Capítulo 3
—Así que llevas trabajando en ese lugar seis meses. —Dice James.
—Sí.
—Sí sabes que debieron haberte hecho un contrato hace tiempo ¿no?
—Bueno...
—Esos tipos se aprovecharon de que estabas desesperado por encontrar trabajo. Podrías demandarlos para que te den una indemnización por lo que hicieron...
Supongo se preguntarán qué pasó con "¡Eres un vampiro!" y "¡Y tú un maldito licántropo!". Bueno, estamos en pleno siglo XXI, no íbamos a tener una pelea a muerte dentro de un departamento o en la calle frente a miles de personas. Ambos nos meteríamos en problemas si eso pasara. Los grandes vendrían y nos ejecutarían por magna idiotez.
—¡Eres un vampiro!
—¡Y tú un maldito licántropo!
Ambos estuvimos a punto de seguir nuestro instinto y comenzar una pelea; pero fuimos salvados por la campana, que básicamente era un mensaje de Joe en mi teléfono.
—Está bien —Dijo James —Hay que calmarse. Resolvamos esto como criaturas aparentemente mitológicas civilizadas —Ocultó sus colmillos y peinó su cabello —Transfórmate en humano. Dejas pelo en todas partes.
—Ah... Claro —Me transformé en humano nuevamente.
—Ahora. ¡¿Por qué hay un licántropo en este lugar?! ¡Se supone que están en los países nórdicos como se acordó hace siglos!
—Sí, bueno... Conseguí un permiso especial con uno de los grandes para que me autorizara a salir del territorio. En ese lugar no hay muchas oportunidades de trabajo y mi familia necesitaba dinero luego de que mi padre enfermó.
—Comprendo.
—Siempre me pareció injusto que ustedes pudieran salir sin problemas...
—Controlamos bien nuestras emociones y no mostramos nuestra forma a nadie como ustedes. Si tu alfa se enterara de lo que acabas de hacer sería un problema.
—No dirás nada ¿verdad?
—Acepté a un hombre lobo en mi casa sin darme cuenta ¿crees que quiero quedar como un idiota frente a mis pares?
—Supongo que tienes razón...
Eso fue lo que pasó, básicamente... Bueno, sigamos.
—Quisiera evitarme problemas con ese lugar. De todos los lugares en los que he trabajado, este es el único en el que me siento cómodo y me agrada ir a trabajar.
—¿Tuviste otros trabajos antes?
—Sí, pero no duré mucho en ellos. Realmente los odiaba y acabé renunciando luego de que me pagaran el primer mes.
—¿Qué tenían de malo? —Guardo silencio un momento. Realmente no sé cómo decirle en qué clase de lugares trabajé para que no piense mal de mí.
—¿Conoces el "Forbidden nights"?
—Ah, sí. Nunca he entrado, pero sé a qué se dedican ¿de qué trabajabas?
—Como el centro de atención... —De verdad creí que lo captaría a la primera.
Un silencio incómodo se forma en el lugar. James no deja de mirarme y yo no dejo de sentirme avergonzado por lo que acabo de confesarle.
—Ya veo —Termina diciendo —Entonces... ¿Cómo pasaste de trabajar de esos lugares al zoológico?
—Por Joe, mi mejor amigo. Él ya trabajaba ahí y le dijo al jefe que era un experto trabajando con animales salvajes.
—¿Él sabe que...?
—Sí, lo sabe; pero eso no hizo que dejáramos de ser amigos.
—Eso va contra nuestras reglas.
—Si no lo saben no es ilegal. —Noto lo tarde que es en el reloj. Realmente no me di cuenta. —Bueno, supongo que me iré a dormir. Mañana debo hablar con el veterinario sobre Teru.
—¿Teru?
—Uno de los lobos. Es muy viejo y últimamente no ha estado bien.
—Entiendo.
Apenas me encierro en mi habitación, la oscuridad me hace sentir algo incómodo. No es que le tema a la oscuridad, solo me recuerda cosas que prefiero olvidar.
Para ser mi primera charla con un licántropo, debo decir que fue bastante decente.
El sujeto me parece interesante; y se ve muy animado a pesar de lo que le ha tocado vivir. Es todo un personaje.
—Bueno, veamos que tanto se prepararon estos chicos para el examen.
A veces me pregunto para qué asisten a la universidad si no estudian lo suficiente. Estos chicos tendrán que prepararse mejor para la próxima, solo un poco menos de la mitad de mis alumnos aprobó con una nota más o menos aceptable.
—Está bien, supongo que tendré que buscar otra estrategia para enseñarles.
Al llegar la mañana, la planilla de notas está casi lista y la cafetera está por finalizar.
—Buenos días... —Waw, lo lobos son bastante perezosos por la mañana. Pero más importante...
—¿Siempre te transformas por la mañana?
—Lo siento, es involuntario —Vuelve a ser humano —¿Qué tal la noche?
—Bastante productiva —Sirvo mi café —Hay café si quieres.
—Gracias.
Luego servirse café y tostar una rebanada de pan, Iki regresa a su habitación, asumo que para ponerse algo más de ropa, ya que solo estaba en calzoncillos. Supongo que ahora entiendo por qué ese trabajo de antes.
—No pienses de más y ve a publicar esas calificaciones. De seguro tendré una larga fila de estudiantes inconformes con su nota —Me digo.
—Ya me voy —Anuncia Iki —Nos vemos.
—Adiós. —Respondo mientras termino de enviar la nómina a la plataforma. —Me agrada este sistema, es mucho mejor que dejar el papel en el muro y que todo el mundo lo vea. Bendita tecnología.
Salgo de casa para dirigirme a la universidad. Aunque en el camino un extraño detalle de nuestra charla comienza a hacerse presente. "Forbidden Nights"
—Un momento... —Me detengo justo fuera de un lugar —Claro, me sonaba este lugar; pero nunca le di importancia ya que siempre está cerrado cuando paso —La gente me mira raro porque suelo pensar en voz alta. Costumbre de vivir solo, supongo.
—Buen día, James —Rita se acerca a mí para saludarme en cuanto llego a la universidad.
—Buenos días ¿Qué tal van tus clases?
—Bastante bien, ¿cómo le haces para tener las calificaciones listas de un día para el otro?
—Solo me siento y reviso. Nada en especial.
Apenas voy llegando a mi sala de clases, veo a varios de mis alumnos amontonados en la entrada, esperándome.
—Vaya, llegan temprano hoy...
Ni siquiera logro terminar la oración cuando todos comienzan a atacarme con preguntas y reclamos sobre sus exámenes. Espero que el lobo tenga un mejor día que yo.
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