Noticia

Oscar

Llegué a mi casa luego de haber dejado a mi madre en la suya. Suzan se arrimó a mis brazos tan pronto me recibió en la puerta y permanecimos así por unos breves minutos. 

Estos días en que estuve fuera, he tratado de pensar en una forma de contarle lo que pasó, sin herirla. Por dentro estoy lleno de miedos e inseguridades, pero sabía que debía enfrentar a Suzan y darle una explicación. Aunque hablamos por teléfono mientras estuve fuera, no es lo mismo, era el momento de ser un hombre y decirle la verdad, pero ¿qué iba a suceder? ¿Cómo lo iba a tomar? ¿Cuáles eran las palabras correctas que debía utilizar? 

—Tenemos que hablar, Suzan. Hay algo que debo decirte. 

—Y-yo también — sacó un sobre blanco lleno de corazones coloreados de rojo y me lo extendió. 

—Esto es…

—Es nuestro bebé. 

Vi las dos fotos del sonograma, donde se supone que se veía el bebé, pero no entiendo qué de todo lo que había ahí se suponía que debía serlo. 

—¿En qué momento tu…? — la miré sorprendido. 

—Quería que fuera una sorpresa. 

—¿Por qué no me dijiste, así podía acompañarte? 

—Quería sorprenderte. Te fuiste sin avisar y, bueno, lo importante es que ya sabemos el sexo de nuestro bebé. Es un niño que está creciendo aquí en mi vientre. Un hermoso niño que, estoy casi segura que será igual de hermoso que su papá. Debemos darle esta noticia a tu mamá. 

Otra vez ha vuelto a aparecer esa enorme presión en el pecho que me hace difícil respirar. Nunca me sentí preparado para esto y se siente horrible ser incapaz de sentir alguna emoción con esta noticia. Soy una basura, de eso no cabe duda. Cuando accedí a someterme a esto, fue porque en cierto modo me sentía fatal cada vez que ella me hablaba con tanta ilusión sobre ser padres y se sumaba en una depresión cada vez que la prueba salía negativa. 

Nuestra relación ha sido casi perfecta, para quien nos ve desde fuera. Una pareja envidiable, con un futuro prometedor, capaces de brindarle un perfecto e increíble porvenir a los hijos que tengamos. 

Ella es una buena mujer, me ama sobre todas las cosas, y ha estado conmigo desde siempre. Porque la quiero y quiero verla feliz, es que he renunciado voluntariamente a la vida que llevaba antes de conocerla. 

Pensaba que algún día llegaría a amarla lo suficiente, como para acostumbrarme a este estilo de vida, y dónde todos fuéramos felices, pero al sol de hoy, siento que por más que trato de mantener esta relación, más me ahogo. 

Las transmisiones se convirtieron en el escape a mi realidad, porque es donde único no debo dar explicaciones, soy libre de hacer lo que me hace feliz y es donde nadie me juzga por ser el hombre que soy. 

—¿Estás bien? ¿No estás feliz con la noticia? 

—Sí, mi amor, estoy muy feliz. 

—¿Qué era lo que querías decirme? 

—No es nada, corazón. Todo está bien. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top