(Casa de Norte "donde viven Jack,Emma y Aster") 

Viernes. Una semana después.

 - Dios ¿ Viste cómo se me quedó mirando?- pregutó Kristoff tan ilusionado como un niño que acababa de finalizar su visita a Disneyland.

Jack era incapaz de hablar.Incluso una semana después de aquella actuación no había podido quitarse esos ojos de encima.Azules,claros,brillantes...el mismo reflejo del cielo y del mar. Cubiertos por unas espesas y oscuras pestañas pese a su platinado cabello. Esos labios,rojos como la sangre sin embargo eso no le quitaba de parecer un color natural. Carnosos y plumosos que eran simplemente apetecibles. 

Joder, Jack. Es una auténtica desconocida.

Ya pero es impresionante...su belleza...su talento...

Ni para discutir era bueno su subconsciente. 

-¿Estamos olvidando el hecho de que nos han puesto como los perritos falderos de Gothel? Sí,la pelirroja me ha dejado loco pero nos han declarado la guerra- dijo Hiccup de brazos cruzados.

-Vamos a dejarnos de malos rollos- animó Kristoff- Este sábado hay fiesta en la casa de Hércules.

-¿Iremos? - preguntó Jack

-¿Lo dudabas?- rió el rubio- Tendremos alcohol, marihuana y todas las chicas que queramos. 

-¿Ya te has olvidado de la cría?- rió Flynn haciendo que Kristoff le enviara dagas a través de su mirada. -No me mires así, no me van las pequeñas, pero esa chica está que...

-Vuelve a decir una palabra más de ella y te las verás conmigo.-Flynn se calló temiendo por su vida

-¿La pequeña de las Arendelle? ¿No tiene 17 años? Eres todo un pillín, Kriss- rió Hiccup

-Solo son tres años, además la edad de consentimiento legal en este estado es de 17 años...-comenzó a relatar

-¡Dios! ¿En serio tanto te ha calado esa chica para que te hayas mirado esas cosas? -rió el peliblanco a carcajadas 

-¡Sois insoportables!- se fue gritando el rubio haciendo que sus amigos rieran aún más a carcajadas. 

Tras cesar sus risas y recuperar el aire se miraron entre ellos

-Tengo que irme, Aster está solo en casa y quiere que le ayude a hacer la comida.Va a llevar a su amiguita de internet.

-Yo voy un poco a la pista de motocross. Necesito despejarme un poco- comentó el chico de cabellos morenos y ojos verdes sacando de su taquilla un casco de moto verde. 

-Nos vemos en la fiesta,muchachos- se despidió Flynn con un saludo de manos 

Jack deslizó su patinete por el suelo y con la mochila sobre un hombro se dirigió hasta su casa. 

Su ceño se frunció al ver un elegante audi blanco aparcado en frente de su casa.Vaya, alguno de sus vecinos se habría comprado esa preciosidad.

Tenía que ser sincero, con el dinero que estaba ganando con youtube y el futuro contrato que ya le habían ofrecido la discografía Island Records sabía que en poco tiempo él también iba a poder comprarse un coche así. 

-Ya estoy aquí-gritó entrando por la puerta

Sin embargo ni Aster ni Emma respondieron. Escuchó carcajadas. Las de su hermano pero también una dulce carcajada femenina que se le hacía familiar.

Aún con el patinete bajo su brazo se adentró en su cocina americana y se encontró con una escena que le daba dobles sensaciones.

Elsa estaba allí, al lado de su hermano, ambos con un delantal puesto y hasta arriba de harina mientras Emma estaba delante de ellos riéndose

-Tú- gritó furioso. ¿En serio? Primero en la escuela, luego en el trabajo y ahora hasta en su propia casa? 

Los tres se le quedaron mirando de manera confusa

-¿Tú? Qué haces aquí? - preguntó la rubia confusa a lo que el chico le respondió con una sarcástica risa

-Vivo aquí- comentó como si fuera la cosa más normal del mundo

-¿Os conocéis?- preguntó Aster rompiendo el silencio 

-Desgraciadamente- respondió el peliblanco y por un segundo pudo ver un atisbo de tristeza en los ojos de la platinada -¿De que conoces tú a Elsa?

-Es la amiga con la que hablaba por internet -sonrió agarrándole por los hombros en un tierno abrazo que hizo que un escalofrío recorriera la espalda del peliblanco- Sus padres están en un viaje y su hermana se ha ido a casa de una amiga así que le he propuesto que coma aquí. Tio Norte ya me ha dado permiso- sonrió con suficiencia Aster

-Genial-comentó con sarcasmo poniendo los ojos en blanco mientras subía a su habitación. 

-Ignórale, tiene casi veinte pero se comporta como uno de cinco años- susurró Aster haciendo que ambas chicas rieran en bajo

-TE HE OÍDO- se escuchó su grito desde la segunda planta haciendo que los tres estallasen a carcajadas. 

Un rato después, Elsa segía amasando con sus manos la masa para hacer las pizzas caseras sin saber que cierto peliblanco le observaba desde el marco de la puerta

¿Siempre había tenido esas pecas sobre esa adorable nariz respingada?

¿Esas espesas pestañas siempre se habían posado así sobre sus mejillas? 

¿Siempre se mordía el labio de aquella manera cuando estaba concentrada?

Dios santo,Frost. Eres un lunático

-¿Cómo sabes hacer todo esto?-preguntó la pequeña Emma  mirándole con sus adorables ojos.

-Bueno,mi padre siempre me dice que una mujer debe saber hacer de todo. Cocinar no es una de mis pasiones, pero me divierte de vez en cuando- sonrió de lado recordando las clases de cocina a las cuales su padre le había apuntado con tal de aumentar su curriculum de chica perfecta. 

-¿Y tu padre no te enseñó a vestir como una chica decente en vez de como una señora de los años cincuenta?- comentó el peliblanco de nuevo entrando en la cocina mientras se aproximaba al bol de las  frutas a por unas uvas.

Justo antes de cogerlas, Aster le dio un manotazo consiguiendo que el chico soltara un quejido

-¿A qué ha venido eso?- preguntó molesto manoseando su mano

-¿De qué narices vas, enano? Nunca vuelvas a hablarle así-le amenazó Aster clavándole sus verdes ojos encima

-¿Qué? Es la verdad...

-Si tanto te molesta mi ropa de vieja,mejor para mí. Así te lo dedicarás para quitarle la ropa a alguna otra descerebrada como Vanessa.

-¡Toma corte!- saltó Emma riendo

-No tendría ninguna intención de quitarte la ropa a tí, niña de papá.

-Repite eso-Elsa dio un paso hacia él

-Chicos...-intentó calmar los nervios,Aster.

-No eres más que una barbie hueca,niña de papá y rica...oh,ahora lo entiendo. Seguro que ese coche de ahí fuera fue tu regalo por no lloriquear ¿No?

-¡Jack!-gritó Aster furioso pues sabía que su hermano había tocado una parte sensible en su amiga.

 Un silencio rotundo se instaló en aquella cocina.

-Yo...será mejor que me vaya.Muchas gracias Aster- intentó formular una sonrisa pero lo único que salió de sus labios fue una mueca

-Elsa...-intentó seguirla el peligris pero la rubia ya había salido de la casa.

Molesto, el chico se giró para ver a su hermano despreocupado comiendo del cuenco de frutas.

-¿Qué?-preguntó alzando los hombros como si no supiera que lo que acababa de suceder era culpa suya. Su respuesta fue la del hermano mayor buscando lo primero que tendría a mano para lanzárselo a la cara. 

Elsa se aferró con fuerza al volante del audi antes de arrancar. Una lágrima se deslizó por su mejilla para después golpear el volante con fuerza.

Joder, el gilipollas tenía razón.

Tenía toda la razón.

.....

Hiccup llegó a la pista de moto-cross.

Aparcó momentáneamente su preciosa moto negra con destellos verdes a la que llamaba cariñosamente como a su gato,Toothless. 

Aspiró el olor a neumático quemado y a tierra que invadía la enorme pista de tierra y saltos que era su tercer hogar, después de su propia casa y del garaje de Jack donde tantas tardes han estado ahí metidos componiendo y practicando su música. 

-Buenas tardes,Hiccup. Da gusto verte por aquí- sonrió Tom. Uno de aquellos que llevaban el lugar.Piel pálida,estilo punki y cabello rojizo en punta.Su cuerpo estaba cubierto por numerosos tatuajes de estilos satánicos. 

-Tom ¿Qué tal te va la vida?¿Y Star?-preguntó ajustando sus protecciones para dar alguna que otra vuelta.

-Oh,Star es cosa pasada. Además hemos quedado como amigos.Ahora salgo con otra chica, Jackie-sonrió feliz 

-Me alegro por ti-sonrió sincero el castaño mientras se volvía a colocar el casco

-Ten cuidado hoy en la pista.Hoy no eres el mejor-sonrió con sorna el pelirrojo mientras se alejaba  de los aparcamientos. -Tengo a mi mejor corredor saltando.

A Hiccup no le gustó nada de eso.Él era el mejor de allí. Nadie lo dudaba,

Vio a un corredor sobre una moto negra con decoraciones aguamarinas haciendo auténticas cabriolas. Frunció el ceño, quitándole la pata a la moto para poder arrancarla.

Empezó fuerte , saltando ágilmente  por los montáculos de arena preparados para ellos.  Intentando aproximarse todo lo que pudiera a aquel chico. 

Tenía que admitir que sus saltos y la manera en que aterrizaba en el suelo eran casi perfectas,limpio y sin errores. Pero él podía hacerlo mejor.

Aceleró no le costó nada pillar el ritmo a aquel chico hasta que por fin estaban par a par cubriendo los dos únicos carriles de la pista. El resto de corredores se habían salido dejándolo todo  a ellos dos. Ambos realizaban los saltos y los derrapes con la misma destreza y rapidez. 

Hiccup veía de reojo como se asomaban al último tramo de la carrera el cual consistía en un gran y único salto en el cual ambas motos no cabían.

Aceleró aún más si era posible pues el primero que llegara a la rampa podría ejecutar el salto. 

El problema era que estaban tan igualados y tan pegados que casi sus ruedas se podían rozar. 

Hiccup miró al chico y de nuevo a la rampa a la cual se aproximaban y ninguno de los dos tenía intenciones de parar.Pero cuando apenas faltaban unos metros , Hiccup se vio obligado  a hacer un fuerte derrape, por lo tanto el otro corredor se aproximó a la gran rampa con una velocidad pasmosa. 

Lo que ocurrió a  continuación quedó a todos los espectadores pasmados.Eran normales ciertos tipos de acrobacias pero no la que estaba realizando.

El chico en el aire estaba haciendo un backflip sin agarrar el manillar en el aire.

La boca de Hiccup se abrió de golpe sorprendido viendo como pasaba por encima de su cabeza.

Finalmente el corredor aterrizó sin ningún problema,apoyando la pata para sujetar su moto. Hiccup también se había detenido a penas unos metros y ya se había quitado su casco.

Aquella persona que quitó el casco despacio y Hiccup juró ver a cámara lenta como una mata rizada de cabellos tan rojos como el fuego se movían mientras Mérida movía su cabeza para apartarse la mata de pelo de la cara.

Aquellos ojos azules le miraron fijamente

-¿Te gusta mi nueva preciosidad? Una Yamaha WR250F- rió

-¿Desde cuándo cojones vienes aquí?-preguntó molesto

-¿Yo? Conozco mejor a Tom que tú.

-Nunca te había visto-le volvió a contestar aún más furioso.Primero el instituto y ahora su santuario. Si ya de por sí tenía sentimientos encontrados por la chica,esto le hacía ponerse aún más nervioso. 

-Será porque a esta hora solo vienen los buenos- sonrió mirándose las uñas-Nos vemos en el instituto Hipo Horrendo- le guiñó el ojo para volver a colocarse el casco y salir de ahí pitando.

Continuará...