Día de la carrera. Sábado 14 de Octubre.

En casa de Aslly, al parecer alguien discutía allí. ¿Quién será?

—Solo ve. No hace falta que vaya tanta gente a sentarse por cuatro horas y esperar que te den un pedazo de papel que con el tiempo tomará polvo en una pared…

—¡Grrrraaaaaa! ¡Como los odios! Desearía desaparecerme de sus jodidas y mediocres vidas…

—¡Cállate, buena malcriada! Lo único que sabes hacer es lavar y fregar platos. Eso de estudiar idioma no deja dinero.

—¡Graaaa! ¡A la mierda sus vidas! Me graduare, vayan o no vayan, lo haré. Nunca me apoyan en nadaaaa.

Aslly le gritó y salió corriendo a su habitación. Pego un puertazo.

Su padre y su madre habían discutido con Aslly. Mientras que, su otra hermana estaba sentada en el sofá masticando goma de mascar mirando la TV, justo al lado de sus padres. Actuaban como si nada pasaba.

—¡Ven acá! ¿Qué harás de cena para esta noche?

Preguntó el padre de Aslly tomando a su mujer.

—¡Lo mismo que te gusta cuando estamos en la cama!

—¡Aaahy! Ustedes y su jodido sexo. ¡Ya me tiene harta!

Dijo levantándose del sofá la hermana de Aslly.

19:49

Las personas entraban al salón de graduación y tomaban sus asientos que mejor le convenían. Los que se iban a graduar ya estaban listo en las primeras filas. Y, el escenario también lo estaba.
Cuando el murmullo se divulgaba en todo el lugar, el micrófono era palpado. Todos guardaron silencio y miraron al frente. Un señor gordo y bajo inicia:

—Bienvenido damas y caballeros, a este maravilloso espacio de graduación de nuestros alumnos de idiomas…
Mientras continuaban, Aslly estaba sentada en las primeras filas junta a Marta y los demás que se iban a graduar.

Aslly se queda pensativa mirando el suelo del escenario. Marta le mira y le topa con su codo.

—¿Por qué tienes esa cara tan triste?

Aslly le hubo mirado cuando le topó con el codo.

—¡Quería que mis padres vinieran! Pero… nunca me apoyan en nada. Soy una basura para ellos.

—¡No! No digas eso. Debes mirarte a ti misma. Mira tus progresos y, ahora donde estás sentada. Mira la situación de tus padres, y en la tu estas por lograr hoy. Este es el mejor paso de todos.

Dijo agarrándole de las manos y sonriéndole. Aslly suspira y le sonríe igual.

—¡Gracias Marta! ¡Que haría sin ti!

—¡Todo estará bien!

Ambas sonríe.

—Ahora empecemos a llamar al primer graduado de la noche…

Decía el señor en el escenario con una lista en mano.

La multitud estaba emocionada, los silbidos, los aplausos y la adrenalina corría por las venas de los aficionados de la moto GP. Todo parecía estar listo.
Tony esperaba a su adversario listo en su moto junto a dos bellas mujeres que le coqueteaba.

La multitud abre paso al siguiente oponente y mientras lo hacen,  van halagando su nombre.

—¡Alex¡ ¡Alex! ¡Alex!

Tony le observa hasta que se coloca a su lado.  Tony le mira y sonríe, dice:

—¡Veo, que traes desde ya tu casco puesto! ¿Piensas ganarme esta vez?

El chico de la moto no decía nada.

—¡Ju! ¡Ese es el silencio de perder!

Dijo Tony para si mismo. Un hombre Moreno se coloca en frente con un pañuelo rojo en mano. Tony cuando lo ve se coloca su casco y las mujeres se marchan de su lado. La emoción de la multitud se estremecía de gran manera. Esperaban que todo iniciara. Las motos estaban listas y los pilotos por igual. El sonido de las motos indicaba una sola cosa, la caída del pañuelo rojo de la mano del Moreno para arrancar sus motos.

Por uno de los pasillos en las afuera del salón de graduación se acerca un hombre y se coloca en la puerta del salón. Desde allí observa todo. En el momento que se coloca en la puerta, dos amables jovencitas le sienten llegar allí y le dicen:

—¡Bienvenido señor! ¡Adelante, tomé asiento por aquí!

—¡No, está bien! Observare desde aquí. ¡Gracias!

Mientras esperaban la caída del pañuelo; una moto iba a gran velocidad por la calle de la ciudad. Se pasaba algunos semáforos en rojos.

A Aslly ya le habían entregado su diploma y guardaba asiendo mientras les daban sus diplomas a los demás. Marta agarraba la mano de Aslly, también ella con su diploma. Marta le mira y le pregunta:

—Y, ¿Alex vino?

Aslly le mira media pensativa.

—¡Rayos!

—¿Qué pasa?

—¡Deje el móvil en el bolso!

El pañuelo cae al piso y las dos motos despegan. Cuando salen la multitud se agrupa en donde antes estaban las dos motos. Silbaban y gritaban de la emoción.

Las dos motos van una al lado de la otra. Cuando ya hubieron alcanzado una velocidad de 331 km/h en una carretera de línea recta, Tony miraba a su lado la otra moto junto a la de él. No podía quitárselo de encima.

Cuando llegaron a un cono que estaba en medio de la carretera redujeron sus velocidades y cuando doblaban ambos chocaban entre sí. Luego aceleraron al máximo, intentando recuperar la velocidad de antes. Ambos estaban desesperados por adelantarse.

Mientras la moto se saltaba algunos semáforos, un vehículo se le cruzó e intentó frenar. Pero ya era tarde. Impactan ambos. Quien más sufre es el motorista. Cuando le impacta el cuerpo del motorista sale por el aire y penetra en una local comercial que estaba por allí. Cae bruscamente destrozando todo el ventanal. El vehículo se queda quieto mientras tiene toda la parte delantera destrozada.

En cuanto termina la graduación, todos los familiares bajan abrazar a su graduados. Aslly veía a todos los padres y madres abrazar a sus hijos. Marta por igual. Marta al mirar a Aslly sola allí, se le acerca sonriéndole y le abraza diciéndole:

—¡Felicitaciones!

—¡Felicitaciones también!

Ambas se reían. En cuanto se dejaron de abrazar, al quién se acerca y dice:

—¡Felicitaciones Aslly!

Ambas le miran cuando dijo aquello. Aslly se sorprende y luego le sonríe, le abraza diciendo:

—¡Viniste!

Cada una de las motos no se despegaban el uno y del otro.  Tony veía el millero de su moto que iba a 332 km/h. Tony al ver que no podía quitárselo del lado, le pateó.

La moto de Alex empezó a tambalearse mientras iba hacia un lado y… chocó contra un alto muro de concreto que había allí. La moto se hizo pedazos. Un choque en seco. El piloto cayó hacia un lado. Tony al ver lo que hizo se detuvo. Se quedó atónito.

—¡Oh, no!

Dio la vuelta y se le acercó dejando caer su moto. Desesperado le intentaba reanimar.

—¡No, no, no! ¡Alex! ¡Alex! ¡Quédate conmigo! ¡Vamos Alex!

Decía casi llorando y sin saber que hacer. De momento, le quitaba el casco. El casco también estaba un poco destrozado. Tony se lo logra quitar y se impresiona de lo que vio.

Después que todo hubo terminado. Las personas y graduados se marchaban a sus casas. Mientras Aslly salía del lugar, miraba a los lados. La persona que estaba su lado le mira y le pregunta:

—¿Qué sucede? ¿Buscas a alguien?

En el momento que preguntaba aquello, Aslly recibe una llamada. Con su móvil en mano mira rápidamente la pantalla. Lo toma.

—¿Dónde estás?

Esperaba, mientras del otro lado hablaban.

—¡Si! ¡Soy su novia! ¿Qué sucede?

Luego de esperar, el rostro de Aslly cambia definitivamente y todo sus fuerzas se vinieron abajo. Se sintió sin fuerzas.

—¿Queeeeeeee? ¡Haaaaayyy! ¡No, no, no!

Gritó, y salió corriendo mientras aún tenía su móvil en la oreja.

El padre de Aslly le siguió mientras decía:

—¿Qué sucede Aslly? ¿Dónde vas?

Corría también tras Aslly.

La ambulancia y la policía estaba en el lugar del hecho. Mientras los forenses hacia su trabajo en el levantamiento del cuerpo, la policía se acercaba a donde estaba Tony por una esquina junto a la multitud. Algunas de las personas se había ido por el motivo de que no querían ser arrestados.

—¡Tony Sanders! Queda usted arrestado por hacer carreras ilegales, y por a ver provocado la muerte de Feliz Pascual.
Tony le mira disgustado mientras le arrestaban.

En tanto aquellos sucedía, Aslly llega al hospital donde le habían dicho. Corre por el pasillo y cuando dobla la esquina de aquel pasillo ve un grupo de personas afuera. Cuando se acerca dando paso desesperado, mira el rostro de los que estaban allí y ve que sus rostros le son conocidos. Algunos de los amigos de Alex están allí. Sus rostros estaban desalentados y corrompidos. Mientras Aslly cruzaba entre ellos le iban diciendo:

—¡Lo lamentamos!

Aslly cuando escuchaba aquellas palabras no contuvo su llanto y empezó a ir llorando mientras se acercaba a un puerta.

Un hombre que estaba a un lado de ellos, contaba a los policías lo que pasó.

—… Cuando lo vi, ya era tarde y le golpeé. Él venía muy rápido. Hice lo que pude. De verdad, hice lo que pude.

—¡Tranquilo amigo! ¡Tome asiento y relájese un poco! Volveremos hacerle unas cuantas preguntas más, cuando esté más calmado. ¿Si?

—¡Si! ¡Es la primera vez que me pasa esto! ¡Lo lamento! ¡Lo lamento!

Decía aquel hombre nervioso y lloriqueando, ya sentado.

Aslly entra por aquella puerta y lo primero que ve, es el cuerpo tendido en una camilla, con sus pantalones negros y un jaket crema lleno de sangre y roto por dondequier.

Aslly cuando miró el cuerpo no quería verle la cara, así que, cerró sus ojos y con una mano en su boca ahogaba su llanto. Llora sin piedad. Se acerca a un mesa que estaba cerca de una ventana y allí continúa llorando destrozada, golpea la mesa. Luego se da vuelta y mirando el suelo camina lentamente hacia el cuerpo. Continuaba con su mano en la boca. Cuando está a su lado le mira… el pecho y, allí tiene una profunda herida.  Aslly cierra sus ojos al mirar allí.  Luego los abre y le mira el rostro esta vez.

Cuando lo hizo cayó de rodillas y, encima del cuerpo lloró dando gritos horrendos y continuos.

—¡Aaaahh! ¡Esto no es cierto! ¡Quiero despertar! ¡Graaaaaaaaah! ¡Haaaayy! ¡No es cierto¡ ¡No es cierto! ¡Aaayy!

El padre de Aslly entra y observa a su hija llorar al lado del cuerpo. Al verla, se coloca una mano en la frente y la otra en la cintura, adolorido al ver como su hija lloraba. Al escucharla llorar se da vuelta hacia la puerta y se queda allí sin hacer nada más. Aquella habitación se estremecía del llanto. Era horrible verla llorar de esa manera.

El rostro de Alex había cambiado desde que tuvo ese accidente. Para que contar en como estaba su rostro y su cabeza.
Los mensajes de texto de Alex eran:

“Llegare tarde a tu graduación, pero estaré allí lo más rápido posible.” “No iré a esa carrera, mejor estaré contigo.” “Espérame.”

Cuando él le había enviado esos mensajes, Aslly no tenía su móvil con ella. Cuando hubo salido de la graduación fue allí, donde le hubo escrito y, allí fue cuando le llamaron para decirle del accidente de Alex.

Los de primeros auxilios habían visto el móvil de Alex recibir mensajes y se pusieron en contacto con Aslly en ese momento.