Capítulo 26
Ver a iki recostado en el sofá y con la cabeza sobre mi regazo me hacen estar tranquilo.
Realmente me gusta estar así.
Podría quedarme así por mucho tiempo más.
—Teru tenía razón... —Permanezco en silencio mientras habla —Las diferencias no son importantes cuando estamos juntos... —No puedo evitar reír por lo bajo al notar que solo está pensando en voz alta.
—Estoy de acuerdo con ello, Beck. —Iki desvía la mirada hacia mí en cuanto se da cuenta.
Yo mantengo la mirada fija en la suya sin decir absolutamente nada. Estoy algo perdido en sus ojos ámbares, que por la luz, parecen ser más brillantes.
Me hace gracia el que me mire así de sorprendido.
Lentamente bajo mi mano por su rostro lobuno, sintiendo su suave pelaje hasta llegar a su cuello.
Ninguno de los dos deja de mirar al otro. Nadie se mueve. Nadie hace nada.
—¿James...? —La voz de Iki me saca del trance en el que estaba metido.
—Iki... —De pronto vuelve a su forma humana y se sienta junto a mí para mirarme atento.
—¿Q-Qué pasa? —Su voz se escucha nerviosa.
Quería esperar a qué él me dijera cómo se sentía; pero creo que el verlo molesto conmigo me hizo algo impaciente. No sé si estoy en lo correcto o no. Y no me gusta esta sensación.
Me inclino un poco hacia él y él me imita.
—Tú me confundes... —Me mira sorprendido —No me gusta estar confundido.
Necesito salir de la duda.
—A mí tampoco —Responde con un hilo de voz.
Ambos permanecemos estáticos frente al otro. Iki parece dudar sobre qué debería hacer en este momento.
Lo más probable es que quiera huir del momento y encerrarse en su habitación hasta el otro día. A pesar del poco tiempo que llevamos viviendo juntos en este lugar, he aprendido mucho sobre su forma de ser.
—James... —Dice sin moverse —Yo...
Está apunto de hacerlo. Si dejo que se vaya, perderé la oportunidad de saber si en realidad él...
No lo pienso más y solo lo hago. Acuno su rostro entre mis manos y lo acerco un poco más a mí, lo suficiente como para juntar mi boca con la suya.
No hace nada mientras lo beso. Pero es cuestión de segundos hasta que lo siento corresponder la acción.
Decidió quedarse y no huir.
Ni siquiera la tormenta que inició de pronto interrumpe esta momento. Me gusta lo que siento estando junto a Iki.
Poco a poco siento cómo Iki posa su mano en mi mejilla sin dejar de besarme.
El beso comienza a tomar un poco de fuerza, y soy yo el que se inclina haciendo que Iki se recueste lentamente en el sofá hasta quedar de espalda, conmigo sentado a horcajadas sobre su abdomen.
Luego de varios minutos, es necesario separarse para recuperar el aliento.
Iki me mira mientras respira erraticamente. Yo estoy exactamente igual que él.
—Eso...
Un apagón repentino interrumpe lo que sea que Iki iba a decir.
Volvemos a mirarnos y ambos reímos por lo bajo antes de levantarnos. O bueno, yo me quito de encima de Iki y el se vuelve a sentar.
—Creo que varias casas y departamentos estan sin luz —Digo al acercarme a la ventana.
—Ha de ser por la tormenta —Dice él —Oye...
—¿Qué tal si comemos algo? Se me antoja un café, ¿a ti no?
—Sí, ¿por qué no?
Sé que quiere hablar sobre lo que acaba de pasar; y la verdad es, que no creo tener el valor de hacerlo.
Iki permanece sentado en el comedor mientras preparo café y lo que sea que hago en la sartén. Realmente no quiero voltear porque siento su mirada, y si volteo querrá hablar de lo que acaba de pasar y no quiero hablar de sentimientos ni nada eso.
—James...
Hago como que no lo escucho y continúo moviendo la ¿comida? ¿Qué es esto? Huele mal. Huele realmente mal.
—James...
Si no lo miro no tengo porqué...
—¿Cuánto tiempo más seguirás intentando cocinar ese huevo podrido?
—¿Podrido? ¿Huevo? —Así que eso era —¿Cómo no...?
—Lo dejé antes de salir y olvidé tirarlo. ¿No lo viste?
—Bueno...
—¿Estás corto de vista en la oscuridad? —Guardo silencio.
—Con el tiempo se desgastan ciertas habilidades. No tenemos que hablar de eso ¿sabes?
—Claro, quizás podamos hablar de...
—El café debe estar listo, quieres ¿cierto?
Estoy intentando acercarme a la cafetera sin tropezar. Ya que ahora todos saben que no puedo ver bien en la oscuridad, no hay para qué fingir que no tengo ese problema.
Intento pasar rápido frente a Iki; pero antes de seguir, él me sujeta con cuidado del brazo y me voltea despacio. Es muy cuidadoso con sus acciones.
—¿Qué fue lo que pasó en el sofá?
Esto es injusto. Ni siquiera puedo ver su expresión, pero asumo que él sí puede ver la mía.
James ha estado intentando ignorarme desde que se fue la luz. No quiere hablar de eso; pero yo necesito que me lo diga con palabras.
En cuanto pasa frente a mí, lo sujeto del brazo y lo hago voltear hacia mí con cuidado.
—¿Qué fue lo que pasó en el sofá?
Ahora sé que no puede verme en la oscuridad; pero yo sí puedo verlo a él. No puede ocultar su nerviosismo. De seguro intentará inventar algo.
—Solo... ¿pasó?
No puedo creer que dijera eso.
—"Solo pasó". Claro.
Me siento decepcionado por esa respuesta.
Decido voltear para ir a mi habitación, pero antes de siquiera dar un paso, siento que James me sujeta de la muñeca.
—Solo quería saber si lo que creía era correcto o no? —Guardo silencio —Había notado que te comportabas extraño cuando estabas conmigo y...
—¿Saliste de tu duda? —Pregunto algo serio.
Lo veo asentir con la cabeza y me siento un poco más decepcionado. Como si nada de lo que pasó fuera real.
—Me alegro de que hallas salido de la duda —Me mira con culpa.
—Iki...
—Dices que no te gusta estar confundido y quisiste saber lo que yo sentía. Ahora me pregunto, ¿qué sientes tú? —James guarda silencio.
Ahora soy yo el que se siente confundido; pero no de lo que yo siento.
—¿Qué sientes por mí?
Veo su boca entreabierta. Quiere decir algo, pero las palabras no abandonan su boca.
No lo pienso mucho en cuanto me acerco a él para juntar mi boca con la suya en un nuevo beso.
Espero por unos segundos a que se aparte o que me aparte de él, pero nada de eso pasa. En cambio, suelta mi muñeca y sujeta mi cabeza con ambas manos.
Ahora soy yo el que lo hace retroceder sin separarme de él hasta que nuevamente caemos en el sofá. Solo que esta vez, este se voltea y terminamos cayendo con sofá y todo.
Las luces se encienden dejándonos ver el desastre que provocamos. El sofá volteado, una mesita tirada, James de espaldas al suelo y yo de frente sobre él.
—¿Eso responde tu pregunta? —Dice recobrando el aliento.
—Supongo que sí.
No puedo evitar levantarme mientras rio por lo bajo antes de ayudar a James a levantarse.
—B-Bueno, y-ya... volvió l-la luz, a-así que... voy a... voy a —Dejo salir unas cuantas carcajadas al oírlo tartamudear.
—Me iré a dormir. —Acabo diciendo.
—Claro —Me mira con una tenue sonrisa —Descansa Iki.
—Tú igual.
Antes de entrar a mi habitación, mantengo la mano en la perilla y volteo a ver a James.
—Oye, James —Voltea rápido a mirarme —Gracias por el apoyo por lo de Teru.
—No hay problema. Cuando quieras. —Ambos nos miramos unos segundos antes de volver a lo nuestro.
Si bien, buena parte del día estuvo como la mierda, supongo que todo puede ser más llevadero con la persona indicada.
Veo una notificación. Un mensaje de Joe de hace casi una hora.
Joe: Amigo cómo estás??
Yo: Estoy bien. Descuida. Mañana hablamos.
Me pregunto qué pasará mañana y los días que siguen.
¿Qué pasará con James y conmigo luego de esto?
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