47 - MS + REAL LIFE

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WHATSAPP (Groupchat)

Cumple Silsil 🎉

(Gabrielle Gautier, Robert Downey Jr., Chris Evans)


Gabrielle
Okey
No he añadido a los demás
Porque sería imposible organizarse
Y TIENE que salir bien

Cevans
Tranquila, Elle
Sil se ha creído que no vas a estar para su cumpleaños
Tan tierna
Parece que no te conoce

Gabrielle
Mi Silsil no duda de mí
Es puro amor

RDJ
No, si eso el Dorito lo sabe muy bien...
Todavía tenemos esa conversación pendiente

Cevans
Cuando quieras, Robert

RDJ
Ves, así vas bien

Gabrielle
Vale, vamos a centrarnos
Ya he hablado con todo el mundo
Y todos han confirmado
¿Sigue en pie lo de hacerlo en tu casa, Cieguevans?

Cevans
Que sí, Elle
Seb se sabe el código
No creo que tengáis problemas para entrar y organizarlo todo

RDJ
Yo ya he reservado en el restaurante favorito de Sil para su brunch de cumpleaños
Las fiestas sorpresa están bien
Pero el brunch de cumpleaños es sagrado
Leah y Gavin también vendrán

Cevans
Lo sé, a Sil le encanta
Quería invitarla a comer, pero dijo que ya tenía planes contigo...

Gabrielle
No llores, Cieguevans
Tú la tendrás toda la tarde
Y más te vale pensar algo para que esté entretenida
No quiero que sospeche nada

RDJ
Eso ha sonado fatal 🙂

Cevans
Lo tengo todo planeado
Estaremos fuera toda la tarde
No verá a nadie llegando a mi casa

Gabrielle
Eso espero
Por cierto
Ya he contratado para que monten el escenario en tu jardín
Para que lo sepas

Cevans
Me lo imaginaba
Está bien
A Sil le encantará
¿Seb ya se sabe la coreografía?
Ensayé ayer con él, pero todavía no le salía...

Gabrielle
Estuvimos practicando esta mañana
Ha mejorado...
Un poco
Mañana lo hará bien
Confía en tu otra mitad del evanstan 🤷🏻

RDJ
Eso va a ser digno de ver 😏😎

Cevans
Tú también tienes tu personaje, Robert

RDJ
Y voy a bordarlo
¿Acaso lo dudas?

Cevans
Eso nunca...
Voy a terminar de preparar lo que necesito para distraer a Sil mañana
Elle, cualquier cosa que haga falta, me avisas

Gabrielle
Lo haré
Cúrratelo
Mi Silsil merece lo mejor

RDJ
Ese ship sí que lo apruebo 😉



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Silver supo que algo raro estaba pasando en cuanto cruzó la puerta de su casa y pilló a Chris bajando a toda prisa las escaleras para recibirla.

―Has vuelto antes de tiempo ―comentó él, maldiciendo a Robert interiormente.

Se suponía que RDJ iba a entretenerla hasta las tres y media de la tarde; todavía eran las dos. Aún debía hacer un par de llamadas para terminar de hilar todos los detalles de su sorpresa.

―¿Qué hacías arriba? ―inquirió ella.

―Nada, buscando una chaqueta que me dejé el otro día. ―Chris se encogió de hombros. Era una excusa creíble; desde que se habían hecho amigos, y debido a lo cerca que vivían el uno del otro, solían entrar y salir de sus respectivas casas con total confianza―. ¿Qué ha pasado con el brunch? Dijiste que llegarías más tarde.

―El encargado del restaurante nos reconoció, e hizo que nos sirviesen antes que a los demás todo el rato. Estoy tan empachada, ¿salimos a correr? Quiero bajar lo que he comido. ―Dio un paso hacia delante, con intención de subir a su vestidor y coger algo de ropa deportiva, pero Chris se adelantó, poniéndose delante de ella.

―¿Ir a correr en tu cumpleaños? Nada de eso, señorita. ―Puso ambas manos sobre los hombros de la chica―. ¿No prefieres hacer algo más divertido?

―No es tan importante, Chris. Elle no está, no voy a hacer una fiesta... Y, tampoco me han llamado por lo de ese papel, si fuesen a dármelo ya me habrían dicho algo. Es un día como cualquier otro... ―Ladeó la cabeza―. Además, son veintiséis, no me gusta el veintiséis, ¿y si hacemos cómo si no fuese mi cumpleaños?

Él arqueó las cejas, y luego sacudió la cabeza, enternecido. Silver no lo diría en voz alta, pues no le gustaba cargar a los demás con sus preocupaciones, pero estaba claro que seguía nerviosa por lo de ese trabajo, y que echaba mucho de menos a su mejor amiga.

―Si eso es lo que quieres, podemos hacerlo. ―Le acarició la mejilla con las yemas de los dedos―. Cancelaré lo de la búsqueda del tesoro... ―añadió, casi con ironía, muy seguro de cuál sería la próxima reacción de Silver.

―¿Búsqueda del tesoro? ―A ella se le iluminaron los ojos―. Mi madre siempre me las organizaba de pequeña, ¿cómo lo has sabido?

Chris esbozó una expresión divertida.

―Gavin me lo dijo, y Leah me ayudó, yo no sabía ni por dónde empezar. ―Se llevó una mano al bolsillo y sacó la tarjeta con la primera pista―. En fin, ya que no quieres celebrar tu cumpleaños, voy a tirar esto...

―¡Ni de broma! ―Silver se adelantó e intentó arrebatarle la tarjeta, pero él levantó el brazo, dejándola fuera de su alcance―. ¡Chris! No seas, cruel, dámela ―protestó.

―¿Ahora sí quieres jugar? ―canturreó él.

―Sabes que sí. ―Ella frunció los labios―. Dámela, porfa.

―¿Y yo qué gano? ―preguntó Chris, más que entretenido con la situación, al tiempo que daba un paso hacia ella.

―Es mi cumpleaños, se supone que tú eres el que da, y yo la que recibe. ―Silver se cruzó de brazos y enarcó una ceja, pero sin perder ese aire de entusiasmo en ningún momento―. ¿Quieres que suplique?

―Puede. ―Él sonrió―. Aunque de momento bastará con un beso.

Silver sacudió la cabeza, resignada y divertida, y se puso de puntillas para alcanzar los labios del chico. Desde luego, eso no suponía el menor sacrificio.

Cuando se separaron, él todavía tenía esa expresión entre altiva, burlona y cargada de ternura en el rostro, pero no se hizo más de rogar, y le entregó la primera pista.

―Ya verás, pienso batir mi récord ―dijo ella emocionada incluso antes de leer la tarjeta―. La última vez tardé dos horas, pero solo tenía once años...

―Tranquila, Sil, tenemos todo el día. ―Chris trató de calmarla.

Se había asegurado de que la búsqueda fuese lo suficientemente larga y enrevesada para mantenerlos ocupados hasta la noche, pero conocía a su chica, y sabía que cuando la tomaba con algo, no se detenía hasta lograrlo.

Y no se equivocó, Silver estaba resolviendo los acertijos a gran velocidad. Al menos los tres primeros, escondidos dentro de la mansión, sin embargo, la tercera tarjeta le dio un giro al juego. Silver enseguida dedujo que la próxima pista se encontraría fuera de la casa y, sin pensárselo dos veces, se lanzó al volante de su audi, casi olvidando esperar a Chris.

―¡Venga, vamos! ―lo apremió ella, ya con el motor en marcha.

El actor, que había aprovechado para hacer las últimas llamadas, saltó al asiento del copiloto. Abandonaron la carretera principal de su zona al mismo tiempo que dos camiones de eventos entraban, en dirección a la casa de Chris.

Por suerte, ella estaba demasiado concentrada en la búsqueda del tesoro como para mostrar curiosidad.

Silver pasó el resto de la tarde acompañada de Chris, desvelando pistas que, poco a poco, la iban llevando por sus lugares favoritos de Los Ángeles, en cada uno de los cuales, él había preparado algún detalle para ella; algunos sencillos, otros casi exagerados, desde una tarrina de su yogur helado predilecto, hasta una actuación privada en el Teatro Chino, pasando por unos pendientes de Tiffany's o un bolso de WbyW...

Le sorprendió la gran cantidad de gente a la que Chris había implicado en el juego; empleados de las boutiques que visitaban, camareros e incluso artistas callejeros. Estaba claro que todo había sido perfectamente planeado con el único fin de que ella tuviese una de las mejores tardes de su vida.

Para cuando regresaron a su casa, ya pasaban las once de la noche. Silver estaba agotada, pero convencida de que ese había sido uno de los mejores cumpleaños que jamás tendría...

Se sentía en una nube. Cada día junto a Chris parecía una fantasía hecha realidad; él no dejaba de demostrarle lo mucho que la quería. Esa maravillosa tarde era la prueba definitiva.

―Te has pasado el cruce ―comentó, al percatarse de que Chris, quien ahora conducía, no había tomado el desvío correcto.

―Hoy dormimos en mi casa ―respondió él.

Silver entrecerró los ojos y frunció los labios.

―¿Qué escondes, Evans? ―inquirió―. Creía que ya había encontrado todas las sorpresas.

―Aún falta una. ―Él la miró un segundo y le guiñó un ojo, antes de regresar la vista a la carretera―. Confía en mí.

Apenas un par de minutos más tarde, estaban subiendo la explanada que llevaba a la mansión de Chris. Cuando aparcaron, él se bajó primero, le abrió la puerta a la chica, y entrelazó su mano con la de ella.

―Esto es muy bonito, pero conozco el camino a la puerta principal. ―Silver arqueó las cejas―. ¿Qué pasa, Chris? Lo de esta tarde ha sido maravilloso, en serio, me ha encantado, no necesito más regalos...

En lugar de guiarla hacia la entrada principal, Chris rodeó la casa, para acceder a la parte trasera del jardín, donde se ubicaba la piscina, el salón exterior y la zona de barbacoas.

―Créeme, Sil, no pensarás eso cuando veas este regalo. ―Le dedicó una sonrisa cargada de anticipación.

En ese momento, un unánime grito de sorpresa coreado por decenas de personas casi los ensordeció.

Silver se llevó las manos a la boca a fin de contener una exclamación de auténtico entusiasmo y alegría. Frente a ella estaban prácticamente todos sus amigos, familia y compañeros, cada uno de ellos disfrazado como el personaje de algún musical. También la decoración del jardín iba acorde a la temática, incluso habían montado un escenario semiprofesional junto a la piscina.

La primera persona en abalanzarse sobre ella y encerrarla en un abrazo que casi la dejó sin respiración fue Gabrielle, que iba vestida al estilo de los personajes de Mamma Mia, al igual que Sebastian.

―¡Elle! ―Silver le devolvió el abrazo, emocionada―. Tú estás detrás de esto, ¿verdad? ¡Dios, eres lo peor!, me dijiste que no estarías en mi cumpleaños... ¡Te odio! ―exclamó, sin dejar de reír.

La canadiense soltó una carcajada.

―Me amas ―afirmó, para luego darle un beso en la mejilla―. No podía perdérmelo, mi Silsil se hace mayor. Cuando yo cumplí veintiséis casi me da una minicrisis...

―Lo sé, estaba ahí ―se burló Silver.

Gabrielle sacudió una mano.

―Pero no tengo todo el mérito, Robert y Cieguevans han ayudado mucho.

Chris, que seguía al lado de Silver, esbozó una pequeña sonrisa.

―Ha quedado perfecto, Elle, sabía que dejaba mi casa en buenas manos.

Los próximos minutos, Silver los dedicó a saludar a los demás invitados, que no eran pocos, ni mucho menos. Después, Chris le pidió que fuesen a su dormitorio, donde encontró dos disfraces, a conjunto con los de Gabrielle y Sebastian.

―Lo del concurso de números musicales fue idea de Robert, de ahí el escenario ―explicó Chris, mientras se cambiaban―. Todos han preparado algo. Yo propuse Mamma Mia, sé que te encanta Abba, y Elle nos enseñó la canción y los pasos a Seb y a mí.

Silver se mordió el labio para contener la risa.

―Oh Dios, si lamento algo, es haberme perdido a Elle ensayando con vosotros dos.

―¿Qué insinúas, Lane? Yo soy un gran bailarín. ―Chris esbozó una sonrisa torcida.

―Tú sí, te mueves muy bien, en cualquier parte ―respondió Silver, con segundas intenciones muy evidentes―, pero Seb... ―volvió a sonreír―, no puedo esperar a verlo.

Y no tuvo que esperar mucho. Entre copas, bromas, juegos, conversaciones y risas fueron desfilando sobre el escenario todos los invitados.

Silver se sabía a la perfección la letra y los pasos de Mamma Mia, y, al parecer, los ensayos con Elle al mando habían valido la pena, porque Chris y Seb también lo hicieron realmente bien. Los cuatro actuaron juntos, como el pack que eran, ganándose los silbidos y ovaciones de sus amigos.

Fueron muy destacables también las actuaciones de Taron con Jamie Dornan, quienes interpretaron The other side, de The greatest showman, y la de RDJ con su mujer, Susan, con Can you feel the love tonight, del Rey León.

A ojos de Silver, todos fueron estupendos. No terminaba de creerse que cada uno de ellos hubiese hecho el esfuerzo de aprenderse un número solo para hacerla feliz, definitivamente, tenía los mejores amigos del mundo. Aunque, al final, por unanimidad, le dieron el premio a ella, por ser la cumpleañera.

La fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada, dejando a todo el mundo un excelente sabor de boca.

―La próxima vez, haremos Moulin Rouge ―le susurró Chris, cuando ya ambos se encontraban acurrucados en su cama, tras haberse despedido de todos sus amigos e invitados.

Ella le daba la espalda, dejándose abrazar, mientras sus manos permanecían entrelazadas sobre la almohada.

―¿Harías eso por mí?

―Haría cualquier cosa por ti, Sil.

Con esas palabras reverberando a escasos centímetros de su oído, Silver cerró los ojos, satisfecha, y más feliz de lo que se había sentido en mucho tiempo.




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Hello, amores ^^

Sorry por la tardanza, really que estoy a full y me está costando la vida sacar ratitos para escribir, pero bueno, aquí estoy, mis chrisver merecen el "sacrificio" xD

Por si no os habéis dado cuenta, ahora la línea temporal está un poco desfasada con la de Fire in The Rain (el fic de Seb). Alba le ha metido el turbo (y te amo, por eso, lady 😘) y ya está en diciembre de 2020, por eso en su fic se adivinan cosillas del chrisver que aquí aún no se han confirmado (you know lo que quiero decir 😏🙈). Aquí aún estamos en mayo de 2020 (el cumple de Silsil es el 29 de mayo). Pero bueno, que yo también quiero meter el turbo, a ver si lo consigo.

El próximo capi ya será en junio, y será muy muy muy importante 😎

Also, por si alguien no lo sabe, el primer capítulo de WILD CHILD ya está publicado, es un real life bastante larguito y jugoso, donde mi marido Taron se las va a ver con la loca de Safary 💁🏻(que conste que yo la amo jajaja).

También aquí hubo una mini referencia a WILD CHILD en los regalos de Silver. El bolso de WbyW (Wild by Wilder) es la marca de bolsos creada por Safary Wilder.

Y ya para terminar, fijaros en qué bonita ha quedado la estética de este fic con los banner de instagram y de whatsapp que me ha regalo mi lady duffito thankiusss amor 😘

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