Los Stark-Rogers
Tony AA sonrió al ver aparecer entre la multitud a Steve AA, quien a su vez tuvo una expresión de alivio, acompañada posteriormente de una enorme sonrisa por haberle encontrado en aquel enorme bazar que parecía tener el mejor día de su venta y motivo por el cual ambos se habían distanciado. Considerando la nada despreciable cantidad de docena de metros que abarcaba el bazar como la multitud que lo atiborraba, volverse a ver había sido como encontrar una aguja en un pajar hasta que Tony MCU supo cómo coordinarlos para encontrarlos.
-Me alegra verte -saludó Tony, con una media sonrisa.
-Y a mí también, la próxima vez que decidas husmear por ahí, llévame contigo.
-Eso suena como una invitación a algo más.
-También es eso.
-Muy seguro de que no te rechazaría.
-He aprendido a verte, y trabajando juntos te he conocido más -Steve buscó una mano del castaño- Me gusta estar contigo como tú conmigo.
-Wow, esa seguridad me ha ganado.
-Y a todo esto, ¿qué buscabas?
-La ubicación de SIM, pero fue falsa. Y a todo esto, ¿cómo me encontraste?
El rubio rió, girándose hacia la pareja que venía detrás de él, Edward como Steve EMH. Tony AA solo silbó, encogiéndose de hombros, pero sin soltar esa mano cuyos dedos entrelazó, saliendo de aquel enorme bazar en el que Edward aprovechó para comprar cosas para sus conocidos postres que Steve EMH cargó sin problemas mientras se dirigieron a la dirección que Tony MCU les envió en tanto los más jóvenes estaban mirando boquiabiertos una vez más la isla a la que habían llegado siguiendo las instrucciones de las lecturas que consiguieron gracias a la idea de Steve MCU. Era una isla hermosa, pequeña con un aire familiar pese a que lo único humano era una casona en el medio bastante descuidada.
-¿Tu hermana está aquí? -preguntó Steve AVAC cuando se recuperó de la impresión.
-Eso parece...
-¿Qué es esta isla?
-No lo sé... pero... -Tony AVAC abrió sus ojos como platos- ¡TOOOOOONIIIIIIIII!
-¡Tones! ¡Tones!
Natasha bajaba por los escalones de piedra que daban a la única playa para embarcar, abriendo sus brazos para recibir a su pequeño hermano que llenó de besos. Detrás, estaba su esposo con ya con un mejor semblante, aunque los moretones tardarían en desaparecer.
-¡¿Pero qué hacen aquí?! -quiso saber Toni- ¡Stevieeee! Ou, me hace tan feliz tener a mis pequeñitos entre mis brazos -Exclamó ella, atrapando en cada hueco de sus brazos los cuellos de los más jóvenes, repartiendo besos en sus frentes.
-Y a nosotros... estar entre los tuyos -jadeó divertido el menor de los Rogers- Steve, hermano, estábamos preocupados por ti. Todos.
-Oh, nada de tristezas, ya la tormenta pasó -atajó la castaña, mirándoles- Steve y yo nos hemos reconciliado y arreglado. Pero siguen sin decirme quién o cómo llegaron aquí.
-Los trajimos nosotros -habló desde lejos Steve 616 llegando con Tony 616- Estábamos asegurando el yate. ¿Con qué Mark52? Curioso nombre para una embarcación.
-Mmm, cosas de los Stark -rió ella, notando como su hermano mayor había pasado un brazo por la cintura del mayor de los Rogers.
-Toni, ¿tú compraste esta isla? -preguntó Tony 616.
-No, claro que no, la compraron papá y mamá, ¿no lo recuerdas?
-No... jamás supe de este sitio.
-Papá me traía aquí de muy pequeñita cuando ustedes eran muy llevados conmigo -explicó cantarina y despreocupada- En la casona dejaron sus pertenencias de aquellos tiempos cuando no tenían dinero, están cosas de todos nosotros y de ellos cuando recién casados.
-Extraño, insisto, jamás supe yo de algo así. No estuvo en el testamento ni en alguna parte del patrimonio Stark.
-Pero Jarvis si la conoce.
-¡Ajá! -Tony AVAC levantó un puño al aire- ¡Sabía que ese mañoso escondía algo!
-Yo le pedí que no dijera nada... necesitaba tiempo a solas y recordé este escondite de papá. Pero creo que fue una buena idea... todos parecen haber congeniado más de lo que hubiera esperado. Vamos a necesitar una charla larga y tendida de todos ustedes.
-Así será, Toni -aseguró con una sonrisa Steve 616 mirando luego a su hermano- Pero ahora es tiempo de volver si les parece. Me alegra que hayas conseguido encontrar a tu esposa antes que nosotros, hermano.
-Am, en realidad... -Steve se sobó una adolorida mejilla- Fue SIM quien me trajo. Casi me mata pero mi Toni le hizo entrar en razón.
-Bah, de haber querido retirarte del juego lo hubiera hecho desde que te encontró -Natasha se encogió de hombros- ¿Dónde está él?
-Oh, oh -Steve AVAC llamó su atención- Se había quedado en el puerto según nos informaron...
-¿Ajá? ¿Stevieeeee?
-Mi hermano escapó del psiquiátrico al que quiso internarlo Grant -Steve 616 suspiró, pero asintió al gesto de confort que le dio Tony 616- Está peleando con SIM, si nuestros cálculos son correctos.
-En otro momento eso me hubiera asustado, sin embargo, a estas alturas creo que esos dos necesitan pelear hasta que ya no les queden huesos sanos -convino Toni haciendo un mohín- Como dijo Stigre, es hora de volver a casa.
El resto del equipo Stark-Rogers fue quien se encargó de vigilar que nadie más saliera herido, salvo Hydra y SIM quienes terminaron con medio bar a donde se quedaron peleando, hasta que ninguno de los dos se levantó del suelo. Tal como lo había predicho Natasha, no se mataron, nunca había sido la intención mutua, pero tenían esa extraña y muy masoquista forma de llevarse entre ellos. Cuando todos al fin se reunieron, llevaron a los dos heridos al hospital y cuando fueron dados de alta, los llevaron al rancho Stark para tener un rato familiar y algo más. Toni estaba radiante pese a que las mañanas las pasaba en el baño, se debía a que adoraba despertar y ver por las mañanas como cabalgaban juntos Steve y Tony AA, pasar por la cocina y ver a Steve EMH con Edward preparando postres.
Iba a la biblioteca y Steve y Tony MCU discutían coqueteaban muy concentrados en ellos, reía con las carcajadas de Steve y Tony AVAC por los pasillos. En el estudio principal espiaba a Steve y Tony 616 sobre cómo mejorar la producción o comenzar a ayudar a los veteranos de guerra que atendía el rubio entre discretas caricias e incluso besos. Pedía entonces a su esposo que la cargara en brazos y le consintiera para no quedarse atrás, no sin antes ir a revisar a su malvado hermano en su recámara donde estaba recuperándose pese a no participar en toda aquella felicidad con sabor a miel que bien le hubiera causado una aneurisma. Jarvis era quien le llevaba la comida a ambos, tanto a Hydra como a SIM quienes no parecían tener ganas de salir de sus respectivos aposentos.
-La señorita Stark está radiante el día de hoy -comentó como si nada el mayordomo a SIM mientras le dejaba el desayuno junto a la cama.
-Que bien. ¿Cuándo se irán los clones rubios?
-Temo que no en esta vida, malvado amo.
-Hm.
-¿Por qué no quiso sacar de su error a su hermana?
-¿Qué tonterías preguntas?
Jarvis sonrió, mirando al otro buscar de mala gana ropa que ponerse.
-Esa isla... no la hizo el amo Howard.
SIM bufó, riendo burlón al girarse hacia el mayordomo. -Fue el Conejo de Pascuas.
-¿Por qué no le dice a su hermana que nunca fue su padre quien la llevó a la isla sino usted? ¿Qué todas esas reliquias familiares en realidad usted las conservó porque el amo Howard cambió cuando tuvo esta mansión?
-Creo que escuché una explosión proveniente de la cocina, deberías ir a ver que Edward no haya quemado otro queso del mocoso.
-Toni es tan inteligente como cualquiera de sus hermanos y un día se dará cuenta que quien la protegió e hizo tan fuerte no fue su padre.
-Se te hace tarde, Jarvis.
-Con su permiso, malvado amo.
SIM rodó sus ojos en fastidio cuando se quedó solo, quitándose la camisa que se había puesto para buscar otra, sobando apenas su pecho vendado. Se giró a tiempo cuando una mano fuerte le pescó por el cuello, azotándole contra la puerta del clóset.
-¿Quieres más, eh?
Steve Hydra torció una sonrisa. -Sabes lo que quiero, más vale que no te resistas.
-Cariño, aún no nace el Rogers que pueda someterme.
-Ya lo veremos.
Tony AVAC iba montado sobre la espalda de su igual, subiendo las escaleras para ir a fastidiar a SIM pero Jarvis estiró los brazos, impidiendo el paso a los menores.
-De momento, este piso está clausurado, jóvenes e inquietos amos.
-¿Eh? ¿Por qué? -Stevie frunció su ceño, pero retrocedió ante los gestos del mayordomo.
-Por su bienestar mental. ¿Les apetece algo de fondue recién hecho?
-¡SÍ! -corearon ambos.
Steve 3490 besó los cabellos de su esposa mientras ambos se balanceaban en una silla mecedora. Luego de un choque de titanes y de discusiones tontas por motivos aún más irrealistas, ahora venía la calma y felicidad que tanto había anhelado, con un hijo en camino al que su hermosa castaña insistía en poner Peter, Peter Stark-Rogers para comenzar la tradición pues era el nombre que todos los hermanos Stark deseaban para su primer hijo. Así que, para confusión y agobio del mundo, verían aparecer una buena cantidad de Peters Stark-Rogers por aquí y por allá. Incluso con quienes menos pensaba terminaron llevándose bien, entre golpes, mordidas o un piso de la mansión clausurado por Jarvis para no ver escenas dignas de una película hardcore pornográfica. Con todo y ese curioso par, ahora todo estaba mucho mejor.
Había siete Stark para siete Rogers.
F I N
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