Capítulo 31

Flight nigth victoria, uno de los pocos bares que he visitado en Londres. Realmente me gusta su arquitectura interior. Es bastante sofisticado y su decoración me parece algo fascinante.

Aunque nunca me gustó mucho venir a estos lugares, porque no suelo compartir con muchas personas.

Pero ahora estoy con Beck y sus amigos.

No son mis amigos...

Solo vine porque Iki me invitó y porque no quería venir solo a este sitio.

Quizás no debí venir.

—Buenas noches, tenemos una reservación a nombre de Joe Cley.

Iki habla con el recepcionista, quien al verlo, dibuja una leve sonrisa.

¿Y éste qué se cree?

—Síganme, los llevaré a su mesa.

Mientras caminamos, noto que el sujeto camina de forma curiosamente particular frente a Iki. Pero me hace gracia ver que Beck ni siquiera le presta atención. Está mucho más interesado en los detalles del lugar que en el sujeto que tiene delante.

—Es un lugar bastante elegante. Nunca había entrado. —Dice luego de un rato.

—Ah, sí. Creo haber venido una vez cuando se inauguró...

Iki voltea a verme por el rabillo del ojo luego de que le contesto.

—Aquí está su mesa —Dice el sujeto con una encantadora sonrisa.

—Gracias —Dice Iki en cuanto nos sentamos. —¿Puedo ofrecerles algo de beber mientras esperan?

Sí, que te largues...

—¿Nos traes un vaso de agua? —Pide amablemente.

—De inmediato, hombre guapo.

Mientras el recepcionista se aleja, no puedo evitar seguirlo con la mirada hasta que noto sus ojos sobre mí.

—¿James?

—¿Y él quién es?

—Terry, trabajábamos juntos en el Forbidden Nights. Los dos odiabamos trabajar ahí y renunciamos al mismo tiempo.

—Ya veo...

—Aquí tienen —Dice el mesero —¿Cómo has estado?

—Mejor que antes, ¿y tú?

—Supongo que puedo decir lo mismo. El trabajo era realmente malo. Aunque a ti no te iba para nada mal —De pronto, el chico voltea a verme —Mucho gusto, ¿amigo de Iki?

—Sí —Se apresura en responder por mí —James, él es Terry, era recepcionista en el Forbidden Nights.

—Los chicos dicen que el lugar ha disminuido la concurrencia desde que te fuiste. —Me mira —Este sujeto era una de las mejores atracciones que el lugar pudiera tener...

—No hace falta decirlo —Lo noto un poco incómodo. —Fue grato verte, Terry. Y creo que hay personas esperando en la entrada.

—Mierda. Está bien, nos vemos. Y no te vayas sin despedirte, ¿eh?

—Descuida, no lo haré.

En cuanto quedamos a solas, Iki bebe su agua con cierto nerviosismo mientras mira disimuladamente a todas partes.

—Nadie te está mirando, ¿sabes?

—Nunca me ha gustado hablar de ese lugar. Sé que a los chicos no les importa; pero...

—A nadie le importa lo que los demás piensen. Lo único que importa es lo que tú pienses. Si no te gusta hablar de eso, no tienes porqué hacerlo.

—Supongo...

—Anda, estabas animado hasta que ese tipo abrió la boca. Anímate Beck.

—Terry me agrada; pero el día en que me fui, acordamos no recordar eso. —Ríe por lo bajo —Nunca fue bueno manteniendo promesas.

—Ya veo.

—Por cierto... ¿Qué acaba de pasar?

—¿A qué te refieres?

—Veías a Terry de una manera muy... Seria.

—Claro que no.

No lo miré de ninguna forma. El sujeto me pareció molesto.

Ya no quiero seguir con el tema.

—¿Quieres hablar de lo que pasó? —Pregunta Iki.

Eso... realmente no me lo esperaba. O al menos esperaba tocar el tema al final de la salida.

Ver a James tan serio con Terry me hiso algo de gracia.

Aunque, no sé si quiera atreverme a decir que estaba celoso del trato de Terry conmigo.

—¿Quieres hablar de lo que pasó? —Me atrevo a preguntar.

James guarda silencio por un par de minutos. Luego solo se acomoda en el asiento y coloca ambas manos sobre la mesa.

—Esperaba que hablaramos de eso cuando Joe se declarara y todo eso.

—Bueno...—Mi corazón late muy rápido. Y ni siquiera estoy seguro de lo que quiero decirle —James...

—Iki yo...

—Ya estamos aquí —Anuncia Joe —¿Qué les parece el lugar? —Ambos nos miramos por unos segundos hasta que simpleme dejamos el tema para otro momento.

—Es bastante bonito —Respondo.

—Sí, un lugar muy elegante —Agrega James.

La noche avanza con total normalidad. Joe y Sara son un par de enamorados que aprovechan cada momento para estar juntos. Mientras, James y yo nos limitamos a beber nuestros respectivos tragos y a conversar con ellos.

—Y díganme —Dice Sara —¿Viven sin problemas en el departamento?

—¿Sin problemas? —Preguntamos.

—Digo, sin discusiones, nadie se enoja, como si hubieran crecido juntos. ¿Así?

Ambos guardamos silencio un momento. Asumo que hacemos lo mismo.

He tenido unas cuantas discusiones un poco tontas con James. Como cuando dejo pelo en el sofá o James quema algo en la cocina intentando hacer algo comestible.

Sí,  me he molestado con él en un par de ocasiones. En especial con el asunto del chocolate.

Pero si lo veo de otro modo, no hemos tenido problemas graves.

Realmente vivimos bastante bien, tomando en cuenta obvias características propias de nosotros y nuestra historia.

No nos llevamos para nada mal. Tenemos una buena relación.

Solo, me pregunto hasta cuando durará esto...

—¿Me disculpan un momento? —Todos me miran confundidos y solo me levanto para ir al baño.

Por suerte no hay nadie dentro.

—Esto es ridículo, si llegamos más lejos nos meteremos en problemas. No puedo echar a perder todo lo que he logrado con... —Miro mi reflejo en el espejo —Con alguien que me hace sentir bien a cada momento...

—Iki... —Lo veo a través del espejo. Está detrás de mí y ni cuenta me di.

—Yo... Lo siento.

—¿Por qué te disculpas?

—No lo sé. Por dejar el sofa lleno de pelo, roncar como un animal, ser una molestia para ti...

—No eres una molestia. Tú eres...

—¿Qué sentiste anoche cuando...? —Ni siquiera puedo terminar la pregunta.

James camina hasta quedar junto a mí, mirando en la dirección contraria.

—Si te soy sincero, no me había sentido así de cálido en décadas.

No sé qué decir. Mi única acción es la de mirarlo en silencio mientras el hace lo mismo con una suave sonrisa.

—Yo... No me sentí muy diferente a ti. Pero... no puedo evitar pensar en que nos meteremos en problemas por esto.

—Solo si se dan cuenta... —Murmura antes de mirarme —Iki, ¿quieres continuar con esto?

Nunca creí que preguntaría eso. ¿Seguir? ¿seguir con qué?

Jame sujeta mi barbilla con los dedos y se inclina para dar alcance a mis labios con los suyos.

Es una sensación muy cálida cuando estoy con él. Me hace olvidar mis problemas.

Me asusta lo que pueda pasar si los grandes se enteran. Pero en este presiso momento, eso ya dejó de importarme.

Quiero seguir con esto.

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