https://youtu.be/YF4v8ZbIphA

Era una mañana como muchas otras en casa de la familia Rose, conformada por el señor Michael, el padre, quien era oficial de policía, y su hijo Andy, de catorce años. Compartían un momento tranquilo, mientras desayunaban en la mesa del comedor. Sin embargo, esa noche era especial: la tan esperada noche de Halloween. Andy tenía planeado salir con sus amigos, como acostumbraba todos los años. El señor Michael no iría pues es precisamente la noche en que la policía tiene más trabajo. Además, confiaba plenamente en Andy, no era un chico problemático, ni tampoco sus amigos, a quienes conocía desde el jardín de infantes. Lo único que el señor Michael siempre le pedía a Andy era que mantuviera su celular encendido y que no dudara en llamarle si necesitaba algo. Andy aseguró que eso es lo que haría y salió muy contento por la puerta principal.

Michael no imaginaría que esa noche marcaría el inicio de la pesadilla...

Dos semanas pasaron desde esa mañana. Andy había desaparecido esa misma noche. Nunca llamó. Encontraron su celular cerca del bosque. Ese era el último rastro. Las primeras teorías eran que había escapado de casa, pero Michael sabía que eso no podía ser, Andy estaba feliz en su casa y escuela, tenía muchos amigos. Ninguno de ellos sabía nada, o al menos no lo decían. Aseguraban que Andy nunca había llegado a encontrarse con ellos para celebrar Halloween.

Michael tenía un compañero de trabajo llamado Stan, que se había vuelto su mejor amigo. Stan sabía que era un momento difícil y decidió apoyar a su amigo, escuchándolo.

-No tiene ningún sentido, Stan. Andy en verdad era feliz en casa, yo estaba al pendiente de lo que pasaba en la escuela, nunca me dijeron que hubiera algún problema, él salía a ver a sus amigos como acostumbran los chicos de su edad. No lo entiendo, no entiendo nada de esto.

-Mike, ¿Has intentado hablar tú con sus amigos? Supongo que al inicio estaban asustados al ver a muchos oficiales, pero tú ya los conoces, quizá puedas hablar con ellos y lograr que te den más información.

-No quisiera presionarlos, seguramente ya están lo bastante asustados con lo que está pasando.

-Bueno, en ese caso, ¿Has revisado ya el cuarto de Andy? Sólo por si acaso, tal vez haya alguna pista.

-No he querido mover nada. Creo que no he tenido el valor de hacerlo. ¿Te parece si me acompañas?

Ambos oficiales se reunieron en su día de descanso en la casa de Michael. Él estaba muy nervioso, abrió muy lentamente la puerta del cuarto de Andy. Sentía que estaba invadiendo la privacidad de su hijo, pero también que era algo necesario.

De inicio, no pareció notar nada, era como de costumbre. Stan, sin embargo, pensó que había algo raro, aunque no lograba entender qué era. Después de revisar por un rato, Stan se agachó para ajustarse la cinta de su zapato y al hacerlo notó algo bajo la cama de Andy: parecía un cuaderno viejo. De inmediato lo alcanzó y lo abrió: las primeras páginas parecían sólo apuntes de escuela, pero conforme pasaba las hojas, notó que la letra de Andy se empezaba a distorsionar. Después, las palabras empezaron a resultar confusas, creyó que probablemente sería por tratar de escribir demasiado rápido, pero luego comenzaron a aparecer una serie de garabatos extraños. No parecían tener forma definida, conforme avanzaba ya no sólo eran trazos deformes y pequeños, sino que empezaban a invadir cada vez más toda la hoja hasta cubrirla por completo. Entonces, se dio cuenta que en realidad eran letras que se habían escrito de forma muy alterada. Y repetían una misma frase: "Slenderman me está observando".

-Oye, Mike, ¿Habías visto esto? ¿Alguna vez Andy ya había escrito de esa forma?

Michael estaba muy sorprendido de ver las hojas de cuaderno. Andy nunca había tenido una letra tan mal hecha como esa, pero se lograba reconocer que sí debía ser él quien escribió todo eso. Entonces, llegó a la última hoja que tenía un dibujo hecho con tinta negra, no sabía de qué se trataba pero el sólo verlo le causó escalofríos: Aparecía un hombre alargado de traje, al parecer detrás suyo había unas ramas aunque parecían más los brazos de un pulpo. Lo peor era el rostro: no tenía.

Stan vio el dibujo, no tenía idea que Andy pudiera dibujar de forma tan detallada y terrorífica. Michael sabía que su hijo no era ningún fanático del cine de horror ni tampoco de hacer dibujos tan realistas, no comprendía cómo podía haber hecho algo como eso. Pero su mayor pregunta era ¿Qué o quién es "Slenderman"?