P R E F A C I O
P R E F A C I O
Sabías perfectamente que no podías escapar de mí, pero aún así hiciste el último esfuerzo que pudiste para salvarte de mis manos, en verdad querías vivir. Pero ambos sabemos que tenías en mente cuál sería tu destino, pero no la hora, esa decisión la tenía yo.
Y para tu terror, ya había decidido que sería esta misma noche.
Creo que podías entender mis razones; era día de brujas o como lo llamen, había luna llena (tú sabías cuanto me gusta las noches así) y todos estaban disfrutando, ¿Por qué yo me iba a quedar fuera?.
Saliste de casa para ir a la fiesta de RoseAnne, esa amiga tuya muy con sonrisa rara y canto agudo, te veías muy bien con ese vestido negro y la chaqueta rosa, estabas dispuesta a pasar una noche muy divertida junto a tus amigas, casi me sentí mal por arruinarte la preparación para el evento, repito c a s i.
Pero sólo tenía pocas horas para hacer todo y no romper más reglas de las necesarias, así que puse manos a la obra: me oculté detrás de unos arbustos y esperé a que decidieras caminar hacia otro lado para esperar a que te recogieran. Quería que mi mirada te produjera miedo, que sin verme sintieras como te observaba, que los escalofríos recorrieran tu cuerpo, aún con tu chaqueta puesta.
Esperaste largos minutos para moverte a una zona en la que creías, estarías más visible, pero sin quererlo, caíste en mi trampa, cuando salí de mi escondite y fuí a donde te encontrabas sentía eso que llaman felicidad.
Debí haber fotografiado tu cara al verme, una total expresión de sorpresa y horror, negaste por un momento mi presencia e incluso creíste que era un sueño, pero cuando caíste en cuenta de que era real, comenzaste a correr inútilmente.
No sé que fué más inútil, que corrieras sabiendo que aunque pusieras toda velocidad te alcanzaría o que yo fuera detrás de ti a pie, sabía a dónde te dirigías, a dónde querías llegar, pero te lo iba impedir. Corría detrás de tí, mientras te internabas en el bosque.
Escuché cómo pedías por misericordia y como gritabas, gastando tu energía en vano, yo nunca tuve misericordia con ninguna de mis presas y no ibas a ser la excepción. Cuando estabas cerca de llegar a aquél lugar te sentiste segura, victoriosa, pero querida, yo nunca juego limpio.
Antes de que lograras estar cerca te atrape, te acorralé sobre el suelo. Tus latidos eran una armonía que estaba ansioso por callar, te dirigí una mirada, aún querías pedir clemencia, gritar, pero nadie te iba a escuchar, ni siquiera tu Dios.
— Por favor — susurraste — no me hagas nada, yo cumplí con mi parte del trato.
— Silencio, nunca han leído las letras pequeñas del acuerdo: "cuando no necesitemos más los servicios del empleado, será despedido"— expliqué, mientras tu mirada se llenaba aún más de terror.
Sonreí, mientras procedía a hacer lo que llamo "mi especialidad", decir que disfruté el momento era poco, el éxtasis llenaba mi cuerpo de la manera que el sexo, las drogas o la comida hacen con otras personas. Yo era el artista y tu cuerpo el lienzo en blanco con el que jugaría, pintaría y me expresaría a gusto.
Gritaste al inicio, pero luego de un rato comprendiste que nadie te escucharía y que era mejor callar y esperar el final.
Tus muecas de dolor se quedaron plasmadas en el álbum de mi mente, el tacto de tu sangre, el color de tu piel manchado con la misma (hacían un contraste hermoso a la luz de la luna) y el último latido de tu corazón, que de seguro dedicaste a tu familia.
Cuando terminé dediqué un tiempo a ver mi obra de arte, eras una de las mejores, y lo mejor que me había sobrado tiempo, así que te mejoré aún más y después me fuí.
La noticia de tu desaparición volcó el mundo de cabeza, una dulce cantante desaparecida antes de ir a una fiesta, búsquedas hasta dar con tu cuerpo y cuando lo hicieron, nunca se imaginaron encontrarte así, saliste en todos los noticieros por días e incluso meses, tuve que observar como llamaban a mi obra de arte aberración y crimen horrendo.
Buscaron pistas y no encontraron, querían dar con el asesino, pero éste no dejó nada, ni siquiera un pequeño cabello, nada, como si lo hubiera tragado la tierra. Y yo estaba en casa, viendo sus inútiles esfuerzos.
Y lo que hize fué darles una ayudada, mandar una cinta a una dirección x de Seúl para que alguien que fuera inteligente pudiera dar conmigo.
N O T A
En verdad estoy entusiasmada por empezar esta historia, es muy compleja y me gusta porque todos mis bebés son protagonistas, hasta TXT aparece (por cierto, pasen a una fic de TXT que tengo por ahí) y es de un género que me gusta mucho terror, horror y misterio.
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