Domingo
"Hoy es domingo con D de, Después de todas estás notas, realmente ruego que no me dejes por ser tan infantil. Sé que fue una forma muy poco ortodoxa para decirte que ya estoy listo, pero la pena me consumía y cuando intentaba hablarlo contigo, mi voz fallaba y tu comprensiva mirada provocaba que me temblaran las manos y que solo quisiera abrazarte con fuerza y llenarte de besos. Espero que entiendas a tu tonto novio.
Te esperare esta noche Yoongi, te amo.
Tu Seokjinnie"
Sus manos temblaban, había perdido la cuenta de las veces que peinó su cabello frente a su espejo, y su palpitar se sentía muy irregular.
Su hermano Hoseok no llegaría esa noche a casa, eso signifcaba que no había ningun impedimento para que Yoongi y el, tuvieran su momento a solas.
El timbre sonó y luego de acomodar nuevamente su cabello, corrió a la entrada principal, y abrió la puerta, encontrándose con su amado novio con exactamente siete sobres en la mano.
—Antes de que me preguntes cualquier cosas, por favor lee estás notas que hice para tí— Jin recibió las notas que Yoongi le ofrecía mientras las miraba con cierta curiosidad y sopresa.
Sin siquiera darle tiempo a analizar los sobres que les dió; Yoongi sostuvo su mano, cerró la puerta principal y lo llevó al sofá de su sala de estar.
Ambos se sentaron, uno a un lado del otro; Yoongi jugando con sus manos por los nervios y Jin curioso por el sorpresivo presente de su novio.
Seokjin notó que cada sobre estaba enumerado del uno al siete, y comenzó a leer en voz alta la primera nota siendo incentivado por la mirada de su pareja.
—"S de, Si te llegaras a desnudar en mi casa, te cubriría con una gran manta, y te abrazaria con fuerza solamente porque mi calefacción aún no funciona, y no quiero a mi novio resfriado"— Jin comenzó a reir con vergüenza mientras veía a Yoongi completamente sonrojado. Sus manos pasaron al sobre número dos y comenzó a leer nuevamente.
—"E de, Estoy extrañamente feliz de saber que ambos queremos lo mismo; que mis manos paseen por todo tu cuerpo es mi mayor sueño húmedo adolescente"— Yoongi comenzó a dudar de sus palabras al ver a Jin tan callado y sonrojado por leer esa nota, pero aún asi lo vió continuar.
—"O de, Oí mi corazón acelerarse de la emoción (o tal vez excitación) al leer tu nota del miércoles; me siento tan halagado de tener tu permiso y consentimiento para estar entre tus hermosas piernas. No rechazaría nunca esa petición"— Jin realmente creía que no podría leer una nota más sin sentir la necesidad natural de besar a Yoongi; pero decidió contenerse y seguir.
—"K de, Kilómetros, metros, millas, y aunque estuvieras al otro lado del mundo; correría hasta donde mis pies me lo permitiera solo para llegar hasta tí si me volvieras a pedir que te jodiera"— sentía que se iba a morir de la pena si seguía leyendo, pero no por la nota de su novio, sino por recordar su propia nota del día jueves. ¿Qué había pasado por su cabeza al escribir aquello?
—J de, ¡Joder! Kim Seokjin, me invito a su casa; mi yo de hace dos años estaría llorando de la emoción de que nuestro hermoso crush nos invitara a su casa— la melódica y estruendosa risa de su lindo Jinnie lo tranquilizó un poco y provocó que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. Recordar al Yoongi de hace dos años atrás, era penoso para el, pero Jin amaba hablar de su pasado únicamente porque fue en ese tiempo que Yoongi le confesó su amor, amor que fue correspondido al instante.
—"I de, Igualmente, cariño. Te amo tanto que posiblemente explote por todo el amor que te tengo, Seokjin"... Yoongi yo, no puedo...
—Por favor, solo sigue leyendo Jinnie— Vió a su novio asentir con una linda sonrisa, y abrir el séptimo y último sobre.
—"N de, ¿Notaste que las iniciales de todas mis notas, son el nombre del chico al que amo? Ese tonto chico que se oculto detrás de siete notas solo para decirme que estaba listo para hacer el amor conmigo; yo realmente estoy enamorado de la forma de ser de él; de tí, Seokjin"— Jin quería explicarle a su novio que nada de eso era necesario, que no debió tomarse el atrevimiento de hacer notas tan bonitas, pero esos suaves labios sobre los suyos eran su perdición, esas varoniles manos sobre su cintura lo persuadieron, y simplemente se dejó llevar por la situación.
Yoongi y él siempre llegaban a esos besos lasivos y apasionados pero nunca pasaban de los mismos. Y ahora que las manos de Seokjin paseaban por debajo de su ropa y acarician su abdomen y pecho no sabía como reaccionar; en sus veinte años nunca llegó a quedarse en blanco en momentos asi, pero Seokjin no era ninguna de sus anteriores parejas; su actual novio era completamente diferente, y no sabía qué le gustaría o de qué disfrutaría.
—Yoongi, vamos a mi habitación— Los suaves murmuros a su oido con esa voz tan mágica y agitada lo convenció. Si su Seokjinnie estaba seguro, el también lo estaría.
Asintió levemente afirmando, sintió su mano ser entrelazada con la contraria con fuerza y seguridad, y segundos después ya estaba siendo guidado a la conocida habitación de su novio. Al llegar, ambos entraron y cerraron la puerta juntos mientras compartían un lasivo beso que no querían terminar.
Seokjin cayó de espalda sobre su propia cama, intentado recuperar el aire que el fogoso beso con su novio, le arrebató. Vió a Yoongi quitar todo el vestuario que cubría la parte superior de su propio cuerpo, y se deleitó por unos pocos segundo con su abdomen ligeramente marcado y masculino, mientras sentía la necesidad inhumana de querer tocarlo y marcarlo con sus labios.
Gimió de repente al notar el imponente cuerpo de su novio entre sus piernas, rozando contra su intimidad sobre la fina ropa.
Estaba demasiado perdido en la magnífica sensación de ser tan sumiso, en no tener control alguno de la situación; las manos que quitaban su ropa, los labios que paseaban por su pecho y cuello, el roce que sentía entre sus piernas; cada movimiento lo estaba volviendo loco, Yoongi era realmente bueno en todo lo que hacía, y a pesar de no tener experiencia y tampoco a otro hombre para compararlo, se sentía increíblemente bien.
Su ropa interior quedó en algún lugar no específico de su habitación; sus piernas fueron acariciadas con cuidado; uno de sus tobillos fue puesto sobre el hombro ajeno; y no supo en que momento los labios de su novio ya estaba sobre su miembro, estremeciendolo de placer al sentir esa lengua por toda su extensión.
Se retorció al sentir la calidez vucal que lo envolvía, gimió el nombre de Yoongi, mientras se sostenía suavemente de las mantas de su gran cama.
—Yoon... Por favor...— los movimientos de esa boca mágica se detuvieron, siendo reemplazada por la suavidez de la gran mano de su pareja.
—Dime cariño...
—Deténte. Solo... Quiero que lo hagas, lo necesito. Te necesito.
Yoongi asintió y dejó diversos besos sobre todo su rostro, mientras acariciaba su cabello con amor, y le sonreía con cariño. Su mano, que aún estaba sobre la hombría de Jin, volvió a moverse masturbandolo de arriba hacía abajo, sintiendo una humedad recorrer sus dedos que era acompañado nuevamente por esos melódicos jadeos.
Su mano jugó y paseó por toda su entrepierna hasta llegar a su lugar sensible. Con timidez uno de sus húmedos dedos se introdujo en Jin, provocando en él una extraña sensación.
—¿Cómo se sientes?— oyó la gruesa voz murmurada de Yoongi a su oído y se estremeció.
—Se siente... Extraño— el intruso dedo comenzó a moverse, causando en él sensaciones que nunca llego a sentir —Sigue...— los movimientos no se detuvieron, y a pesar de intentar reiteradas veces evitar la mirada de Yoongi, parecía que él se negaba a dejar de analizar cada una de sus reacciones. Simplemente quería ver cada gesto de Seokjin en cada momento —Solo... Ya quiero que lo hagas Yoon...
—Déjame prepararte mejor antes, cariño. No quiero lastimarte— estaba tan avergonzado de querer simplemente llegar a eso, pero se sentía tan deseoso por tener a Yoongi dentro de el; quería sentir el placer indescriptible del que sus amigos hablaban; simplemente lo deseaba como nunca; pero Yoongi era tan comprensivo y lindo con el, que le daba pena intentar apresurar las cosas de tal forma.
Sintió un segundo dedo abrirse paso en él, y moverse con suavidad, haciendo circulos en su interior y estremeciendolo junto con ligero placer, que se sentía extrañamente bien.
Yoongi intentó aguantar simplemente entrar en él; quiso ser paciente, no quería herirlo, ni lastimarlo, pero las miradas tan lasivas de Jin, junto con la vista increíblemente excitante de verlo retorcerse de placer solo por sus dedos era tantadora y caliente.
—¿Quieres que lo haga?
—Si, pero hazlo despacio, ¿está bien?— Vió a su novio asentir, y segundos después sintió los intrusivos dedos salir de su interior, dejándolo con un incómodo sentimiento de vacío.
Al ver a Yoongi posicionarse aún más cerca de el entre sus piernas, decidio rodear su cintura con sus largas extremidades, recibiendo una cálida sonrisa a cambio.
—Relájate, y díme si te duele demasiado y yo me detendré— Yoongi inhaló y exhaló en un tonto intento de calmar su excitación por tener a Seokjin tan sumiso y avergonzado solo por el; ver su cuerpo desnudo, y tener el placer de hacer el amor con él, era como un sueño, maravilloso, divino, único.
Amaba el sentimiento que lo consumía por la simple vista de Jin.
Abrió su cremallera y bajó levemente su ropa interior, dejando libre a su erecto miembro, mientras Seokjin observaba cada acción de sus manos, tragando en seco cuando vió su falo, y recibiendo una calida sonrisa que intentaba darle confianza.
Inhaló profundo al sentir como era lentamente penetrado; el movimiento era suave y tranquilo, pero el sentimiento de ardor no dejó de cuerpo hasta que sintió todo ese miembro en su interior, esperando a que diera su aprobación para seguir.
Su cuerpo procuraba adaptarse a la intromisión ajena, moviéndose con cuidado en un natural intentó de encontrar comodidad, llegando a sentir un punto que lo hizó temblar de placer y que logró que soltara involuntariamente un gemido muy audible.
—Jin... Por favor, no te muevas tanto... Si no estás listo— Yoongi intentaba mantenerse cuerdo pero la deliciosa y cálida opresión que rodeaba su miembro era tan tentadora; simplemente quería dejarse llevar por todos sus instintos y hacer suyo a Jin.
—Estoy listo, puedes... Moverte...
Yoongi no espero demasiado y comenzó con un suave movimiento de su cintura, sintiendo un placer increíble calar por todo su cuerpo.
El sentimiento de ardor poco a poco fue acompañado y reemplazado por una sensación deliciosa a cada embestida; se sentía perdido a cada arremetida, y su mirada solo intentaba evitar a la de Yoongi por vergüenza pero a la vez, quería verlo, anhelaba saber como eran las gesto de su novio mientras lo hacía suyo por primera vez.
Su rostro sonrojado, su boca semiabierta que dejaba salir suaves gemidos a cada estocada que recibía, y sus ojos semiabriertos eran fijamente observados por Yoongi; fue inevitable que cruzaran sus apenadas miradas, que luego de pocos segundos eran interrumpidas por las manos de Jin tapando sus ojos.
—¿Por qué te crubres.. Seokjinnie?— la entrecortada voz de Yoongi era sexy y fue inevitable no oírlo a pesar de sus susurros.
—No puedo mirarte... Sabiendo que estas... Adentro de mi— sentirse tan timido era algo ridículo para el, pero Yoongi veía cada una de sus acciones de forma adorable, amaba esa vergüenza, amaba esos gestos, amaba a ese chico.
—Me gusta verte, cada gesto tuyo es hermoso— Jin sonrió al oírlo, y decidido e incentivado por sus palabras, pasó sus brazos por el cuello ajeno y ocultó su rostro allí, soltando suaves jadeos al sentir como cada embestida subía de nivel.
Sintió un gran mano posarse con fuerza sobre su cintura y otra sobre su miembro, en un acalorado intentó de masturbarlo.
Las sensaciones en cada parte de su cuerpo lo estaban enloqueciendo; Yoongi lo estaba volviendo un manojo de gemidos y jadeos descontrolados.
El conocido cosquilleo debajo de su abdomen lo consumió y supo que estaba a punto de llegar; una, dos, y tres estocadas fueron suficientes para que un orgasmo exquisito calara todo su cuerpo y lo dejara agotado y estremecido entre los brazos de Yoongi.
Las arremetidas a su cuerpo no se detuvieron hasta que sintió un cálido líquido deslizarse entre sus piernas, un gran vacío en su cuerpo, y la jadeante respiración de su novio justo a su oído.
—Ah, realmente no debí hacerlo— dijó con frustración, mientras cubría su rostro y reía con suavidad por el ligero dolor que sentía en todo el cuerpo.
—¿Te arrepientes de hacerlo conmigo? ¿Fui tan malo? Lo siento Seokjinnie... Tal vez me emocione demás y te lastime, perdóname... No quería...
—No me refería a eso Yoon, realmente ame hacer el amor contigo, se sintió tan bien; yo estaba hablando de mis notas. Ahora que las recuerdo, fueron tan penosas... Puedo imaginarte completamente avergonzado al leerlas. Por favor, cuando vuelvas a tu casa rompelas y arrojalas a la basura.
—¿Romperlas? ¿Estás loco? Son notas hermosas, y son mis notas, me las regalaste, no las romperé; de hecho las guardare en una caja especial para mostrarselas a nuestros futuros hijos, cachorros e invitados de nuestra boda.
—No digas cosas estúpidas— Jin inevitablemente se acercó aún más a su novio solo para abrazarlo y besarlo con un cariño excepcional mientras se reía con diversión por sus propias palabras —Te amo... Mucho, mucho, mucho
—También te amo Jinnie, mucho, mucho, mucho.
Los brazos de Yoongi rodearon su cintura, y comenzó a repartir pequeños besos en su rostro, disfrutando cada segundo de ese momento juntos, dandole todos los besos que no pudo darle en toda esa larga semana e intentado compensar la alegría que su amado Seokjin le dió esos siete días con sus tontas y cariñosas notas.
💐
Si notaron al Yoonjin demasiado vergonzoso y penoso es porque era su primera vez, estaban nerviosos y preocupados porque no querían arruinarlo.
Asi que... ¿les gusto este final?
Como última cosilla, si este es el primer fic de mi autoría que leen, les autoespameo que tengo más fanfic YoonJin y de otras shipps bonitas.
Eso es todo, gracias por leer ❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top