01

"Esta bien si no puedes encontrar las palabras,

Déjame tomar tu abrigo y quitarte ese peso de los hombros.

Como una fuerza que debes tener en cuenta,

Un fuerte océano o un suave beso,

Voy a amarte con cada cosa que tengo".

-"Two". Sleeping At Last.

  —  Akabane-sempai, por favor, ¡acepte mis sentimientos! —. Pidió la muchacha haciendo una reverencia.

El nombrado rodó los ojos, ¿cuantas veces iban ya esa semana? ¿seis? ¿siete?

Suspiró suavemente para luego dirigir una pequeña sonrisa amable a la chica logrando que esta se sonrojara.

  — Lo siento, no puedo corresponderte—. Habló con calma—. Eres una chica muy linda, pero no creo que seas mi tipo.

Dicho esto, el muchacho se retiró en dirección a su aula.

Caminó con calma por los pasillos manteniendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón escolar, estaba comenzando a hartarse de que las chicas se le declararan sin siquiera conocerlo, de hecho juraría que a esa muchacha de la azotea jamas la había visto antes de eso.

Entró a paso lento a su aula percatándose de que dentro se encontraba una bonita rubia de ojos azules mirando en dirección a la ventana; se acercó a ella con sigilo y se sentó a su lado.

  — ¿Pensando en mi?—. Preguntó burlón el recién llegado haciendo reír a la rubia.

— No puedo evitarlo, es que eres tan guapo—. Respondió dejando escapar un fingido suspiró de enamorada.

Dejaron escapar un par de carcajadas al unísono. Cualquiera que los viera pensaría que eran la pareja perfecta pero lo cierto era que no eran otra cosa sino un par de amigos de infancia.

Las risas pararon mientras ambos adolescentes se miraban fijamente a los ojos; Akabane intercalaba su mirada entre los orbes azulinos de su amiga y los rosados labios de esta.

  — ¿Qué?—. Preguntó la muchacha mirándole expectante.

 — ¿Qué de qué?—. Respondió el otro aún con la mirada sobre los labios de su amiga.

  — ¿Qué miras?—. Dijo la chica frunciendo el ceño.

— Nada, solo creo que tienes un poco de diente en tus restos de comida.

Los colores subieron al rostro de la rubia de apariencia extranjera, quien de inmediato se alejo para buscar un espejo en su bolsillo percatándose de que  lo dicho por su mejor amigo era falso.

  — Ja-ja-ja—. Rió Nakamura falsamente—. Que gracioso, ¿has pensado en ser comediante?

El muchacho se limitó a sonreír mostrando la lengua.

— Debes admitir que fue ingenioso—. Burló el pelirrojo.

La rubia rodó los ojos con una sonrisa para luego volver a su lugar anterior, un silencio incomodo se formó entre ambos.

— ¿A donde fuiste?—. Preguntó Rio rompiendo el silencio.

— A la azotea—. Respondió Karma—. Me citaron allá.

— ¿Otra de tus "admiradoras"?—. Preguntó la de ojos azules.

— Si, quizás debería presentarte alguna—. Rió el de cabellos rojos.

— Solo si esa "alguna" significa Yukimura Akari  —. Respondió Nakamura riendo suavemente.

— No entiendo que le ves a esa pelos de pasto.

Akabane se ganó un pequeño golpe en su brazo por parte de su amiga.

  — Ella es realmente perfecta—. Murmuró la rubia con las mejillas teñidas de rosa.

 — Lo que digas.

  — Y que me dices de la chica del parque—. Objetó la rubia con una sonrisa picara —. ¿Ya le hablas o aún la espías desde detrás de un arbusto?

  — ¡No la espió!—. Rebatió Akabane—. Solo espero el momento adecuado para acercarme.

— ¡Excusas! ¡Jamas te atreverás a acercarte a menos de dos metros! 

  — ¿Me estas retando?—. Preguntó Karma ofendido.

— ¿Qué te parece si apostamos?

 El de cabellos rojos le miró expectante.

  — ¿Apostar?

— ¡Si! —. Respondió alegre Rio.

  — ¿Qué clase de apuesta?

— Bueno...

No podía creer que estaba haciendo algo como eso.

Estaba caminando en dirección a la chica que le gustaba y todo gracias a que se dio valor gracias a la apuesta con Nakamura.

  — H-Hola—. Saludó nervioso a la pequeña peliazul frente a el.

Notó como ella agachaba la mirada y comenzaba a buscar algo en el bolsillo de su sudadera, segundos despues leyó una pequeña tarjeta que rezaba un: "Lo siento, soy sordo, no puedo entenderte".

 Se sintió algo avergonzado por lo ocurrido, sin embargo la "chica" le extendió una pequeña libreta y un bolígrafo de conejitos con tinta azul, en la cima de la hoja se podía leer un pequeño texto escrito con una muy bonita caligrafía.

"Escribe aquí lo que me quieras decir ^^".

Escribió una pequeña frase, con cuidado y tratando de tener la mejor letra posible escribió un simple "Hola, ¿cuál es tu nombre?".

"La" peliazul sonrió ligeramente al leer lo escrito por el mas alto.

"Shiota Nagisa, ¿cuál es el tuyo?".

Sonrió ligeramente para luego escribir su nombre.

"Akabane Karma, tienes bonito nombre, Nagisa-chan".

Pudo notar como la "chica" fruncía el ceño a leer el texto para luego escribir algo ella.

"Soy un chico".

Aquello lo dejó perplejo.

¿La chica que le traía loco era en realidad un chico?

Primer capitulo!

Espero les guste este pequeño proyecto...

Gracias por tomarte el tiempo de leerlo.

Los amo!

-Chica Cocoa.

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