Barco Perdido
BARCO PERDIDO
Beakley no estaba del todo convencida de lo que ambos jóvenes le habían explicado.
Cruzada de brazos dió media vuelta y camino hacia la mansión, con la mente "tranquila" al saber que Louie salvó a su nieta de una mortal basura en el ojo.
- No es la mejor excusa - le dijo Louie con su mirada aún clavada en la silueta de la ama de llaves - Pero al menos se fue - concluyó alzando los hombros y mirando a la chica quien seguía viendo ir a su abuela.
- Si - fue lo único que dijo ella sin prestar atención.
¡¿Encerio estaba apunto de besarse... CON LOUIE?!
¿Por qué? ¿Acaso ella gustaba de el? Pues era más que obvio.
Pero...
¿Él gustaba de ella?
- Tal vez... - dijo en voz alta Webby.
-¿Tal vez que?
«Gracias conciencia» pensó sarcástica Webby mientras miraba con sonrojo a el albino.
- Tal vez no se iba a ir - sonrió nerviosamente con una risita fingida.
Louie sonrió de lado y le indico que avanzarán inclinando su cabeza.
El resto de la tarde se la pasarían juntos.
→•••←
El dolor en su pecho se intensificó, se clavó la mano en la piel. Su mirada era sombría, ojos perdidos y labios curvados.
¡Duele!
Terminó arrodillado frente a la ventana, soltando lágrimas de tristeza, de traición, de dolor.
Su cuerpo no aguanto más y se dejó caer en la alfombra, la temperatura no ayudaba, el cuarto estaba obscuro, lo único que alumbra era la luz del día.
No lo soportaba, le daba una punzada horrible en su corazón, la imagen se repetía una y otra vez, haciendo que su pecho le doliera más y más.
Escucho voces tras la puerta de esa misma habitación, él solo apretó los ojos e ignoro lo que se hablaba.
Se quedaría callado, quiere estar solo.
Reprimió los sollozos, limpio las saladas lágrimas y dejó que su mente se inundara y se perdiera en hermosos recuerdos, tan bellos como ella.
Pero, él no sabía que al hacer eso solo se engañaría y así mismo se castigaría, con cada pequeña imagen de ella.
Debía de confesar, debía de hablar, de gritar y desahogarse con alguien, alguien que esté dispuesto a escucharlo y comprenderlo.
Cómo ella lo haría...
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Orden en la mansión McDuck
12 de octubre de 1810
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- Esto es raro - hablo Huey tomando inmediatamente el periódico que el muchacho le entregaba.
Webby se acercó colocando su mano en el hombro de Huey para captar su atención.
- Hermano te perdiste en tu mundo - se aproximó a ellos Dewey quien estaba pasando el periódico.
- Disculpen, creo que tengo una pista de todo esto - le dirigió la mirada a su hermano.
- Gracias por su compra, vuelvan pronto - agradeció el joven del puesto.
Louie rodó los ojos, odiaba a ese chico, ver su estúpida sonrisa al ver a Webby, como ansiaba romperle esos perfectos dientes, y lo peor de todo es cuando llama su atención con sus tontos halagos.
Obviamente traían odio mutuo, pues el chiquillo también tenía sus miradas.
Aún seguían parados en ese mismo lugar, Webby miraba el periódico que el mayor le había dado a cargo. Leía y releía las palabras, Huey tenía razón, este papel tenía la tinta rara, algo andaba mal.
Sintió una mirada por su espalda, seguramente sería el vendedor. Momento perfecto.
Se giró para encararlo. Y ahí estaba él, mirándola con una sonrisa brillante. Cuando ambos par de ojos se encontraron ella sonrió.
- Hola - saludo ella acercándose a él joven, quedando solo a un metro de él.
Huey seguía en su mente, aún pensando en lo que acababa de leer.
Dewey, según, estaba ayudando a su hermano mayor buscando alguna teoría, pero, estaba mirando de reojo los movimientos de la chica.
Louie estaba cruzado de brazos fulminando con la mirada a el muchacho, amenazando con sus impulsos de joven. No era por ser mal amigo, solo que el ta-tara ta-tara ta-tara ta-tara abuelo de su enemigo no le daba mucha confianza.
Tal vez y la conducta se heredé.
- Hola - le respondió él con una ligera sonrisa en su rostro.
- ¿Cuál es tu nombre? - pregunto ella intentando no sonar tan descortés con el joven.
- Soy Doofus - se inclinó ligeramente hacía ella - Doofus Drake, Señorita Vanderquack
Ella dió un saltito en su lugar.
- ¿Cómo sabe mi apellido? - le cuestionó con impresión en su voz.
Louie sonrió de lado al ver la expresión que el chico había plasmado en su patético rostro.
- Los primeros días que estuvieron aquí la buscaron por todos lados, haciendo que me grabará a fuego su nombre y apellido - respondió mientras sus brazos se posaban atrás de su espalda y su mirada se desviaba a el pavimento.
- Joven Drake - le llamo su atención con una voz suave.
Todos los presentes voltearon a verla, cuando se trataba de algún tema serio o delicado usaba ese tono. Incluso Huey había abandonado sus pensamientos para prestar atención.
- Me preguntaba de su imprenta - sonrió de lado - la calidad de la letra se supone que debe ser legible, pero, yo no le veo así - impresionó a el vendedor con cada palabra, parecía que lo estaba avergonzando -... Disculpe usted, tal vez mi vista no sea la adecuada para su tipo de periódico - dirigió su mirada con sus amigos - será mejor comprar en otro sitio de ahora en adelante...
-... Discúlpeme a mi - la interrumpió tomándola de la mano y acercándola a él.
Webby trago aire, no pensaba que las cosas se salieran de control e ir directo a el contacto corporal.
Huey y Dewey levantaron la ceja y se acercaron para prevenir a Webby, no sin antes ser rebasados por Louie quien tenía la pupila dilatada y el ceño fruncido.
El chico al ver que el furioso hermano menor se acercará con sus otros dos hermanos por detrás, decidió seguir vivo soltando la suave piel de la albina.
- Nuevamente le pido disculpas - nervioso se rasco la nuca y miró a los trillizos - a usted y a los chicos, mi comportamiento a estado inadecuado estos últimos días, como la imprenta de mi padre.
- Excusese - le pidió ella dando cortos y no muy notados pasos hacia atrás quedando aún lado de Louie, quien miraba aún furioso a el muchacho.
- Mi padre a estado muy ocupado estos días...
- ¿En qué? - pregunto Dewey metiéndose en la conversación.
- En una máquina, no tengo mucha información de ella pero por lo que se, ese aparato nos hará millonarios - bajo la mirada algo avergonzado inclinando sus hombros a su delante.
- ¿Sabes cómo es exactamente aquella máquina? - fue turno de Huey preguntar, con una expresión curiosa, incluso con su mano en el mentón.
- Como les comento, no tengo información de ella - miró a sus pequeño puesto, tomando un periódico y mirando a detalle - Las letras parecen derretidas - miró a la chica - Está usted en lo correcto señorita...
- Webby - le interrumpió ella - dígame Webby - le mando una sonrisa que solo ella sabe dar.
El moreno se sonrojo violentamente, había hecho que ella le diera permiso de hablarle por su nombre, y la bellísima sonrisa que le otorgó fue la cereza en el pastel.
- Debemos irnos - anunció Huey anotando lo último de su teoría en su libreta pasta roja, guardando a esta en su saco marrón.
Louie tomo del hombro a Webby prometiendo que la próxima vez que vea a ese chico, sin ella, le daría todo lo que tiene reprimido, pero civilizadamente, en palabras claro.
No le dió tiempo a la de moño rosa despedirse, Louie caminaba demasiado rápido. Estiró su mano y la ladeó en dirección a el puesto de la esquina.
Doofus se encontraba devolviéndole la despedida, pero, cuando ella ya no estaba a su vista agachó la mirada.
→•••←
- Eres inteligente Vanderquack - le susurro delicadamente el hermano de orbes azules.
La chica que hace un momento estaba concentrada en una de sus lecturas dió un pequeño salto en su lugar, poniendo el cabello de punta.
- ¡Dewey! - grito al verlo tan cerca.
El chico se alejó de su rostro a carcajadas, intentando reprimir algunas de ellas. Pero después de golpe, se había quedado callado esperando que nadie atravesará por esa puerta interrumpiendo.
Ella preocupada ante el comportamiento de su amigo entrecerró los ojos y espero a que comenzara a hablar.
- Quiero platicar contigo - le susurro sorprendentemente audible - pero a solas.
Ella sonrió de lado.
- Dewey, estamos solos - abrió su libro aún con la mirada sonriente - puedes hablar tranquilo, yo te escucho.
- No, aquí no es un buen lugar - dijo mirando de un lado a otro, con nerviosismo.
- Dewey, si quieres ir a el jardín, es un resfriado seguro - comento sin desviar su mirada, mostrando su sonrisa ladeada.
Bufo molesto, ella no parecía cooperar, tendría que ser otro día...
Alto...
Hablamos de ella. Ella es ella, y ella es Webby...
¡Por supuesto!
- ¿No prefieres ir a explorar? - alzó las cejas intentando que su expresión sonara igual de picarona que su oferta.
Cerró su libro de golpe y lo observo seriamente, con una mirada que mostraba tentación.
→•••←
La temperatura por el atardecer estaba que descendía de golpe, las mejillas de ambos estaban rojas por la sangre que se acomulaba ahí. O bueno, eso es lo que se piensa.
La sonrisa complacida de ella no la hacían arrepentirse de lo que estaban haciendo. Apenas se habían alejado unos metros de la colina con mansión en punta y la joven estaba admirando una civilización de vegetación.
Dewey no desaprovechó la oportunidad de mirarla y contemplar su felicidad.
Su felicidad...
- Déjame adivinar - llamo el chico su atención - ¿Louie no te da permiso de salir más allá de el jardín? - pregunto quedándose sentado en el mismo lugar en el que se había parado hace un par de minutos.
- Así es, pero hace lo posible para romper su propia regla, solo con tal de verme feliz - sonrió sin dejar de observar aquellos árboles - Mi abuela es la que me prohíbe esa salida a este hermoso lugar.
Él la miró inquieto, acercó sus piernas a su pecho y las apretó entre sus brazos.
- Webby, ¿Has pensado en tu yo del pasado? - cuestionó sin apartar su mirada vacía.
Quedando congelada en su lugar.
- Si... Creo que con ella me sentiría más libre, esto de la falta de memoria me hacen dudar de muchas cosas. Pero, creo que es un punto bueno - se sentó aún lado de él extendiendo su cuerpo sobre el pie de la colina - me refiero a que gracias a eso, descubrí uno de mis lados ocultos y creo que eso me agrada.
- ¿Te agrada ser tú... ahora? - preguntó sin descuido.
Ella lo miro confundida ante sus palabras, luego la tristeza invadió sus ojos.
- ¿A-a ti no? - titubear con su tono de voz lo hacían arrepentirse de lo que acababa de decir.
- ¿Qué? ¿Es broma? Tú siempre serás tú, claramente es que me agradas - dijo intentando sonar más alegre de lo usual.
- Lo sabía - se recostó en su hombro - Louie ya me lo había dicho, y en serio espero que digas la verdad respecto a que yo te agrade.
Ambos sonrieron, uno forzosamente y la otra con tranquilidad.
- Tengo un caso muy raro - en cuanto dijo eso desvió inmediatamente la mirada.
(Oue -$;#;$!"# Wattpad elimino TODA la parte de aquí abajo)
- ¿Caso raro? - repitió ella extrañada ante el cambio de comportamiento.
- Quiero decir - se aclaró la garganta - Estoy enamorado de una amiga que gusta de otra persona.
Debió de ser más sutil, pues Webby se sonrojo y evito la mirada con él durante un rato.
- ¿Quién es? - hablo por fin.
Solo para aclarar.
- E-ella es una amiga lejana - con perdida de memoria - Y-yo siento que por eso se esta olvidado de mi.
- ¿Olvidando? ¿De ti? - pregunto frunciendo el ceño - Dewey, sabes que eres un gran amigo, ella nunca se olvidaría de ti, o al menos no si evita un fuerte golpe en la cabeza y entonces SI se olvide de ti
Mejor no lo pudo decir.
Dewey sonrió con la mirada perdida en algún punto. Webby no pudo evitar sentir escalofríos ante la expresión de su amigo.
- Además, si ella se encuentra enamorada de alguien más, deja que sea feliz, y... Cuando necesite de ti, apoyarla - le dió un ligero codazo en su brazo - Para eso se encuentran los amigo ¿O no?
¡Auch!
Las palabras que ella decía, si tenían sentido, dolían, pero era la realidad.
Una cruel realidad.
- Si amas algo déjalo ir - dijo al ver el rostro de dolor de Dewey - Se que es demasiado triste para ti, pero, a el corazón no se le puede obligar a amar.
Debía dejar ir a su amiga, al fin y al cabo siempre será su amiga del alma y corazón, sin importar en qué.
- Tienes razón - levantó la cabeza hacia el cielo.
Las estrellas comenzaban a asomarse.
Ella captó su atención con unas risitas.
- Siempre la tengo - con aires de grandeza se llevó las manos a su cintura y cerró los ojos con una sonrisa.
Pero...
¿Cómo podía evitar dejar de quererla?
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✓Ya grite a los cuatro vientos
✓Ya me hize bolita en un rincón
✓Ya ahogue las penas en el refrescó
✓Ya amenaza a mi familia con irme de casa
✓Ya me pegue el dedo meñique del pie con la esquina de mi tocador
Y claro, lo más importante...
✓Recorde la mitad de lo que se había borrado :))))))
Tengo una falta de memoria horrible
Había leído a escritores decir que Wattpad les borró partes de la historia y yo dije »Excusas«
¡Y ESTA NO FUE LA EXCEPCIÓN!
También me aplicó lo de borrarme tAAAAAAntas letras.
Imagínense "Yo bien aquí toda Happy por publicar el siguiente capítulo de Siglos Pasados y justo cuando le doy su última revisión veo que faltan la mitad de palabras"
O______________O
¡Maldiciooooooooooooooón!
Se siente gacho...
Me quedé con mal sabor de ojos xc
→No olviden votar←
→Mas historias en mi perfil←
TnT Me despido bye bye...
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