Cinderella|Simbar|

|Aclaraciones| Acá sería como que el One Shoot está ambientada en  el siglo XXI (este xd) pero con monarquismo.

Cinderella
Simbar

Simón.

Sonreí mirándola, era hermosa. Cada fracción de su cara, cada parte de su cuerpo, era hermosa. Bailaba al ritmo de una canción que no pude escuchar pero no me importó, la forma en la que ella se movía me encantaba. Nunca podría cansarme de verla.

Aceptar trabajar en la mansión Benson había sido, quizás, una de las mejores decisiones que había hecho en mi vida. Estaba plenamente feliz de poder compartir tanto tiempo con Ámbar; la hijastra de Sharon Benson, también tenía dos hermanastras, Luna y Nina Benson.
La pobre rubia hacía todo el trabajo de la casa y, todavía, me sorprende que hallan aceptado contratarme como mecánico. Supongo que Ámbar no podía con todo.

—¡Simón, tengo que decirte algo!—Me llamo la rubia, sonreía como nunca. Eso admiraba de ella, a pesar de todo lo malo que le pasa, siempre sonríe. Pareciera que nunca le importa nada de eso.

—¿Que pasa, bonita?—pregunté  cansado, quedaba mucho trabajo, pero igual sonreí. Ámbar  merecía que alguien sonriera por ella.

—¡Te necesito!—dijo tirando de mi remera, como si fuera una niña de cinco años—¡Hay un baile en el castillo, fui invitada, ¡y necesito practicar mi baile!

—Wow, Ámbar—Sonreí  emocionado—¡Es increíble, obvio que te ayudo!

Ella me sonrió, agarro su celular y puso un vals. Puso su mano en mi hombro y me dio su mano libre, acepte y le agarre la mano, puse la otra en su cintura.
Sonríe cuando me di cuenta que estábamos bailando, era mágico. Podía sentir su perfume de rosas, que seguía vivo a pesar de todo el maltrato que ella recibía. Podría, y puedo, considerar ese momento uno de los más felices del mundo. Porque me encantaba tenerla en mis brazos, era mi mundo. No me gustaría perderme ni una sola canción.

(...)

—Es un chico increíble, en serio, te caería genial si lo conocieras—Me contó mientras revisaba su placard y yo estaba sentado en la cama de ella.

—Me imagino, debe ser genial—Murmuré.

—¿Este te gusta?—Me preguntó mostrándome un vestido rosa hermoso.

Asentí sonriendo. Parecía mentira que Ámbar, mi Ámbar, iba a salir con el príncipe Matteo. Admito que estaba celoso, súper celoso, pero el nunca va a saber lo que se yo sobre ella.

—Todavía falta una semana para salida, pero, necesito que me ayudes a practicar mi baile.

Sonreí y volví a asentir, bailaría hasta el fin del mundo con ella.

(...)

Dos meses después, Ámbar volvió a media noche exactamente, traía una anillo de oro en su mano y su sonrisa radiaba felicidad. No paraba de contarnos a todos que el príncipe le había pedido matrimonio.

—Nos vamos a casar exactamente a media noche en los jardines del castillo—Dijo sonriéndome—Pero, tengo que pedirte algo Simón.

—Lo que sea, bonita

—Se que todavía faltan seis meses pero, por favor, ¿podrías ayudarme a practicar mi baile?

Sonreí como nunca y acepté, tomando posición. Y entonces, baile con ella, disfrute tenerla en mis brazos, sabiendo que Matteo nunca sabrá las cosas que yo de ella, teniendo presente  no quiero perderme ninguna canción con ella porque se que cuando el reloj marque la media noche... ella se habrá ido.

Holaaaaa
One Shoot inspirado en "Cinderella" Steve Curtis Champman

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