Capítulo 32
Realmente esto no es lo que había planeado para esta noche.
Había pensado en finalizar la velada con los amigos de Iki y que luego nos fueramos a caminar hasta un lugar en donde pudieramos hablar a gusto. Pero en lugar de eso, estamos aquí, en el baño de un bar, besándonos como si nada importara.
Ciertamente, Iki me saca de cada esquema que dibujo. Con él, todo es inesperado y mis propias acciones cambian en el último momento.
No pasan muchos segundos hasta que Iki me corresponde el beso y comenzamos con ese juego que teníamos en el departamento.
Poco a poco, Iki se acomoda hasta quedar frente a mí, encerrándome entre él y el lavamanos.
Mis manos pasan de sujetar su rostro a envolver su cuello mientras las de él se fijan una en mi espalda y la otra sobre la cerámica.
—¿James? ¿Iki? —Oímos la voz de Joe.
Ambos nos miramos con nerviosismo antes de simplemente separarnos y ordenarnos como podemos para que parezca que nada pasa
—¿Está todo...? —Nos mira en silencio.
—Sí, todo está bien —Dice Iki, aparentando normalidad —¿Qué pasa?
—Nada, solo quería ver si estaban bien. Se fueron hace un rato y Sara se preocupó un poco.
—Estamos bien —Vuelve a decir —No te preocupes. Ahora vamos.
—Bien... —Mira por unos segundos a Iki y sonríe antes de irse —No tarden.
—No lo haremos.
Al quedar nuevamente a solas, Iki y yo respiramos profundo. Mi corazón late muy fuerte y puedo oír el suyo latir de la misma manera.
—Eso... estuvo cerca —Dice riendo por lo bajo —Será mejor que volvamos a la mesa o Joe va a...
Esto no es propio de mí; pero apenas lo veo alejarse, me apresuro en sujetarlo y tirar de su brazo hasta hacer que vuelva a quedar junto a mí.
—Entonces... ¿Qué pasará con "esto"? —Pregunto susurrando en sus labios. Él sonríe y se acerca juntando mi frente con la suya.
—No lo sé —Me besa y sonríe —Pero supongo que "esto", es algo que no quisiera perder —Ahora soy yo el que lo besa —Ahora sí, vamos con Joe y Sara.
Nos toma unos cuantos minutos el terminar con ese juego "este es el último" hasta que nos dignamos a salir del baño para regresar a nuestros asientos.
—Sí que se tardaron —Ríe Joe. —¿Qué tanto hacían?
—Lo que todos hacen en ese lugar —Digo para sorpresa de Iki.
—Hay muchas cosas que se pueden hacer ahí, ¿sabes?
El rostro de Iki arde luego de que Joe lo mira con una sonrisa y los ojos entrecerrados como si dijera "no me engañas".
Ya terminada la cena y los tragos, son altas horas de la noche; y tanto Iki como Joe, están un poco más felices de lo normal.
Para Sara y para mí, es una buena señal para comenzar a retirarnos.
—Adiós, buenas noches —Se despide el recepcionista —Adiós, amigo —Choca puños con Iki.
—Adiós, Terry.
No fue para nada difícil entender de que todos habíamos bebido lo suficiente como para no conducir. Pero antes de que Joe y Sara se subieran al taxi, nos miran sonriendo como si necesitaran decirnos algo.
—¿Qué les pasa? —Pregunta Iki, intentando no reír.
—Bueno... —Joe toma la mano de Sara y la levanta —Dijo que sí.
La expresión de Iki es sorpresa pura. Aunque supongo que la mía no es diferente.
No puedo creer lo que Joe me dice.
—Pero creí que...
—Perdón, pero esta bella señorita es muy curiosa y encontró la caja mientras trabajaba —Sara sonríe y se encoge de hombros.
—Entonces, ¿por qué la salida?
—¿Por qué no? Siempre es bueno salir con amigos y/o pareja, ¿no? —Guiña un ojo.
Joe es un maldito desgraciado. Pero, ¿qué puedo decir? Es mi mejor amigo.
Luego de oír su respuesta, dejo salir una leve risa antes de simplemente despedirnos para que ellos se suban al taxi.
—Nos vemos, amigo —Cierro la puerta del vehículo.
Al quedar a solas, James y yo tomamos la decisión de caminar un poco antes de volver al departamento. Después de todo, supongo que aun tenemos cosas de las cuales hablar.
—Entonces... —Decido ser yo quién rompa el silencio mientras caminamos —¿Cómo será ahora? Digo, esto solo será en el interior del departamento, ¿no?
—Si no queremos problemas, sí. Lo importante es no hacer nada frente a los demás.
—¿Qué hay de tu hermano?
—Descuida, yo me encargo de él.
Me cuesta un poco creer lo que estoy aceptando hacer. Se supone que no puedo formar lazos más allá de la amistad fuera del territorio. Se supone que solo salí de Bergen para buscar trabajo y ayudar a mi familia.
De pronto, las últimas palabras del acuerdo llegan a mi mente.
"Si rompes este acuerdo, se te obligará a regresar al territorio en compañía de uno de los grandes".
De verdad me asusta el que algo salga mal. Pero al igual que James, ya estoy jugando con fuego.
—Ya es bastante tarde —Dice James —Llamaré un taxi.
—Claro.
Joe me debe una buena explicación. Si solo quería hacernos salir juntos, pudo haber escogido un sitio menos alejado de donde vivimos.
Pero supongo que su castigo es más que suficiente con tener que volver por el auto.
En cuanto llegamos, son pasadas las tres de la mañana y el departamento está en completo silencio.
—¿Y Robbie? —Pregunto.
—Durmiendo —Lo miro confundido —A él no le gusta esperar el día haciendo algo. Así que solo toma somníferos y hace que parezca un humano común y corriente.
—Entiendo. ¿Y tú...?
—De vez en cuando los uso. Pero me gusta terminar el trabajo rápido y no preocuparme después.
—Ya veo —Me quedo en silencio unos segundos —Bueno, supongo que me iré a dormir. Por suerte, Joe y yo no trabajamos mañana.
—Que tengas buena noche Iki.
—Gracias.
Estoy por decir algo más; pero decido callar y solo ir a mi habitación.
Creo que fueron demasiadas emociones por hoy. Lo mejor será irme a dormir y dejar de pensar tanto en lo ocurrido en el baño del Flight nigth victoria.
No creo que sea fácil dejar ir esa imagen.
—Genial...
Ahora no puedo dejar de pensar en ese momento. En lo cálido que me siento con él. En el sabor de sus labios. En la corriente que siento al recordarlo tan cerca de mí.
Quería dormir después de un largo día. Pero ahora mi mente me acaba de hacer una mala jugada y tengo un nuevo problema ahí abajo.
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