BUENA JUGADA

— ...Fue entonces cuando Lena me abrazo para evitar que el choque de Dewey me hiciera daño y entonces perdí la conciencia, pero luego desperté en una oscuridad y me encontré... con ella... — se detuvo un momento.

Scrooge prestó atención tras de la puerta, no sabía lo que pasaba pero escuchaba atentamente. El silencio era acusador, a pesar de no ver sentía a las femeninas mirarse.

— En el avión — comentó con una voz cortada — En el avión tu no estabas...

Scrooge entendió a la perfección, era el momento de entrar a escena cuando escucho un golpe es la habitación. Con una mirada de odio abrió la puerta y busco a la jovencita y luego a Beakley.

Webby estaba bien, pero ante los ojos de ella y de Scrooge había una figura inhumana, Beakley se estaba convirtiendo en aquella maga que tantos problemas traía a su familia.

De un momento a otro, ya no era Beakley de lo que estábamos hablando, Magic de Spell hizo su aparición con una risa malvada y aquella neblina morada.

— Ya veo, ya veo — comentó entre risas que te dejan aquella piel de gallina, se detuvo de  golpe y miró con odio a la pequeña — De nuevo no duró mi inútil hechizo.

— Magic — susurro aquella chica que ahora se encontraba acorralada por aquella magia, pero, segundos después dejo el miedo atrás y se posicionó en defensa.

— O vamos, ya habíamos hecho esto una vez — rodó sus ojos — No... Fueron como dos veces — le sonrió con malicia apuntando con su bastón — Ya no pelees.

Antes de que lanzará el primer golpe, una masa la atacó por detrás tirando a la mujer con él.

— Tío Scrooge — emocionada y con aires de tranquilidad miró a el anciano.

— ¡Tú de nuevo! ¡Me haces perder la paciencia, vivir contigo es horrible! — dijo irritada, creando un escudo para ella que dejara a Scrooge en el suelo sin oportunidad para atacarla — Beakley has esto, Beakley has aquello, Beakley, Beakley — comentó asqueada intentado imitar la voz de aquel anciano.

— Beakley es mi ama de llaves, es por ello que siempre la mando a ella a todo — justificó — Veo que con razón eras una inútil, no podías hacer nada.

Webby observaba con preocupación como su héroe se levantaba con dificultad.

— No me subestimes, te hubiera puesto veneno en tus bebidas de no ser por qué quería ejecutar bien mi plan.

Volvió a ver a Webby.

— Ella, ella es la que terminará con esto — nuevamente miró a Scrooge — ¿Podrías  hacerle daño a la niña que viste crecer, a la niña que te idólatra, aquella que te despejaba la mente de tu asqueroso pasado? ¿Podrías llegar a herirla? — otra sonrisa malvada se hizo presente al ver la expresión del rostro de su rival.

Scrooge gruñó, apretó los puños, herir a Webby, jamás, ni es su otra vida, por más dinero que le pagarán rechazaría millones de veces, con tal de no ver a su pequeña con una herida.

La conoció desde que era una chiquilla quisquillosa, era demasiado curiosa, no podía con ella, pero, ella aprendió a estar con él y aprendió a acercarse a escucharlo hablar, de vez en cuando sabía cómo sacarle una sonrisa, le quitó pensamientos malos y le dejo con recuerdos buenos, la vio crecer y ser como es. Era un miembro de su pequeña familia, no sanguíneo, pero ella era como su propia nieta.

Y era claro que no la lastimaría.

— Tío, yo quiero que sepas que por ti haría lo que fuera, y sin duda te sacaría la magia a puro golpe — le sonrió mientras le guiñaba el ojo. Haciéndole saber que estaría bien.

Pero nada esta bien.

— Oh, oh, que conmovedor, sí te pudieras callar maldita mocosa — le lanzó un hechizo, pero fue esquivado — Deja que los adultos den sus amenazas de muerte tranquilos.

Otro rayo violeta salió de aquel cetro.

— Tío — lo llamo — El cetro es el remedio, consíguelo, y extinguelo... como lo hiciste hace años — gritaba mientras esquivaba el rayo.

— ¡No! — gritó molesta mientras sacaba más hechizos con seguimiento — Maldita mocosa — repitió el apodo dando un último rayo...

Rayo que golpeó a Webby.

Scrooge ya arto de todo se volvió a lanzar contra aquella maga intentando quitarle el cetro, pero, está lo esquivo con facilidad.

— Escucha, Scrooge, tenía un plan que se llevaría ejecutando en un par de meses, pero, está niñita me acabo hechando a perder todo, tenía que actuar ya ¿Si entiendes no? — pregunto mientras con un poco de magia levantaba a Webby del suelo — No se que consecuencias vallan a pasar, pero espero que realmente sufras.

Se levantó y observó cómo comenzaba a desaparecer Webby, inmediatamente se volvió a lanzar a Magic pero está fue más rápida lanzándose un rayo que lo mando a golpear la pared, traspasando está.

Spell, satisfecha, con una enorme sonrisa malévola desapareció de aquel lugar, dejando un humo morado.

→•••←

Abrió sus ojos con lentitud al sentir una luz en su rostro. Sentía mojada su frente, la tocó para retirar lo que parecía ser un trapo mojado.

— Tío Scrooge — hablo su sobrino mayor — ¿Cómo estás?.

Un quejido apareció de la boca del anciano al recordar que había pasado.

— Estoy bien — contesto sentándose en la cama que al parecer era de la chica.

— ¿Y Webby? — volvió a preguntar.

Entonces negó con lentitud.

— Prepárense — con dificultad se puso de pie — Pelearemos contra Magic.

Aunque aún no estaba seguro si sería contra ella o la chica.

Los trillizos miraron con determinación a su tío listos para cumplir lo ordenado.

Louie cerro con rabia el puño, y desvió la mirada sombría a la ventana de aquella habitación.

Dewey lo observó de reojo, sabiendo que no era un buen momento para hablar y aclarar las cosas con su hermano.

Por ahora tendría que concentrarse en salir de este juego.

— Se aproxima una tormenta — susurro Louie para sí mismo.

Aunque Dewey lo estaba observando, miró a la ventana y en efecto el clima estaba empeorando.

Mientras Huey ayudaba a su tío a disminuir el dolor de huesos Dewey se aproximó con rapidez a la ventana pegando el rostro en ella, dilatando sus orbes al ver una muchedumbre de personas.

— El pueblo — grito alterado llamando la atención de todos los presentes — El pueblo se dirige a nosotros, y no se ven muy felices — comento esto último bajando la voz.

Estaban en problemas.

— No tenemos tiempo para ellos — se quejaba Scrooge tomando su sombrero y bastón del mueble a su costado — Magic sabe cómo encontrarnos, intentaremos perder a estás sombras — refiriéndose a las personas comenzó a caminar a velocidad, seguido de los jóvenes.

Huey camino al paso de su mayor, queriendo sacar por fin la sopa, se aclaró la garganta al sentir que vendría un discurso en lugar de explicación.

— Tío, al parecer, hay alguien en el que podemos confiar — saco la libreta  de la gorra y miró los apuntes — ¿Se acuerda del hombre del periódico? — al oír la respuesta positiva del mayor continuo — Su hijo, el tenía algo extraño, me refiero a que el podría saber algo —.

— Huey, no podemos confiar en nadie, nuestro único objetivo es el cetro de magia, romperlo y todo regresa a la normalidad.

— Eso no salvará a Webby.

Scrooge lo miro con confusión deteniendo su caminata, junto con los demás.

— Escucha, dices que romperlo regresará todo a la normalidad — utilizo nuevamente las palabras — Pero ¿A qué te refieres con Todo? — comenzó a hacer ademanes — Okey, si rompes eso regresaremos a nuestro tiempo, pero, Webby seguirá atacando, el hechizo de Magic fue de semanas, ella sabía lo que pasaría y cálculo todo ¡Demonios! Si queremos atacar solo será para regresar a nuestra era, pero sin nuestra Webby.

— Le sacaremos la respuesta a Magic.

— Oh ¿Crees que establecer una conversación con la bruja es fácil? — señaló a Dewey molesto.

Este borro la sonrisa y desvió avergonzado la mirada. Louie no dudó en defender a su hermano, enfrentando a el mayor.

— Si tanto estás enojado...

— ¡Cállate!

El golpe del grito recorrió como eco por toda la habitación, las miradas recorrieron el rostro de Dewey quien tenía la vista clavada sobre Louie, su expresión mostraba la furia que tanto había guardado. Por fin, estaba dispuesto a enfrentar a su rival.