➫ Chapter 36

No podía evitar sonreír divertida al ver la cara de Minho. Obviamente no iba contento, ¿cómo estarlo? Si había perdido contra mi y el oso en una de sus manos era prueba de su frustración y enfado.

Había perdido en el juego de Tiro al Blanco, y yo gané un peluche mediano, el que justamente lleva en su mano.
El hombre del puesto me permitió elegirlo, y como en ese momento ya pensaba para que utilizar el premio, me decidí por un gatito negro hermoso. Realmente tuve ganas de dejármelo para mi porque amo a los gatos, pero decidí mejor dárselo a Minho para cumplir con su apuesta.

— No es justo, noona —se quejó por quinta vez mientras caminaba a mi lado —, había una libélula volando a mi lado y me distraje, por eso erré ese último tiro. No es justo.

— Perdiste, cariño, y una apuesta es una apuesta. Debes darle ese peluche a Hyunjin —dije sonriendo mientras abrazaba su brazo y echaba mi cabeza en su hombro.

— Él me odia, ¿y si me golpea? —soltó preocupado.

No lo había pensado, realmente. Hyunjin no odia a Minho, pero tampoco le agradaba, simplemente le era indiferente, aunque el hecho de que le regale un peluche no sería de su agrado estaba segura que no iba a golpearlo.
Me di cuenta que Minho estaba realmente preocupado por eso, así que suspiré resignada y me enderecé sin dejar de caminar, apretando su mano.

— Está bien, hagamos algo —comencé diciendo, a lo que él me miró inmediatamente —, tú le das el peluche a Hyunjin e incluso le dices que es por una apuesta, y yo le doy el abrazo a Hye Joo.

— ¿De verdad lo harías? —preguntó sonriendo levemente. Ya le había gustado más.

— Sí, lo haría por tí.

— Joder, no hagas eso —masculló por lo bajo dando vuelta el rostro, sonrojándose al instante. Aunque no lo veía, sabía que estaba colorado, todavía no podía evitar la pena y los sonrojos conmigo, cosa que no me molestaba para nada. Me encanta.

Llegamos al instituto y yo me detuve un momento en la acera del establecimiento para tomar su rostro y darle un rápido y casto beso, sonriéndole para darle más tranquilidad ya que seguía algo alterado por lo que debía hacer ahora.

Me sonrió de vuelta y sólo eso bastó para saber que ya estaba calmado, así que agarré su mano y lo arrastré todo el camino, correspondiendo los tantos saludos, hasta que salimos al patio trasero y desde la entrada vi a los chicos sentados, hablando y riendo entre ellos.
Sonreí emocionada, soy una malvada por querer ver esto a costa del sufrimiento de Minho, pero es que no puedo evitarlo. No todos los días se ve a alguien regalándole un gatito de peluche a Hyunjin.

— ¡Hola, amores! —chillé emocionada.

Normalmente mis saludos del lunes no eran eufóricos ya que los sábados y domingos pasaba todo el día con ellos, incluso los sábados solíamos quedarnos a dormir en casa de alguno de los chicos, o hasta yo los invitaba a dormir, pero el sábado estuve todo el día con Minho en el parque, luego comimos algo afuera, y al final él se quedó a dormir conmigo, por lo tanto no estuve con los chicos.
El domingo fue más o menos igual, estuvimos juntos todo el día, incluso vimos a Mingu entrenar como hace todos los días, cosa que tenía encantado a Minho porque no estaba ni enterado de las habilidad de lucha que Mingu tenía.

— Hola —saludaron Jisung y Hyunjin a la vez, sonriendo, incluso saludaron a Minho, aunque Hyunjin fue más frío.

Felix ni me dirigió la palabra, cosa que me sorprendió bastante. Él se hubiera tirado encima y me habría abrazado hasta dejarme sin aire.

— Felix, ¿no piensas saludarme? —pregunté sonriendo en broma, pero él seguía serio.

— Me voy al salón —avisó como si nada, levantándose y pasando por nuestro lado como si nada.

— Felix —lo llamé nuevamente, pero me ignoró y sólo entró al instituto. Alcé ambas cejas con confusión y enseguida miré a los otros dos —. ¿Qué le ocurre? ¿Ha pasado algo?

— Está molesto porque el sábado no te quedaste con nosotros, y dijo que el domingo te llamó varias veces y nunca le respondiste —informó Han.

Suspiré. No me sorprende, Felix es alguien que se indigna y molesta de nada, pero si hay que realmente odia es que lo ignoren, y yo hice eso sin intención, porque es cierto; el sábado no los vi, no me quedé a dormir con ellos y el domingo estuve con el móvil guardado todo el día, estaba más centrada en Minho.

— Perdón, es mi culpa, no debería haberme quedado contigo —dijo él rápidamente, avergonzado.

— No te preocupes, es que Felix ya tiene una rutina definida en la que siempre estamos los cuatro juntos, y se siente un poco apartado, pero se le pasará. No se acostumbra a que Jae tenga novio —explicó nuevamente Jisung en un intento por quitarle la culpa de encima.

Obviamente no era culpa de Minho, era culpa mía por haber sido descuidada. Quizá es cierto que los estoy dejando un poco de lado, pero tampoco les dejo de hablar o los dejo solos, simplemente aprovechó algunos momentos para estar sólo con Minho, y Felix está acostumbrado a que esté con ellos en todo momento. Con Hyunjin no había diferencia porque él siempre estaba presente, y las veces que salíamos juntos era cuando Jisung o Felix no podían salir con nosotros, así que aprovechamos de salir solos.

Además, tiene un sentir muy fuerte por la amistad, así que no lo culpo si se siente mal.

— Hablaré con él, pero antes... —dije, e inmediatamente miré a Minho que suspiró frustrado, pero enseguida dio unos pasos hacia delante y le extendió el peluche a Hyunjin.

— ¿Qué carajos haces? —preguntó brusco el pelinegro, viéndolo horrorizado.

— E-es para tí —dijo con la mano temblorosa, y yo no aguante; terminé soltando una carcajada que causó la mirada de los tres.

— No pude evitarlo, perdón —dije rápidamente.

— No te rías —espetó Minho de mala gana, pero enseguida miró a Hyunjin y le dejó el peluche sobre el regazo —. Apostamos el sábado y perdí, así que estoy cumpliendo. Sólo acéptalo.

— ¿Y por qué mierda me meten en sus juegos de niños? —inquirió brusco, agarrando al gatito con una mueca de descontento.

— Ay bueno, Hyunjin, sólo es un juego, no te enojes. Fue idea mía, él sólo está cumpliendo —dije enseguida, intentando apaciguar sus aguas antes de que nos tire el peluche por la cabeza.

— La próxima, les meteré el peluche por el culo. Agradezcan que es un gato, sólo por eso se los dejo pasar —advirtió mientras agarraba al felpudo y lo metía dentro de su mochila.

Yo sonreí y Minho suspiró aliviado. No había ido tan mal.

— Bien, ahora iré a hablar con Felix antes de que toque la campana. Luego cumpliré con mi parte del trato —dije rápidamente mientras abrazaba a Minho y deposito un beso en su mejilla. Él me sonrió y se sentó al lado de Jisung cuando yo lo solté.

Corrí hacia el salón.

— Tú eres buena, y sólo mereces buenas cosas. Si todo te está yendo bien es porque lo mereces, así que no te preocupes y vívelo.

— ¡Y tú eres un algodón de azúcar, y te amo! —chillé abrazándolo de nuevo, cosa que lo hizo reír.

— No me amas más que yo a tí —respondió divertido, cosa que me hizo sonreír.

No sé qué haría sin él y los demás.

Repentinamente recordé lo que tenía que hacer.

— Ah, es cierto, tengo que hacer algo, pero creo que tendré que hacerlo en el receso, ahora ya no alcanzo —exclamé.

— ¿Qué cosa?

— Tengo que darle un abrazo a Hye Joo.

Y no me sorprendió ver su cara de espanto, mientras llevaba la mano hasta su pecho, yéndose contra la pared en un gesto de total horror, cosa que me hizo reír porque son cosas tan de él, que si algún día ya no las hiciera me sentiría rara e incompleta.

...

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