"A cualquier parte que esté mirando ahora,

Estoy rodeado por tu abrazo.

Bebé, puedo ver tu halo.

Sabes que eres mi gracia salvadora.

Eres todo lo que necesito y más.

Está escrito por todo tu rostro.

Bebe, puedo sentir tu halo.

Rezo para que nunca se desvanezca."

-"Halo". Beyonce.

El molesto sonido de la alarma resonaba por la habitación haciéndole lanzar un gruñido de molestia, ¿realmente era necesario que fuera a la escuela?

Pateó las sábanas al suelo a modo de berrinche por tener que levantarse en ese momento, posteriormente suspiró y miró al techo de su habitación mientras el molesto pitido aún se dejaba escuchar a su lado, por ello dio un golpe al reloj con la intención de callarlo.

Ya en silencio volvió a gruñir y se levantó del lecho en el que se encontraba tan cómodamente durmiendo unos segundos atrás.

Pensaba caminar al baño para poder utilizar el vater, sin embargo sus planes se vieron frustrados por las mantas que reposaban en el suelo pues una de ellas se enredó en su pie y eso lo hizo caer de cara al piso.

¡Genial! Ahora comenzaría el día con caídas.

Se levantó con una mueca de molestia, se notaba que aún estaba algo adormilado, pero no se arrepentía de haberse quedado despierto hasta las cuatro de la mañana a pesar de haber dormido tan solo dos horas, había válido la pena porque su búsqueda que tomó horas le había llevado al instagram de Nagisa, el chico del parque.

Esa mañana había tomado la decisión de no salir a correr así que tras haber cumplido su misión de ir al baño y haberse colocado el uniforme escolar se dirigió a la cocina para desayunar algo.

Miró en el refrigerador encontrando tan sólo una botella de cristal con leche dentro, secretamente tenía una especie de cariño especial por el recipiente que contaba con un bonito diseño de una vaca pintada en él.

No quedaba mucho de aquel líquido, tal vez más tarde saldría a comprar provisiones, por el momento se tendría que conformar con un simple plato de chococrispis.

Prefirió tomar el desayuno en la sala mientras miraba televisión, no le gustaba del todo estar solo mas el poco tiempo que tenían sus padres y la rutina de ellos le habían acostumbrado.

Una vez terminó con su "saludable" desayuno, y habiendo tomado todas sus cosas, salió del departamento. Prefirió bajar del edificio con ayuda de las escaleras, pues aquello le ayudaría a suplir la salida a correr que había evitado más temprano; una vez se encontró fuera de la edificación se permitió tomarse un momento para mirar al cielo: el sol brillaba en lo alto este y alguna que otra nube se asomaba en el gigantesco domo azul sobre su cabeza.

Sonrió para sí mismo, quizás no había dormido lo suficiente como otros días y más tarde sufriría las consecuencias de ello, pero por el momento se sentía feliz.

Aún con la sonrisa dibujada en su rostro, continuó con su camino al colegio, donde seguramente su mejor amiga que le esperaba con miles de preguntas sobre el chico peliazul.

Miró con los ojos bien abiertos a su mejor amiga, era inevitable no hacerlo cuando la chica presumía que había conseguido en número de Akari y no solo eso, sino que la chica tenía una foto de perfil con Nagisa Shiota, ¡Nagisa Shiota!

Arrebató el teléfono de las manos de la rubia quien de inmediato comenzó a protestar por aquello.

— ¡Devuelvemelo! — reclamó. — ¡Karu-chan! ¡Dámelo ya!

— ¡Ya te dije que no me llames así, bruja!

— ¡Entonces dámelo!

— No te lo daré hasta que consigas el número de Shiota-san — sentenció el pelirrojo.

— No puedo si no tengo mi teléfono — argumentó Rio mientras daba algunos cuantos saltos para alcanzar su móvil pues Karma lo había levantado con su brazo para que la chica no lo alcanzará.

— Tienes razón.

Tras aquello, el joven entregó el dispositivo a Nakamura.

Guardaron silencio un par de segundos, cosa que no duró mucho pues una jóven de cabellos castaños llamó a la puerta.

— Akabane-sempai — murmuró la chiquilla. — Podría mmm... ¿Acompañarme a la azotea, por favor?

Rodó los ojos, sabía a donde iba aquello, sin embargo antes de que pudiese hacer algún movimiento para seguir a la chica y terminar con aquello, la blonda junto a él habló.

— Lo siento mucho, Himura-san — comentó. — Pero Karma-kun no puede corresponderte porque él ya está saliendo con alguien.

Aquello dejó descolocada a la muchacha, aunque eso no evitó que preguntara.

— ¿E-En serio? — su voz temblaba. — ¿Con quién?

— Duda que le conozcas, no asiste en éste colegio.

— ¿Puedo saber su nombre? — preguntó Himura aún algo incrédula pero nerviosa. — Supongo que debe ser bonita.

— ¡Y lo es! — afirmó Rio mostrando la foto de Akari pero haciendo zoom hacia el lado de "la" peliazul. — Se llama Nagisa.

La chica quedó en silencio con pequeñas lágrimas asomándose por las esquinas de sus ojos.

— Nakamura-san, basta. — La voz era de Karma, quien pedía a su mejor amiga que parase con aquello, le molestaba bastante ver a las chicas llorar, en especial por algo así.

La recién llegada salió corriendo del salón haciendo al pelirrojo suspirar con exasperación.

— ¿Por qué hiciste eso? — reclamó. — Nagisa y yo no estamos saliendo, además de que sabes que es un chico — murmuró.

—No están saliendo aún —recalcó. — Además, dudo que ella lo conozca, y con esto es más probable que las chicas dejen de molestarte.

Karma volvió a suspirar, no jamás podía debatirle a su mejor amiga.

— Además, te acabo de conseguir algo.

— ¿Qué cosa? — preguntó a la chica de ojos celestes que le miraba con orgullo.

— El número de Nagisa — la muchacha mostró su teléfono con una sonrisa tan grande que dejaría hasta al gato de Cheshire impresionado.

Karma no supo que decir, pero sí sabía que estaba infinitamente agradecido con Rio, incluso si no se atrevía a decirlo en voz alta.

Oficialmente Silence está fuera del Hiatus.

Espero que alguien esté leyendo esto jujuju.

¿Qué les ha parecido el capítulo?

Al parecer este Fic ya tiene un año y yo ni en cuenta :c

Bueno, pues, no hay mucho que decir con respecto a éste capítulo.

Si estás leyendo esto, quiero que sepas que eres maravilloso y que te amo uwu ♥

Eso es todo.

See you!

-Chica Cocoa.