Capítulo 7 "Adios, Adios"
Bulkhead: ¿¡Qué!? ¡Pero le pusiste un sedante! — Miró al médico. Las palabras del Wrecker verde habían estado llenas de furia, pero no hacia Ratchet, estaba frustrado por el escape del explorador mentalmente inestable.
Ratchet: ¡IMPOSIBLE! ¡NI SIQUIERA MEGATRON PODRÍA DESPERTAR! — Gruñó molesto.
Optimus: Eso quiere decir que el sedante nunca hizo efecto, probablemente la dosis fue insuficiente debido al estado de nuestro explorador. — Explicó a los 4 mechs.
Smokescreen: ¿Eso quiere decir que fingió estar en recarga? — Miró a los 4 mechs experimentados.
Wheeljack: ¡Nos engañó! — Se cruzó de brazos mostrando una clara frustración en su rostro.
Ratchet: Tengo sus coordenadas. — Habló desde el panel de control, pronto activó el portal espacial.
Optimus: Tenemos que encontrarlo y traerlo a la base antes de que los Decepticons... Dreadwing lo haga. ¡Autobots! ¡En marcha! —
4 poderosos motores resonaron por el portal espacial, pronto el sonido se prolongó hasta el otro lado de este. Los 3 Autobots guerreros y el novato aceleraron al máximo por la carretera, no fue difícil divisar al explorador.
El deportivo amarillo, el cual conducía a una velocidad peligrosa para su propio motor, ni siquiera notó a sus perseguidores. Estaba demasiado ocupado tratando de alejarse lo más posible de Jasper como para notar a Smokescreen tocándole los talones y Wheeljack acercándose peligrosamente a su costado.
El Novato blanco se estrelló en su llanta derecha trasera, Wheeljack hizo lo mismo desde el costado derecho, haciendo que Bee perdiera el control y tuviera que maniobrar para no volcarse. Sin embargo, el energon del bot amarillo corría fugazmente por sus líneas principales, y el latido de su chispa habría asustado a cualquier médico.
Su procesador no era la excepción, estaba pensando rápido, por encima del límite de hasta el bot más astuto.
En cuanto recuperó el control, se transformó en su forma bípeda y con ayuda de sus brazos saltó hacia el otro lado de Wheeljack, volviéndose a transformarse en deportivo y acelerando lejos de sus colegas.
Las únicas dos amenazas eran Smokescreen y Wheeljack, Bulkhead y Optimus eran demasiado pesados como para alcanzarlo sin alguna estrategia. Ahora que Bumblebee sabía que lo perseguían, las probabilidades habían bajado.
Wheeljack: Demonios, esa es una de mis estrategias. — Bumblebee era un niño listo, había aprendido una maniobra de escape con tan solo verla una vez.
Ambos Autobots velocistas se reincorporaron a la carretera y aceleraron de nuevo tras el Urbana 500.
Cuando Bumblebee entró a Jasper, se sintió aún más presionado. Tenía 3 autos de policía persiguiéndolo y pronto los vehícons gemelos se les habían unido. Estaba tan enfocado en acelerar que ni siquiera notó cuando un disparo de plasma perforó su costado, causando una fuga de energon.
Cuando comenzó a sentirse débil, utilizó sus espejos laterales para divisar a sus perseguidores, y fue entonces cuando notó la fuga. Estaba tan cansado que necesitaba de una gran cantidad de esfuerzo para cualquier cosa, cómo mantener clara la imagen de sus ópticos.
Estaba distraído por la herida, ni siquiera estuvo consciente de los ganchos en su cofre que lo levantaron del suelo hasta que estaba a una altura mortal. Se transformó para poder tener una mejor vista de su captor.
Bee: Starscream. — Susurró con voz floja, no tenía más fuerza.
Se percató de un olor a quemado en el ambiente, probablemente provenía de su motor. La pieza dolía como el infierno, y es que ahora que su cuerpo empezaba a enfriarse y perder la adrenalina, pudo sentir todo el daño en sus extremidades.
Starscream: Lord Megatron, estará muy feliz. —
El Seeker gritó con sorpresa cuando varios disparos de plasma empezaron a rozar su pintura. Miró hacia el suelo terrestre, sucios Autobots desesperados por recuperar a su patético explorador.
Starscream: Lo siento Prime. Lo encontré, me lo quedo. — Finalizó con una risa burlona.
Bastó con una simple señal para que Soundwave abriera el portal espacial y Starscream volviera a la némesis, solo que con una carga valiosa en sus manos.
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Némesis, Coordenadas desconocidas.
Megatron miró al maltratado explorador casi perder la conciencia mientras agonizaba, estaba recargado en una de las esquinas de la sala de control. No entendía porqué su segundo al mando había considerado traerlo, no era como que Prime tuviera algo que quería.
Megatron: Dame una buena razón para no matarlo en la batalla y traerlo aquí. — Miró al líder seeker.
Starscream: Bueno, Optimus Prime siempre ha demostrado interés por salvar a cualquiera de su equipo sin importar el costo. Tal vez podríamos usarlo para obtener algo. —
Megatron miró de nuevo al explorador. Estaba casi muerto, daba asco. Había poco rastro de su pintura amarilla, fugas de energon por todas partes, su mirada perdida y el energon había comenzado a escaparse por su intento de boca.
No tenía nada de fuerza, estaba apunto de perecer. Megatron podía verlo, su posición anormal lo delataba. Nisiquiera podía sostener su cabeza, por eso su cuello estaba recargado hacia atrás, haciendo que se ahogara con el energon que se escapaba de su boca. No había muerto ahogado sólo porque los cybertronianos no respiraban.
No había llegado a la némesis en tan malas condiciones, pero sus vehicons se habían querido divertir un poco, ya saben, para vengar a viejos colegas caídos. ¿Quién era Megatron para decirles que no?
El Lider Decepticon estaba consciente del interés que Dreadwing tenía sobre el Mechling. El Gemelo aéreo aún no estaba consciente de que el Autobot estaba en la nave, pero Megatron estaba tentado a decirle.
Starscream era una rata traicionera, en cualquier momento intentaría acabar con Megatron nuevamente. Dreadwing era todo lo contrario, sus códigos de honor lo volvían el aliado más leal, claro, después de Soundwave.
El explorador no servía para un intercambio porque Prime no tenía nada que ofrecerle. Megatron tenía bajo su poder el 83% de las minas de energon de la tierra, las que faltaban no estaban en manos de Optimus sino que aún no habían sido descubiertas.
Lo mejor que podía hacer con esa patética alimaña oxidada era entregarla a Dreadwing para ganar aún más su lealtad y así poder acabar con Starscream de una vez por todas.
Megatron: Ese explorador está apunto de unirse al allspark, no sirve de nada. — Avanzó hacia Bumblebee, tomándolo despreocupadamente por su marco frontal y levantándolo sobre el aire para poder ver su rostro. — Dile a Dreadwing que tengo un obsequio para él. —
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Jasper Nevada, limites de la ciudad.
Los 4 Bots estaban atónitos. Hace unos segundos, Starscream había tomado a su explorador y lo había llevado a una muerte segura. Smokescreen nunca habría imaginado escuchar un grito con tanta rabia como el de su líder al ver como el Seeker atravesaba el portal con su explorador.
No había forma de salvarlo, habían perdido. Rastrear la némesis tomaría tiempo, eso era lo que menos tenía Bumblebee. Habían visto sus heridas desde la distancia, moriría por falta de energon si no era que un Decepticon lo hacía primero.
Los 3 Autobots tenían miedo de dirigirle la palabra a su líder, ni siquiera podían ver su expresión, les estaba dando la espalda. Bulkhead había cubierto su rostro con su gigantesca mano, las lágrimas de aceite se escapaban de sus ópticos mientras negaba con la cabeza. Wheeljack estaba a su lado tratando de consolarlo.
Había perdido a 2 compañeros de equipo, dos compañeros de guerra. Conocía a Arcee desde la adolescencia, conocía a Bee desde que era un pequeño Sparkling recién nacido del Allspark. Le había dolido ver cómo la Spark que vio crearse era raptada y llevada a un inevitable destino de destrucción.
Optimus no era la excepción, estaba destrozado, estaba arrepentido. Había sido un tonto, debió haber luchado contra las órdenes de sus superiores. Pero en ese momento todo había sonado bien, estaba dispuesto a alejar a Bumblebee con tal de que su hermoso sparkling pudiera vivir en un futuro sin guerra, una nueva era dorada.
En ese tiempo, jamás creyeron que la guerra se extendería tanto. Las causas de que la guerra se prolongará surgieron siglos después, cuando ya había tomado la decisión. Solo quería asegurarle una vida digna a su pequeño... y lo había conducido a la muerte.
No había vuelta atrás, él lo sabía, estaba pagando muy caro su error.
Bumblebee se había ido, y ya nada lo haría volver.
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