Sigue desaparecido.

Nana corrió escaleras arriba, la emoción de ver a su hijo en su habitación la estaba consumiendo, abrió la puerta rápidamente e inspeccionó el lugar con la mirada.

No había nadie.

La castaña sintió una apuñalada en su pecho, su mundo se volvía a quebrar ante sus ojos.

—No está — Nana se tiró a la cama vacía de su hijo, permitiéndose romper en llanto por su ausencia, pensando en todas las posibilidades de lo que le estuviera ocurriendo en ese mismo instante a su querido Tsuna.

Reborn bajó la mirada ante la depresiva escena, salió de la habitación y cerró la puerta para que nadie tuviera que ver la tristeza de una madre. Estaba aliviado, el que su alumno no hubiese aparecido con los demás indicaba únicamente una cosa: que no habían sido los mismos secuestradores que desaparecieron a un cuarto de Namimori.

Entonces, pensó el bebé de patillas rizadas mientras caminaba por el corredor y buscaba en su celular sus contactos más importantes, debe ser más fácil poder encontrarlo.

*   *   *   *   *

Tsunayoshi contempló la puerta de su habitación, esperando a que alguien le respondiera su llamado, examinó el vaso vacío que tenía en sus manos y dio un sobresalto al escuchar un ruido inesperado.

—Tsu-kun — era su mamá, estaba hablándole desde afuera de su habitación—. Bienvenido a casa.

— ¿Dónde están los demás, mamá? ¿Qué ocurrió? — El castaño quiso levantarse, pero las piernas seguían sin responderle, seguía sintiendo angustia, aunque ahora era menos sabiendo que su mamá se encontraba al otro lado de la puerta.

—Enfermaste, debes quedarte aislado durante un tiempo — Nana volvió a hablar, sin proyectar emoción alguna en su voz. ¿No era extraño?

«El doctor dijo que debías descansar en lo que te recuperas, un enfermero estará llevándote comida y medicinas. Todos nos estamos quedando con Gokudera-kun, voy a estar viniendo de vez en cuando... Ahora debo de irme para hacer de comer a los demás, después volveré».

El castaño escuchó pasos alejándose y, segundos después, la puerta cerrándose, supuso que su mamá había salido de la casa.

Todo era tan confuso para el castaño, no recordaba la gran cosa. ¿Era en serio lo de su enfermedad? ¿Qué tan grave podría ser? ¿Sus amigos sabían algo?

Tsuna, con cierta dificultad, volvió a acostarse, supuso que tenía que ser paciente en lo que se recuperaba. Cerró los ojos, con la intención de dormir un rato más, pero los abrió rápidamente al escuchar la puerta de su habitación siendo abierta. Se incorporó tan rápido como sus brazos se lo permitieron y observó al intruso.

Era algo que ni en sus cómics favoritos de ciencia ficción podría ver... Bueno, pensándolo bien, era algo que podría salir en un cómic de aquel género.

El intruso usaba un traje pesado y grande, color blanco, que cubría todo su cuerpo; una red blanca para el cabello que también cubría sus orejas; un cubrebocas celeste, que, aparte de sus ojos, era lo único que llevaba de diferente color; y unos guantes de látex del mismo color que el traje. Parecía un malvavisco gigante.

—Ah... Hola — Tsunayoshi saludó con algo de temor, le daba miedo que alguien tuviera que usar tanta protección solo para dejar una bandeja con comida—. Debes ser el enfermero, ¿no? Yo soy Sawada Tsunayoshi.

El enfermero asintió con la cabeza, dejó la bandeja de madera sobre la cómoda del castaño y procedió a llenar el vaso vacío con una jarra que llevaba junto con la comida. Parecía un robot, era imposible ver un movimiento humano debido al gran traje que llevaba puesto.

— ¿Es grave lo que tengo? — Sawada acomodó su almohada en su espalda, así no sentiría el frío de la pared en ésta, aunque no suele ser la gran cosa más que en invierno.

El enfermero negó suavemente con la cabeza, acercó la cómoda a Tsunayoshi y se retiró tan pronto como pudo, dejando al castaño en compañía de la soledad.

Tsuna observó el plato con comida, después vio un pequeño vaso con pastillas y los cubiertos de madera. Todo parecía tan irreal, ¿por qué tendría aquella sensación? ¿Acaso se estará volviendo loco? Tomó el vaso con pastillas y las colocó en la palma de su mano para examinarlas. Le pareció reconocer un par de pildoras, pero prefirió no tomarle mucha importancia.

*   *   *   *   *

Las semanas pasaron hasta convertirse en meses. La esperanza de encontrar a Tsunayoshi iba disminuyendo lentamente; la policía no tenía ni una sola pista del caso, ni siquiera Reborn, quien era un experto para conseguir información.

Kyoko fue la primera en abandonar la búsqueda, se hizo a la idea de que el castaño jamás volvería e intentaba convencer a su hermano de lo mismo, quien, contrario a ella, salía todas las mañanas a buscar junto con sus amigos.

Haru no paraba de imaginarse su reencuentro con su ser querido, le gustaba pensar que el día que lo encontrara por obra del destino decidirían casarse de inmediato, para que nada los separara nuevamente.

Takeshi entregaba, con ayuda de su padre y demás trabajadores del restaurante, anuncios donde venía información básica de Tsuna y dónde podían dar algo que sirviera para el caso a cada cliente que llegaba a comer.

Reborn, después de haber sido reprendido fuertemente por el noveno e Iemitsu, organizaba búsquedas con ayuda de la familia Vongola y sus aliados poderosos, era casi imposible que Tsuna siguiera desaparecido por más tiempo.

Lambo e I-pin seguían haciendo dibujos en forma de disculpa, dándoselos a Nana para que se los hicieran llegar a su hijo; seguían pensando que había sido su culpa el que Tsuna ya no volviera.

Bianchi y Fuuta se hicieron cargo de la casa, en lo que Nana salía a buscar a su hijo y atender las distintas llamadas que recibía de supuesta información que le brindaba la gente.

Gokudera salía todos los días de su casa a la misma hora, dejando a un lado los estudios, con la esperanza de encontrar al castaño y convertirse en un tipo de héroe.
   
   

Tsunayoshi se despertó con un sobresalto, el cual lo obligó a sentarse sobre su cama, observó la oscuridad de la habitación y extendió su mano para encender la lámpara. Había escuchado una ventana romperse, quizás se tratara de un ladrón. Se dio la media vuelta, con dificultad, y se obligó a sí mismo a ponerse de pie, aunque hubiesen pasado semanas desde la última vez que lo intentó, lográndolo con un leve dolor recorriendo sus piernas. ¡Finalmente había un progreso con su salud!

El castaño caminó, apoyándose de la pared, hasta el escritorio que quedaba enfrente de su ventana; finalmente lograba llegar hasta aquel lugar, ni en sus más locos sueños se hubiese imaginado hacer algo así. Agarró su celular y lo abrió, iba a llamar al número de emergencias, pero su celular marcaba un "fuera de servicio", pero aquello no fue un impedimento para Tsuna.

—Lo sentimos, pero su celular se encuentra fuera del área de servicio al cliente — recibía siempre el mismo mensaje independientemente del número que marcaba, jamás había tenido un problema similar.

Tsuna suspiró y abrió las cortinas de su habitación, quizás se si daba un vistazo afuera podría deducir que ventana era la que se había quebrado. Había algo raro la imagen que proyectaba el exterior, pero no entendía qué podría ser, intentó sacar la cabeza pero algo se lo impedía. ¿Algo?

Un extraño vacío empezó a aparecer en el estómago del joven, había algo mal. Retrocedió unos cuentos centímetros e intentó sacar la mano, pero había una especie de pared invisible que no lo dejaba. Utilizó un poco más de fuerza y notó que aquella pared se hundía en dónde Tsuna presionaba, su sensación en el estómago se hizo mucho más presente.

¿Qué era lo que estaba sucediendo?

Reunió toda la fuerza que pudo hasta que hizo un agujero en una parcata que pintaba el exterior, dejando que una luz azul se filtrara por dicho agujero. Tsuna estaba confundido, ¿estaría soñando? No, no, era la realidad, estaba seguro de ello.

Hizo el agujero más grande aún, su habitación abandonó la oscuridad para tornarse de azul, traspasó la ventana junto con la pancarta y se dio cuenta que todo ese tiempo jamás había estado en su hogar.

Era un pasillo largo, oscuro, con una cámara de seguridad en una de las esquinas, frío y silencioso. Tsuna se apoyó en una de las paredes y caminó, encontrándose con una grabadora a la vuelta de la esquina. Todo eso le estaba dando un malísimo sabor de boca.

Presionó un botón de la grabadora y la voz de su mamá se escuchó. Su cabeza se lleno de pensamientos y sintió como un frío lo rodeaba lentamente, se sentía enfermo, con ganas de vomitar, estaba descubriendo muchas cosas en tan poco tiempo. No tenía la menor idea de dónde se encontraba, ni siquiera estaba seguro si seguía en Namimori.

Continuó caminando hasta ver una puerta de madera atravesando un pasillo, ¿será aquel lugar la salida? Humedeció sus labios y los apretó con suavidad, los nervios lo estaban devorando.

El frío lo empujó con suavidad hacia la puerta, Tsuna colocó su mano en la helada manija de ésta y la giró lentamente, procurando no emitir sonido alguno.

C L O N C .

El castaño retiró la mano rápidamente, empezó a sudar frío y su mente se despejó rápidamente, sintiendo como el miedo lo tomaba de rehén. Volteó hacia la derecha, lugar de donde había provenido aquel sonido, y se encontró con una silueta y, ante sus pies, la lámpara azul que ahora apuntaba hacia Tsuna, evitando reconocer quién era el que se encontraba al otro lado de la luz.

—Yo... Yo no tengo miedo — tartamudeó Sawada en voz realmente baja, casi tratándose de convencer a sí mismo de que tenía que abandonar el estado de trance.

La lámpara iba girando muy lentamente sobre el suelo, hasta que la luz dejó de iluminar a Tsuna para hacerlo con el sujeto que estaba a escasos metros del castaño.

Tsunayoshi contempló con horror a la persona que estaba ahí y recordó lo que había sucedido en realidad. Él estaba ante su secuestrador, el que lo privó de su libertad celosamente.

—T-Tú... — Sawada permitió que su espalda descansará en la puerta de madera, sin quitarle a la mirada al contrario, y sintió que un par de cascadas recorrían sus mejillas heladas.

Estaba enfrente de quien había traicionado su confianza. Era él, no había duda alguna.

El secuestrador de Tsuna era...

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola:3 y aquí tenemos el final de la primera parte...

CÓMO?! PRIMERA PARTE?!

Sí, querido lector, esa es mi noticia:3 escribiré una secuela!! Cuando? No lo sé, espero que pronto jsjsjs

Quiero agradecer a todos los que me leyeron, votaron y dejaron comentario uwu

Nos veremos en la próxima:3
Cuídense mucho 💕

Quiero agradecer especialmente a Pejelagarto03 y a Mika-0478 por dejarme comentarios constantemente uwu

Muchas gracias 💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top