Capítulo 20
¿Por qué reaccioné de esa forma?
¿Por qué me molestó el oír que estaría con alguien más?
¿Por qué solo salí sin dejar que terminara de hablar?
-Carajo...
Me la he pasado todo el rato hablando conmigo mismo mientras limpio los ambientes. Noto la forma en la que los demás animales me miran al igual que los visitantes.
-¿Se puede saber que te pasa? -Escucho a Joe.
-No me pasa nada.
-No sueles estar molesto en el trabajo. Ni mucho menos cuando estás con los lobos.
Me volteo de repente para encontrar a la mitad de la manada mirándome en silencio, un poco más atrás a otros lobos, y más atrás a los visitantes mirando la escena.
-Dejen de mirarme así y comportence como tal. -Dicho eso, me dan la espalda y toman diferentes direcciones.
-Anda, de seguro James tiene una visita que no necesariamente está involucrada sentimentalmente con él.
-¿A qué viene eso?
-Estás celoso, amigo. -Lo miro sorprendido -A ti te gusta el vampiro.
-Claro que no.
-Mírame a los ojos y dime que no es así lo que digo.
Dejo las cosas a un lado y camino hasta llegar frente a frente con él. No deja de mirarme con una sonrisa triunfante.
-Está bien. No me gusta James.
Luego de decirlo, Joe estalla en carcajadas justo en mi cara.
-Ya lo dije, ¿por qué te ríes?
-Por eso, porque lo dijiste es que me río. Te engañas a ti mismo dándome en el gusto.
-¿Qué?
-Si no estuvieras celoso, no habrías hecho todo lo que me contaste. James tendrá una visita, ¿y qué? Supongo que tiene derecho a "tener una vida". No te creí de ese tipo.
-¿Qué tipo?
-De los que en cuanto quieren a alguien, piensan que solo deben estar con uno y nadie más. Estás siendo posesivo, amigo.
-¿Tú crees?
-Tú y yo tenemos gustos claramente diferentes. Pero las relaciones son las mismas. Estoy seguro de que a nadie le gusta que alguien sea posesivo con nadie. Así que piensa en eso antes de tener claro lo que sientes por James.
-No siento nada por James.
-Entonces ¿por qué saliste molesto del departamento?
Esta conversación no nos llevará a ningun lado. De hecho, la daré por terminada en este preciso momento.
-Tienes un minuto para salir de aquí o le diré a los chicos que pueden romper tu playera.
-No te atreverías -Me mira desafiante.
Solo me basta con silbar para que los lobos me pongan atención. Joe me mira algo sorprendido.
-No te atreverías. -Reitera.
-¿Tu crees? -Apenas me ve acercar los dedos a mi boca, mi mejor amigo se levanta y sale corriendo del ambiente. -Tienes razón, no me atrevería -Digo riendo y haciendo que los lobos se dispersen. -Bueno... ¿Qué piensan ustedes? -Todos se detienen y me miran -Claro, instinto...
Supongo que en este caso, no me sirve de mucho hablar con los lobos. Soy totalmente consciente de que son animales completos, a diferencia de mí; y que no son como los humano.
Estoy en la salida del ambiente cuando el sonido de mi telefono me detiene. Es Joe.
Joe: Venga, Iki.
Joe: Ya vámonos.
Joe: Parece que lloverá.
Yo: Ahora voy.
No pasa mucho tiempo hasta que comienza a llover. Joe y yo nos apresuramos en entrar a su departamento. Como su novia está en un viaje por trabajo, dejó que me quedara a pasar la noche.
Joe y Sara llevan unos cuantos meses viviendo juntos; y como ella es aeromoza, es normal que esté fuera de casa y haga parecer que este sujeto es soltero. Aunque admiro su relación. Van bastante bien a pesar de tener que estar la mayor parte del tiempo hablando por teléfono.
Por suerte no estaba cuando Joe supo que soy un hombre lobo.
-Bueno, de vuelta al sofá. ¿Lo extrañaste? -Dice en tono de burla.
-Ni un poco -Respondo de la misma forma -Tu sofá es horriblemente incómodo. Pero peor es nada.
-Ciertamente.
Luego de darme un baño, Joe y yo nos sentamos a ver cualquier cosa en la televisión; pero no estoy poniendo atención a nada realmente.
-¿Y? -Me pregunta.
-Y... ¿Qué?
-¿Qué harás ahora con James?
-No lo sé... Supongo que... solo mantendré la distancia como es lo acordado.
-Ustedes tienen unas reglas bastante extrañas. Tus "autoridades" parecen ser muy severos en todo.
-Y que lo digas... casi me orino encima cuando tuve que hablar con el alfa para salir de Bergen. De hecho, estaba tan asustado que el alfa dijo que gestionaría todo por mí con uno de los grandes para que no tuviera problemas. Dijo que le parecía tan cobarde que probablemente ni siquiera tendría el valor de acercarme a él.
Joe no hace más que reír por todo lo que le dije. Una hora después, él se va a dormir a su habitación mientras yo intento acomodarme en la piedra que tiene como sofá.
Estoy cansado, pero no puedo dormir.
Me decido a salir del departamento para ir a dar una vuelta, aprovechando que la lluvia ya dejó de caer. A ver si me canso algo.
-Maldita sea... -Digo apoyándome en el barandal del puente.
-¿Beck? -Volteo al oír mi nombre -¿Que haces aquí?
Tener a Jorah en el departamento vuelve el ambiente bastante tenso.
Espero que Iki no venga de improvisto, Joe me dijo que se quedaría con él. Mira que mandar a su mejor amigo a darme información sobre él.
-Que sorpresa tenerlo aquí, señor.
-Solo vine por la información que había llegado a mis oídos. Tu hermano y otros tres vampiros están llamando la atención del consejo.
-¿Qué hará con ellos?
-Buscaré un lugar en donde no hagan problemas. De otro modo, tendremos que tomar alguna medida más drástica que se acomode a las actividades humanas.
-¿Qué quiere decir?
-Serán encarcelados en otra prisión. Una en la que da igual si descubren que son vampiros. -Él nota mi expresión y continúa -Entonces, adelante. Me llamaste porque querías hablar de él.
-Sí, bueno...
-Este es el momento para hablar de tu hermano. Ya luego hablaremos del lobo que vive contigo.
-¿Cómo es que...?
-Una cosa a la vez, James. Hablemos de tu hermano Robbie...
No tengo idea de cómo se enteró de Beck; pero ahora me siento un poco culpable por intentar ocultarlo.
En fin, durante casi una hora, no hago nada más que solo hablar de mi hermano y de darle alguna idea para que no se lo lleve lejos.
-Quizás pueda...
-Lo que a tu hermano le hace falta es ensuciarse las manos. Él y los demás tienen el mismo problema. -Creo entender a qué se refiere -En gran parte de su desarrollo, no hubo quién guiara sus pasos correctamente.
-Pero yo...
-Tú lo cuidaste, lo protegiste de quien intentara dañarlo, lo sacaste de cada problema en el que se metía. Hiciste todo eso porque es tu hermano; pero no eres su padre, James.
-Creí que podría...
-Has hecho un buen trabajo y lo sigues haciendo. Pero debes aceptar que esto se te está saliendo de las manos y que...
-Por favor señor. Deme una última oportunidad de corregir a mi hermano. Si no lo consigo, dejaré que se lo lleve sin oposición.
Jorah guarda silencio sin dejar de mirarme completamente serio. Estoy un poco nervioso, pero no puedo dejar que me intimide ahora.
-Está bien. Lo aceptaré -Se pone de pie frente a mí. -Tendrás un mes para hacer que tu hermano aprenda a comportarse.
-¿Un mes? Pero...
-Quiero ver cambios en un mes. Hasta entonces... -Camina hasta la entrada.
-¿No hablaremos sobre...?
-Por el momento, el lobo carece de importancia. Preocúpate de Robbie. Del lobo hablaremos en otra ocasión.
-Sí señor.
-Solo una cosa, James -Lo miro con atención -No quiero tener que tratar con él o con algún alfa. Recuerda que los lobos son mucho más estrictos y problemáticos a la hora de discutir por lo que sea.
-No habrá problemas con él, señor.
-Confío en ti, James. Es por eso que te doy la oportunidad.
-Se lo agradezco.
-Un mes, nada más.
Dicho eso, Jorah se marcha del departamento y no puedo hacer más que solo quedarme sentado en silencio.
-Jorah sabe que Iki es un hombre lobo, y me dio un mes para hacer que Robbie deje de ser problemático. Carajo...
Me quedo un largo rato recostado sobre el sofá, pero el tiempo va tan lento durante la noche, que necesito hacer algo más para despejar mi mente.
-Supongo que no me hará daño salir a caminar.
Camino sin una ruta específica por las calles de Londres mientras pienso en alguna forma para hacer que mi hermano mejore.
-Jorah tiene razón. Solo lo protegí, y ahora no sabe hacer las cosas por su cuenta. Robbie siempre a sido muy dependiente de mí...
Noto que voy caminando por el puente de Hungerford. Sí que caminé mucho. Pero bueno, no es que tenga mucho que hacer ahora. No pasa nada si no voy al departamento está noche.
-Después de todo, no hay nadie ahí.
-Maldita sea... -Una voz conocida me hace poner atención a mi entorno.
-¿Beck? -Él voltea y me ve sorprendido -¿Qué haces aquí?
Creo que comenzaré a creer en las casualidades.
Supongo que en este momento me sentaría bien su compañía. Se ve tan acomplejado como yo.
Me acomodo junto a Iki en la barandilla y ambos miramos en dirección al agua.
-Pareces tener muchas cosas en la cabeza -Comento.
-Supongo. Tú no pareces estar mejor que yo, si quieres puedes desahogarte.
-Por dónde empezar...
-La noche es larga. Supongo que puedes partir por donde quieras, ¿no?
Me hace gracia que use palabras que usé alguna vez con él en las sesiones.
Solo por esta vez le tomaré la palabra e intercambiaré los papeles con él.
-Bueno, aquí voy... -Respiro profundo para comenzar a hablar.
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