunicación que tiene él con los grandes. Aunque, a diferencia del alfa y de los grandes, puedo hablar con él sin sentirme intimidado ni nada.

Es un sujeto bastante peculiar y me atrevería a decir que está un poco desquiciado.

Solo espero que no...

—¿Es en serio? —No puedo creer lo que veo. Bueno, sí, pero no creí que lo hiciera en este lugar.

—Tenía que matar el tiempo de alguna forma —Dice arreglándose los pantalones y limpiando su mano

—Que asco.

—Como si tú nonlo hicieras —se ríe —Tiempo sin verte, Iki —Estira su mano.

—Sí... no voy a darte la mano. —Él no hace más que reír.

—No has cambiado nada en todo este tiempo. Te pareces mucho a Ulmer.

—¿Lo has visto? ¿Cómo está?

—¿Me preguntas por tu padre? ¿Qué acaso no lo llamas?

—N-No he hablado con él...

—Viniste aquí por tu familia y los grandes lo aceptaron. El alfa está al tanto de que tu hermana también comenzó a apoyarlo. Lo que significa, que ya no es necesario que estés aquí.

—Pero...

—Tu padre al fin parece estar mejorando y es posible de que en un mes más esté dado de alta si no sufre otra de sus tantas recaída.

—¿Otras tantas?

—No puede ser —Ríe con sarcasmo —Voy a hacerte una pregunta y si mientes lo sabré. —No deja de mirarme con seriedad —¿Qué has estado haciendo en este tiempo?

—Trabajar... —De su cinturón saca un lazo y lo enrosca en mi cuello.

—¿Qué más?

—Yo... hice un amigo de confianza... —Hala un poco del lazo y me hace caer frente a él.

—Define "de confianza" en cinco palabras o menos.

—Lo sabe —Vuelve a halar del lazo. ¡Mierda!

—¿Qué más?

—Yo... vivo con alguien más en un departamento desde hace un par de meses...

—Dime su nombre —Este sujeto no me mata solo porque no puede.

—Se llama James.

—James qué.

—James Moore —Suelta el lazo.

—Es un vampiro. Esta bajo la supervisión de Jorah. ¿Qué tienes que ver con él?

No sé cómo decírselo. No puedo. Si lo hago nos meteré en problemas a ambos.

—No necesito respuesta a eso. Apestas a él. ¿Sabes lo que esto significa? —Bajo la mirada y asiento en silencio. —Entraste en un juego peligroso, Iki.

—Lo sé, Claus...

—En una semana volveré a Bergen con tus hermanos y con mi reporte sobre ti —Lo miro asustado.

—Rompiste las reglas, chico.

—Claus...

—Ulmer a sido mi mejor amigo desde que éramos un par de mocosos. Le dije al alfa que eras de confianza; pero veo que eres igual que los demas lobos que salieron. —Continúo en silencio sin levantarme —En cuanto se le calienta lo que tienen abajo, lo arruinan todo. Por eso estamos en una sola zona. Lejos del mundo.

—¿Qué vas a hacer?

—En dos días te mostraré el informe para que lo leas y lo firmes como dice el protocolo. Te enviaré un mensaje cuando esté listo.

—¿No reuniremos aquí?

—Te avisaré en dónde. Ahora vete. Estamos en contacto.

—Está bien —Me pongo de pie y comienzo a caminar.

—Iki —Volteo a mirarlo —Las reglas se hicieron por algo. Y para los lobos, son el pilar de nuestra sociedad desde hace siglos.

—Lo sé.

—Nos vemos, chico.

—Nos vemos, Claus.

Claus puede ser un tipo bastante raro y con gustos dignos del pervertidomásgrande de Bergen. Pero, a la hora de hacer su trabajo, es más que estricto y centrado.

¿Ahora qué voy a hacer?

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