Bumblebee condujo de vuelta a la base en su modo alterno, un Urbana 500. Muchos adolescentes se estremecían al ver pasar un auto tan increíble como ese lleno de aruñones y con fugas de un misterioso líquido azul. Lo que esos niños no sabían era que el auto estaba vivo, y que realmente no le importaban sus miradas ni que su pintura estuviera arruinada.

El trabajo de pintura del explorador habia sido dañado muchas veces durante la guerra, ya estaba acostumbrado, era lo de menos. Pero había algo que no podía sacarse del procesador y esperaba poder resolverlo antes de llegar a la base:
¿Cómo escondería las heridas? ¿Que excusa les daría si lo descubrían?

El médico blanco y rojo se había mantenido en su laboratorio día y noche las últimas semanas. Con anterioridad no había problema, Bee esperaría la hora de recarga del viejo médico y entraría al laboratorio para curar sus heridas por él mismo y en silencio. Pero con Ratchet tratando de encontrar la formula del energon sintético no habría forma de hacerlo.

Tenía que idear una excusa o un plan...

Tal vez ambos.

°~°~°~°~°~°~°~°~°~°°~°~°~°~°~°~°~°~°

Bumblebee apagó su motor al estar frente a la entrada de la base. Pasó a su forma bípeda y, despues de que la puerta automática se abrió, entró al lugar. Sus pasos fueron silenciosos, dignos de un hábil espía. Nisiquiera Prowl habría sido capaz de escucharlo si estuviera ahí.

Al llegar al final del pasillo, casi a punto de entrar a la sala principal, asomó su procesador. No había nadie, seguramente Optimus había obligado a Ratchet para que tomara un descanso.

Bueno...

Mejor para él.

Manteniendo sus pasos silenciosos caminó hasta su habitación. Puso especial cuidado a la hora de pasar por el pasillo de habitaciones. Sus compañeros eran soldados, guerreros expertos en batalla. Estaban entrenados para poner sus sistemas al máximo y despertar por el mas mínimo ruido, listos para atacar.

Oh, por Unicron, ¿Qué demonios tenía en el procesador? Había olvidado tomar las herramientas de enfermería. Miró hacia atrás... Todo seguía oscuro, nadie había despertado.

Bueno, quedarse con tales heridas no era una opción, todos empezarían a hacer preguntas.

El younling caminó de regreso hacia la Bahía médica, obviamente lo hizo en completo silencio. Al llegar, limpió sus heridas y después las soldó. Puso el soldador en una velocidad baja, tardaría más pero el ruido era menos.

Una vez terminado se dispuso a volver a su habitación repitiendo el silencio extremo y el desplazamiento de puntitas. Al llegar a la puerta de su habitación suspiró y se recargó en la puerta por unos segundos... Un día iba a ser atrapado y Ratchet necesitaría muchas explicaciones.

Optimus: ¿Bumblebee? - Preguntó iluminando al joven younling con las luces de su chasis.

Los Doorwings del explorador se levantaron en señal de tensión al sentir a Prime tras de él, lentamente giró, rogando por que no hubiera un interrogatorio.

Optimus: ¿Dónde estabas soldado? Creo que fuí claro al decir que todos, con excepción de quien patruya, debemos estar en la cama antes de las 10 pm. - Habló con un tono suave.

"Soldado"... Aunque había sido nombrado así cientos de veces la palabra aún acuchillaba la Spark de Bumblebee como en la primera vez.

Bumblebee: Lamento haberlo despertado señor, solo me levanté por un poco de aire fresco. -

Que excusa tan mas estúpida, parecía un sparkling y no el soldado de guerra para el que había sido entrenado.

Optimus: Está bien, lo entiendo. Pero ya es muy tarde, deberías dormir. -

Bumblebee dejó escapar otro suspiro cuando Optimus se fue.

El joven explorador entró a su habitación y se tumbó en su litera. No lo había notado.

¿Debía sorprenderse? Nah, la indiferencia de Prime hacia sus asuntos había comenzado hace siglos. Era como si de un día a otro sus recuerdos hubieran sido borrados.

                  °~°~°~°°°~°°~°~°~°~°

Arcee: Hora de despertarse. -

El mechling amarillo inmediatamente inició sus sistemas al escuchar la voz de Arcee. Sabía que a la femme no le gustaba repetir las cosas 2 veces. De cualquier forma era la única en quien seguía confiando, ella no se volvió amable con Smokey solo por ser nuevo, ella lo trató como a todos.

Arcee: Hoy no patruyas, le toca a Smokey, así que quita esa cara larga ¿quieres? - Sonrió.

Ella siempre había sido amable con él y era lo mas cercano a una madre, después de todo, lo conocía desde la preadolecencia.

Bee: Las caras largas ayudan a que ciertos bots noten que hoy no estás de humor para hacer trabajo extra. - Bromeó sentandose en su litera.

Arcee: Puede ser. - Sonrió.

Bee: ¿Tenemos alguna misión pre-establecida? - Se levantó de su litera y caminó junto a Arcee por los pasillos de la base.

Arcee: La misma de siempre, encontrar Energon. Toma tu dosis matutina, te veo en el portal espacial en 20 minutos. -

La femme avanzó hasta el salón de entrenamiento y el mechling amarillo tomó camino hacia las reservas de Energon. Ahí estaba la procesadora, así que ese era el lugar donde tomaría su dosis.

Al llegar a la máquina la encendió y puso la clave. En pocos segundos el cubo de Energon procesado salió por el costado derecho de la procesadora. Los tanques de Bee rugieron, Primus, ¿Anoche había ingerido su dosis? El bajo nivel de Energon le mostraba que no.

Deseoso del alimento bebió el primer sorbo y..... Esto no sabía a energon.

Sin pensarlo dos veces escupió dicho líquido y soltó el cubo. ¿Qué clase de mierda era? Su pregunta fue contestada al escuchar la risa burlona  en la puerta.

Bee: Smokescreen ¿¡QUÉ DEMONIOS TE PASA!? -

La risa de Smokescreen paró instantáneamente. El mech miró al chico, estaba confundido, antes le había hecho muchas bromas y generalmente reía junto con él.

Smokescreen: Oye, tranquilo. Sólo era una broma. -

Bee: ¿Broma? ¿¡BROMA!? LO ÚNICO QUE QUIERO ES BEBER MI MALDITO ENERGON DE MIERDA PARA TENER UN PUTO DIA DE MIERDA CON PERSONAS DE MIERDA. - Dió un par de empujones a Smokescreen. - ¿¡NO PUEDES ENTENDER ESO!? -

Ratchet: ¡Bumblebee! - Regañó, aunque su rostro estaba lleno de sorpresa al ver ese comportamiento inusual en el explorador.

¿Qué? ¿Cuándo demonios había entrado?

Ratchet: A la oficina de Prime, ¡ahora!