Capítulo 14

Mi cuerpo se tensa en cuanto James pregunta sobre si tengo alguna clase de pareja. No sé por qué reacciono de ese modo; pero de algo sí estoy seguro. Se dio cuenta, porque me está mirando con una leve sonrisa a la espera de que conteste a su pregunta.

-Bueno... No, no tengo novia, novio, o amante -No parece muy convencido con mi respuesta -¿Qué hay de ti?

-No tengo nada de eso. Como te dije anoche, no saldría nunca con un humano.

-¿Lo hiciste alguna vez?

-Sí, y es por eso que siempre refuerzo el punto de que la vida de los humanos es bastante corta.

-¿Fue hace mucho?

-En ese tiempo aun vivía con mis padres y Robbie aun no nacía. Su nombre era Jacob. Era una época muy religiosa.

-¿Sabía que eras un vampiro?

-Obviamente, en algún momento iba a preguntar porqué él envegecía y yo no.

-Entiendo.

-No diré que no fuimos felices en esa relación. Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que la gente comenzaría a notar esa diferencia y me pondrían en peligro. Entonces decidimos terminar por el bien de ambos.

-¿Nunca más volviste a verlo?

-Estuve con él hasta el último momento. Lo que para ellos es una larga vida, para mí es un abrir y cerrar de ojos. Luego de que Jacob muriera, no volví a tener una pareja sentimental y comencé a reflexionar sobre lo efímera que es la vida para ellos.

No esperaba que James se abriera tanto con un tema que se suponía era para ¿interrogarme? ¿Molestarme? No lo sé; pero lo noto un poco melancólico.

-Oye James, ¿quieres probar? -Le ofrezco una cuchara con un poco de comida. -Anda, solo pruébalo.

-Huele a pescado ¿Salmón?

-Pasta de salmón.

-Curioso platillo. -Dice mirando lo que le ofrezco.

-De donde vengo se come mucho pescado. Varios platillos son con pescados y mariscos.

-Eso explica el pelaje brillante. -Comenta.

-Pues claro. Eso y que debo cepillarme a menudo para evitar soltar pelo por todos lados -Ambos reímos por eso.

-Wow -Volteo a ver qué pasa -Esto está realmente bueno.

-¿Verdad que sí? En mi casa se come esto al menos dos veces por semana. Es una de las pocas recetas que puedo preparar sin problemas. Eso y que este es mi platillo favorito.

-Ya veo. Realmente me sorprendiste. Hace tiempo que no comía algo tan bueno.

-Gracias -Intento mantener la tranquilidad, pero una parte de mi cuerpo no coopera con eso y solo se levanta a hacer lo suyo.

-Aww...

-Ya basta -Me sujeto la cola avergonzado.

-Que no te de pena, Beck.

-Es tan vergonzoso.

-Supongo. -Se arma un nuevo silencio -¿Y tú? ¿Has tenido algún romance pasado?

Creí haber perdido el tema.

Supongo que si él se sinceró, es justo que yo también lo haga.

-Bueno... No -Me mira poco satisfecho -Nunca tuve un "romance" con nadie. Siempre estuve trabajando o ayudando en casa.

-¿Ni siquiera una chica linda?

-Bueno... Las chicas no son...

-Vaya, algo que tenemos en común.

-Supongo... -Ay, esto está siendo incómodo.

-Entonces, ¿ni siquiera un chico? ¿Nada?

-No.

-¿Así que es cierto eso de que se guardan para su "amor verdadero".

-Eso es solo de libros. No Nos guardamos para un único amor.

-¿Lo hacen con más de uno a la vez?

-¡Claro que no! -James ríe por mi reacción. -No somos como en los libros. No guardamos nuestra primera vez para nuestro "amor predestinado" o "pareja de por vida". Solo no he estado con nadie... Solo...

-Tu familia no lo sabe ¿Verdad? -Desvío la mirada por unos segundos -Deberías decirles.

-Es complicado...

-Complicado hace dos siglos, Iki. Ahora esto de gustar por el mismo sexo es completamente normal. La gente debe aprender a aceptar lo diferente.

-Claro. Salgamos y digámosle a los vecinos que eres un vampiro y que yo soy un hombre lobo.

-El vecino de arriba lo sabe -No puedo evitar atragantarme con la comida, cosa que hace reír a James -No es ciertos, ¿cómo crees? No estoy tan loco.

-Sí, claro.

Continuamos la conversación mientras comemos. James aceptó comer la "comida humana" que hice.

Y así se nos fue buena parte del día. Sentados en la mesa del comedor mientras hablamos varias cosas que tienen que ver con nuestra vida.

Curiosamente me di cuenta de que él y yo no tenemos absolutamente nada en común. O al menos nos gustan las mismas cosas pero de forma diferente. Como que a él le gusta el café sin azúcar y a mí me gusta el café dulce. O que él prefiere estar dentro mientras que yo prefiero estar fuera. O que él prefiere estar solo y yo en compañía de amigos y familia.

Mis dudas sobre nuestra convivencia en este lugar aun están puestas en duda.

Realmente me impresiona saber que lo único que Iki y yo tenemos en común es nuestra orientación sexual.

Al caer la tarde, nuestra conversación es interrumpida por el llamado a la puerta. ¿Visitas?

-Hola, vine a ver cómo está Iki -Oh, es el humano. El amigo de Beck. -Soy Joe.

-Cierto. -Lo invito a pasar y cierro la puerta.

-Amigo, ¿qué haces aquí? -Veo que a nadie le importa el que Beck se transforme en humano y que esté en ropa interior. Este sujeto es demasiado libre para sus cosas.

-¿No es obvio? Me dejaste preocupado después de lo de anoche. Así que decidí venir a verte después del trabajo.

-Gracias amigo.

-Bueno, supongo que tienen mucho de qué hablar. Yo por mi parte me retiro a mi habitación.

Los dejo a ambos hablando en la sala mientras me encierro en mi habitación para buscar entre mis antigüedades hasta dar con lo que busco.

Por breve momento vago por mis recuerdos de hace más de un siglo; pero algo entra por mis oídos.

-Buen sujeto con el que vives ¿eh? -Dice Joe.

-¿Tú crees? -Pregunta Beck.

-¿Desde cuándo los compañeros de departamento se encargan de un completo extaño?

-Supongo que tienes un punto. James es muy atento en ese sentido. ¿Por qué me miras así?

-Por nada. Solo pienso que se ven bien juntos.

-Deja de hacer eso -Dice Beck con una seriedad bastante poco trabajada.

-¿Qué estoy haciendo?

-Intentar emparejarme con cualquiera. James es realmente agradable, en lo poco que nos llevamos conociendo me di cuenta de que no tenemos nada en común.

-Los opuestos se atraen.

-¿Por qué tanto interés en verme con alguien?

-No lo sé. Soy tu mejor amigo.

-Básicamente el único que tengo en este lugar...

-Supongo que es parte del paquete el molestarte con cada tipo que veo contigo.

-Creo que estoy acostumbrado a eso.

-Entonces...

-Entonces ¿qué?

-¿Que te parece el sujeto?

-Supongo que si hablamos de "eso", no creo que sea mi tipo. -¿"Eso"?

-¿Qué tiene de malo? -Sí, ¿qué tengo de malo?

-Verás... -Parece dudar. Esto no me gusta -A diferencia de mi, James es...

No se atrevería.

-Es un vampiro. -Hijo de...

¡¿Cómo puede decírselo con tanta normalidad?!

¡¿Cómo se atreve a delatarme con ese humano?!

Ahora sí me va a oír.

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