Dreadwing sabía lo interesado que estaba su líder en acabar con Starscream y nombrarlo segundo al mando, pero jamás esperó una propuesta tan directa por parte de su amo.

Una simple misión de exploración en el bosque, atácalo por la espalda. Ten cuidado, es astuto, asegúrate de que el ambiente sea normal. No seas callado, no seas servicial, compórtate normal, no des ni una mínima señal.

Miró el cuerpo decapitado de Starscream en el suelo, un gran charco de energon ya se había formado abajo de él. Dreadwing se preguntaba si debió haberlo hecho sufrir más, Starscream merecía el sufrimiento eterno por todo lo que había hecho a través de los siglos.

El gemelo azul no sentiría pena por un traidor. En cuanto se dio la vuelta, Starscream desapareció por completo de su mente. No merecía ser recordado, no merecía ser enterrado, no merecía ser mencionado. Se oxidaría bajo la atmósfera terrestre, sería hogar para múltiples organismos orgánicos. Siempre estaría atrapado en el planeta que odió.

Cuando aterrizó de vuelta en la némesis, no se detuvo ni un solo segundo. Tampoco corrió hacia Megatron, se mantuvo a un ritmo tranquilo hasta llegar a la sala de control donde su amo lo esperaba. Cuando llegó, notó a Megatron dándole la espalda, no era algo nuevo.

Dreadwing: Starscream está fuera de línea. —

Una profunda risa malvada escapó del fondo de la garganta del mech plateado. Se giró hacia Dreadwing y señaló la esquina derecha trasera de la habitación.

Megatron: Tu recompensa está por ahí. — Sonrió maliciosamente observando al explorador. — Asegúrate de que dure. —

Después de eso, Megatron volvió a su posición inicial, era como si nada de los últimos segundos hubiera pasado. Silenciosamente, Dredwing tomó al explorador del procesador y lo arrastró hacia un portal espacial que Soundwave había abierto para él.

Las coordenadas eran las de una cueva entre acantilados, muy lejos del desierto de Jasper. Nadie lo encontraría ahí, se oxidaría hasta volverse polvo. Pobres Autobots, jamás podrían encontrar su patético cadaver de mierda.

Bumblebee ni siquiera se molestó en hablar, tampoco era como que pudiera. Sus ópticos apenas enfocaban, el audio era pobre. Ni siquiera sabía a dónde o quién lo llevaba.

Sólo sabía que su cuerpo dolía, que estaba sólo, que su vida había sido miserable, que había sido un número en un D-pad para los lideres de guerra y que no importaba si moría, porque ni siquiera el 0,5% de lo que alguna vez fue la población en cybertron sabía de su existencia.

La mayoría de sus seres queridos ya habían muerto en la guerra, nadie lo recordaría dentro de poco. Probablemente ningún ser lloraría su muerte. Bueno... tal vez Raf, su único amigo. La vida se despegaba de su cuerpo lentamente, vaya tiempo de miseria, no logró nada.

No formó una familia, no se superó a sí mismo... no dijo lo que tenía que decir.

Dreadwing: Debería golpearte hasta deformarte por completo. — Pateó el abdomen del mechling, haciendo que una buena cantidad de energon saliera por su boca. — Miserable y patética criatura ¡Te divertiste asesinando a skyquake! ¿¡verdad!? —

Pateó con más fuerza, haciendo rodar el cuerpo del pequeño Autobot hasta estrellarse con una pared.

Dreadwing: Espero que hayas aprovechado tu inútil vida al máximo, ¡porque vas a perderla ahora! — Pisó con fuerza la pelvis del mechling, girando su pie de lado a lado para romper la protoforma bajo la armadura.

Los ópticos de Bee se dilataron con fuerza, intentó gritar ante el dolor del golpe en sus partes sensibles, pero solo salió un alarido estrangulado.

Dreadwing: Tus sucias manos. — Gruñó mirando dichas extremidades de explorador. — ¡Manchadas con el energon de mi hermano! — Gritó pisoteando la mano derecha del explorador. Lo hizo en repetidas ocasiones hasta aplastarla por completo, a tal grado que los dedos se desprendieron de la palma y quedaron sobre el suelo terrestre.

Bumblebee temblaba, sus sistemas estaban cubiertos de dolor. Sus sensores táctiles no soportaban tal violencia. Sentía que pronto se iría, no podía aferrarse más, no quería aferrarse más.

Dreadwing hizo lo mismo con la otra mano del explorador, fue más salvaje con ella, despegó por completo la palma y la muñeca del brazo. Miró los ópticos de Bumblebee, estaban desenfocados, el explorador no podía ver.

Eso no lo detuvo, perforó el óptico derecho con una de sus garras, desgarrándolos por completo. Después de mirar el óptico roto parpadeante, dio puñetazos al óptico ileso hasta agrietarlo y hacer que su luz fuera tenue.

Los fuertes golpes en su procesador habían hecho a Bumblebee casi perder la conciencia, pero no había tenido la suerte de hacerlo, Dreadwing se detuvo cuando notó que el explorador no soportaría otro golpe en el procesador.

No podía dejar que muriera aún, debía sufrir más. Lo tomó de la parte trasera de su armadura torsal y lo puso de pié. Obviamente Bumblebee  no estaba en condiciones para mantener el equilibrio, por lo que cuando el Decepticon lo soltó, cayó al suelo causando un gran estruendo.

Dreadwing: ¿Qué te pasa? ¿No puedes con un bot que no acaba de despertar de la hibernación? — Volvió a poner de pié al explorador y este cayó al suelo nuevamente. — ¡Eres una chatarra! — Tomó al mechling del pecho y lo aventó hacia la pared más lejana.

La espina dorsal de Bee tronó ante el impacto. Un dolor abismal recorrió toda su protoforma, un largo y sonoro alarido de dolor se escapó de lo que quedaba de su caja de voz original.

Dreadwing rió.

Dreadwing: Que asco. — Dijo ante la voz estática del pobre mechling. — Tu caja de voz es basura. — Caminó hacia Bee, tomándolo del cuello y levantándolo hasta su rostro. — Tal vez debería repararla. — El Mech azul encajó sus garras en los cables expuestos del cuello del mechling, desgarrándolos.

Si no fuera por su garganta abierta, el grito de Bumblebee habría erizado hasta el metal de Megatron. Esas nuevas fugas de energon hicieron que el resto de fugas comenzaran a cobrar factura.

Dreadwing dejó caer al suelo al explorador. Ahora Bee se encontraba boca arriba, su mirada más perdida que antes, su cuerpo temblaba con violencia, se sacudía como un humano con ataque epiléptico, el energon cuagulado escapó de su boca por montones.

Dreadwing solo miró, sin expresión alguna. Disfrutaba la imagen del Autobot muriendo frente a él, amaba verlo sufrir mientras su patética Spark se extinguía.

Después de unos minutos, las sacudidas disminuyeron. El único óptico iluminado de Bee comenzó a parpadear y después de una única violenta sacudida más... Dreadwing supo que el armazón amarillo había sido abandonado por su Spark.

Dreadwing: Lamento que haya tenido que ser así chico. — Se arrodilló y tomó a Bumblebee del mentón, haciendo que los grandes ópticos fuera de línea fingieran mirar a los del gemelo azul. — Pero esto es la guerra. —

Dejó caer el procesador del explorador de vuelta a la tierra, reincorporándose y pidiendo a Soundwave que abriera el portal terrestre de vuelta a la némesis. Mientras cruzaba, Dreadwing notó el gran peso que había sido quitado de su espalda... finalmente, Skyquake había sido vengado.

Ahora ambos podrían descansar en Paz.