capítulo 15
Está bien. Decirle a Joe que James es un vampiro no fue de las mejores decisiones que he tomado. De hecho, estoy seguro de que James escuchó nuestra conversación, porque se acaba de abrir la puerta de su habitación y está caminando directo hacia mí.
-Ay, mierda. -Me transformo en licántropo, como si con eso se fuera a detener.
James se acerca a mí, me sujeta de la piel del cuello y me arrastra hasta dejarme colgando en uno de los muros mientras él se trepa en el mismo. Sus ojos están rojos y me siento algo intimidado.
-¡¿Que acaso tienes pulgas en la cabeza?!
-No te lo tomes a mal...
-Le acabas de decir a un humano que soy un vampiro. ¡¿En que momento no me lo tengo que tomar a mal?!
Hace tiempo que nadie me hacía meter la cola entre las patas. Este sujeto sí que da miedo cuando se enoja.
-Descuida -La voz de Joe interrumpe la escena de terror en la que estoy metido -No se lo diré a nadie. Lo juro por el perro aterrorizado que tienes ahí colgando como si no pesara nada.
James se da cuenta de la escena y solo me deja caer sentado al suelo antes de recobrar la compostura y caminar hacia Joe.
-¿Sabes lo importante que es el que no digas nada de esto a nadie?
-Si los "grandes" se enteran vendrán por ustedes y les pasará algo. -James voltea a mirarme.
-¿Qué tanto le dijiste a este sujeto, Beck? -Su voz amenazante me pone los pelos de punta.
-No mucho -Todo -Solo algunos detalles -Importantes -Pero descuida, no hay forma de que los grandes se enteren de esto -Espero.
-Estoy consciente de que todo este asunto de vampiros y hombres lobo no me incumbe. Pero supongo que ya estoy dentro de esto y si digo algo sería malo para ustedes y para mí ¿no?
-Me impresiona lo bien que entiendes la situación -James respira cansino y se masajea el puente de la nariz. -Supongo que lo hecho, hecho está. Dime una cosa, Joe. ¿Por qué tan tranquilo con esta situación?
-Bueno, después de saber que Iki era un hombre lobo, créeme que saber que eres un vampiro no es tan diferente. Me ahorré el salir corriendo aterrorizado y el orinarme en los pantalones.
-Ya veo -Dice para luego volver a ver que no me he levantado del lugar en el que me dejó caer. -Más te vale que este humano sea el único que conozca tu secreto y el mío, Beck. No quiero tener problemas con nadie por tu culpa.
-Eso no pasará. Lo prometo.
-Más te vale. Ahora seguiré con mis asuntos y ustedes con los suyos...
-¿Espiabas nuestra conversación? -Pregunto de repente.
-¿Crees que no tengo mejores cosas que hacer?
-No dije eso.
-Soy un vampiro, Beck. Tengo un oído igual o incluso mejor que el tuyo -Lo miro en silencio. Siento que si digo cualquier cosa acabaré muerto.
-Bueno, ya que todo quedó en paz y que todos nos entendemos... -dice Joe, poniéndose de pie para quedar entre nosotros -¿Qué tal si salimos a dar una vuelta? Conozco un lugar que podría gustarle a ambos.
-¿Enserio? -Preguntamos ambos con incredulidad.
-Confíen en mí.
Joe siempre ha sido algo impredecible cuando se trata de escoger un lugar que agrade a todos.
Dejamos que nos guíe hasta lo que parece un bar con restaurante.
-¿Por qué este lugar habría de gustarme? -Pregunta James.
-¿Por qué no? Es oscuro, no hay música fuerte y es relativamente concurrido. Ni muy lleno y ni muy vacío. Además, la comida aquí es buena -Explica Joe.
-Bueno, ya que estamos aquí... Entremos de una maldita vez. -Dice James. Realmente está molesto. -¿Por qué acepté venir? ¿Por qué acepté venir? ¿Por qué acepté venir? -Lo oigo murmurar mientras pasa a mi lado. Espero que esto acabe bien, o al menos, rápido.
¿Por qué acepté venir? ¿Por qué acepté venir? ¿Por qué acepté venir? Eso es todo en lo que puedo pensar.
Ni siquiera sé porqué no hice más que solo regañar a ese lobo por delatarme con ese humano.
Pero bueno, ya estoy aquí y lo menos que puedo hacer es ¿disfrutar? ¿Fingir que lo hago? Ya Beck me escuchó quejarme mientras entraba al lugar.
A pesar de lo que dijo Joe, el lugar está bastante concurrido. De seguro como es sábado por la noche este sitio funciona más como un bar, y posiblemente como discoteca en un par de horas más.
Estamos llegando a una mesa disponible entre tanta gente cuando una voz llama la atención de Beck.
-Miren quién decidió salir después de reportarse enfermo -Un chico se acerca a él y le da un par de palmadas en la espalda.
-Hola, Henry -A la primera puedo notar de que el sujeto no le agrada para nada -Que sorpresa verte por aquí...
-Lo mismo digo. Te creí enfermo.
-Bueno, ya me siento mucho mejor. Así que decidí salir con Joe y James.
-Claro. -Me mira y extiende su mano -Me llamo Henry, compañero de este sujeto que se la pasa lleno de pelos de perro.
-Me llamo Iki -Dice con seriedad. Apuesto a que solo piensa en morderlo.
-Bueno, como sea. Volveré a mi mesa.
La expresión de Beck no cambia. Lo sigue con la mirada hasta localizar su mesa.
-¿Todo bien? -Pregunto para llamar su atención -Algo me dice que no te agrada.
-¿En serio?
-Henry y Beck no se llevan bien desde siempre -Dice Joe -Henry lo molesta, Iki no hace nada, Henry lo molesta más, Iki sigue sin hacer nada...
-Ya basta. Mejor ve a pedir algunos tragos o algo de comer.
-No me tardo.
-Más te vale.
Nuevamente nos quedamos a solas, sentados frente a frente en una mesa a la espera de que el amigo de Beck traiga algo o a alguien para tomar laorden.
-¿Qué quieres beber? -Pregunta Iki, mirando por el rabillos del ojo hacia la mesa del otro sujeto. -¿Qué pasa?
-Nada, solo veo cómo odias en silencio a ese sujeto. Eso es todo. Y por lo del trago, supongo que ya que estoy aquí, beberé un Whisky en las rocas, ¿Tú qué beberás?
-Solo una cerveza... Y no estoy odiando en silencio.
-Claro, seguro no se nota el que quieres morderle el cuello a ese sujeto.
-No quiero hacer tal cosa. ¿Me crees un salvaje?
-Te creo un cachorro asustado que no sabe defenderse del hombre malo.
-Es curioso cómo quieres ayudarme siendo mi terapeuta; pero al mismo tiempo te burlas de mí por todo lo que me pasa. ¿Qué clase de profesional eres?
-No espero que me veas como tu terapeuta todo el tiempo, ¿sabes? -No parece convencido -Mira, hemos vivido bajo el mismo techo por unos cuantos días sin matarnos o intentar hacerlo. Nos hemos estado conociendo, nos hemos sincerado con nuestra historia...
-Ya entendí. No quieras hacer de este momento una sesión, por favor. -Vuelve a voltear y el sujeto lo saluda alzando su vaso. Por lo visto lo está provocando.
-No le hagas caso, Beck. Sabe que te molesta, y por lo visto, sabe cómo hacerlo.
-¿Propones algo?
-¿Me pides ayuda para que ese sujeto te deje en paz? ¿Tienes cinco años? -Parece avergonzado.
-Olvídalo. -Ahora está enojado. Vaya tipo este.
En cuanto Joe vuelve le decimos lo que queremos beber y pide la orden luego de revisar la carta y llamar al mesero para que tome la orden.
A medida que cada uno bebe su trago, y con la noche avanzando hasta que la música comienza a subir el volumen para que la gente salga a bailar, noto que ya ha sido suficiente para mí.
Supongo que este es mi pie para retirarme. Eso y que el sujeto sentado frente a mí ya va por la séptima cerveza de la noche. En algún momento ese tal Henry dejó de ser un problema y solo se concentró en beber.
-Hey, Beck -Desvía la mirada del vaso hacia mí en completo silencio. -¿No crees que ya es...?
-Supongo... -Mira el vaso y se bebe lo que queda.
-Creo que es buen momento para irnos -Dice Joe mientras mira a Beck un poco nervioso. -Vamos amigo, nos vamos.
-¿Siempre es así cuando bebe?
-No, siempre es así cuando bebe y hay algo que le molesta -Ambos notamos lo pensativo que está ese lobo. -Iré a pagar.
Genial, ahora debo lidiar con un hombre lobo borracho y serio. Esto no puede ponerse peor.
-Oye James, ¿te digo una cosa? -La expresión de Iki cambia radicalmente. Esto no me gusta nada.
-Viejo, ya bebiste mucho -Insiste Joe, logrando hacer que Beck levante su trasero de la silla para que comience a caminar hacia la salida.
-Solo quiero...
-Se lo dices luego amigo, primero vámonos de aquí. Estoy casi seguro de saber cómo terminará esto si no llegas a casa luego.
En definitiva esta noche será algo larga para mí.
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