Capítulo 4
Como nunca, voy con tiempo de sobra a mi trabajo. Necesito estar antes para esperar al veterinario y hablar con él sobre Teru.
—¿Quién lo diría? —Volteo al ver a Joe —Iki Beck llega con tiempo de sobra al trabajo.
—Hola Joe, ¿qué cuentas? —Nos saludamos con un choque de palmas y luego de puños.
—Nada realmente, siempre llego a esta hora ¿y tú? ¿Esperas al veterinario? —Asiento en silencio —Deberías dejarlo, Iki.
—Solo quiero darle un tiempo más de vida.
—Iki, para los animales salvajes, vivir en cautiverio no es vida realmente. Teru nació en este lugar sin ser un verdadero lobo. Tú mejor que nadie debería entender eso.
—Créeme que lo entiendo; pero...
—¿Pero...?
—Solo quiero intentarlo.
—Tarde o temprano ese lobo morirá; y tú acabarás sufriendo más de la cuenta por ello.
—Supongo.
—Además, dejarlo así por más tiempo no habla bien sobre el bienestar animal del recinto y...
Apenas veo al veterinario lo sigo hasta su oficina para hablar sobre el tema. Realmente no es muy alentador lo que me dice, es básicamente lo que dijo Joe.
—Si quieres podemos intentar hacer que viva un poco más cuidando su nutrición a base de vitaminas y suplementos. Pero debes entender que ese lobo apenas puede caminar y tendrías que estar pendiente de él todo el tiempo.
—Entiendo.
—¿Qué quieres hacer? Después de todo, eres el cuidador.
—Quiero intentarlo. Estaré pendiente de él.
—Pues bien, hagámoslo.
Realmente me importan mucho estos animales. Ahora que estoy a cargo del ambiente de los lobos, quiero hacer todo lo posible por mejorar sus vidas en este lugar.
—Hola chicos, ¿cómo están? —Todos me miran atentos al cubo con carne en mis manos. —Tranquilos, tranquilos. Hey, esto no es para ustedes, es para Teru.
Luego de alimentar a todos y cada uno de los lobos, me dirijo a la cueva en donde habita Teru.
—Hola amigo, ¿cómo estás hoy? —Mueve levemente la cola en cuanto me ve —Sí, también me da gusto verte. Mira lo que te traje.
Nuevamente lo saco de la cueva para que tome algo de sol. La gente parece más interesada en lo que hago que en los mismos animales. Odio ser el centro de atención.
—Vamos Teru, tienes que comer esto para que te sientas mejor —Emite unos leves gemidos —Lo entiendo, pero... Está bien.
Me quedo sentado junto al lobo a la espera de que acabe su alimento. No conseguí hacer que aceptara las vitaminas. No quiero obligarlo a nada.
—¿Qué? —Miro a Teru y luego al par de chicas que no dejan de mirarme —Que molestia. No Teru, no me interesa salir con nadie. Además, ese fue el trato que hice con el alfa para poder salir. Solo trabajo, nada de lazos externos con humanos.
Noto que una de las chicas me saluda con la mano. Yo correspondo el saludo por mera cortesía hasta que mi teléfono comienza a sonar. Salvado por la campana.
—Hei pa, ¿Cómo estás? —Me llama todas las semanas a la misma hora sin falta.
—Hei sonn, he estado mejor; pero estoy bien dentro de lo que cabe. —Siempre intenta ser optimista —Cuéntame, ¿cómo has estado? ¿Qué tal el trabajo?
—Yo... Conseguí el contrato en el zoológico. Soy el cuidador del ambiente de los lobos y...
—¡¿De verdad?! ¡Eso es grandioso!
—Tranquilo, recuerda que no puedes agitarte mucho.
—Te fuiste hace poco menos de un año, Iki. Es un buen motivo para alegrarse. Estoy muy orgulloso, sonn.
—Takk pappa.
—¿Qué tal todo por allá? ¿Encontraste un lugar antes de irte? —Es obvio que no sabe que dormí en la calle por unos días ni las razones reales por las que tuve que irme de mis otros alojamientos. Y claro, tuve que mentir sobre mis trabajos anteriores. Decirle que trabajé como Male striper seguramente lo mataría de inmediato. —¿Iki? Te quedaste callado de repente, ¿de verdad estás bien? Sabes que puedes decirme lo que sea.
—Lo sé. Descuida, estoy bien. De verdad. En unos días les enviaré dinero para...
—Iki, recuerda lo que te dije la semana pasada.
—Recuerda lo que yo te dije también. "Si túno te rindes, yo tampoco lo haré".
—Claro.
—Ya... Tengo que colgar. Te llamaré uno de estos días, lo prometo.
—Está bien. Te quiero hijo. Cuídate.
—También te quiero. Adiós.
Me quedo en silencio un largo rato hasta que siento varias cabezas posándose sobre mis hombros y mis piernas.
—Estoy bien. Gracias chicos.
Nuevamente soy el centro de atención de los visitantes por estar rodeado de lobos como si fueran un montón de gatos mansos.
—Vamos, la gente quiere ver lobos peleándose por un trozo de carne o algo así —Todos me miran —Sí, tienen razón, no hay que darles en el gusto por eso.
Termino recostándome mientras los lobos se acomodan sobre mí. Si hay gente mirándome en este momento, no me importa.
—Hicimos un trato. Yo me esfuerzo por resistir aquí si tú te esfuerzas por resistir allá. —El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos.
Joe: Vamos a comer?
Yo: No tengo hambre.
Joe: Hablaste con tu padre??
Yo: Qué comes que adivinas?
Joe: Siempre que no comes es por eso. Tú siempre tienes hambre.
Joe: Anda, vamos a comer algo.
Joe: Comida comida comida XD
Joe: Además, la gente comienza a preguntarse si estás vivo o no...
Apenas me enderezo, noto cómo la gente me mira mientras Joe mueve su teléfono haciéndome señas con él. Entonces solo me levanto moviendo a los lobos y salgo del ambiente.
—¿Volvió a decirlo? —Pregunta Joe.
—Sí —Digo con desánimo —Quizás deba regresar a casa y...
—¿Qué pasó con el "si tú no te rindes, yo tampoco"? Llevas meses aquí. Tu padre sabrá valorar eso y seguirá luchando para recuperarse.
—¿Qué pasará si se rinde y no estoy allá?
—Ay amigo, mejor no pienses en eso. Mejor piensa en otra cosa.
—¿Como en qué?
—Como en qué le pondrás a tu hamburguesa. Muero de hambre.
Realmente Joe es el mejor amigo que pude haber encontrado en este sitio. Supongo que sin su apoyo todo habría sido mucho más difícil.
Realmente fue un día desgastante mentalmente. No puedo creer que haya suspendido una de mis clases por hacer revisión de cada pregunta del examen. Realmente tendrán que esforzarse más la próxima vez si no quieren reprobar mi asignatura.
—¿Ya te vas a casa? —Rita comienza a caminar junto a mí —Podríamos caminar juntos parte del camino.
—No veo por qué no.
—¿Te parece si vamos por un café?
—Pensaba regresar a casa. Me gustaría hablar un poco más con mi inquilino sobre algunas cosas.
—¿No confías en él?
—Uno nunca sabe a quién permites en tu casa. Podría ser un asesino serial de filosos colmillos que me matará durante la noche.
—Exageras.
—Posiblemente. Pero hasta estar seguros...
—A veces pienso que estás loco. —Dice en tono de broma.
—Todos lo estamos; pero, ¿Quien dijo que eso es malo?
—Deja tu filosofía para tus clases.
—Solo digo que la locura nos vuelve interesantes como personas. Si todos fuéramos cuerdos, iguales mentalmente, el mundo sería demasiado aburrido y monótono. —Rita deja salir un par de carcajadas y yo imito el gesto antes de solo detenerme para cambiar mi ruta —Yo caminaré por aquí, nos vemos Rita.
—Nos vemos, James.
No es que no me guste pasar tiempo con Rita, es una humana bastante agradable, la más agradable que he conocido en décadas, demasiado agradable diría yo. Pero intento mantener una relación más de tipo laboral que de otro tipo. Después de todo, los humanos van y vienen, sus vidas son bastante cortas en relación a la mía. Cuando ellos se van, yo sigo aquí.
Ciertamente, el descubrimiento de que Beck es un licántropo hace que las cosas parezcan interesantes. Un vampiro viviendo con un hombre lobo. ¿Qué puede salir mal? Considerando que somos enemigos naturales desde siempre.
—Supongo que el tiempo lo dirá —Murmuro antes de detenerme frente a la puerta del departamento —Aquí vamos... —Giro la llave en el cerrojo y empujo para entrar —¡¿Pero qué...?!
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